10 / Agosto / 2014 2014 / Agosto / 11 Este agosto del 2014, centenario del Canal, deseo compartir con los lectores de EPOCAS retazos de conversaciones con la gente humilde que pagó el mayor costo por la construcción de esta magna obra del progreso humano, los campesinos del Chagres. Les conocí por casualidad, en 1980-81.En 1980, Panamá iniciaba el manejo de sus ríos claves, degradados por la deforestación, la erosión de suelos y la sedimentación. Tarea asignada a la Dirección de Recursos Naturales Renovables (Renare), Ministerio de Desarrollo Agropecuario. Su jefe, Irving Diaz me solicitó estudiar los sistemas de producción de los campesinos de la cuenca del canal, sobre quienes poco se sabía. La literatura canalera parecía dividirse en dos. Una, resaltaba los esfuerzos franceses y norteamericanos por unir ambos mares y los beneficios de esta obra para la humanidad. La narrativa panameña, se enfocaba en los conflictos por la Zona del Canal, las negociaciones para abrogar el tratado de 1903 y recuperar este territorio. Escritos por gente importante-ingenieros, médicos, generales, banqueros, financistas, presidentes, novelistas, reporteros y viajeros-donde la gente del Chagres era casi invisible. Cuando el lago mato el río Dividí el trabajo de campo en dos etapas. Primero al alto Chagres, lago Alhajuela y los ríos Pequení y Boquerón. Mis baquianos Pedro Rojas e Ildefonso Rosales, veteranos guarda parques de RENARE. Luego Gatún. En 1910, al represarse el Chagres e inundarse 450Km2 de selvas, surge el mayor lago artificial del mundo, Gatún. Bajo sus aguas quedaron más de 50 poblados como Gatún, Bohío Soldado, Gorgona, Frijoles, Matachín, Tabernilla, Bajo Obispo, Tiger Hill, Ahorca Lagarto, Barbacoas, Cruces, Bailamonos, Caimito y Mamei. Cambió la geografía, los cerros se tornaron islas y la fluvial vida campesina pasó a ser lacustre. Tiempos dramáticos que los viejos campesinos llaman cuando el lago mató el río. Por siglos la gente del Chagres vivió de la agricultura de roza, de los tubérculos y tallos. Y, hasta la construcción del Ferrocarril de Panamá (1850-55), como cayuqueros que subían y bajaban pasajeros y carga por el rio. Gente negra y mulata, culturalmente similar al costeño colonense en su hablar, sus viviendas de tambo, el extenso uso del coco en el cocinar y la música y el baile del congo. Al formarse lago Gatún desplazó a la gente de los pueblos a la vera del Chagres y las estaciones de Línea del Tren. Unos emigraron de la región, otros fundaron poblados a orillas del lago como Lagarterita, Vino Tinto, Cuipo, La Represa y La Arenosa. En enero del 81, conocí en el caserío de La Represa a Ciprián. Ciprián Gomez, la agricultura de roza “Tengo un poco más 70 años. Nací en Gorgona El Viejo. Hoy bajo el lago. Mi familia toa ha sido de agricultores desde el principio. Cuando se formó Gatún salimos de Gorgona y fuimos a río Lirio, despué a Nuevo Emperador y de ahí salimos pues no había ónde trabajar y la gente estaba peleando los montes. Pá evitá disgustos nos venimos pá Mendoza. Ahí compramos una posesión. De ahí a Quebrá de Las Nubes. Después me metí en obligación. Tuve varios hijos pero ahora toy solo. De vivir en La Represa tengo 40 años.” “Hace 40 años la gente vivía de la agricultura, arroz, maíz, yuca, ñame, la cría de gallinas y puercos. Eso era pá vendé y el sustento de la vida de la casa. La gente vendían y dejaban pá la casa. Vendían arroz y maíz y compraban sus necesidades ropa, comestibles. Ese producto salía pá Colón. A Chorrera muy poco, porque había que cargar a caballo y un animal na más puede con un quintal, un quintal y medio, cosa poca. Entonces se descubrió que la gente hacia cayucos, que cogían 20 y 30 sacos y salíamos a remo a Frijoles y de ahí en tren a Colón. Al poco tiempo declararon que había lanchas, más fácil pá trabajar. Podían llevar más carga y to mundo abandonó los viajes de cayuco y nos fuimos en lancha pá Gatún. Los carros venían de Colón a buscarnos. Mucha carga salía pá allá, de Sanguenga, de Los Azules y rio Tinajones. To mundo salía pá Colón. Pá Chorrera no había carretera. El arroz se vendía, poco. Despué la gente comenzó a sembrá en cantidá, a chuzo, lo compraban en concha un chinito, compraba por miles de quintales. Se vendía puerco, pero más gallinas sobretodo pá pascuas. Ganado se vendía, pero poco, ciertas personas. No como ahora que to mundo tiene su cabecita de ganado.” “Antes uno buscaba la tierra ónde le gustaba. Antes trabajamos en terrenos nacionales. Antes no se cercaba con alambre, se rayaba siguiendo las quebradas, por la dirección de uno a otro palo. La gente antes no acostumbraba cercar. Los que vivíamos, vivíamos lejos uno del otro. Onde había montes nacionales uno sacaba licencia en la alcaldía. Cuando había montaña sembraba arroz y el maíz intercalao con arroz, en surcos, sembrao largo pá que Los Campesinos del Chagres y el canal de Panamá no atropellara el arroz. Cuando hacíamos la limpia del arroz metíamos la yuca y plátano, en el mismo siembro. Cuando cortábamos el arroj, limpiábamos la paja y sembrábamos frijol. Cuando esto era montaña gruesa comenzábamos la socuela en diciembre, pa que diese tiempo que secara el monte. Socolábamos en diciembre, por debajo. En enero derribábamos los palos grandes y en marzo quemábamos. Se les dejaba hasta un mes pá secar y luego quemar.” Ahora, desde que trochan cercan con alambre y eso queda condenao, ninguno puede usar eso. La gente se fueron poblando, vinieron gente del Interior comprando posisiones, cercando hasta que nos hemos quedao sin tierra pa trabajá. En esta época en que estamos tenemos que cortar monte ónde nos dejan, nos han prohibido cortar donde uno quiere, sino tiene uno que trabajá ónde nos mandan.” “Cuando este sector de La Represa estaba bajo administración Americana, los guardias de la Zona veían la necesidad de tierra que teníamos y siempre nos daban monte onde trabajá. Pero ahora con esa cosa del tratado [Torrijos-Carter] con RENARE, nos han prohibido trabajá la tierra. De ahí el fracaso. ” Manuel Tordesillas, madera y banano También conocí en La Represa a Manuel Tordesillos, a febrero del 81. Estos son pasajes de su vida en lago Gatun sacando madera, comprando banano y en la agricultura de roza y quema. “Nací en Lorica, Córdoba, Colombia. Allá por 1904. La primera vez que entre por aquí fue a rio Pescao con un contrato de sacar madera pá los americanos. De aquí salió mucha madera gruesa– guayacán, amarillo, almendro-en tucas y los americanos la aserraban. A la orilla del lago Gatún casi no quedo madera. Habían varias compañías.” “Me enamoré, me casé y me quedé aquí en 1926. Cuando yo llegué por aquí el banano estaba comenzando, ya en el 23 estaban dando licencia y sonaba que el guineo iba a valé mucho. Ya algunos por aquí tenia bananalitos viejos, pero no había mucha semilla. El auge comenzó como en el 24 o el 25. Las lanchas llegaban al sitio que llamaban La Policía donde se entroncaban los ríos Azul y Tinajones. Ahí se estacionaban las lanchas y las laitas. Los americanos fueron los primeros en comprar banano. La United Fruit era la compañía más potente, pero habían otros. A mí me tocó venir a comprar guineo en bote desde Frijoles, pa un señor Miller, africano, pero de mucha influencia en la Zona, hasta más que cualquier americano.” El auge del banano vino a terminar como en el 33 o 34, cuando ya no se recibía el guineo. La compañía dejé de comprar, le cayó una plaga al banano que no lo dejaba desarrollar. Por aquí todos sembraban guineo, en terrenos de la Zona y nacionales. Dámaso Fernandez sembraba cantidad, pero no aseaba mucho. Tenía hasta 10,000 matas. Tumbaba monte todos los años. Había gente que na más sembraba guineo y carecían hasta de arroj. Yo sembraba de todo.” “No se abonaba ni se usaba medecina, nada más se deshijaba las matas y se chapiaba el monte. La desija de los tallos en cuatro meses y la chapia también. Los piones venían de Chorrera, Penonomé, de todo el Interior. Por allá estaba eso matao y aquí había auge del guineo. Tenía fama La Represa, de plata del guineo. Pero yo no vi la plata. Aquí había gente que cogía semanalmente 90 y 100 dóla. Cuando la gente cogía plata se ponía a bebé licor. El panameño son gente que no saben trabaja. Yo saco a los santeños. Ellos toman y parrandean, pero cuando tienen, ellos si saben trabaja.” Este terreno no fue muy bueno pal guineo, la gente tenía sus guineales en La Zona, en Gigante. Vivian aquí y tenían sus bananales lejos. Las lanchas venían semanalmente. Venia primero el mensajero en cayuco a avisar el día del corte. Las lanchas pagaban en efectivo. Cuando cayó el banano la comunidad quedó mal. Comenzaron a fallá las tiendas. De aquí se fueron los chinos, no tenían negocio. La gente comenzó a vivir de la agricultura, pa vendé en Colón y Panamá. Toribio Garay, el lanchero Tenía Toribio 81 años cuando lo entrevisté en Lagarteria. Esta es su historia. ¨Nací en Gatún Viejo hoy bajo el agua del Lago. Cuando era más grande trabajé 8 meses con la San Blas Company, como subalterno de Juan Andrade comprador de banano. Trabajé en la lancha que viajaba de Gatún Nuevo a Rio Pescao, donde se recogía el guineo de varios sitos. Otras lanchas viajaban a Ciricito, Cuipo, Frijoles. Yo era lanchero, manejaba la lancha y la cuidada. A Gatún llegaban las lanchas a entregar el banano al tren que llevaba las cabezas al puerto de Cristóbal.” “Las lanchas remolcaban las laitas o lanchones de madera. Las laitas grandes cogían hasta 100 racimos de guineo. El recorrido se hacía dos veces por semana. Salían, por ejemplo, martes y compraban guineo miércoles y jueves hasta medio día, luego salían de regreso pá Gatún Nuevo. Los días de corta se fijaban de antemano mandando un avisador del guineo en cayuco quien avisaba a los agricultores el día que iría la lancha a recibir el guineo el día de la entrega. A río Pescao venía a entregar guineo gente de varias partes, de Los Hules, Las Nubes, Cañito. Todos venían en cayucos. Las boyas y los caminos del agua pa el guineo del lago Gatún datan de esa época.” “El guineo tenía tres precios, de acuerdo al número de manos o gajos que tuviera el racimo: 9,8,7 y 6 manos. Los de 9 manos eran de primera y se pagaban a 1 dóla. Las guineas de 8 manos valían 50 centavos, los de 7 manos, 35 centavos. El guineo tenía requisitos pá ser aceptado ya que era de exportación. No se recibía guineo corto, ni picao de zagaño que se pone negro, ni el maltratao con la cascara morada. Tenía el guineo que estar limpio. Cada agricultor entregaba asegún sus fuerzas. Unos entregaban poco, otros entregaban más de 200 cabezas por corte, como Damaso Fernandez de rio Los Hules. El guineo se pagaba de una vez, no era fiao, en dóla americano. Unos agricultores usaban mano de obra de la familia, otros contrataban piones. Guineo era lo que más plata daba a la gente. Pero también vendían muchas otras cosas, arroz, piña, maíz, ñame, naranja, mandarinas y toronjas. Al principio la gente sembraba guineo a orillas del lago y cuando la tierra se cansaba sembraban tierra dentro. La gente tumbaba el monte y hacia primero arroces y luego sembraban el guineo.” En el próximo número de EPOCAS retomaremos las exploraciones ddel geólogo Robert Stewart en La Yeguda en Ciprian Gomez campesino que nacio en Gorgona El Viejo, hoy bajo lago Gatun. La Represa, Febrero, 1981. Foto., S. Heckadon-Moreno. Fotos, camepsinos del Chagres.