DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Arequipa - Moquegua Horacio Zeballos José Antonio Ochoa Evaristo López EDITORES Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo de: Detalle de la carátula: Pájaro del queñual (Oreomanes fraseri) y queñua (Polylepis rugulosa). Diseño de carátula: José Luis Velásquez Fotografías interiores: José Luis Velásquez, Óscar Mujica, José Antonio Ochoa, Horacio Zeballos y archivo de desco Corrección de estilo y cuidado de la edición: Annie Ordóñez Diagramación: Ediciones Nova Print SAC. Editores: Horacio Zeballos, José A. Ochoa y Evaristo López Tirada: 1000 ejemplares. Primera edición. ISBN: 978-612-4043-09-3 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2009-14887 Impresión: Litho & Arte SAC Jr. Iquique Nº 46 Breña, Lima – Perú. © desco / PROFONANPE / SERNANP desco Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo León de la Fuente 110. Lima 17 – Perú ☎ (51-1) 6138300 Málaga Grenet 678. Arequipa – Perú ☎ (51-54) 257043 www.desco.org.pe PROFONANPE Fondo de Promoción de las Áreas Naturales Protegidas del Perú Av. Javier Prado Oeste 2378. Lima 27 – Perú ☎ (51-1) 2181097 www.profonanpe.org.pe SERNANP Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado Ministerio del Ambiente Calle Diecisiete Nº 355, Urb. El Palomar. Lima 27 – Perú ☎ (51-1) 2252803 www.sernanp.gob.pe Abril de 2010 Esta publicación ha sido elaborada en virtud al Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, ejecutado por desco, dentro del marco del Proyecto Gestión Participativa de Áreas Naturales Protegidas (GPAN), ejecutado por PROFONANPE y SERNANP con apoyo del Banco Mundial y KfW. Código 13520 ZEBALLOS, Horacio; José Antonio OCHOA; Evaristo LÓPEZ, editores. Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Lima: desco, PROFONANPE, SERNANP, 2010. 314 pp. Recursos Naturales / Fauna / Ecología /Conservación de la Naturaleza / Perú [ 7 ] ÍNDICE PRESENTACIÓN 11 PRÓLOGO 13 CAPÍTULO 1. ECOLOGÍA Y CONSERVACIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur Horacio Zeballos, José Antonio Ochoa y Arturo Cornejo 15 Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, sur del Perú Kenny C. Caballero, Víctor Taya, Arturo Cornejo, Marco Avendaño, Eugenio Escobar y Horacio Zeballos 33 La vicuña (Vicugna vicugna mensalis), su conservación y manejo en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, sur del Perú Jesús Sánchez y Horacio Zeballos 49 La población del guanaco peruano (Lama guanicoe cacislensis) en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, sur del Perú Horacio Zeballos y Jesús Sánchez 55 CAPÍTULO 2. FLORA Y VEGETACIÓN Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa-Perú Víctor Quipuscoa, e Isaú Huamantupa Chuquimaco 63 Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Perú Carmelo Talavera, Aldo Ortega y Luis Villegas 89 8 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Los pastizales naturales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca John Machaca Centty, Juan Carlos Lizárraga, Franklin A. Montesinos, Eloy Ocsa, Fredy Quispe 105 Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Lunsden Coaguila, John Machaca Centty, Juan Carlos Lizárraga, Eloy Ocsa, Fredy E. Quispe y Horacio Zeballos 115 Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Isau Huamantupa Chuquimaco 131 Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca John Machaca Centty, Franklin A. Montesinos, Juan Carlos Lizárraga, Eloy Ocsa, Fredy E. Quispe, F. Gonzalo Quiroz 145 Estudio fi tosociológico de los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca F. Gonzalo Quiroz 161 Bosques de Polylepis de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua, Perú Wilfredo Mendoza, Asunción Cano y Rosa Vento 167 Etnobotánica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Rosa María Urrunaga Soria 175 Germinación de semillas de tola, Parastrephia Lepidophylla (Meyen) Cabrera, con tratamientos de fertilización y remoción de sustrato F. Gonzalo Quiroz 187 CAPÍTULO 3. INVERTEBRADOS Escorpiones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento (Arequipa y Moquegua, Perú) José Antonio Ochoa 193 Carga parasitaria en vicuñas (Vicugna vicugna) por edad y sexo, dentro y fuera de módulos de manejo en semicautiverio. Arequipa, Perú Fabrizio Cartagena, Jaime Fernán-Zegarra, Rommel Hinojosa 203 CAPÍTULO 4. VERTEBRADOS Los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua, Perú Julia H. Cam Hidalgo, Evaristo López Tejeda 209 Contenido 9 Anfi bios y reptiles de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Perú Roberto Gutiérrez , Luis Villegas , Evaristo López y Aarón Quiroz 219 Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (Arequipa, Perú) Grace P. Servat, Kenny C. Caballero M. y José Luis Velásquez L. 229 Mamíferos de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua, suroeste del Perú Horacio Zeballos y Ruby C. Carrera 249 CAPÍTULO 5. CLIMATOLOGÍA Climatología de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, suroeste del Perú Beatriz Montenegro, Sebastián Zúñiga y Horacio Zeballos 261 CAPÍTULO 6. LÍNEA DE BASE – 2007 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 Horacio Zeballos, José Antonio Ochoa, Kenny Caballero, Filomeno Quispe Chancolla, Urbano Jacobo, Juan Carlos Lizárraga, John Machaca-Centty, Eloy Ocsa, Gonzalo Quiroz, Fredy E. Quispe, Jesús Sánchez, Marcial Soncco, José Luis Velásquez, Ayling Wetzell, Pablo Aguilar y Roberto L. Barrionuevo 275 LISTA DE AUTORES 311 Es muy satisfactorio para la Jefatura de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca – SERNANP, presentar al público en general, y de manera especial a la comunidad científi ca, este libro sobre la biodiversidad que alberga la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Puesto que su principal objetivo está dirigido a la conservación de los recursos naturales y paisajísticos, esta área protegida propicia su utilización racional para contribuir al desarrollo socioeconómico de las poblaciones altoandinas que habitan dentro de la Reserva y en las zonas aledañas al área. La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, que cuenta con una superfi cie de 366,936 ha y con niveles altitudinales que van desde los 2800 a más de 6000 metros en los departamentos de Arequipa y Moquegua, cons- tituye una muestra representativa de la puna seca de América del sur, al albergar especies de plantas y animales característicos de estos ambientes. Fue concebida inicialmente como un nuevo lugar para proteger a la vicuña, pero hoy en día constituye la principal reserva de agua de la ciudad de Arequipa, a la que provee del agua necesaria para las poder llevar a cabo sus actividades económico-productivas. El desarrollo de cualquier esfuerzo dirigido a conservar este paisaje de alta montaña y semi- desértico requiere de información adecuada y oportuna; por tal razón, el conocimiento del PRESENTACIÓN patrimonio natural de la Reserva es una herra- mienta poderosa para ayudar a diseñar, orga- nizar y orientar la gestión del área protegida con el fi n de lograr fi nalmente la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Hay que tomar en cuenta que en la Reserva encontramos 463 especies de plantas y 207 especies de verte- brados, así como un sinnúmero de especies de invertebrados que aún no han sido estudiados. Además, la geografía, el clima y las poblaciones humanas asentadas en la zona probablemente desde hace más de ocho mil años, gracias a sus interrelaciones con el medio han infl uenciado el desarrollo y la evolución de los ecosistemas y de las especies que encontramos hoy en día. Los efectos del cambio climático en la Reserva son evidentes; se requiere conocer el estado en que se encuentran nuestros recursos naturales (línea de base), para saber qué hacer, implementar estrategias innovadoras y posterior- mente evaluar cuánto hemos logrado avanzar. Por todas estas razones, el presente libro se convierte en una oportunidad para que los esfuerzos de los peruanos —especialmente de los arequipeños y moqueguanos—, así como los desplegados por la comunidad internacional contribuyan a que se conciba al Sistema Nacio- nal de Áreas Naturales Protegidas (SINANPE) como uno de los principales soportes para con- servar la diversidad biológica y lograr el desa- rrollo sostenible del país. Arturo Cornejo Farfán Jefe RNSAB-SERNANP [ 11 ] Es muy grato para el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) presentar a la comunidad en general esta compilación de artí- culos científi cos sobre la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (Arequipa - Moque- gua), que ofrecen el panorama más actualizado del conocimiento sobre esta área natural pro- tegida en diversos aspectos de su fl ora y fauna silvestres, sus comunidades vegetales y clima, así como el estado de conservación de sus recur- sos priorizados como elementos focales en el Plan Maestro. Esta área protegida tiene como objetivo garantizar la conservación de los recursos natu- rales y paisajísticos de la puna seca sudameri- cana, mediante la promoción de prácticas de uso racional de los recursos naturales —espe- cialmente de las plantas y animales adapta- dos a estos adversos ambientes—, con el fi n de garantizar el desarrollo socioeconómico de sus pobladores en un área de 366,936 ha., así como el fomento del turismo. No obstante, para alcanzar estos objetivos es necesario conocer el funcionamiento de los ecosistemas, la dinámica poblacional de las especies y las relaciones que sostienen entre ellas, su medio y muy particu- larmente el desempeño de las actividades antró- picas que desde muy antiguo tienen lugar en esta área. En ese entender, Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca nos permite acceder a un conocimiento bastante avanzado de la diversidad biológica que alberga esta reserva, sobre aspectos variados de la eco- logía y la historia natural de sus especies, así PRÓLOGO como sobre el estado de conservación de varios de sus recursos prioritarios. Aunque presentamos una de las descrip- ciones más completas de un área protegida en el país, la información proporcionada en estos artículos se constituye en el punto de partida para el manejo de los recursos naturales, en la línea de base con la cual vamos a medir nuestro avance en el cumplimiento de lo priorizado en el Plan Maestro, que fuera encargado al Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (desco), bajo la guía de nuestros técnicos del SERNANP, en especial de la Jefatura de la Reserva y de los técnicos del proyecto Gestión Participativa en Áreas Naturales Protegidas (GPAN) ejecutado por el Fondo de Promoción de las Áreas Natu- rales Protegidas del Perú (PROFONANPE). Este libro presenta nutrida información sobre especies animales y vegetales, especialmente las más utilizadas y amenazadas; asimismo, recoge las listas de especies más actualizada a la fecha. Nos presenta un panorama positivo en varios aspectos, como el crecimiento poblacional de las vicuñas y guanacos, pero también nos alerta sobre el deterioro de varios de sus siste- mas bióticos, como las pasturas y tolares, punto de partida para planifi car las tareas que debe- mos emprender. Integra notablemente todo este conocimiento y nos permite avanzar a pie fi rme en la conservación con criterios de manejo sustentados en un conocimiento metodológi- camente obtenido y con planteamientos que nos permiten tener una propuesta ecosistémica para el manejo de los recursos naturales de la puna seca sudamericana. Defi nitivamente, se [ 13 ] 14 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca convertirá en una guía para avanzar y cumplir los objetivos del Plan Maestro. Como es de esperar, en este esfuerzo nos ha acompañado una serie de investigadores y técnicos de diversas instituciones públicas, universidades, y ONG, y hemos contado con la participación efectiva de la mayor parte de nuestros guardaparques, con los cuales hemos emprendido una de las primeras iniciativas de asistencia técnica a los pobladores de la reserva en temas ganaderos, conservación de suelos y manejo de pasturas, conservación de las especies, así como en adaptación de tecno- logías para enfrentar los embates del cambio climático. Estamos convencidos de que este esfuerzo, contando con la participación de todos los acto- res implicados en el mismo, nos permitirá alcan- zar los objetivos del ANP y el cumplimiento del Plan Maestro. Lic. Luis Alfaro Lozano Jefe del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado SERNANP Ecología y conservación 1 LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, UNA MUESTRA REPRESENTATIVA DE LA PUNA SECA DE AMÉRICA DEL SUR Horacio Zeballos,1,2,3 José Antonio Ochoa,1,2,4 Arturo Cornejo5 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. horaciozeballos@gmail.com 2. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos, Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. 3. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Departamento de Ecología, Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Casilla 114-D, Santiago, Chile. 4. Division of Invertebrate Zoology, American Museum of Natural History. Central Park West at 79 Street, New York, NY, 10024-5192, USA. 5. Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio del Ambiente. RESUMEN Presentamos una visión panorámica de la situación actual de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca desde una perspectiva ecológica. Esta monografía resume los aspectos físicos (geología, suelos, clima), biológicos (fl ora, vegetación, fauna, biogeografía), y sociales (historia humana, población y uso de recursos). Asimismo, presentamos una síntesis de las principales amenazas de conservación que se ciernen sobre la Reserva. Palabras clave: Andes, puna, conservación, diversidad biológica, áreas protegidas. ABSTRACT We present a panoramic view of the current condition of the Salinas y Aguada Blanca National Reserve from an ecological perspective. This monograph summarizes the geographical and physical aspects (geology, soils and climate); as well as biologic (fl ora, vegetation, fauna and biogeography); and social aspects (human story, population and resources use). Likewise, we report a synthesis of the main conservation threats towards this Reserve. Key words: Andes, Puna, conservation, Biodiversity, protected areas. INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), ubicada en la región árida andina del suroeste peruano, es una muestra representativa de la puna seca de América del Sur. Fue creada en 1979 con la fi nalidad de promover la conserva- ción de la vicuña y la protección de otras especies de fauna silvestre como fl amencos y tarucas. Con un criterio innovador para su tiempo, se propuso la recuperación (hoy restauración) de sus ecosis- temas y la promoción de la belleza paisajística, esencialmente de sus pajonales, tolares, yareta- les y queñuales. Como cualquier área andina, es morada de campesinos que están organizados en varias comunidades campesinas y anexos. Todos ellos sustentan su economía en la cría de caméli- dos domésticos, aunque también extraen vegeta- ción y algunos minerales. La RNSAB ocupa un área de 366 936 ha, y abarca niveles altitudinales que van de los 2800 a más de 6000 m de altitud, en los departamen- tos de Arequipa y Moquegua. Comprende dos cuencas altoandinas. La principal es la cuenca alta del río Chili, que se constituye en la fuente natural de agua para consumo humano, uso [ 17 ] 18 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca agrícola, minero e industrial, y para la generación de energía eléctrica, proporcionando un invalo- rable servicio a más de un millón de habitantes de la ciudad de Arequipa y áreas adyacentes. La otra cuenca, no menos importante, es la de la laguna de Salinas; aunque conforma una cuenca endorreica está íntimamente relacionada con los manantiales que abastecen la cuenca oriental de Arequipa, la llamada “zona no regulada del Chili”. La fl ora de la Reserva consta de más de 463 especies de plantas vasculares, siendo las Astera- ceae y Poaceae las familias con mayor número de especies. Los géneros con más especies son: Calamagrostis, Senecio, Nototriche y Werneria. Los vertebrados suman 207 especies, conformados por 37 mamíferos (34 nativos y 3 introducidos en estado silvestre), 158 aves, 5 reptiles, 4 anfi bios y 3 peces (2 nativos y 1 introducido). El estatus de Reserva Nacional permite el uso de los recursos naturales, actividad que promueve el Estado. El ejemplo más notable es el manejo de la vicuña. Actualmente la explotación de la fi bra de vicuña está a cargo de las comunidades cam- pesinas y cuenta con el asesoramiento técnico de la Jefatura de la RNSAB y de desco. Una visión panorámica de la Reserva nos muestra una con- junción donde se mezclan e interactúan aspectos físicos, biológicos y sociales cuyas características básicas y generales presentamos en este capítulo introductorio. GEOMORFOLOGÍA Y GEOLOGÍA Desde el punto de vista geomorfológico, es una planicie elevada (meseta), por sobre la cual se encuentran estructuras volcánicas que son parte de la cordillera volcánica del sur peruano. La geomorfología actual del área es el resultado del efecto combinado de fuerzas endógenas y exógenas que se desarrollaron durante el tercia- rio y el cuaternario gracias a procesos morfodi- námicos que en sus fases agradacionales corres- ponden al dimorfi smo vertical y al vulcanismo Plio-Pleistoceno, y en sus fases gradacionales a la acción erosiva de períodos pluvio glaciales. La dinámica morfológica actual de la Reserva —y en general de la puna seca— está restringida a procesos más atenuados. De importancia son las avenidas estivales, producto de la dinámica de las presiones continentales y la corrosión, así como las alteraciones de las rocas debido a fenó- menos combinados bajo el efecto del viento, la temperatura y la humedad. Suelos Los suelos de la RNSAB corresponden a litosoles y regosoles, que guardan estrecha relación con la litología y las condiciones bioclimáticas de la región. Por lo general, son suelos de estepa alti- plánica, derivados muchos de ellos de cenizas volcánicas. Así aparecen suelos de desierto frío, suelos turbosos, suelos salinos en las márgenes de los salares y suelos de tipo aluvial y coluvial. La erosión eólica es frecuente en las pampas cuando se retira la cubierta de vegetación, como es el caso de la Pampa de Cañahuas, y la ero- sión hídrica se presenta principalmente en áreas con pendiente y es generalmente causada por el retiro de la vegetación. Desde el punto de vista de la aptitud del uso de suelos para uso pecuario, se clasifi ca de la siguiente manera: Suelos sin uso • Áreas montañosas de gran altura, sin vegeta- ción por efectos climáticos. • Áreas con problemas edáfi cos de suelos muy arenosos, delgados, con alta permeabilidad y casi nula retención de humedad, en los que es casi imposible la vida vegetal, como en El Confi tal. • Áreas de acumulación de escorias y lavas vol- cánicas. De uso localizado u ocasional • Quebradas y pequeñas superfi cies aluvio-co- luviales en las que se presenta una cubierta herbácea, con condiciones microclimáticas especiales, que permiten un aprovechamiento temporal o estacional ocasional. De uso estacional • En pampas con suelos aluvio-coluviales con vegetación esteparia y suelos planos a ligera- mente ondulados, como los tolares, los pajo- nales y con presencia de vegetación anual. La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur 19 Permiten su uso especialmente después de la estación lluviosa. De uso semipermanente • Los bofedales son depresiones inundadas e inundables, cuya vegetación se constituye en una de las fuentes alimenticias más importan- tes del altiplano y la base de la ganadería y de la economía del poblador de los altos Andes del sur del Perú. Hidrología En la RNSAB existen dos sistemas de cuencas, la del río Chili y la de la laguna de Salinas: a. La cuenca del río Chili. Ocupa una extensa área de la Reserva, aproximadamente 300 000 ha. Sus tributarios principales son: Capi- llane, Chalhuanca, Caquemayo, Sumbay y el Blanco; de la unión de estos dos últimos nace el Chili, que en la Reserva recorre 28 km. Grandes obras hidráulicas se han construido en esta zona para el manejo del agua con fi nes agrícolas de la parte baja de la cuenca y para la producción de energía eléctrica. La represa El Frayle en el río Blanco tiene una capacidad para almacenar 200 millones de m3; la represa de Aguada Blanca, con una capacidad de almacenaje de 45 millones de m3; la represa de Pillones, el dique de los Espa- ñoles, la central hidroeléctrica de Charcani V y actualmente en construcción la represa de Chalhuanca en la zona de amortiguamiento. Esta cuenca es vital para el desarrollo de Are- quipa, ya que provee de agua y energía a la población de la ciudad de Arequipa y de la cuenca media y baja. b. La cuenca endorreica de la laguna de Sali- nas. La cuenca ocupa unas 50 000 ha. Esta laguna es de poca profundidad, y en épocas de sequía se puede secar totalmente. Sus principales tributarios son los ríos Chacalaque y Turca. En la cara posterior del volcán Pichu- pichu está la cuenca de la zona no regulada del Chili, que está sustentada con las aguas freáticas de esta cuenca; además hay indicios de que parte de las aguas que afl oran en los sectores oeste de Arequipa provendrían de esta cuenca, pues contienen boratos, según describió el erudito ex rector de la Universi- dad Nacional de San Agustín, Edmundo Esco- mel, en su libro Balneario de Jesús (Escomel 1918). Condiciones climáticas El clima de toda la Reserva está dominado por dos condiciones, la altura y la sequedad, que le confi eren un clima de montaña notablemente árido. La precipitación en el área varía entre 200 a 600 mm, presentándose marcada estacionali- dad lluviosa, mayormente restringida a los meses de verano, con sequías frecuentes. Hacia el oeste de la Reserva llueve menos de 250 mm, por lo que se le podría considerar como desértico, mientras que la mayor parte del área es semide- sértica. La fuerte insolación es característica de ambientes montañosos. La humedad relativa es el principal factor que limita la distribución de las plantas y los animales. En Imata la humedad relativa alcanza el 60% en promedio. La tem- peratura promedio en la zona varía entre los 2 y 8°C, con mínimas de hasta -10°C. Presenta amplias variaciones de temperatura durante el día y la noche, y entre sitios sombreados e ilumi- nados directamente por el sol. Estas variaciones son típicas de climas desérticos y de montaña. Como resultado de estas condiciones las plan- tas y los animales han desarrollado efi cientes mecanismos y adaptaciones para soportar tales inclemencias. Al parecer, el cambio climático está ocasionando cambios en los regímenes de lluvias y la radicalización de las temperaturas, con veranos más cálidos e inviernos más fríos (Montenegro et al. 2009). Zonas de vida Aunque la propuesta de zonas de vida tiene algu- nas defi ciencias conceptuales y de aplicabilidad práctica, en el Perú es común su uso para carac- terizar las diferentes áreas, especialmente las áreas protegidas. Este resumen ha sido extraído del Mapa ecológico del Perú (INRENA 1995), basado en el diagrama bioclimático de Holdridge y ajustado a la RNSAB. 20 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca a. Matorral desértico - Subalpino Subtropical (md-SaS). Predominan asociaciones de tola y gramíneas, con cactáceas almohadilladas, queñuales y plantas almohadilladas. El relieve es accidentado a colinoso. Con precipitacio- nes de 239,6 a 285,9 mm por año. La tem- peratura varía de 3 a 6°C; por sus caracterís- ticas pertenece a la provincia de humedad subhúmedo, porque la evaporación es igual o el doble que la precipitación. Localidades de esta zona de vida son: pampa Cañahuas, Sumbay, Salinas Huito, Salinas Moche, pampa Aguada Blanca, de 3950 a 4520 m. b. Matorral desértico - Montano Subtropical (md-MS). Se encuentran asociaciones arbus- tivas de Franseria fruticosa, tolares, y gramí- neas Stipa, Festuca, Calamagrostis. El relieve es accidentado. La precipitación total anual varía entre los 172,1 y 260,7 mm. La evapo- ración es el doble o el cuádruple que la preci- pitación, por lo que pertenece a la provincia de humedad semiárido; la temperatura pro- medio es de 19,6°C. Localidades de esta zona de vida son: Aguada Blanca, El Frayle, pampa de Arrieros, pampa Chilligua, parte alta de Aguada Blanca, entre 3500 a 4200 m. c. Páramo húmedo - Subalpino Subtropical (ph-SaS). Esta zona de vida está predo- minantemente ocupada por pajonales de puna. La topografía es colinosa ondulada hasta plana. La precipitación total anual es de 480,5 a 658 mm total anual. Con eva- poraciones de la mitad a una vez la precipi- tación, por lo que pertenece a la provincia de humedad húmedo. La temperatura pro- medio es de 3,2 a 7,2°C promedio anual. Localidades de esta zona de vida son: Cruce de Chalhuanca, cerro Quese Quese, pampa y bofedal de Tocra, bosque de piedra de Mauca-Arequipa, alrededores de la laguna del Indio, entre 4190 y 4700 m. d. Tundra húmeda - Alpino Subtropical (th-AS). La vegetación es pobre, con abundante suelo desnudo; son comunes algunas especies de Calamagrostis, Festuca y Parastrephia, tam- bién algunas plantas arrosetadas como las yaretas. La topografía es colinosa accidentada con sitios relativamente planos. La tempera- tura varía entre los 1,5 y 3°C. La precipitación alcanza entre 125 y 250 mm, la evaporación es aproximadamente la mitad a una vez la pre- cipitación, por lo que pertenece a la provin- cia de humedad húmedo. Localidades de esta zona de vida es tambo de Ají a 4300 m. e. Tundra muy húmeda-Alpino Subtropical (tmh-AS). La vegetación está bien dispersa, con abundantes áreas desnudas; predominan los ichu y Parastrephia. La topografía es acci- dentada a colinosa. La temperatura promedio anual es de 3,3°C. La precipitación promedio anual es de 364 mm y la evaporación es de la mitad o menos que la precipitación, por lo que pertenece a la provincia de humedad perhúmedo. Localidades en esta zona de vida son: Pati, pampa del Confi tal, Patapampa, con alturas entre 4350 a 4700 m. f. Nival Subtropical (NS). La vegetación es exi- gua, conformada por algunas algas en la nieve y líquenes. La topografía es marcadamente accidentada. La temperatura promedio anual se encuentra por debajo de 1,5°C. La preci- pitación de 500 a 1000 mm. Corresponde a las cumbres de las montañas por encima de 5000 m. Biogeografía Las vertientes occidentales de los Andes en el sur del Perú, al igual que todo el territorio peruano, comprende numerosos ambientes naturales; por lo tanto, la fl ora y fauna varían como consecuencia de esta variabilidad ambiental. Muchos autores han tratado de plasmar algunas clasifi caciones biogeográfi cas teniendo en cuenta la distribución de plantas y animales (Weberbauer 1945, Pulgar Vidal 1941, 1981, Koepcke 1954, Marín 1961, Cabrera y Willink 1973, Ceballos-Bendezú 1976, Lamas 1982, Brack 1986, Ochoa 2005, entre otros). Aunque no existe un criterio común, el área que abarca la RNSAB comprendería a dos grandes unidades biogeográfi cas: la serranía esteparia, que invo- lucraría las partes bajas de la Reserva hasta los 3800 – 4000 m aproximadamente, caracterizada por una vegetación arbustiva y sub-arbustiva con presencia de algunos elementos arbóreos en las partes bajas; y la puna dominada principalmente por pastizales en las partes altas por encima de La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur 21 los 3800 m hasta llegar al límite de la nieve per- petua en el Chachani, por encima de los 5000 m. La fauna de la serranía esteparia comprende una mezcla de elementos andinos en las partas altas y marca el límite en la distribución altitudinal de muchas especies propias de zonas desérticas. La fauna de la puna comprende principalmente ele- mentos adaptados a las condiciones altoandinas (clima seco y frío) con muchos endemismos o especies propias de la zona. Flora y vegetación En la RNSAB se han registrado 463 especies de plantas vasculares, pertenecientes a 156 géneros de 47 familias (Quipuscoa y Huamantupa 2009). Las familias con más especies son las Asteraceae con 78 y Poaceae con 52. Los géneros con más especies son Calamagrostis con 15 especies, Sene- cio con 12 especies y Werneria con 10 especies. Destaca la queñua (Polylepis rugulosa), como espe- cie amenazada, esta forma pequeños bosquecillos en las laderas al oeste de la Reserva. La plantas conocidas como tola o ccapo de tres géneros (Parastrephia, Lepidophyllum y Baccharis) forman los tolares, y varias especies de gramíneas (Festuca, Stipa, entre otras) forman los pajonales. Los tolares y los pajonales dominan el paisaje en la mayor parte de la Reserva. En las áreas más húmedas se desarrollan los bofedales, con claro dominio de Distichia muscoides. Alcanzando el límite altitudinal de la vegetación, tenemos plantas almohadilladas, entre las que destaca el género Azorella, que se conoce como yareta. Para Weberbauer (1945), la vegetación de la zona está dividida en tres pisos de vegetación, atendiendo a la presencia de especies, los tipos de vegetación y la altitud. De esta forma: a. Piso de las cactáceas columnares, la Fran- seria fruticosa (sin = Ambrosia), y reducida vegetación herbácea. Ocupa un pequeño sector en las laderas occidentales del Misti y el Chachani y en el valle del Chili a la altura de Charcani V. Talavera (2002) y Candia (2006). Reportan dos asociaciones vegetales entre 2800 y 3700 m en la zona de Cabrerías, en las que predominan Senecio collinus, Diplos- tephium tacorense, Adesmia spinossisima, Stipa ichu, Plantago linearis, Ambrosia fruticosa, Tarasa operculata; aunque existen cactáceas, están presentes en poca cantidad. El estrato arbóreo esta constituido por Polylepis rugu- losa y Schinus molle. b. Tolar mesotérmico. Se ubica por debajo de los 3800 a 4000 m; hay predominio de plan- tas arbustivas de poca talla y arbustos peren- nes. Las especies más abundantes son Lepido- phyllum quadrangulare, Adesmia spp., Fabiana densa, Diplostephium tacorense, Tetraglochin strictum, Baccharis incanum, Senecio iodo- papus, Chuquraga rotundifolia. En este piso también se encuentran los queñuales, con la especie Polylepis rugulosa. c. Tolar microtérmico. Se ubica sobre los 3800 a 4000 m, donde predominan arbustos de poca talla como Parastrephia spp., Tetraglo- chin strictum, pajonales de puna constituidos TABLA 1. Principales esquemas de clasifi cación biogeográfi ca que involucran el área de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Se presenta las respectivas equivalencias en cada caso. El límite altitudinal entre cada grupo oscila entre 3800 a 4000 m.s.n.m. Pulgar Vidal (1941, 1981) Weberbauer (1945) Koepcke (1954) Cabrera y Willink (1973) Ceballos (1976) Brack (1986) Región Piso de vegetación Región Provincia Distrito Ecorregión • Janca • Puna • Tolar microtérmico Altoandina • Altoandina • Puneña Puna Puna • Suni • Queshua • Tolar mesotérmico • Cactáceas columnares Vertientes occidentales • Desierto Estepario de la vertiente occidental Serranía esteparia 22 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca por gramíneas altas y perennes, principal- mente Festuca orthophylla. También están presentes las plantas almohadilladas con- vexas como Azorella yarita, conocida como yareta; otras almohadilladas son Pycnophy- llum spp. y Verbena minima. Los bofedales están constituidos por vegetación hidrófi la con predominancia de la turpa (Distichia muscoides). Jiménez et al. (2000) describe dos formacio- nes vegetales con 11 asociaciones vegetales. El pajonal de puna lo defi ne por la predominancia de Festuca spp., que es acompañada de otras poáceas. También están presentes Pycnophyllum spp., Azorella spp. y Prastrephia spp., pero en menor cantidad. Defi nen al tolar por la presencia mayoritaria de Parastrephia spp., Lepidophyllum quadrangulare, Festuca spp., Stipa spp. y Cala- magrostis spp., este último coincide con el tolar microtérmico de Weberbauer (1945). Entre las especies importantes para la economía humana destacan 22 especies usadas como combustible, entre éstas las conocidas como tola o ccapo (3 Parastrephia. 1 Lepidophyllum, 4 Baccharis, 4 Azo- rella), que representan una importante fuente de ingresos para los pobladores de la zona, pero su extracción ha ocasionado la desertifi cación de varias áreas; también un árbol: la queñua (P. rugu- losa). Entre las especies forrajeras se cuentan 67, principalmente las Poaceae; 17 especies son usa- das en la alimentación, otras 23 especies tienen diferentes usos. Fauna La fauna de la Reserva, pese a encontrarse en condiciones de montaña con marcada aridez, presenta una elevada biodiversidad. Estos orga- nismos han adaptado sus estructuras y fi siologías para soportar las inclementes, severas y cambian- tes condiciones que presentan estos ambientes. Esta gran biodiversidad totaliza 208 especies de vertebrados y un desconocido número de espe- cies de invertebrados. Los mamíferos cuentan con 37 especies (Zeballos y Carrera 2009), las aves con 159 (Servat et al. 2009), los reptiles con 5, los anfi bios con 4 (Gutiérrez et al. 2009), y los peces con 3 (Cam y López 2009). a. Mamíferos La RNSAB alberga una importante muestra de mamíferos amenazados, tales como los caméli- dos silvestres, el gato andino (Leopardus jacobi- tus), la taruca (Hippocamelus antisensis), entre otros. La vicuña peruana (Vicugna vicugna mensa- lis) —el animal más valioso del Perú— encuentra en las planicies de altura las mejores condiciones para su supervivencia. En la Reserva y su zona de amortiguamiento, en el año 2007 se ha regis- trado una población total de 4424 vicuñas, resul- tado de su recuperación poblacional (Sánchez y Zeballos 2009). Actualmente son propiedad de los comuneros, y las directivas de manejo de esta especie están a cargo del Estado. FIGURA 1 Comparación de la riqueza de especies en los órdenes de mamíferos en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Entre los carnívoros, los zorros (Lycalopex cul- paeus) y los zorrinos (Conepatus chinga) son comu- nes. El puma (Puma concolor) debe ser un visitante ocasional en la mayor parte del área; no obstante, aún persiste en ciertas áreas de muy difícil acceso como las altas montañas y no es raro que todos los años se escuchen reportes sobre las correrías de esta especie. Recientemente registrado en la Reserva, tenemos al hurón menor (Galictis cuja). Entre los pequeños mamíferos tenemos a un marsupial del género Thylamys, que es una espe- cie nueva para la ciencia, habita por debajo de los 3800 m. Tres roedores Caviomorfos: las vizcachas (Lagidium peruanum), importantes por su potencial uso en la alimentación humana, son abundantes en los roqueríos; las ratas chinchilla (Abrocoma cine- rea) encuentran en la zona el límite de su distribu- ción occidental, y en una pequeña área en la zona 0 5 10 15 20 25 Ro de nt ia Ca rn ivo ra Ar tio da ct yla Ch iro pt er a In tro du cid os Di de lp hi m or ph ia La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur 23 de Charcani encontramos cuyes (Cavia tschudii). Quince roedores Sigmodontinos han sido registra- dos por diferentes autores; son los mamíferos con más especies (fi gura 1), destacan Phyllotis chilensis que es la especie más abundante de la puna seca; Phyllotis magister y Akodon subfuscus son comunes en las partes bajas entre los 3500 y 4000 m. Tres especies de Auliscomys son más frecuentes cerca de los sitios más húmedos como los bofedales; Calomys lepidus habita pajonales a gran altitud; Calomys sorellus ha sido reportado recientemente en Pichupichu; Abrothrix jelskii es abundante en toda la Reserva y Abrothrix andinus es común en las partes altas; Necromys cf. amoenus es bastante escaso y afi cionado a los pajonales; Punomys lem- minus ha sido reportado por Pearson (1951) cerca de El Confi tal. Recientemente se ha registrado a Oli- goryzomys andinus en El Rayo, esta especie también habita en Charcani (Zeballos y Carrera C. 2009). b. Aves Entre las aves de la puna seca destacan las perdices, por su tamaño y uso en la alimentación humana. Las aves de mayor atractivo son las acuáticas, des- tacando las tres especies de parihuanas andinas, especialmente en la laguna de Salinas. Patos y hua- llatas (Chloephaga melanoptera) son también poten- cial alimento para los humanos. De hecho, sufrían presión de extracción en la laguna del Indio, donde los pobladores practican un chaco ancestral de esta especie. Los passeriformes son de lejos los más abun- dantes, seguidos por las rapaces (fi gura 2). FIGURA 2 Comparación de la riqueza de especies de aves en función de los órdenes, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca La fauna aviar encuentra tres áreas de impor- tancia para su observación: 1. En las quebradas de la parte baja de la Reserva, donde abundan los queñuales de P. rugu- losa, especialmente en la zona de Cabrerías, el Pichupichu y El Rayo, con aves terrestres, especialmente passeriformes, y varias espe- cies endémicas. 2. Otro sitio importante es la laguna de Salinas (sitio Ramsar), donde destaca la presencia de tres especies de parihuanas o fl amencos entre otras aves acuáticas. 3. La laguna Jancococha o laguna del Indio - dique de los Españoles (sitio Ramsar), con una sin igual fauna de anátidos, principal- mente Lophoneta specularioides y Anas fl avi- rostris entre otras aves acuáticas. En la época de verano, en sus aguas se refugian más de tres mil individuos de C. melanoptera cada año, para paliar la vulnerabilidad que exhíben durante el cambio de plumaje (Servat et al. 2009, Caballero y Zeballos 2009). c. Reptiles Solamente cinco especies de reptiles habitan la Reserva: tres especies de lagartijas pertenecen al género Liolaemus, una a Microlophus y una cule- bra Tachymenis peruviana. Liolaemus etheridgei se distribuye en las zonas desérticas de Arequipa entre los 2000 a 3700 m, en la Reserva se encuen- tra su límite altitudinal. Liolaemus cf. walkeri, está distribuida entre los 3500 a 5000 m, en áreas pedregosas y arenosas dominadas por pajonales. Liolaemus signifer se distribuye ampliamente en el altiplano, ocupando casi todos los ambientes de la Reserva hasta 3700 m. Microlophus peruvianus es una lagartija propia del desierto que llega hasta la Reserva a los 3300 m. Tachymenis peruviana se ha reportado en los bosques de queñua del Cha- chani y Pichupichu (Gutiérrez et al. 2009). d. Anfi bios Este grupo está escasamente representado en la RNSAB, tan solo por cuatro especies. Todas son dependientes del agua, por lo menos en sus esta- dios larvarios. Solamente los sapos del género Rhinella ocasionalmente están alejados del agua. Este género está representado por dos especies, 0 20 40 60 80 Pa ss er ifo rm es Fa lco ni fo rm es An se rif or m es Co lu m bi fo rm es Gr ui fo rm es Ph oe ni co pt er ifo rm es Pi cif or m es Ps itt ac ifo rm es Órdenes de aves N úm er o de e sp ec ies 24 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca la más abundante y de distribución altoandina es Rhinella spinulosa; la otra especie Rhinella arequi- pensis solamente se ha encontrado en una locali- dad de menor altura de la Reserva a 3400 m. La especie Telmatobius arequipensis es endémica del sur del Perú, de costumbres estrictamente acuáti- cas, aunque puede sobrevivir poco tiempo fuera de ella o sale esporádicamente para cambiar de cuerpo de agua. La cuarta especie conocida en la zona como checlla, Pleurodema marmorata, es semiacuática; vive en estrecha relación con cuer- pos de agua (Gutiérrez et al. 2009). e. Peces Los peces continentales en las zonas desérticas y semidesérticas son escasos, aunque existe gran cantidad de cuerpos de agua, parece que no ha habido el tiempo sufi ciente y las rutas óptimas para su colonización. En la Reserva encontra- mos tres especies; una de ellas, la trucha arcoiris Oncorynchus mykiss, es introducida. Las otras dos especies son nativas; ambas pertenecen a grupos primariamente andinos, el bagre Trichomycterus cf. rivulatus y la chalgua Orestias cf. agassizii (Cam y López 2009). La trucha la encontramos en cuerpos de agua amplios; aunque sus alevinos y juveniles pueden encontrarse en otros ambien- tes más estrechos, en ellos difícilmente llegan a prosperar. A diferencia de las chalguas, que son abundantes en estos ambientes, esta misma especie es comestible en Puno, pero no hemos detectado su uso con este fi n por los pobladores de la Reserva. f. Invertebrados Es muy probable que los invertebrados y prin- cipalmente los artrópodos constituyan el grupo más diverso de organismos dentro de la RNSAB; sin embargo no se tienen muchos estudios al res- pecto. En el presente volumen se incluyen dos artículos reportando 4 especies de escorpiones (Ochoa 2009), y 10 parásitos (7 internos, 3 exter- nos) de vicuñas (Cartagena et al. 2009). Historia humana y población Los primeros pobladores de la RNSAB debieron habitar la zona hace unos 8000 años (INRENA 2007). Han dejado varias manifestaciones de su cultura en pinturas rupestres como las de Sum- bay y Mollepunku, entre otras. Tales pinturas han documentado su relación con los camélidos andinos, desde la cacería e inclusive el proceso de domesticación. La altitud (4300 m en promedio) no hace posible la producción agrícola, dedicando sus esfuerzos a la caza y crianza de camélidos. Los pobladores están organizados en comunidades, y manifi estan una cultura viva caracterizada por su cosmovisión, ritos y ceremonias andinas, prác- ticas de producción ancestral, identidad cultural, costumbres, práctica de la reciprocidad y la pro- tección, así como un uso racional del resto de la naturaleza. En su cosmovisión están íntimamente liga- dos a la naturaleza. El 88% de los pobladores de la RNSAB cree que todo lo existente tiene vida; el 79% cree que los bofedales, ríos y volcanes, forman parte de un solo cuerpo vivo, el 75% de los comuneros de la RNSAB cree que los Apus, así como el resto de la naturaleza, brindan algún benefi cio a los humanos (INRENA 2007). Uso de recursos Ganadería Es la principal fuente de ingresos del poblador de los altos Andes. Está dedicada mayoritariamente a la crianza de camélidos domésticos (llama y alpaca); la crianza de ovinos fue importante hasta hace relativamente pocos años, actualmente está en etapa de disminución. Los hatos de caméli- dos son, por lo general, pequeños, constituidos por unos 100 a 120 animales por criador en promedio. Actualmente hay todo un programa de manejo de la vicuña para esquilarla bajo dos modalidades: semicautiverio y en silvestría, acti- vidad que ha ganado bastante aprecio de los pobladores de la reserva. Extracción de ccapo o tola La extracción de este recurso es una actividad secundaria, que consiste en la extracción de algunas especies de plantas resinosas, principal- mente de los géneros Parastrephia y Baccharis, que son buenos combustibles. Esta actividad ha ocasionado la degradación de vastas áreas de la Reserva. Dado que la extracción no ha seguido La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur 25 un adecuado manejo, ha impactado directa- mente sobre los suelos que ya libres de vege- tación se ven expuestos a factores físicos (agua, viento) que ocasionan erosión. Estos procesos erosivos tienen implicancias en la colmatación de las represas. Minería En la actualidad está restringida a la extracción de sales en las márgenes de la laguna de Salinas, los boratos son extraídos a gran escala por una compañía minera y la sal común por pobladores de forma artesanal. Recientemente, en algunos sectores se han encontrado metales preciosos, lo que ha ocasionado que los pobladores organiza- dos extraigan mineral en bruto y lo transporten a otras áreas para la purifi cación respectiva. La formalización de esta actividad está en trámite. Etnobotánica Tradicionalmente los pobladores de la Reserva han hecho uso de muchas plantas, principal- mente para uso medicinal. No obstante, muchas de ellas son usadas para la alimentación, tintore- ría, combustión, ornamentación, construcción de viviendas, tejido y actividades mágico-religiosas (Urrunaga 2009). Principales paisajes Tolar-pajonal Conforman una unidad paisajística de gran exten- sión. Sea que domine la tola o los pastos, estos ambientes se caracterizan por ubicarse en áreas planas de suave pendiente, con vegetación muy persistente y que cobija a otras especies de las inclemencias ambientales, un comportamiento típico de plantas nodriza (Talavera et al. 2009). La composición faunística es muy similar en las diferentes áreas. Queñuales Conforman bosques y relictos de un árbol de poca talla, con plantas que pueden alcanzar hasta 12 metros. Dentro de la Reserva y su zona de amortiguamiento, tenemos dos bosques en buen estado: el de El Rayo y el del Pichupi- chu, y relictos muy reducidos en las laderas del Chachani (Mendoza et al. 2009). Los queñuales albergan especies endémicas de estos bosques, como el come sebo del tamarugal (Conirostrum tamarugense), el azulito (Xenodacnys parina), el jilguero de pico grueso (Carduelis crassirotris), y el emblemático pájaro del queñual (Oreomanes fraseri), entre otras. Yaretales Esta área está restringida a las partes más altas de la cadena Andina, desarrollándose entre los 3800 y 4800 m, constituye la última asociación arbustiva. La forma sui generis de las yaretas (Azorella compacta) y las acompañantes tales como Pycnophyllum spp., imprimen un paisaje muy particular de plantas almohadilladas. Al parecer, la presencia de esta especie promueve la biodiversidad y el establecimiento de otras especies (Badano y Caviares 2006). Dentro de la Reserva se encuentra en un rango altitudinal de 4104 a 4975 m. Humedales altoandinos Una característica importante de la Reserva es la presencia en ella de numerosos humedales o bofedales y lagunas, que son muy importantes no solo para el mantenimiento de la fauna aso- ciada sino también para el ser humano que vive en el área y zonas aledañas. La fauna más caracte- rística son las aves, pero también existen algunos anfi bios y peces (Caballero et al. 2009, Cam y López 2009, Gutiérrez et al. 2009). Principales amenazas En las siguientes décadas el planeta experimentará un incremento en las temperaturas, así como cam- bios en los ciclos de lluvia (Bergkamp et al. 2003). El cambio climático está produciendo sus impactos en las montañas que se encuentran en la Reserva, resulta evidente que ya no hay glaciares en las montañas y la capa de nieve está disminuyendo. Esto reducirá los volúmenes de agua —dadas las condiciones del clima de montaña árido que se presentan en la Reserva—, afectando los medios de subsistencia de los habitantes en la cuenca del río Chili. Pero, además, la fl ora y la fauna silvestres se verán afectadas por la escasez de agua, los eco- sistemas sufrirán ajustes en respuesta a los estímu- los climáticos, lo que ocasionará probablemente extinciones; en consecuencia, queda la tarea de 26 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca trabajar para mitigar estos impactos y adaptarse a los cambios. Dadas las características geomorfológicas y litológicas de la Reserva, el territorio es suma- mente frágil, con suelos superfi ciales, de origen volcánico. Las actividades económicas producti- vas desarrolladas por los pobladores locales y el crecimiento de la ciudad de Arequipa condujeron a una utilización de la cobertura vegetal poco sos- tenible probablemente en las últimas seis déca- das, provocando un retiro de la cubierta vege- tal por extracción o por sobrepastoreo; de esta manera, las fuerzas naturales del agua y el viento erosionan y deterioran el suelo. Como resultado, tanto la erosión hídrica como la erosión eólica a través de las cárcavas y el arrastre del suelo han contribuido a empobrecer aún más el territorio. Asimismo, disminuye el período de vida útil de la represas por colmatación. De esta manera, con recursos depredados y debilitados, la pobreza de los pobladores que habitan este territorio se per- petúa y la calidad y disponibilidad de agua para la ciudad disminuye. Frente a estas amenazas naturales, se presenta otra que tiene que ver con la capacidad humana de enfrentar las mismas. Durante cientos de años, las poblaciones humanas de la Reserva se han adaptado a las condiciones ambientales, han res- petado la naturaleza como parte de su patrimonio cultural, y han tenido éxito. Un ejemplo de esto es la domesticación de los camélidos sudamericanos en tiempos remotos y más recientemente la recu- peración de las poblaciones de vicuñas salvadas de la extinción. Pero en los últimos años, el dete- rioro en los niveles de organización ha llevado a los pobladores locales a olvidar las tradiciones y tecnologías propias de su cultura, a permanecer pasivos y ver cómo se suceden los eventos y los cambios sin poder tomar decisiones; y allí donde se han tomado, solo han benefi ciado a unos cuan- tos. La escasa organización los ha llevado a tener confl ictos internos y a una desconfi anza generali- zada con entidades públicas y privadas, algunas probablemente con justa razón, pero que los ha aislado y los ha mantenido sin posibilidades de ser partícipes directos de su propio desarrollo en armonía con la naturaleza. Pero en un mundo globalizado como en el que nos encontramos, amenazas como las vías de transporte (carretera interoceánica), que inciden en la pérdida de biodiversidad, la fragmentación del hábitat, la introducción de especies exóticas y la contaminación contribuyen a incrementar nues- tro panorama de amenazas. Asimismo, la cacería furtiva y la extracción ilegal de recursos naturales renovables, así como la minería con prácticas poco sostenibles hacen más difícil la tarea de la conser- vación de la Reserva. Pero se convierten en un reto que es necesario superar en un trabajo conjunto realizado entre los pobladores locales, la sociedad civil y el Estado, trabajo que será difícil pero que dependerá mucho de las voluntades y de la capaci- dad de concertación que se logre establecer entre los diferentes actores involucrados. AGRADECIMIENTOS Este estudio ha sido posible gracias al convenio establecido entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), que actualmente corresponde al Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SENANP) del Ministerio del Ambiente, el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur 27 Aragón, G. 1980. Cactáceas de Arequipa. Tesis de Bachi- ller en Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Badano, E, y L. A. Cavieres. 2006. Ecosystem enginee- ring across ecosystems: do engineer species sharing common features have generalized or idiosyncratic effects on species diversity? Journal of Biogeogra- phy 33, pp. 304-313. Bergkamp, G., B. Orlando e I. Burton. 2003. Change, adaptation of water management to climate change. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge, UK. Brack, A. 1986. Las ecorregiones del Perú. Boletín de Lima 8(44), pp. 57-70. Caballero, K. C. y H. Zeballos. 2010. Aves acuáticas de los Sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, sur del Perú. En: H. Zeballos, J. Ochoa y E. López (eds.), Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. desco, INRENA, PROFONANPE. Lima. Pp. 33-45. 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La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, una muestra representativa de la puna seca de América del Sur 31 PAISAJES Ubinas Condorí (Salinas Huito) Patapampa Chucura Simbral Tuctumpaya Catarata de agua (Pillones) Tolar (Pampa Cañahuas) AVES ACUÁTICAS DE LOS SITIOS RAMSAR DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, SUR DEL PERÚ Kenny C. Caballero,1 Víctor Taya, Arturo Cornejo,2 Marco Avendaño,2 Eugenio Escobar y Horacio Zeballos1, 3 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. harpyhaliaetus.kccm@gmail.com 2. Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio del Ambiente. 3. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile. RESUMEN En la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca encontramos diversos tipos de hábitats, especialmente los representativos de la puna seca, así como humedales, en los que vive una importante cantidad de distintas especies de animales y plantas. En esta reserva existen dos sitios Ramsar: La laguna del Indio - dique de los Españoles, y los bofedales y laguna de Salinas. En este trabajo se presentan los resultados de la fl uctuación poblacional de las aves acuáticas en estos humedales entre 1999 y el 2007. La riqueza de la avifauna en ambas lagunas está repre- sentada por 7 órdenes, 12 familias, pero difi ere en cuanto al número de géneros y especies; la laguna del Indio - dique de los Españoles cuenta con 34 géneros y 46 especies, y Salinas con 25 géneros y 33 especies. Palabras clave: Sitios Ramsar, aves acuáticas, poblaciones, biodiversidad, conservación. ABSTRACT In the Salinas y Aguada Blanca National Reserve, we recorder a diverse kinds of habitats, especially the ones which represent the dry highlands (Puna), as well as wetlands, in which an important number of different animals and plants live. There exist two Ramsar places in this site: “Laguna del Indio-dique de los Españoles” and “Bofedales y Laguna de Salinas”. This study presents the results of the population fl uctuation, its richness, abundance and population dynamics of the aquatic birds in both wetlands between 1999 and 2007. In both wetlands, the richness is repre- sented by seven orders, twelve families, but they differ in genus and species number; “Laguna del Indio-dique de los Españoles” presents 34 genera and 46 species, and Salinas presents 25 genera and 33 species. Key words: Ramsar sites, wetlands, aquatic birds, populations, biodiversity, conservation. INTRODUCCIÓN En la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) encontramos diversos tipos de hábitats, especialmente los representativos de la puna seca, así como humedales, ya sean éstos bofedales, lagunas altoandinas o ríos. En estos humedales vive una importante cantidad de distintas especies de animales y plantas. La Convención Ramsar, o Convención Relativa a los Humedales de Impor- tancia Internacional, especialmente como hábitats de aves acuáticas, busca promover la protección de los humedales internacionalmente importantes. Estos sitios son seleccionados sobre la base de cri- terios ecológicos por la diversidad y/o importancia de su fauna y fl ora, así como por sus características [ 33 ] 34 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca limnológicas e hidrológicas. A la fecha esta con- vención cuenta con 154 países fi rmantes y 1590 sitios Ramsar en todo el mundo. La RNSAB, cuenta con dos sitios Ramsar: la laguna del Indio-dique de los Españoles, que es un sistema hidrológico compuesto por una parte natural y otra artifi cial, que forma parte del sistema que dota de agua a la ciudad de Arequipa; y la laguna de Salinas, que es una muestra representativa muy importante de un salar en el sur del Perú. Estos humedales man- tienen poblaciones importantes de aves, además de proveer recursos naturales. Estas lagunas fue- ron declaradas como sitios Ramsar el año 2003. El Contrato de Administración de la RNSAB, a cargo del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo desco, busca mantener viables las poblaciones de aves presentes en estos humedales. Muy pocos estudios se han realizado con la fi nalidad de conocer las poblaciones de aves acuá- ticas a nivel nacional y de la región Arequipa. A principios de los años 90, los censos neotropicales fueron los únicos de cobertura nacional, y que curiosamente tuvieron una mayor representativi- dad en la región Arequipa (Velarde 1998). Desafortunadamente, no tuvieron continuidad porque no contaron con fi nanciamiento ni fue- ron bien planeados, por lo que desde un inicio no pudieron constituir la base para un sistema de monitoreo de recursos. Los resultados de estos censos deben ser considerados como anecdóticos, debido a su escaso rigor científi co. Sin embargo, sirvieron para detectar las áreas más importantes en cuanto a riqueza y diversidad ornitológica se refi ere. Destacan ampliamente la laguna de Sali- nas, especialmente por la gran cantidad de fl a- mencos de tres especies (Escomel 1941, Ugarte y Mozaurieta 2000, González et al. 2001, Zeballos 2004), que puede sobrepasar los 20 000 indivi- duos (Ugarte y Mozaurieta 2000, este estudio) y la laguna del Indio, que alberga una elevada riqueza y diversidad de especies acuáticas (González et al. 2001, Zeballos 2004). El primer investigador que documenta parte de la riqueza de aves en la laguna de Salinas es el Dr. Edmundo Escomel (Escomel 1929, 1941), quien reporta varios anátidos y describe millares de parihuanas en ese sitio. Este mismo autor presenta algunos trabajos previos sobre algunos aspectos geológicos de la zona (Escomel 1918). El área no fue investigada en lo que a aves se refi ere hasta el año 1992, en que se trató de instaurar un sistema de monitoreo neotropical de aves acuáticas, ahora abarcando otros humedales de la RNSAB, que se realiza hasta 1995 solamente (Riveros y Pulido 1994, Velarde 1998). La jefatura de la Reserva intenta de los años 1997 al 1999 dotar de un sis- tema de monitoreo, aprovechando la presencia de dos ornitólogos nacionales que trabajaban evaluando las poblaciones de parihuanas en la laguna de Salinas (Ugarte y Mosaurieta 2000); sin embargo, estos esfuerzos no fueron fructíferos. ÁREA DE ESTUDIO La laguna del Indio - dique de los Españoles se encuentra ubicada en la localidad de Imata, pro- vincia de Caylloma, departamento de Arequipa. Se localiza en los 15°47’04” LS y 71°03’29” LO, a 4450 m, cuya extensión es de 488 ha aproxima- damente. Se encuentra en la zona de vida: Páramo húmedo-Subalpino Subtropical (ph-SaS), siendo para esta zona la biotemperatura media anual máxima de 7,2°C (Pisacoma-Puno) y la media anual mínima de 3,2°C (Imata-Arequipa). El pro- medio máximo de precipitación por año es de 658 mm (Iruro-Ayacucho) y el promedio mínimo de 480,5 mm (Imata-Arequipa). Esta laguna per- tenece a la subcuenca del río Chili, lugar donde se genera la mayor parte del agua para la ciudad de Arequipa, para fi nalmente desembocar en el océano Pacífi co. Los bofedales y laguna de Salinas, geográ- fi camente se encuentran ubicados en el distrito de San Juan de Tarucani, provincia de Arequipa, departamento de Arequipa, aunque dos de sus comunidades son atendidas administrativamente por la región Moquegua. Se localiza a 4300 m. Se encuentra en la zona de vida, Matorral desértico- Subalpino Subtropical (md-SaS), según el sistema de Holdridge. La laguna de Salinas comprende una extensión de 6182 ha. La laguna de Salinas es un lago altoandino salado, que recibe las aguas de una cuenca endorreica ubicada entre nevados y volcanes. En los alrededores de la laguna se encuentran los bofedales, formaciones vegetales importantes para el pastoreo de camélidos como las vicuñas y las alpacas; constituye el hábitat del pez endémico Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 35 Orestias cf. agassizii. La presencia de sales en su lecho ha permitido el desarrollo de minería de sal y boratos, tanto artesanal como industrial, que representa una actividad económica importante en el lago, pero al mismo tiempo su principal pro- blema, dado el gran impacto que ocasiona en la laguna la remoción de suelo que se realiza para su extracción. Se percibe también los impactos del sobrepastoreo. METODOLOGÍA Antes del 2000, los censos de aves en la RNSAB, fueron esporádicos y no sistemáticos. Desde el 2000 fueron fi nanciados por el Proyecto Arauca- ria - Valle del Colca, ejecutado por la AECI y desco. Posteriormente fueron ejecutados por la Jefatura de la Reserva, y desde enero del 2007 están a cargo de desco. Han tenido una continuidad notable, lo que permite contar con una buena base de datos que resulta útil para estudios poblacionales. Es importante resaltar el hecho de que uno de los pilares para el reconocimiento de los dos sitios Ramsar de la RNSAB ha sido los registros censales del 2000 y 2001, así como el estudio de fl ora y fauna de la RNSAB (Jiménez et al. 2000) también fi nanciado por el programa Araucaria. El año 2001 se publicó la guía de campo “Las aves del valle del Colca y la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca” (González et al. 2001) que fue auspiciada por el Proyecto - Araucaria y desco. Para calcular el tamaño poblacional se usa- ron datos de los censos realizados mensualmente en los humedales de la RNSAB, que se llevan a cabo mediante conteos por observación directa en puntos fi jos, para lo cual se usan binoculares (Bushnell 50x10) y telescopio (Bushnell 60x60). Estos censos se vienen realizando desde el año de 1999 hasta la actualidad. Ambos humedales son comparados con el índice de similitud de Sorensen (Odum 1972). Con el programa PAS (Population Analysis System, Berryman 1994), se analizaron los datos de los censos, construyendo modelos que des- criben las fl uctuaciones observadas en base a sus densidades (d); para lo cual se analiza el tiempo de retorno (RT), que es el tiempo que tarda la trayectoria para volver a su valor medio después de haber sido perturbada. También se analiza la media del tiempo de retorno (MRT) y su varianza (VRT). Es así que tenemos: 1) MRT <2 implica un desfase de 01 o d = 1 (dinámica de primer orden); 2) MRT> 2 sugiere que d> 1, (dinámica de orden mayor); y 3) VRT>>MRT implica una tendencia o la discontinuidad en los datos, es decir, una serie no estacionaria. Para los análisis elegimos series de tiempo de las especies de aves acuáticas más represen- tativas. Es así que tenemos: laguna del Indio - dique de los Españoles: 04 especies residen- tes: Chloephaga melanoptera “ganso andino”; Lophonetta specularioides, “pato cordillerano”; Oxyura jamaicensis, “pato rana”; Fulica spp.; y 2 migratorias: Phalacrocorax brasilianus, “pato chancho”; y Phalaropus tricolor, “falaropo de Wil- son”. En laguna Salinas: 5 especies residentes: Lophonetta specularioides, “pato cordillerano”; Phoenicopterus chilensis, “parihuana común”; Phoenicoparrus andinus, “parihuana andina”; Phoenicoparrus jamesi, “parihuana de James”, las cuales fueron analizadas en conjunto, represen- tándose como familia Chroicocephalus serranus, “gaviota andina”; y 1 migratoria: Phalaropus tri- color, “falaropo de Wilson”. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Riqueza de especies La riqueza de especies de aves acuáticas de toda la RNSAB está representada por: 2 Podicipedidos (zambullidores), un Phalacrocoracido (cormorán), 5 Ardeidos (garzas), 2 Threskiornithidos (Ibis), 3 Phoenicoptéridos (fl amencos o parihuanas), 9 Anátidos (patos y gansos), 4 Rallidos (ajoyas y pollas), 5 Charadridos (chorlos), 12 Escolopácidos (Playeros), 2 Thinocoridos (puco-pucos), 2 Recur- virostras (avocetas), un falaropo, dos gaviotas. Esto hace un total de 49 especies de aves acuáticas, que pertenecen a 12 familias. Presentamos la lista de especies en la Tabla 1, con información sobre conservación, dieta y abundancia relativa. En cuanto a la riqueza de especies, en la laguna del Indio - dique de los Españoles se presenta la mayor diversidad (46 especies), en comparación con la laguna de Salinas (33 espe- cies); esto se debe tal vez a las condiciones lim- nológicas de ambas lagunas. La abundancia de 36 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 1. Lista de especies de aves acuáticas presentes en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, basada en los resultados de los censos poblacionales de 1999 al 2007 Orden/Familia/Especie Nombre común English name C H AR D L ANSERIFORMES Anatidae Patos Ducks Chloephaga melanoptera Huallata Andean Goose h 1,2 c P S,ID Merganetta armata Pato de las torrentes Torrent Duck h 1,3 e I S,ID Lophonetta specularioides Pato cordillerano Crested Duck h 1,2,3 a I,P S,ID Anas fl avirostris Pato sutro Speckled Teal h 1,2,3 a I,P S,ID Anas georgica Pato jerga Yellow-billed Pintail h 1,2 c I,P S,ID Anas bahamensis Pato gargantillo White-cheeked Pintail h 1 e I,P ID Anas puna Pato puna Puna Teal h 1,2 f I,P S,ID Anas cyanoptera Pato colorado Cinnamon Teal h 1 r I,P S,ID Oxyura jamaicensis Pato rana, Pato taclón Ruddy Duck h 1,2 a V,I S,ID PODICIPEDIFORMES Podicipedidae Zambullidores Grebes Rollandia rolland Zambullidor pimpollo White-tufted Grebe 1 e V,I ID Podiceps occipitalis Zambullidor blanquillo Silvery Grebe NT 1 c V,I S,ID PHOENICOPTERIFORMES Phoenicopteridae Flamencos, Parihuanas Flamingos Phoenicopterus chilensis Parihuana común Chilean Flamingo NT, m 1 a I S,ID Phoenicoparrus andinus Parihuana andina Andean Flamingo VU, m 1 e I S,ID Phoenicoparrus jamesi Parihuana de James Puna (James’) Flamingo VU, m 1 r I S,ID PELECANIFORMES Phalacrocoracidae Cormoranes Cormorants Phalacrocorax brasilianus Cushuri, Pato chancho Neotropic Cormorant 1 e V S,ID Ciconiiformes Ardeidae Garzas Herons Nycticorax nycticorax Huaco Black-crowned Night-Heron 1,2 f V,I S,ID Bubulcus ibis Garza boyera Cattle Egret 1,2 r V,I ID Ardea alba Garza blanca grande Great Egret 1,2 r V,I ID Egretta thula Garza blanca pequeña Snowy Egret 1,2 f V,I S,ID Egretta caerulea Garza azul Little Blue Heron 1,2 r V,I ID Threskiornithidae Ibises Ibises Plegadis ridgwayi Yanavico Puna Ibis 1,2 f V,I S,ID Theristicus melanopis Bandurria Black-faced Ibis VU, h 1,2 r V,I Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 37 Orden/Familia/Especie Nombre común English name C H AR D L GRUIFORMES Rallidae Gallinetas Rails, Coots Pardirallus sanguinolentus Gallineta común Plumbeous Rail 1,2 r I Gallinula chloropus Polla de agua, Choca Common Gallinule h 1,2 e P,I S,ID Fulica gigantea Gallareta gigante, Ajoya Giant Coot NT, h 1 a P,I S,ID Fulica ardesiaca Gallareta andina Slate-colored Coot h 1 c P,I S,ID CHARADRIIFORMES Recurvirostridae Avocetas Stilts, Avocets Himantopus mexicanus Cigüeñuela, Perrito Black-necked Stilt 1 r I ID Recurvirostra andina Avoceta andina Andean Avocet 1,2 c I S,ID Charadriidae Chorlos Plovers Vanellus resplendens Leque-leque Andean Lapwing 1,2 c I S,ID Pluvialis dominica Chorlo dorado American Golden Plover m 1 e I S,ID Charadrius alticola Chorlo de Puna Puna Plover e 1,2 f I S,ID Phegornis mitchellii Chorlito cordillerano Diademed Sandpiper-Plover NT 1 r I S,ID Oreopholus rufi collis Chorlo de campo Tawny-throated Dotterel 1,2 r I S,ID Scolopacidae Playeros Sandpipers Gallinago andina Becasina andina Puna Snipe 1,2 e I ID Limosa haemastica Becasina de Hudson Hudsonian Godwit 1 r I ID Numenius phaeopus Zarapito trinador Whimbrel 1,2 r I Actitis macularia Playero manchado Spotted Sandpiper m 1,2 r I ID Tringa melanoeluca Pata amarilla mayor Greater Yellowlegs m 1,2 f I S,ID Tringa fl avipes Pata amarilla menor Lesser Yellowlegs m 1,2 f I S,ID Calidris alba Playero blanco Sanderling m 1 e I ID Calidris pusilla Playerito semipalmado Semipalmated Sandpiper m 1 e I ID Calidris fuscicollis Playero lomo blanco White-rumped Sandpiper m 1,2 e I S,ID Calidris bairdii Playero de Baird Baird’s Sandpiper m 1 f I S,ID Calidris melanotos Playero pectoral Pectoral Sandpiper m 1 e I S,ID Phalaropus tricolor Falaropo de Wilson Wilson’s Phalarope m 1 a I S,ID Thinocoridae Puco-pucos Seedsnipes Attagis gayi Kulle-kulle Rufous-bellied Seedsnipe d 1,2 r S,P ID Thinocorus orbignyianus Puco-puco de altura Gray-breasted Seedsnipe d 1,2 c S,P S,ID Laridae Gaviotas, gaviotines Gulls, Terns Larus serranus Gaviota andina Andean Gull m 1,2 a I,V,C S,ID Larus pipixcan Gaviota de Franklin Franklin’s Gull m 1 f I,V,C ID C = Conservación: Categorización ofi cial (D.S. 034-2004-AG), CR = En peligro crítico, EN = En Peligro, VU = Vulnerable, NT = Casi amenazado, m = Migratorio, h = Presión por cacería, e = Endémico. H = Hábitat: 1= Laguna, 2 = Bofedal y 3 = Río. AR = Abundancia relativa): a = Abundante: observados en diferentes ambientes en número mayor de 50; c = Común: en varios ambientes, entre 21 a 50 individuos; f = Frecuente: en varios ambientes entre 6 a 20 individuos; e = Escasa: en pocos ambientes, en número menor de 5, o un grupo, solo una vez; r = Rara: vista solamente una vez. D = Dieta: C = Carroña, F = Frutas, H = Hongos, I = Invertebrados, L = Líquenes, N = Néctar y polen, P = Pastos, hierbas, S = Semillas, granos, V = Vertebrados. L = Lagunas: S = Salinas y ID = Indio – dique de los Españoles. 38 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca especies de avifauna presente en la Laguna de Salinas está compuesta por 7 órdenes, 12 fami- lias, 25 géneros y 33 especies, siendo las familias Anatidae y Scolopacidae las de mayor número de especies (8 y 6 respectivamente). Las más impor- tantes de este humedal son tres especies de fl a- mencos o parihuanas: Phoenicopterus chilensis, Phoenicopterus andinus y Phoenicopterus jamesi, las gaviotas andinas: Larus serranus y las avocetas: Recurvirostra andina. En la laguna del Indio - dique de los Españo- les, la avifauna está compuesta por 7 órdenes, 12 familias, 34 géneros y 46 especies, siendo las familias Scolopacidae y Anatidae las de mayor número de especies, con once y nueve especies respectivamente. Las especies más importantes de este humedal son: la huallata Chloephaga melanoptera, el pato rana Oxyura jamaicensis, el zambullidor blanquillo Podiceps occipitalis, la pari- huana común Phoenicopterus chilensis y la ajoya Fulica gigantea. TABLA 2. Lista de las familias de la avifauna presentes en la laguna de Salinas, San Juan de Tarucani, Arequipa, basada en los resultados de los censos poblacionales de 1999 al 2007. Orden Familia Género Especie Anseriformes Anatidae 5 8 Podicipediformes Podicipedidae 1 1 Phoenicopteriformes Phoenicopteridae 2 3 Pelecaniformes Phalacrocoracidae 1 1 Ciconiiformes Ardeidae 2 2 Threskiornithidae 1 1 Gruiformes Rallidae 2 3 Recurvirostridae 1 1 Charadriiformes Charadriidae 5 5 Scolopacidae 3 6 Thinocoridae 1 1 Laridae 1 1 TOTAL 12 25 33 TABLA 3. Lista de las familias de la avifauna presentes en la laguna del Indio - dique de los Españoles, San Antonio de Chuca, Imata, Arequipa, basada en los censos poblacionales de 1999 al 2007. Orden Familia Género Especie Anseriformes Anatidae 5 9 Podicipediformes Podicipedidae 2 2 Phoenicopteriformes Phoenicopteridae 2 3 Pelecaniformes Phalacrocoracidae 1 1 Ciconiiformes Ardeidae 5 5 Threskiornithidae 1 1 Gruiformes Rallidae 2 3 Recurvirostridae 2 2 Charadriiformes Charadriidae 5 5 Scolopacidae 6 11 Thinocoridae 2 2 Laridae 2 2 TOTAL 12 34 46 DISTRIBUCIÓN Y CONSERVACIÓN Zambullidores Podiceps occipitalis. Prefi eren lagunas de agua dulce, aunque ocasionalmente se les encuentra en Salinas (González et al. 2001). Se distribuyen a lo largo de la cordillera andina (Fjeldsa y Kra- bbe 1990). En la laguna del Indio - dique de los Españoles se ha reportado un gran número de esta especie, alrededor de 1000 individuos; así como un centenar en la laguna de Piscococha. La Reserva es un área importante para esta espe- cie, considerada como Casi amenazada (DS-034- -2004-AG). Rollandia rolland. Es una especie ocasional en la Reserva, observada en escasas oportunidades en algunas áreas (González et al. 2001). Es una espe- cie que prefi ere los humedales costeros (Fjeldsa y Krabbe 1990), aunque en los últimos censos aparece con mayor frecuencia. Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 39 Cormoranes Phalacrocorax brasilianus. Especie de presencia ocasional y en escaso número en los humedales de la Reserva. Solamente la hemos encontrado en la laguna de Salinas y dique de los Españoles (González et al. 2001). Garzas Ardea alba, Egretta thula, E. caerulea y Bubulcus ibis. Estas especies son ocasionales en la zona y son más abundantes en la zona costera (Fjeldsa y Krabbe 1990). Hallamos la primera en Tocra, la segunda en Cañahuas, y la tercera en dos oportunidades, en el 2001, en Salinas; esta última es una especie invasora africana. Nycticorax nycticorax. Habitante de humedales andinos, siempre presente alrededor de los cuer- pos de agua, pero en escaso número (González et al. 2001). Ibis Plegadis ridgwayi. No anida en la Reserva o en áreas aledañas. Se le observa con cierta frecuencia en diferentes lugares y en número variable, de más de cien a ninguno. En los bofedales de Tocra encuen- tra su hábitat más apropiado. Esta área es un refu- gio importante durante la época de migración de la especie (González et al. 2001). Theristicus melanopis. Las pocas veces que hemos visto esta especie ha sido cerca de bofe- dales como el de Cañahuas y en Pillone. En la actualidad es bastante rara en la zona. Está consi- derada en Situación vulnerable por la legislación nacional (DS-034-2004-AG). Parihuanas, fl amencos Phoenicopterus chilensis. La parihuana de mayor importancia por sus valores numéricos; concentra- ciones de varios miles de individuos de esta especie se presentan en la laguna de Salinas. Los censos poblacionales indican tamaños poblacionales que pueden superar los 25 mil individuos en la laguna de Salinas. Pueden ser encontrados en todos los humedales de la RNSAB (González et al. 2001). Esta es una de las áreas más importantes para esta especie en todo su rango de distribución. Conside- rada como Casi amenazada (DS-034-2004-AG). Phoenicoparrus andinus. En Arequipa solo se les conoce en la laguna de Salinas, y ocasionalmente en otras lagunas de la RNSAB. Esta es una de las áreas más importantes para esta especie en todo su rango de distribución. Considerada como Vul- nerable (DS-034-2004-AG). Phoenicoparrus jamesi. Con menores tamaños poblacionales. Restringida a la laguna de Salinas (González et al. 2001). Esta es una de las áreas importantes para esta especie en todo su rango de distribución. Considerada Vulnerable (DS-034- -2004-AG). Patos y gansos Lophonetta specularioides y Anas fl avirostris son las especies de patos más abundantes de la Reserva; se les encuentra en todos los humedales y cuer- pos de agua de la misma. A. puna, presenta amplia distribución, pero en menor número. Todos los patos de la RNSAB sufren presión a causa de la caza. Se ha detectado extracción de huevos de A. fl avirostris en Tocra (J. A. González, com. per.). A. georgica es rara, y A. bahamensis y A. cyanoptera, son ocasionales en la zona y abundantes en la costa. Oxyura jamaicensis. Especie abundante en la laguna del Indio - dique de los Españoles, donde pueden reunirse varios miles de individuos. Prefi ere lagunas con sufi ciente profundidad para bucear en busca de alimento; rara en otros humedales. Merganetta armata. El pato de los torrentes es bastante raro en nuestros días (González et al. 2001). Registramos esta especie por referencia de pobladores y guardaparques que la reportan para la zona de Chalhuanca (río Blanco, río Imata, río Pillones) y algunas observaciones en la laguna del Indio – dique de los Españoles, así como en los bofedales de Tocra, donde es un obvio ocasional. Chloephaga melanoptera. Habita ambientes húmedos tales como bofedales y lagunas. En la zona de Imata se encuentra la población más grande de la Reserva, lo que ha originado que a una localidad cercana se le llame “Colcahua- llata” (almacén de huallatas). Es una especie de importancia cinegética, usada tradicionalmente 40 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca como fuente de proteína; puede ser parcialmente domesticable, por lo que debe considerarse como especie económicamente promisora. Para esta especie el área de la laguna del Indio – dique de los Españoles es de vital importancia. Pollas de agua y gallaretas Rallus sanguinolentus. Prefi ere lugares ribereños bien vegetados (Fjeldsa y Krabbe 1990, González et al. 2001). La Reserva no proporciona hábitats adecuados para esta especie, por lo que creemos que se trata de una especie ocasional. Gallinula chloropus. Especie muy escasa en la Reserva, pero presente en algunos humedales; en Arequipa son bastante comunes en la zona cos- tera, donde habita otra subespecie. Fulica gigantea, al parecer los mejores sitios para esta especie son la laguna del Indio - dique de los Españoles y Piscococha. Esta especie es rara en otras zonas del país (González et al. 2001). La Reserva mantiene una población precaria, espe- cialmente asociada a lagunas como la del Indio y Salinas. Fulica ardesiaca, no es tan común como la Ajoya. Para ambas especies el área de Piscococha y la laguna del Indio - dique de los Españoles es de primera importancia. F. gigantea está considerada como Casi amenazada (DS-034-2004-AG). Avocetas Recurvirostra andina. Al parecer es rara en otras localidades. En la Reserva mantiene una población saludable, especialmente asociada a las lagunas del Indio y Salinas. Chorlos Charadrius alticola. Esta especie puede ser muy abundante en algunas épocas del año. Se la observa siempre en la orilla de las lagunas (Gon- zález et al. 2001). Phegornis mitchelli. Una especie rara en la Reserva; se la ha registrado en pocas ocasio- nes, especialmente en los bofedales de Pati y Cañahuas. Vanellus resplendens. Común en bofedales y orillas de lagunas (Fjeldsa y Krabbe 1990). Attagis gayi. Se la ha registrado cerca de las lagunas, especialmente en Salinas. Gaviotas Chroicocephalus serranus. Esta gaviota es residente permanente de la Reserva. Se la puede observar en todos los humedales de la misma. Anida en todos los tipos de humedales (Fjeldsa y Krabbe 1990), aunque en mayor medida en los más extensos. Migratorias Siete especies son migratorias, principalmente del hemisferio norte (González et al. 2001). Algunas otras han sido indicadas, pero no las consideramos por su escaso registro. Tringa fl avipes y T. melanoleuca son visitantes en primavera y verano, se les observa en aguas someras. Calidris spp. puede ser muy abundante; se le observa en las orillas de lagunas y otros cuer- pos de agua. Phalaropus tricolor prefi ere el agua libre de lagunas no muy profundas, donde busca su alimento; es muy frecuente en Salinas y en la laguna del Indio - dique de los Españoles. ABUNDANCIA DE ESPECIES Al parecer, la abundancia poblacional estaría deter- minada por las condiciones hidrológicas de ambos humedales. Es así que tenemos que en época seca, la laguna de Salinas llega a secarse, por lo que la cantidad de individuos que alberga decrece. En cambio, por ser un embalse, la laguna del Indio - dique de los Españoles tiene agua todo el año, aunque sus niveles hídricos varían de acuerdo a la época (húmeda: de noviembre a marzo y seca de abril a octubre), lo que permite albergar poblacio- nes de diferentes especies, ya sean éstas migrato- rias o residentes, cuya permanencia varía con los cambios de estación. Se ha observado que la diversidad de especies de la laguna del Indio - dique de los Españoles se mantiene más o menos constante a lo largo del tiempo, mientras que en la laguna de Salinas se mantuvo constante entre 1999 y 2002, pero después de ese año empezó a fl uctuar notable- mente hasta el presente. Las causas no han sido determinadas. Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 41 REPRODUCCIÓN DE AVES ACUÁTICAS EN LA RNSAB Los censos solamente han cuantifi cado y registrado datos de reproducción en los años 2000 y 2001, y solo para ocho especies (Tabla 4). Estas especies son, por lo tanto, de mucho valor y se les debe poner más atención para su protección, porque su etapa crítica tiene lugar precisamente en sus humedales. Todas las especies cuentan con nidos entre agosto y octubre, aunque para F. gigantea y C. serranus esta época se prolonga hasta enero. Los pollos se observan desde octubre, pero son más abundantes entre febrero y abril. Entre junio y agosto la reproducción se detiene, lo que coincide con el invierno. Realmente no hay una época crítica, porque ésta sería la mayor parte del año. Entre septiembre y octubre tenemos la mayor cantidad de nidos; en esta época los pobladores buscan constantemente los huevos para usarlos como alimento, destruyendo en muchos casos las nidadas. La mayor cantidad de pollos está presente en verano y otoño, posiblemente porque en esas épocas hay mayor disponibilidad de alimentos. ESTRUCTURA COMUNITARIA Las variaciones en la estructura comunitaria en los humedales, depende básicamente de dos grupos de especies. Las residentes, que utilizan el área todo el año y se reproducen en la zona, por un lado, y el otro grupo, representado por especies migratorias que usan el área de manera estacio- nal y no se reproducen allí. Un tercer grupo está constituido por las especies ocasionales, que por lo general no son representativas y no causan mayores alteraciones en el sistema comunitario. Las comunidades están compuestas por pobla- ciones de especies que ocupan la misma área al mismo tiempo; sin embargo, pueden interactuar entre sí, es decir que las actividades de una espe- cie repercuten de alguna manera en la otra; es el típico caso de depredadores y presas (Jaksic 2001), o de especies compitiendo por un recurso que pueden conformar gremios (Root 1967). También hay especies que no tienen interaccio- nes entre sí, pero forman parte de la comunidad. En nuestro caso, no se conoce a ciencia cierta las 3,8 4,0 4,2 4,4 4,6 4,8 5,0 5,2 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Tiempo (año) Ab un da nc ia (N o. in di vid uo s) Laguna Salinas Laguna del Indio-dique de los Españoles FIGURA 1 Abundancia de especies de aves acuáticas en los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Años 1999-2007. DINÁMICA POBLACIONAL En la laguna del Indio - dique de los Españoles (fi gura 2), se encontró que O. jamaicensis y P. tri- color presentan dinámicas poblacionales de primer orden (MRT=1,14 y 1,8 respectivamente) y C. mela- noptera, L. specularioides, Fulica spp. y P. brasilianus una dinámica de orden mayor (MRT=2,01, 2,88, 3,19 y 3,1 respectivamente). Las poblaciones de O. jamaicensis y P. brasilianus, son “no estacionarias” (VRT=1,77 y 10,3 respectivamente), ya que no obe- decen a un patrón respecto al crecimiento de sus poblaciones. En cambio, C. melanoptera, L. specu- larioides, Fulica spp. y P. tricolor, sí son estacionarias (VRT=0,4, 0,58, 0,02 y 0,3 respectivamente), lo que quiere decir que cada cierto período de tiempo tienden a presentar los mismos picos en lo que concierne la fl uctuación de sus poblaciones. En la laguna de Salinas se encontró que L. specularioides, C. serranus y los Phoenicopteridae, muestran una dinámica de primer orden (MRT=1,5, 0,6 y 0,5 respectivamente), y P. tricolor una diná- mica de orden mayor (MRT=2,03) (fi gura 3). Las poblaciones de L. specularioides y P. tricolor, son “no estacionales” (VRT=2,2 y 2,3 respectiva- mente), ya que no obedecen un a patrón en lo que respecta el crecimiento de sus poblaciones. En cambio, C. serranus y los Phoenicopteridae, sí son estacionales (VRT=0,19 y 0,28 respectivamente), lo que quiere decir que cada cierto período de tiempo tienden a presentar los mismos picos en cuanto a la fl uctuación de sus poblaciones. 42 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FIGURA 2 Variación poblacional de algunas aves acuáticas presentes en la laguna del Indio - dique de los Españoles. Arequipa 1999-2007. a. Chloephagamelanoptera, huallata y = 704.32x - 1E + 06 R = 0.2453 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000 1995 2000 2005 2010 Tiempo (año) N o. in di vid uo s b. Lophonetta specularioides, pato cordillerano y = 129.78x - 256946 R = 0.0215 0 2000 4000 6000 8000 1995 2000 2005 2010 Tiempo (año) c. Oxyura jamaicensis, pato rana y = 293.19x - 583007 R = 0.0263 0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Tiempo (año) d. Phalacrocorax brasilianus, pato chancho y = - 1.6 5 x + 3 3 5 0 .3 R = 0 .0 0 8 0 50 100 150 200 1995 2000 2005 2010 Tiempo (año) e. Fulica spp., gallaretas y = 2140.8x - 4E + 06 R = 0.2364 0 10000 20000 30000 40000 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Tiempo (año) f. Phalaropotricolor, falaropo de Wilson y = -4.4167x + 13704 R = 7E - 06 0 5000 10000 15000 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Tiempo (año) N o. in di vid uo s N o. in di vid uo s N o. in di vid uo s N o. in di vid uo s N o. in di vid uo s TABLA 4. ESPECIES DE AVES QUE NIDIFICAN EN LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA. Se consignan los indicadores de reproducción registrados en los años 2000 y 2001. P = pollos, J = juveniles, N = nidos, C = cortejo. Especies Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic A. fl avirostris P/J J N/P P P L. specularioides J J J P P C. melanoptera P P/J J P/J J P N/P F. gigantea N P J N N N C. serranus N J N N/P N/P P. occipitalis P J C C G. chloropus N R. andina N N/P Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 43 FIGURA 3 Variación poblacional de algunas aves acuáticas presentes en la laguna de Salinas, Arequipa, 1999-2007. a. Lophonetta specularioides, pato cordillerano y = -36.6x + 73730 R = 0.1369 2 0 200 400 600 800 1000 1995 2000 2005 2010 Tiempo (año) N o. in di vid uo s b. Phoenicopteridae, parihuanas y = -1231.1x + 3E + 06 R = 0.01042 0 20000 40000 60000 80000 100000 1995 2000 2005 2010 Tiempo (año) N o. in di vid uo s c. Phalaropotricolor, falaropo de Wilson y = 19.774x - 34717 R = 4E - 052 0 5000 10000 15000 20000 25000 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Tiempo (año) d. Chroicocephalus serranus, gaviota andina y = 38.6x - 76320 R = 0.01892 0 500 1000 1500 2000 2500 1998 2000 2002 2004 2006 2008 Tiempo (año) interacciones que ocurren, por lo que vamos a lla- mar al conjunto de componentes “el ensamble”, que es un término que agrupa especies que viven y comparten un ambiente, entre las que puede o no existir interacciones. De acuerdo con el índice encontrado, se tiene que estos dos humedales tienen alta similitud (S = 0,8); es decir, que en cuanto a la composición de su avifauna son bas- tante parecidos. Tal es el caso de las 33 especies presentes en la laguna de Salinas que encontra- mos también en la laguna del Indio - dique de los Españoles. Laguna del Indio - dique de los Españoles En este humedal, el ensamble comunitario parece ser más complejo, porque consta de mayor número de especies y porque los tamaños pobla- cionales son mayores que en otras áreas. Esta diversidad parece responder a la gran cantidad de microhábitats y a las fl uctuaciones periódicas del nivel de agua. Esto permite la presencia de aguas profundas, muy adecuadas para especies buceadoras como los P. occipitalis, R. rolland y O. jamaicensis, que ciertamente son más numerosas en este ambiente. Otras especies usan el agua libre de la laguna a profundidades someras, en busca de alimento; este es el caso de los anátidos y Fulica spp. Otras especies buscan agua más bien empantanada y con profundidades menores a 20 cm; estas son las especies Limícolas. Entre ellas tenemos a las migratorias y R. andina, C. serranus, aunque esta última puede ocupar otros ambien- tes. Finalmente, tenemos las especies fi ltradoras de fondos limosos más profundos, hábitat en el que se han especializado los fl amencos. En este sentido, es básico para los objetivos de la conser- vación preservar estos ambientes, no permitiendo que la laguna se seque. Al parecer, las fl uctuacio- nes de agua propias de las actividades de manejo son favorables para mantener la gran variabilidad de ambientes propicios para las diferentes espe- cies, que repercuten en la presencia de las mismas (Caballero et al. 2004) y en la disponibilidad de alimento (Caballero 2004). 44 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Bofedales y laguna de Salinas La laguna de Salinas es el cuerpo de agua con mayor superfi cie de la RNSAB. Por ello podría esperarse que contenga más especies y en mayor número de individuos; sin embargo, esta laguna es en realidad un salar, que tiene aguas someras y puede llegar a secarse completamente en algunos años. El ensamble comunitario está dominado por aves típicas de ambientes salinos, tales como las parihuanas; de hecho es uno de los pocos luga- res que albergan las tres especies de parihuanas andinas. Las otras dos localidades son la laguna de Parinacochas (Ayacucho) y la laguna Loriscota (Moquegua). Estas especies presentan registros poblacionales que pueden superar los 25 000 individuos. Sin embargo, al parecer habría indi- cios de competencia entre estas especies, ya que se diferencian en su uso del espacio. Así, P. jamesi ocupa los bofedales; P. andinus está presente en los bordes de la laguna donde el agua es más somera; y P. chilensis tiene mayor presencia en las partes más profundas, aunque puede también ocupar los bordes. Las otras especies dominantes de este ensamble son las gaviotas y avocetas, que están presentes todo el año. Hay anátidos, pero asociados principalmente con los cuerpos de agua no salina de los alrededores y bofedales. Entre las migratorias son muy abundantes los falaropos, que prefi eren el agua libre de la laguna. AGRADECIMIENTOS Los años 2000 y 2001 los trabajos fueron fi nanciados por el Proyecto Araucaria Valle del Colca y desco; del 2002 al 2006 por la RNSAB; desde el 2007 por el Contrato de Admi- nistración de la Reserva, que es aportado por INRENA (ahora a cargo del Servicio de Areas Naturales Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente) y el proyecto GPAN del PROFONANPE, con fondos del Banco Mundial y KfW. Agradecemos a todas las personas que nos brindaron apoyo en la recopilación de los datos, especialmente al personal de la RNSAB: Juan Mamani, Victor Taya, Ricardo Champion, Fernando Mejía, Carlos Vásquez, Alex Hurtado, Deyvis Huamán, Juan Valdivia, Marco Avendaño, Moisés Quispe, Eugenio Escobar, Mauricio Pumacota, Carlos Flores, Henrry Alayo, José Luis Velásquez, Fredy Quispe y Walter Vega, así como a la jefatura de la RNSAB. Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 45 Berryman, A. A. y J. A. Millstein. 1994. Population Analysis System. Ecological Systems Analysis. Was- hington. Caballero, K. 2004. Variación poblacional de: Lopho- neta specularioides “pato cordillerano”, Oxyura jamaicensis “pato rana” y Chloephaga melanop- tera “ganso andino” en la laguna del Indio – dique de los Españoles, Imata, Arequipa, 2000 – 2001, Dilloniana, 4(1): 97-99. Caballero, K., A. Cornejo, D. Huamán, V. Taya, A. Hur- tado, R. Champion y J. Mamani. 2004. Compara- ción de la composición ornitológica (aves acuá- ticas) de dos humedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Salinas y Jayuchaca – dique de los Españoles, Arequipa. Dilloniana, 4(1):108-109. Escomel, E. 1918. Balneario de Jesús, VI Congreso Médico Panamericano. Edit. Opinión Nacional, Lima. Escomel, E. 1929. Fauna de Arequipa, Edit. La Colmena, Arequipa. Escomel, E. 1941. La fauna de la laguna de Salinas. Bole- tín del Museo de Historia Natural “Javier Prado”, UNMSM, 5: 194-197. Fjeldsa, J. y N. Krabbe. 1990. Birds of the High Andes. Zoological Museum, University of Copenhagen, Dinamarca. González N. J.; H. Zeballos P. y E. López T. 2001. Aves del valle del Colca y la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Proyecto Araucaria valle del Colca. AECI. Arequipa. BIBLIOGRAFÍA Instituto Nacional de Recursos Naturales. 1995. Mapa ecológico del Perú. Guía explicativa. Ministerio de Agricultura. Lima. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2001. Plan maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Ministerio de Agricultura. Arequipa. Jaksic, F. 2001. Ecología de comunidades. Textos Uni- versitarios, Facultad de Ciencias Biológicas, Pontifi - cia Universidad Católica de Chile, Santiago. Jiménez, P.; H. Zeballos; C. Talavera; L. Villegas; A. Ortega y E. Linares. 2000. Diagnóstico de los recur- sos fl ora y fauna de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Informe para el Proyecto Araucaria valle del Colca. AECI. Arequipa. Odum, E. 1972. Ecología. Editorial Interamericana, México. Root, R. B. 1967. The niche explotation pattern of the blue-gray gnatcatcher. Ecological Monographs 37: 317-350. Ugarte, J. y L. Mozaurieta. 2000. Assesment of the threats to Flamingos of Salinas and Aguada Blanca National Reserve (Arequipa, Perú). Journal of Water- birds Society. Vol 23. Special Publication. Velarde, D. 1998. Resultados de los censos neotropica- les de aves acuáticas en el Perú, 1992-1995. Pro- grama de Conservación y Desarrollo Sostenido de Humedales, Perú. Lima. Zeballos, H. 2004. Análisis e interpretación de los resulta- dos de los censos de aves acuáticas 2000–2004 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Informe para el proyecto Araucaria, AECI. Arequipa. Aves acuáticas de los sitios Ramsar de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 47 AVES ACUÁTICAS Choloephaga melanoptera “Huallata”, en la laguna del Indio-dique de los Españoles sitio RAMSAR Lophonetta specularoides, “Pato cordillerano”, en los bofedales de Tocra. Plegadis ridgwayi “Yanavico”, en los bofedales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Fulica gigantea Gallareta gigante, Ajoya Phoenicopterus chilensis, “Parihuana chilena”, En la laguna de Salinas, sitio RAMSAR. LA VICUÑA (Vicugna vicugna mensalis), SU CONSERVACIÓN Y MANEJO EN LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, SUR DEL PERÚ Jesús Sánchez1 y Horacio Zeballos1,2 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. sanchezaqp@gmail.com, 2. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile. RESUMEN La vicuña es el animal más valioso de América, por su preciada y fi na lana y porque está al servicio del desarrollo de las comunidades pobres de los altos Andes. Para la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), la vicuña peruana (Vicugna vicugna mensalis) es una especie bandera. Estuvo al borde de la extinción pero gracias a un efectivo plan de manejo, a las normas legales establecidas por el Estado y al esfuerzo comprometido de las comunidades altoandinas, actualmente es una de las alternativas sostenibles. La RNSAB, creada básicamente para darle protección, cumple con el objetivo trazado lográndose un paulatino proceso de recuperación poblacional y repoblamiento de áreas de donde habían sido eliminadas a causa de la caza furtiva. El manejo de esta especie en la RNSAB conjuga dos sistemas: el de semicautiverio en cercos de manejo y el de estado silvestre. Palabras clave: Puna, Andes, comunidades andinas, biodiversidad. ABSRACT The vicuna is the most valuable animal of America, because of its valuable and fi ne fi ber, as well as its invaluable service to the economic development of the poor communities of the High Andes. For Salinas y Aguada Blanca National Reserve (RNSAB), the Peruvian vicuna (Vicugna vicugna mensalis) is a primer order species. This camelid had been in an extinction process, but due to an effi cient management, government regulations and high Andean people, is currently an economic alternative that provides support of communal organization. The RNSAB, which was created basi- cally to protect it species, is fullfi lling its objective and is achieving a gradual process of population recovery and repopulation in areas in which they had been eliminated due to furtive hunting. The management of vicuna is peformed through two systems: the semi-captive with large closed fences, and free pupulations. Key words: Puna, highlands Andes, Andean communities, biodiversity. [ 49 ] INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) presenta una singular bio- diversidad, que es característica de la zona altoandina y especialmente de la puna seca (INRENA 2007). Los camélidos sudamericanos constituyen un elemento fundamental para el manejo sostenible y el desarrollo de las comu- nidades humanas que la habitan (Sahley et al. 2004, 2007, Zúñiga 2004, 2007). Entre los camélidos sudamericanos silvestres, la vicuña peruana (Vicugna vicugna mensalis) es una especie de singular belleza y rusticidad. 50 La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Habita entre los 3900 y 4800 m de altitud (Grimwood 1969). Es capaz de alimentarse del forraje no utilizado por las especies domésti- cas, como los pajonales y otra vegetación de naturaleza xerofítica, estando bien adaptada a la supervivencia en un ecosistema de baja productividad, con un clima extremadamente severo y variable (Hofmann et al. 1983). Sus adaptaciones ecológicas, fi siológicas y de comportamiento le permiten desarrollarse en este árido e inclemente ambiente. Su fi bra de alta calidad es una adaptación evolutiva que la protege de las extremas inclemencias de las variables ambientales (Hofmann et al. 1983). La nobleza de su fi bra es una ventaja que per- mite su utilización, pero puede convertirse en una desventaja ya que por esta razón la vicuña estuvo condenada a ser cazada y perseguida, lo que ocasionó su disminución poblacional al punto de haber sido declarada como especie en vías de extinción. Actualmente aún persiste el peligro de la caza furtiva. El éxito de un programa de uso sostenible de este camélido dependerá directamente de la coordinación y cooperación efectiva que se establezca entre las diferentes entidades públicas y privadas, pobladores, investigadores, administradores de áreas protegidas, entre otros. Hoy en día, la RNSAB está apostando por mantener y dar solidez a un programa de protección de las vicuñas, basado en el control y la vigilancia, en el que los guardaparques de la RNSAB y los guardaparques comunales forman el cuerpo básico que está permitiendo la recuperación de las mismas. La presente monografía presenta en forma resumida los principales aspectos de interés para el manejo de la vicuña, a partir de la información obtenida de los archivos sobre la RNSAB del INRENA, el CONACS, y de los que venimos generando con nuestras investi- gaciones y trabajo a lo largo del año 2007. MATERIALES Y MÉTODOS Para la realización de la presente monogra- fía nos basamos en los archivos de los cen- sos poblacionales de vicuñas realizados en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, de la información generada por el CONACS, y de las publicaciones científi cas e informes técni- cos realizados en los últimos años en la RNSAB. En la RNSAB, mes a mes se vienen realizando censos poblacionales de vicuñas en las zonas comprendidas entre los sectores de Tambo Cañahuas, Umaluzo, faldas de Chachani y el río Chili, permitiéndonos monitorear la pobla- ción de este sector. Para el presente año se ha realizado un censo general de vicuñas en todo el ámbito de la Reserva, así como su zona de amortiguamiento. Debido al tipo de hábitat que usa la vicuña y a su detectabilidad, los censos se realizan por conteo directo y total (Pudran et al. 1996); para ello se utilizó dos camionetas y de 3 a 5 motocicletas que recorrieron los cami- nos estratégicamente planeados. En las zonas colinosas el conteo se realizó caminando; para ello cada equipo censador contó con un par de binoculares, libretas y planillas de censo; los censos se realizaron entre las 6:00 y 13:00 horas. Contamos con el apoyo de los guarda- parques de la Reserva, voluntarios, y guarda- parques comunales de la Reserva. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 1. Poblaciones de vicuñas en la RNSAB La población actual de vicuñas alcanza las 4424 cabezas, que es el resultado de un paulatino proceso de recuperación poblacional (tabla 1). No obstante, se aprecia un decrecimiento poblacional entre 1980 y 1997 (tabla 1), pero esto se debe a la disminución poblacional que ocurrió en todo el país, que tuvo lugar entre 1994 y 1997 (Hoces 2004). A su vez, también señala que en los últimos 10 años la tendencia a la recuperación de la población presenta un índice favorable en su crecimiento (fi gura 1). La interpretación de esta gráfi ca es categórica: desde fi nes de los años 90, en que se forman los comités de manejo de vicuña y los pobladores se empoderan del recurso, se inicia el franco proceso de recuperación poblacional. Debemos destacar que este modelo de manejo basado en el monitoreo poblacional, el control y la vigilan- cia ha dado resultado en la RNSAB, en Puno, en la Reserva Nacional Pampa Galeras-Bárbara d’Achille y en otros países. La vicuña, su conservación y manejo en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 51 2. Población de vicuñas según la modalidad de manejo A partir del año 1996, en la RNSAB se ha imple- mentado la modalidad de manejo en semicau- tiverio, con el uso de los cercos permanentes. En la actualidad existen 7 organizaciones u comités que han implementado dicha modali- dad, logrando instalar 10 cercos de manejo que cubren un área de 7475 ha. En cuanto al comportamiento del número de vicuñas en los sistemas de manejo, se observa que para los años 2003, 2004 y 2007 se pro- duce un incremento en el número de animales dentro de los cercos de manejo; así, para el año FIGURA 1 Diagrama que describe el crecimiento poblacional de la vicuña en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca ente 1980 y el 2007. 0 1000 2000 3000 4000 5000 1980 1997 1999 2000 2003 2004 2007 t (años) N úm er o de v icu ña s TABLA 1. Evolución de la población de vicuñas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, entre 1980 y 2007. Datos obtenidos de CONACS (2005), RNSAB (2003, 2004) y nuestras evaluaciones durante el 2007. Localidad 1980 1997 1999 2000 2003 2004 2007 Ampi 114 122 165 Cancosani 112 Carmen de Chaclaya 131 163 172 Chalhuanca 128 128 247 Colca Huallata 115 174 290 Condori 45 95 53 Huayllacucho 10 19 37 99 27 73 Logen 57 Paty 46 3 46 25 Pillone 23 54 45 89 115 165 Pillones 33 27 55 95 167 Pucasaya 98 Quinsachata 63 Salinas Huito 139 169 58 76 235 255 309 Salinas Moche 24 28 San Antonio de Chuca 681 98 73 159 163 218 Santa Lucia 36 24 7 San Juan de Tarucani 6 117 262 264 451 519 802 Tambo Cañahuas 366 513 449 569 559 456 995 Tocra 165 129 232 227 280 248 335 Vincocaya 78 Total 1367 1155 1159 1318 2463 2613 4424 52 La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FIGURA 3. Número promedio de hembras y crías en grupos fami- liares dentro y fuera de cercos para el año 2007. Gf: grupo familiar. 0.0 1.0 2.0 3.0 4.0 N° Hembras Gf N° Crias GF Silvestría Cerco 2003 el 82,66% de las vicuñas se encontraban en estado libre o silvestre propiamente dicho, y el 17,33% dentro de los cercos de manejo. Pero para el año 2004, se observa una baja en la población silvestre y un incremento en los cer- cos de manejo, presentando cifras de 76,16% y 23,84% respectivamente. Para el año 2007 (fi gura 2), el crecimiento poblacional se dio en ambas modalidades, aun- que se muestra una tendencia al incremento porcentual en los cercos de manejo en rela- ción con los años 2003 y 2004, teniéndose el 64,96% en estado silvestre y el 35,04% dentro de los cercos de manejo. La población total en la RNSAB y su zona de amortiguamiento suma 4424 animales; de éstos 1550 están sometidos a la modalidad de manejo dentro de cercos, lo que representa el 35%, y 2874 vicuñas perma- necen en silvestría, lo que representa el 65% restante 3. Número de hembras y crías por grupo familiar Al constituirse el grupo familiar como el ele- mento primordial (Hoces 2004), es importante tenerlo en consideración para analizarlo (fi gura 3). Por lo general, el número de hembras por grupo familiar es de 2,7 en estado silvestre y de 3,5 en los cercos de manejo; igual comporta- miento se muestra en el promedio de crías por grupo familiar, siendo el número de crías 1,3 en estado silvestre y 1,6 en los cercos de manejo, con lo cual concluimos que los grupos familiares son más grandes en los cercos de manejo. 4. Producción de fi bra en la RNSAB En la RNSAB las actividades de captura y esquila, Chakus (tabla 3), se realizaron de agosto al 15 FIGURA 2 Poblaciones de vicuñas contadas en cada una de las unidades censales, resultados del censo poblacional de agosto del 2007, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. 0 250 500 750 1000 Ta m bo Sa n Ju an d e To cr a Sa lin as H ui to C ol ca Ch alh ua nc a Sa n An to ni o Ca rm en d e Pi llo ne s Pi llo ne Am pi Ca nc os an i Pu ca sa ya Vi nc oc ay a Hu ay lla cu ch o Q ui ns ac ha ta Lo ge n Co nd or í Pa ti Sa lin as Localidades de censo N úm er o de in di vid uo s La vicuña, su conservación y manejo en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 53 TABLA 2. Población de vicuñas por modalidad de manejo en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Fuente: CONACS (2005), RNSAB (2007). Comunidad/Anexo 2003 2004 2007 Silvestre Cerco Total Silvestre Cerco Total Silvestre Cerco Total Ampi 114 0 114 129 0 129 83 82 165 Cancosani 66 0 66 76 0 76 112 0 112 Carmen de Chaclaya 131 0 131 90 74 164 31 141 172 Chalhuanca 128 0 128 25 103 128 112 135 247 Colca Huallata 22 93 115 105 69 174 9 281 290 Condori 45 0 45 95 0 95 53 0 53 Huayllacucho 99 0 99 27 0 27 73 0 73 Logen 57 0 57 Paty 3 0 3 46 0 46 25 0 25 Pillone 89 89 115 0 115 165 0 165 Pillones 55 0 55 92 0 92 167 0 167 Pucasaya 98 0 98 Quinsachata 63 0 63 Salinas Huito 235 0 235 255 0 255 115 194 309 Salinas Moche 7 0 7 0 0 0 San Antonio de Chuca 159 0 159 163 0 163 218 0 218 San Juan de Tarucani 207 178 385 239 204 443 342 460 802 Tambo Cañahuas 559 559 456 0 456 995 0 995 Tocra 124 156 280 74 174 248 78 257 335 Vincocaya 78 0 78 Total 2036 427 2463 1994 624 2618 2874 1550 4424 TABLA 3. Producción de fi bra de vicuñas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, año 2007 Titular de manejo Distrito Provincia Fibra sucia (kg) Tambo Cañahuas Yanahuara Arequipa 30.646 Imata San Antonio de Chuca Arequipa 18.407 Chalhuanca Yanque Caylloma 9.716 Toccra Yanque Caylloma 19.088 Pillones San Antonio de Chuca Caylloma 0.824 Carmen de Chaclaya Ubinas Sánchez Cerro 10.965 Salinas Huito San Juan de Tarucani. Arequipa 10.045 San Juan de Tarucani San Juan de Tarucani Arequipa 44.302 Colca Huallata San Antonio de Chuca Caylloma 17.946 Ampi Yanque Caylloma 8.855 Pillone San Antonio de Chuca Caylloma 5.712 Total 176 506 de noviembre, con el apoyo del CONACS, INRENA y desco - Contrato de Administración Parcial de la RNSAB. Para esto se ha llevado exi- tosamente la campaña de captura y esquila de vicuñas, logrando obtener 176 506 kg de fi bra primaria proveniente de 11 comités de manejo, siendo las comunidades de San Juan de Tarucani y Tambo Cañahuas las que mayor producción 54 La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca AGRADECIMIENTOS Agradecemos al Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), que por medio de la Jefatura de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca fi nanció los monitoreos poblacionales desde el año 2001. La Agencia Española de Cooperación Internacional fi nanció parcialmente los monitoreos entre el 2002 y 2004. El Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la RNSAB, a cargo de desco, realiza los monitoreos desde el 2007, en virtud del convenio formado con INRENA, hoy a cargo del Servicio Nacional de Areas Protegidas (SERNANP), del Ministerio del Ambiente, y del PROFONANPE, con fondos provenientes del Banco Mundial y KfW. En especial agradecemos a los guarda- parques comunales y a todas las comunidades que trabajan con mucho esmero en la conservación de la vicuña y que participan en los monitoreos poblacionales. BIBLIOGRAFÍA CONACS. 2002. Informe anual. Concejo Nacional de Camélidos Sudamericanos, Ministerio de Agricul- tura. Lima. Grimwood, I. R. 1969. The distribution and status of some Peruvian mammals 1968. Special publication Nº 21. American Committee for International Wild Life Protection and New York Zoological Society, Nueva York. INRENA. 2007. Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Instituto Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa. Hoces, R., 2004. Resultados de los censos de vicuñas 2003 – 2004 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Arequipa. Hofmann, R. K. K. Otte, C. F. Ponce y M. A. Ríos. 1983. El manejo de la vicuña silvestre, tomo 1 y 2. GTZ, Eschborn. Sahley, C. T., J. Torres V., y J. Sánchez Valdivia. 2007. Biological Sustainability of Live Shearing of Vicuña in Peru. Conservation Biology, 21 (1): 98–105. Sahley, C. T., J. Torres y J. Sánchez. 2004. Community ownership and live-shearing of vicuñas in Peru: eva- luating management strategies and their sustaina- bility. En K. Silvius, R. Bodmer, y J. Fragoso (eds.), People in nature: wildlife conservation in South and Central America. University of Columbia Press, New York. Pp. 155–170. Zúñiga, M. 2004. Camélidos silvestres en la región Arequipa, ¿dónde están y cuántos son? Asociación Nacional para el Desarrollo Sostenible, Andes Sos- tenible, Arequipa. Zúñiga, M. A. 2007. La vicuña y su manejo técnico. Universidad Alas Peruanas, Edit. Talleres Gráfi cos UAP. Lima. de fi bra han obtenido, al representar el 42% de la producción total. Las comunidades con menor producción son las de Pillone y Pillones, datos importantes que van a permitir brindar mayor apoyo a la organización de dichas acti- vidades. LA POBLACIÓN DEL GUANACO PERUANO (Lama guanicoe cacislensis) EN LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, SUR DEL PERÚ Horacio Zeballos1,2 y Jesús Sánchez1 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. horaciozeballos@gmail.com 2. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Alameda 340, Santiago de Chile. RESUMEN El monitoreo periódico de las poblaciones de camélidos silvestres resulta indispensable para su manejo efi ciente. El presente estudio reporta el comportamiento numérico de la población del guanaco peruano (Lama guanicoe cacsilensis) en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, estudiado entre los años 2001 y 2007. Asimismo, presentamos una descripción del comportamiento poblacional a nivel nacional y en la región Arequipa a lo largo de los últimos 8 años. Los censos se efectuaron utilizando el método de conteo directo y total; las zonas de censo fueron escogidas después de un exhaustivo monitoreo de las poblaciones de guanacos. El año 2007, la densidad de guanacos resultó ser mayor durante el mes de agosto, llegando a 0,29 guanaco/km2. seguida de los meses de mayo y junio con 0,24 guanaco/km2. Palabras clave: Camélidos sudamericanos, especies amenazadas, biodiversidad, Andes. ABSTRACT The periodical monitoring of populations is vital for effi cient management of wild camelids. We recorded numeric population of Peruvian guanaco (Lama guanicoe cacsilensis) inside the Salinas y Aguada Blanca National Reserve, ranging between 2001 and 2007. We present a description of population behavior at national and regional level, during the last eight years. We performed monthly censuses by direct counts in a previously elected area. In 2007, the number of guanacos appeared to be bigger during August, reaching 0,29 guanacos/km2, following 0,24 guanacos/km2 in May and June. Key words: South American camelids, endangered species, biodiversity, Andes. [ 55 ] INTRODUCCIÓN Cuando llegaron los españoles, el guanaco era el camélido más abundante de América del Sur, estimándose su población entre 30 y 50 millo- nes (FAO 1991). La población actual se estima en unos 600 000 animales (Marchetti et al. 1992). Antiguamente se consideraba que Lama guani- coe estaba conformado por cuatro subespecies; recientemente, mediante técnicas moleculares, se reconocen dos: la forma nominal que habita en el sur de Chile, Argentina, Paraguay y Bolivia, y el guanaco peruano (Lama guanicoe cacsilensis) que habita en el Perú y extremo norte de Chile (Gon- zález et al. 2006). Esta última subespecie cuenta con poblaciones que no superan los 5000 animales (CONACS 1997). Grimwood (1969) señaló que las poblaciones de guanacos en el Perú no superaban los 5000, mientras que el censo nacional de gua- nacos de 1996 dio cuenta de la existencia de 3010 56 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca guanacos (CONACS 1997, Zúñiga 2004). Por esta razón el Estado peruano la considera como especie “En peligro” (D.S. 034-2004-AG). Se ha postulado que su disminución poblacional fue ocasionada por una severa epidemia (Hoces 1992a) y prin- cipalmente por la caza indiscriminada que hasta el momento viene sufriendo la especie en todo su rango de distribución. Zeballos (2004) postula que las poblaciones del guanaco peruano con- formarían un sistema metapoblacional (Hanski 1991, MacCulloung 1996, Gilpin 1996, Marquet 2006). En este informe se exponen los principales resultados del monitoreo de los guanacos reali- zado durante el año 2007 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), y se lleva a cabo una comparación con la información obte- nida en los años anteriores, para conocer el estado de las poblaciones a nivel nacional en la región Arequipa. MATERIALES Y MÉTODOS Área de estudio y hábitat Está ubicada en la RNSAB, entre las laderas este y noreste del Chachani (6075 m de altitud), la represa de Aguada Blanca y el cerro Quimsaorcco, la pampa Cañahuas y la pampa de Arrieros, con altitudes que van de los 3800 a los 4600 m. Se trata de una zona semiárida de altura con grandes fl uctuaciones térmicas diarias y estacionales, con una precipitación total anual de 377 mm (Esta- ciones de pampa de Arrieros y Sumbay). Por lo general, el paisaje es colinoso hacia el lado este y noreste del nevado Chachani, con extensas pam- pas interrumpidas por algunas lomas y colinas de baja altura. La vegetación predominante es el pajonal, salpicado por tolares. Es un hábitat típico para vicuñas; de hecho, allí se concentra la mayor población de esta especie de la RNSAB. Se dan dos asociaciones vegetales en la zona de estudio: a. Stipa-Baccharis. En la zona de pampa de Arrieros y faldas del Chachani. La especie más común y característica es Stipa obtusa. También son importantes S. ichu y Baccharis buxifolia, y su aspecto es el de un pajonal continuo. Se carac- teriza por encontrarse entre las áreas más secas de la RNSAB. b. Festuca-Calamagrostis. En la zona de pampa Cañahuas. Entre las especies más importan- tes tenemos Festuca orthophylla, Calamagrostis curvula y Tetraglochin alatum. Es un pajonal ralo, salpicado de tolares. Para este estudio se realizó una recopilación de la información publicada, y se ha tomado como fuente los resultados del monitoreo men- sual de guanacos en la RNSAB, que abarca las laderas del Chachani, pampa Cañahuas y el río Chili, ocupando un área actual de 398 km2, en la cual se distribuye la única población de guanacos de la RNSAB (Zeballos 2004). Los censos se lleva- ron a cabo todos los meses del año desde el 2001. Para la realización del censo se viene utilizando la metodología de conteo directo y total (Rudran et al. 1996) en todas las áreas de estudio, ya que el área presenta alta visibilidad y el guanaco alta detectabilidad. Cada dos censadores por ruta de censos disponen de binoculares, libretas y plani- llas de campo, y se realiza el conteo entre las 6:00 am y 13:00 pm. En dicha actividad participaron los guardaparques de la RNSAB, guardaparques comunales, estudiantes y voluntarios. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 1. Población y distribución del guanaco en el Perú Los guanacos en el Perú hoy enfrentan una serie de amenazas, que han diezmado notablemente su población, que no supera los 4000 animales. Por esta razón, la especie está considerada como especie “En peligro” por la legislación vigente (D.S. 034-2004-AG). En el pasado, la población peruana de guanacos fue muy importante; de hecho se ha reportado que fue muy abundante en la costa y las vertientes occidentales del Perú (Grimwood 1969). Aunque sin haberlo constatado, se ha docu- mentado que la disminución poblacional fue ocasionada por una severa epidemia (Grimwood 1969, Hoces 1992a) y debido a la caza indiscri- minada, que aún hoy impacta sobre la especie en todo su rango de distribución. El único censo poblacional realizado el año 1996, da como resul- tado un estimado de 3810 guanacos en todo el La población del guanaco peruano en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 57 Perú (CONACS 1997, Zúñiga 2004). Hoy en día hay menos guanacos que la cantidad de vicuñas que había cuando se propuso recuperar la especie de la extinción. Dadas las notables adaptaciones del guanaco peruano a los hábitats desérticos más severos —que le permiten salvar grandes distancias—, y considerando que su distribución es fragmentaria en el Perú (e inclusive en el norte de Chile), su población debe ser de tipo metapo- blacional (Hanski 1991, 1999, McCullough 1996, Gilpin 1996, Marquet 2002). Esto quiere decir que la población total de esta subespecie se encuentra fragmentada en subpoblaciones y que la dinámica del sistema estaría gobernada por la extinción local y la capacidad de dispersión (especialmente de jóvenes), entre las diferentes subpoblaciones (Davies 2001). Las subpoblaciones del centro son muy peque- ñas y, por lo tanto, con altas probabilidades de llegar a la extinción local (Efecto Allee, estocasti- cidad ambiental). Las subpoblaciones del sur se encuentran mejor conectadas, pero por lo gene- ral son tres subpoblaciones que no superan los 300 animales y otras menores con menos de 100. Los principales núcleos poblacionales del sur se encuentran en Ayacucho y Arequipa (CONACS 1997), donde existe alta incidencia de cazado- res furtivos (comerciantes de carne para mineros informales y cazadores “deportivos”) e intensiva actividad minera. TABLA 1. Población de guanacos a nivel nacional. Censo del año 1996, tomado de CONACS (1997) Departamento Grupo Familiar Total Tropilla Solitarios No dif. Total Crías Apurímac 2 7 9 9 Puno 8 37 8 53 16 2 71 Moquegua 7 38 9 54 3 16 6 79 Tacna 10 31 10 51 20 19 5 95 Huancavelica 22 116 48 186 11 14 211 Ica 44 228 104 376 47 18 75 516 La Libertad 61 253 41 355 56 30 97 538 Arequipa 96 431 132 659 151 46 268 1124 Ayacucho 113 597 233 943 20 7 197 1167 TOTAL 363 1738 585 2686 297 163 664 3810 2. Guanacos en la región Arequipa No se tiene certeza del tamaño que en el pasado tenían las poblaciones de camélidos silvestres en Arequipa, menos aún del guanaco; aunque algu- nos autores presentan algunas cifras, éstas son muy especulativas. Los guanacos han sido reportados en Arequipa desde casi el nivel del mar, hasta más de los 4500 m de altitud (Wheeler 1983, Hoces 1992a,b, Zúñiga 2004), lo que denota su gran capacidad adaptativa y plasticidad en el uso del hábitat. Se le considera como generalista que con- sume una gran variedad de vegetales gracias a su alta efi ciencia digestiva (Raedeke y Simonetti 1987, Ortega y Franklin 1988, Fraser y Gordon 1997, Puig et al. 2001). Solamente dos censos poblacionales presentan datos que documentan la población de guanacos en la región: el censo nacional de guanacos del año 1996 (CONACS 1997) —que estimó la población en 1124 gua- nacos para el departamento de Arequipa (tablas 1 y 2)— y el censo del año 2000 que calculó 1045 guanacos. De acuerdo con estos censos, la población de guanacos de la región Arequipa ha disminuido un 7% en cuatro años. Considerando la ecuación de crecimiento poblacional para poblaciones discretas (Pianka 1982, Gotelli 1998), podemos calcular la tasa fi nita de crecimiento poblacional, lo que nos permite realizar predicciones sobre la tendencia poblacional en caso de que las condiciones no 58 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca varíen, que todos los individuos tengan la misma probabilidad de reproducirse y que la población esté cerrada (Pianka 1982, Gotelli 1998). La ecuación de crecimiento para poblaciones discretas es: Nt = t No, donde Nt es el tamaño poblacional en el tiempo t (en nuestro caso el censo del año 2000), t es la tasa fi nita de creci- miento poblacional en t años, y No es el tamaño poblacional en el tiempo inicial (en nuestro caso el año 1996). De acuerdo con esta ecuación, la tasa fi nita de crecimiento poblacional en el departa- mento de Arequipa es de 0,98. Si las condiciones ambientales no varían, en 10 años la población de guanacos en la región Arequipa alcanzaría las 918 cabezas, y en 100 años solamente 149. Queda claramente documentado que el sis- tema tiende a la disminución poblacional. Sin embargo, hay que considerar que en la población real solo una parte de la población son elemen- tos reproductivos (machos y hembras en grupos familiares); estos últimos fueron 659 animales el año 1996 y 576 el año 2000, por lo que nuestros estimados pueden variar notablemente. TABLA 2. Resultados de los censos de guanacos en la región Arequipa el año 1996, distribuidos a nivel provincial Provincias Grupo familiar Tropilla Solitario No dif. Total Cría Arequipa 19 82 14 42 10 99 266 Caravelí 30 122 49 53 20 33 307 Castilla 27 130 39 18 4 90 308 Caylloma 13 62 16 26 9 28 154 Condesuyos 7 35 14 12 3 18 89 Total 96 431 132 151 46 268 1124 TABLA 3. Resultados de los censos de guanacos en la región Arequipa el año 2000, distribuidos a nivel provincial Provincias Grupo familiar Tr op ill a So lit ar io N o di f. To ta l Cría Arequipa 11 57 22 84 4 8 186 Caravelí 15 106 41 145 8 8 321 Castilla 23 128 57 130 2 9 349 Caylloma 5 41 17 34 2 9 108 Condesuyos 10 33 10 26 2 0 81 TOTAL 64 365 147 419 1 32 1045 FIGURA 1. Variación poblacional en la región Arequipa sobre la base de los censos poblacionales de 1996 y 2000 (CONACS 2001). 0 100 200 300 400 Ar eq ui pa Ca ra ve li Ca sti lla Ca yll om a Co nd es uy os Provincias N úm er o de in di vid uo s 1996 2000 La población del guanaco peruano en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 59 3. Población de guanacos en la RNSAB En los últimos años, los guanacos en la RNSAB están experimentando un notable crecimiento poblacional (fi gura 2). En los primeros años de la RNSAB (1979) se hizo un conteo total y se estimó una población de 250 animales, que afectada por la cacería continuó disminuyendo; es recién a partir del año 2002 en que se aprecia efectiva- mente un proceso de recuperación de esta especie en la RNSAB, fruto de la constante presencia de guardaparques y de un destacamento de la Policía Ecológica. FIGURA 2 Tendencia a la disminución poblacional del guanaco en la RNSAB desde el año 1979 al 2007. La fi gura presenta los valores censales conocidos. 0 100 200 300 1970 1980 1990 2000 2010 t (años) n (n úm er o de g ua na co s) Durante el año 2007 hemos monitoreado la población mensualmente y encontramos que hay una notable variación mes a mes, lo que estaría refl ejando que los guanacos se mueven hacia áreas no censadas, quizá hacia la zona de El Rayo o a las cumbres del Chachani. La primera alternativa es factible dado que al parecer existe un pequeño núcleo poblacional en esa zona. A partir de agosto ampliamos el área censal hacia una de las laderas del Chachani y encontramos un grupo familiar bastante grande; fue precisamente ese el mes en que registramos más individuos 117 (fi gura 3) y con una densidad poblacional de 0,29 guanacos/ km2 (fi gura 4). 4. Observaciones sobre reproducción En los monitoreos se ha diferenciado, en tanto que inmaduros, a las crías y a los juveniles. Éstos nos FIGURA 3 Resultados del monitoreo poblacional mensual del gua- naco peruano en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Año 2007. FIGURA 4 Variación de la densidad poblacional reportada mensual- mente del guanaco peruano en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, año 2007. N úm er o de g ua na co s En er o Fe br er o M ar zo Ab ril M ay o Ju ni o Ju lio Ag os to Se tie m br e O ct ub re N ov iem br e Di cie m br e 0 50 100 150 tiempo (meses) 0.00 0.10 0.20 0.30 En er o Fe br er o M ar zo Ab ril M ay o Ju ni o Ju lio Ag os to Se tie m br e O ct ub re N ov iem br e Di cie m br e tiempo (meses) de ns id ad (g ua na co s/ km 2) dan indicios indirectos del período reproductivo. Si bien hay presencia de crías desde el mes de enero, el grueso de las mismas se puede observar entre marzo y mayo (fi gura 5); y en los últimos meses del año ya casi no se observan crías, excepto el año 2003. En los meses de invierno, se da una notable disminución del número de crías, por lo que esta temporada debe ser la de mayor vulnerabilidad para las mismas. Por lo tanto, la época crítica para la reproducción estaría entre marzo y mayo, y el período crítico para la sobrevivencia y posterior reclutamiento poblacional de los juveniles sería el invierno, que se caracteriza por el frío (noches con temperaturas por debajo del punto de congela- ción) y la escasez de alimento de calidad, factores que incrementan su mortalidad (Sarno et al. 1999, Puig y Videla 2000). 60 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FIGURA 5 Número de crías de guanaco presentes a lo largo del año, entre el 2001 y el 2004. 5. Estructura social en la RNSAB La estructura social de los guanacos en la RNSAB es compleja. Por lo general consta de grupos fami- liares, de machos solitarios, tropillas de juveniles, grupos mixtos con dos a tres machos, varias hem- bras y crías, y hembras solas con crías. Los grupos familiares estuvieron constituidos por un macho y de una a 20 hembras, siendo más frecuentes los grupos con tres, seis y siete hembras (fi gura 6). Esto concuerda con lo observado para la especie en otras zonas de América del Sur (Garrido et al. 1981, Marchetti 1992). Los grupos con muchas hembras fueron temporales, aunque en la mayo- ría de los casos hubo un grupo con más de diez hembras, pero en número variable. Al parecer, la cohesión del grupo familiar no es característica de esta población, ya que en la mayoría de los casos no fue posible seguir a los grupos familiares de un mes a otro porque variaba la composición familiar. Los grupos familiares fueron vistos con una a ocho crías (media = 2,6; s2 = 2,759; moda = 1). Los grupos mixtos estuvieron conformados por dos a tres machos, de 13 a 23 hembras y de ninguna a ocho crías. Se observaron estos grupos en cinco oportunidades; tales grupos permane- cen pastando, no se observa comportamiento agresivo entre ellos, por lo que se descarta que se hayan agrupado por disturbios de la actividad censal y este tipo de comportamiento ya ha sido descrito antes (Franklin 1982, Marchetti 1992), pero no para el Perú. Mientras que las tropillas fueron observadas en escasas oportunidades, entre diciembre y junio, estuvieron conformadas por 8 a 11 animales (media = 10,8; s2 = 7,7; moda = 8). Este pequeño número es entendible debido al pequeño tamaño poblacional de los guanacos en la RNSAB. No se ha detectado desplazamiento de las tropillas hacia otras regiones; sin embargo, hay reportes de un macho joven en Tocra y un grupo familiar en El Rayo, entre la Reserva y la población de guanacos de Huambo. 0 5 10 15 ene feb mar abr may jun jul ago set oct nov dic t (meses) N úm er o de c ría s 2001 2002 2003 2004 FIGURA 6 Número de hembras que componen los grupos familiares de guanacos en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. 0 5 10 15 20 25 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 Número de hembras Gr up os fa m ilia re s La población del guanaco peruano en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 61 AGRADECIMIENTOS Agradecemos al Servicio de Areas Naturales Protegidas del SERNANP (antes a cargo del Instituto Nacional de Recursos Naturales, INRENA), que por medio de la Jefatura de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca fi nanció los monitoreos poblacionales desde el año 2001. La Agencia Española de Cooperación Internacional fi nanció parcialmente los monitoreos entre el 2002 y 2004. El Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la RNSAB, del Proyecto GPAN (PROFONANPE) a cargo de desco y la RNSAB realizan los monitoreos desde el 2007, con fondos del Banco Mundial y KfW. BIBLIOGRAFÍA guanaco Lama guanicoe (Artiodactyla, Camelidae). Mammal Review, 36(2): 157–178. Gotelli, N. J. 1998. A primer of ecology. Sinauer Asso- ciates. Sunderland, Massachusetts. Grimwood, I. R. 1969. The distribution and status of some Peruvian mammals 1968. Special publication Nº 21. American Committee for International Wild Life Protection and New York Zoological Society, New York. Hanski, I. 1991. Single-species metapopulational dyna- mics: Concepts, models and observation. Biological Journal of Linnean Society, 42: 17-38. Hanski, I. 1999. Metapopulation Ecology. Oxford Uni- versity Press, New York. Hoces, D. 1992 a. Situación del guanaco en Perú., Pp. 139-148. En: B. 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Jardín Botánico de Missouri, Cusco. RESUMEN Se presenta la diversidad de plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, situada en los departamentos de Arequipa (provincias de Arequipa y Caylloma) y el departamento de Moquegua (provincia General Sánchez Cerro). Abarca una superfi cie de 366 936 hectáreas y las muestras proceden desde los 2600 m hasta casi 5000 m de elevación, correspondiendo la mayoría de su territorio a la puna seca. Consta de 463 especies, distribuidas en 227 géneros, 70 familias y tres divisiones. Del total de especies, la división Pteridophyta está representada por cinco familias, seis géneros y seis especies; Pinophyta es una división representada por una familia, un género y dos especies, y Magnoliophyta con 64 familias, 220 géneros y 455 especies. De esta última división, la clase Magnoliopsida (dicotiledóneas) es la más abundante con 52 familias, 173 géneros y 347 especies. Las familias con más de 10 géneros y mayor diversidad en especies son: Asteraceae con 45 géneros y 110 especies, Poaceae con 25 géneros y 79 especies, y Fabaceae 11 géneros y 36 especies. Los géneros con más de diez especies son: Senecio (22 spp), Calamagrostis (17 spp), Nototriche y Poa con 14 especies cada una, y Astragalus (11 spp). Las plantas crecen formando comunidades características de puna seca, destacando los pajonales, bosques de Polylepis o queñuales, tolares y comunidades cespitosas, principalmente los yaretales. Palabras clave: Puna, altos Andes de América del Sur, Andes, fl ora, biodiversidad. ABSTRACT We present information on the vascular plant diversity of the Salinas y Aguada Blanca National Reserve, a protected area found in the Department of Arequipa (Prov. Arequipa and Caylloma) and Moquegua (Prov. General Sánchez Cerro). It has an area of 366,936 ha, and our collections range between 2600 to 5000 m over the sea level, most from environments termed dry puna (puna seca). The total of vascular plants consists of 463 species, distributed into 227 genera, 70 families and three divisions. Out of the total of species, the Pteridophyta are represented by fi ve families, six genera and six species. The Gymnosperms are represented only by a single family with one genus and two species. The Magnoliophyta are represented by 64 families, 220 genera and 455 species. From this last division, the Magnoliopsida (dicots) are the most abundant with 52 families, 173 genera and 347 species. The families with over 10 genera and the most diverse are the Asteraceae with 45 genera and 110 species, Poaceae with 25 genera and 79 species, and Fabaceae with 11 genera and 36 species. The genera with more than ten species include: Senecio (22 spp.), Calama- grostis (17 spp.), Nototriche (14 spp.), Poa (14 spp.), and Astragalus (11 spp.). The plants grow in characteristic communities of high-elevation habitats (puna seca), that including grasslands or seasonally wet areas, small forest pockets of Polylepis or “queñuales”, and cushion-form plants called “yaretales” and “tolares”. Key words: Puna, South American highlands, Andes, fl ora, biodiversity. [ 65 ] 66 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca INTRODUCCIÓN La diversidad de angiospermas y gimnospermas del Perú, según Brako y Zarucchi (1993) estaba representada por 1743 especies; posteriormente Ulloa et al. (2004) adicionan 1845 especies a la fl ora peruana, de las cuales 840 táxones fueron descritos como nuevos para la ciencia, mientras los demás resultaron nuevos registros y nuevas combinaciones. Para Arequipa, según Quipuscoa et al. (2006), se reportaron 1160 taxas de plan- tas vasculares, que comprendían las divisiones Pteridophyta, Pinophyta y Magnoliophyta. En la actualidad, más de 100 nuevos registros se han incorporado a esta lista, ya sea como nuevos regis- tros o como especies nuevas para la ciencia (Dillon et al. 2007). Arequipa y todo su ecosistema resultan muy importantes, como parte de una barrera geográ- fi ca, edáfi ca y climatológica, para la distribución de las plantas en Sudamérica. Su posición geográfi ca, así como sus factores medioambientales son cau- santes de la distribución de muchos táxones, tanto al sur como al norte de Arequipa, principalmente de aquéllos que poseen gran diversidad al sur de Sudamérica, los mismos que alcanzan su distribu- ción máxima hacia el norte en este departamento, tales como: Gomphrena meyeniana var. conwayi (Rusby) Suess., Gomphrena umbellata Remy, Azo- rella compacta Phil., Azorella diapensioides A. Gray, Bowlesia lobata Ruiz y Pav., Bowlesia tropaeolifolia Gillies y Hook., Mutisia comptoniifolia Rusby, Oeno- thera nana Griseb., Oenothera punae Kuntze, Jabo- rosa squarrosa (Miers) Hunz. y Barboza, Mastigos- tyla cyrtophylla I.M. Johnst. y especies Phylloscirpus, entre las principales. La diversidad de plantas que hay en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca también ha manifestado cambios en la mayoría de los táxones; estas cantidades se han modifi cado constantemente como consecuencia de las múltiples colecciones y determinaciones que se han realizado. La importante superfi cie de la Reserva, así como su particular formación topográfi ca, las cuencas que se han formado, la diversidad de sus suelos y los diferentes factores climáticos, han generado por lo menos, según el Plan Maestro (2001), seis zonas de vida, que alber- gan gran diversidad de plantas. Estos resultados han sido informados en tesis, en la publicación de trabajos de investigación y en los diferentes planes maestros de la Reserva (Linares 1991, 1996 y Plan Maestro 2001). En lo referente a las angiospermas, del total de especies reportadas en Brako y Zarucchi (1993) para el departamento de Arequipa, casi 46% de géneros y el 34% de especies son nuevos repor- tes para el departamento. De estos porcentajes, el 46% de géneros y 20% de especies correspon- den a Magnoliopsida (dicotiledóneas) y el 62% de géneros y 53% de especies a Liliopsida (monocoti- ledóneas). Las familias con más de cuatro géneros no reportados para Arequipa por Brako y Zaruc- chi (1993) son: Asteraceae (22), Poaceae (15) y Solanaceae (5) y las familias de plantas con más de cuatro especies no reportadas son: Asteraceae (43 spp.), Poaceae (41 spp.), Apiaceae (6 spp.), Fabaceae (6 spp.), Brassicaceae (5 spp.), Solana- ceae (5 spp.) y Juncaceae (5 spp.). Estas cifras son indicadoras de la gran diversidad que poseen estas áreas, que todavía necesitan ser exploradas. Las familias con más de nueve géneros, y por tanto las más diversas, son: Asteraceae, seguida de Poaceae, Fabaceae y Brassicaceae; estas cua- tro familias poseen el 41% del total de géneros que crecen en la Reserva. Las familias con más de nueve especies son: Asteraceae, Poaceae, Faba- ceae, Malvaceae, Brassicaceae, Caryophyllaceae, Cactaceae, Solanaceae y Scrophulariaceae, que en conjunto poseen casi el 67% del total de especies. En tanto que los géneros más diversos también corresponden a familias numerosas tales como: Asteraceae (Senecio 17 spp, Baccharis y Werneria 8 spp., Mutisia 6 spp y Perezia, 5 spp.), Poaceae (Calamagrostis 17 spp., Poa 14 spp., Nasella 9 spp. y Festuca 6 spp.), Malvaceae (Nototriche 14 spp.), Fabaceae (Astragalus 11 spp., Lupinus 6 spp.), Chenopodiaceae (Chenopodium 6 spp.), Plantan- ginaceae (Plantago 6 spp.), Caryophyllaceae (Pyc- nophyllum 5 spp.) y Solanaceae (Solanum 5 spp.). Desde luego, estas familias están bien representa- das en ambientes altoandinos y además son muy numerosas en todo el mundo (Woodland 1997, Smith 2004, Sklená 2005). En esta zona, las plantas se agrupan en for- maciones vegetales características de puna seca. Según Weberbauer (1945) y otros autores, con- forman varias comunidades, entre ellas: los tola- res, cuyos componentes principales pertenecen Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 67 a especies de Asteraceae (Parastrephia, Baccharis y Senecio) y Fabaceae, principalmente especies del género Adesmia; los bosques de queñoa con Polylepis rugulosa Bitter (Rosaceae) como especie principal y dominante; los bofedales, comunidades propias de zonas altoandinas; humedales donde es característica la presencia de especies sumer- gidas, fl otantes y palustres de las familias: Apia- ceae, Asteraceae, Brassicaceae, Campanulaceae, Fabaceae, Gentianaceae, Geraniaceae, Malvaceae, Ranunculaceae, Rosaceae, Scrophulariaceae, Sola- naceae, Cyperaceae, Juncaceae, Hydrocharitaceae, Lemnaceae, Poaceae y Zannicheliaceae (Kanh et al. 1993); las comunidades cespitosas, principal- mente los yaretales, conformados por los géneros: Azorella, Pycnophyllum, Nototriche, Mniodes y Wer- neria; y los pajonales que ocupan la mayor parte del territorio de la Reserva, siendo las Poaceae de los géneros Stipa, Eragrostis, Calamagrostis y Fes- tuca sus principales representantes (Weberbauer 1945). Los conceptos de endemismo usados por Brako y Zarucchi (1993), Ulloa et al. (2004), así como León et al. (2006) deben tomarse con cierta relatividad, debido a que solamente tienen en cuenta muestras colectadas en un tiempo y luga- res determinados; sin embargo, a medida que las colecciones son más intensas y prolijas, es posible obtener otros datos para entender la distribución geográfi ca de las especies. Son escasas las especies que poseen distribución restringida a estas zonas, como Senecio chachaniensis Cuatrec. y Senecio yurensis Rusby, consideradas endémicas para Are- quipa, o Gochnatia lanceolata H. Beltrán y Ferreyra solo citada para estas áreas. Sin embargo, muchas especies reportadas solo para este departamento o consideradas endémicas, posiblemente presentan una distribución más amplia, como sucede con muchas que no han sido reportadas en anteriores publicaciones para la Reserva, y con estos datos se amplía su distribución. Debido a las condiciones climáticas y edáfi cas de la Reserva, varias modifi caciones morfológicas y fi siológicas han adoptado las especies de plan- tas, y algunas presentan adaptaciones similares a las especies que crecen en la jalca y el páramo. Sin embargo, dependiendo del hábito y del grupo de plantas, solamente Polylepis (Rosaceae) posee especies arbóreas que alcanzan mayor distribu- ción altitudinal; tales especies poseen troncos retorcidos y con abundante ritidoma; las especies arbustivas poseen tallos retorcidos, sarmentosos y espinosos (Adesmia, Proustia, Tetraglochin, Sene- cio, Colletia, Dunalia), algunas poseen resinas en tallos y hojas (Aristeguietia, Baccharis, Grindelia, Proustia, Senecio, Werneria, Xenophyllum, Azore- lla). Las hojas se reducen, se vuelven duras y en ocasiones no realizan fotosíntesis (Ephedra), son pequeñas dorsiventrales (Cryptantha, Pectocarya, Cardionema, Paronychia) o son escuamiformes e imbricadas (Loricaria, Parastephia). Las hierbas se agrupan en colonias (Azorella, Mniodes, Nototri- che, Perezia, Nototriche), poseen hojas general- mente arrosetas (Hypochaersis, Leucheria, Lucilio- cline, Novenia, Perezia, Werneria, Draba, Geranium, Acaulimalva, Nototriche, Plantago, Calandrinia, Jaborosa, Valeriana, Viola) o son aciculares y pun- zantes (Stipa, Eragrostis, Calamagrostis, Festuca). Las Cactaceae no columnares se agrupan general- mente en colonias (Austrocylindropuntia, Cumulo- puntia, Echinopsis); en algunas especies las espinas se orientan a la zona apical y en otras se cubren completamente de tricomas blancos (Austrocylin- dropuntia, Oreocereus). Sin embargo, la mayoría de las especies son terófi tos y se desarrollan en épocas de lluvia; otras crecen en los bofedales y muchas especies de Poaceae son perennes. Estas son algunas de las adaptaciones de las especies que crecen en la puna seca, a la cual corresponde el territorio de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. En este trabajo, la mayoría de los nombres científi cos han sido actualizados, y se han utilizado las nuevas combinaciones y el uso actual de la nominación para los autores de las especies; en algunos casos se mantienen algunos nombres debido a su amplio uso como Stipa. A medida que los conceptos de especie sean más delimitados, se entenderá mejor la diversidad y, por lo tanto, serán de mucha utilidad para pro- poner medidas de conservación del ecosistema. Aunque los datos que se dan a conocer corres- ponden a muchas investigaciones, no son defi niti- vos; aún falta realizar más expediciones científi cas, tratando de abarcar la mayor cantidad de terri- torio posible. Deben ser exhaustivas y en todas las épocas del año, porque todos estos datos nos ayudarán a entender mejor la diversidad de plan- tas que existe. Así mismo, no todas las especies 68 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca citadas han sido colectadas por los autores; se han tenido en cuenta las colecciones y publicaciones realizadas por otros colectores e investigadores. MÉTODOS La colección de material botánico ha sido realizada por los autores y otros colectores mediante sucesi- vas excursiones a las diversas formaciones vegetales de la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca. Se tomaron datos in situ acerca de las plantas colec- tadas, la ecología, la distribución (geográfi ca, alti- tudinal, latitudinal y longitudinal), la fenología, el estado actual de las especies y se tomaron fotogra- fías. Así mismo, se consultaron y obtuvieron datos del material herborizado de los herbarios: CUZ (Herbario Vargas, Universidad Nacional San Anto- nio Abad del Cusco), F (Herbario del Field Museum, EE.UU.), HAO (Herbario de la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo), HUSA (Herbarium Areqvipense, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa) y USM (Herbario, Museo de Histo- ria Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos), donde se encuentran depositadas las colecciones. El material recolectado se determinó en el campo y en el herbario; en algunos casos se usaron tipos, fototipos y en otros, la descripción ori- ginal de las especies y la comparación con muestras herborizadas y determinadas en los herbarios. La ubicación taxonómica de las especies se ha llevado a cabo mediante el sistema fi logético de Cronquist (1988); para las Pinophyta (gimnospermas) y Mag- noliophyta (angiospermas), el sistema de Tryon y Stolze (1989-1994), y Tryon y Tryon (1982) para FIGURA 1 Riqueza de especies según los táxones suprafamiliares de plantas de la Reserva de Salinas y Aguada Blanca. FIGURA 2 Cantidad de géneros de las familias de plantas de la Reserva de Salinas y Aguada Blanca. 1 2 3 4 5 6 6 7 7 10 11 25 45 0 10 20 30 40 50 37 fa m ilia s 13 fa m ilia s 5 fa m ilia s 3 fa m ilia s 4 fa m ilia s M alv ac ea e Ca ry op hy lla ce ae Ca ct ac ea e So lan ac ea e Br as sic ac ea e Fa ba ce ae Po ac ea e As te ra ce ae Familias Nú m er o de g én er os las Pteridophyta. Así mismo, se ha tenido en cuenta los nuevos cambios de nomenclatura. RESULTADOS La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de Arequipa está representada por 463 especies de plantas vasculares, que corresponden a 227 géneros y 70 familias. De éstas, 6 especies corres- ponden a Pteridophyta, dos a Pinophyta, 455 especies a Magnoliophyta; de esta última división 347 especies son Magnoliopsida (dicotiledóneas) y 108 especies corresponden a Liliopsida (mono- cotiledóneas) (fi gura 1). Las familias mejor representadas son: Astera- ceae, Poaceae, Fabaceae y Brassicaceae. Las cinco familias con mayor número de géneros represen- tan la mayor diversidad en cuanto a géneros y especies (fi gura 2). Los géneros con más de cinco 2 6 108 347 0 100 200 300 400 Pi no ph yt a Pt er id op hy ta Lil io ps id a M ag no lio ps id a Taxón suprafamiliar N úm er o de e sp ec ies Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 69 FIGURA 3 Cantidad de especies de las familias de plantas de la Reserva de Salinas y Aguada Blanca. FIGURA 4 Cantidad de especies de los géneros de plantas de la Reserva de Salinas y Aguada Blanca. especies son: Senecio, Calamagrostis, Nototriche, Poa, Astragalus, Nasella, Baccharis, Werneria, Mutisia, Chenopodiun, Lupinus, Plantago y Festuca (fi gura 4). DISCUSIÓN La cantidad de géneros registrados para la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca aún no es completa; sin embargo, la cantidad que se reporta es mayor a los reportes realizados por Linares 1 2 3 4 5 6 7 7 8 9 10 12 12 13 14 22 36 79 110 0 40 80 120 27 fa m ilia s 12 fa m ilia s 7 fa m ilia s 5 fa m ilia s 4 fa m ilia s 2 fa m ilia s Bo ra gi na ce ae Ch en op od iac ea e Ju nc ac ea e Ap iac ea e Sc ro ph ul ar iac ea e Ca ct ac ea e So lan ac ea e Ca ry op hy lla ce ae Br as sic ac ea e M alv ac ea e Fa ba ce ae Po ac ea e As te ra ce ae Familias N úm er o d e es pe cie s 1 2 3 4 5 6 7 8 8 9 11 14 14 17 22 0 5 10 15 20 25 14 1 gé ne ro s 46 g én er os 15 g én er os 9 gé ne ro s 3 gé ne ro s 4 gé ne ro s Lu pi nu s W er ne ria Ba cc ha ris N as se lla As tra ga lu s Po a N ot ot ric he Ca lam ag ro sti s Se ne cio Géneros N úm er o de e sp ec ies (1991, 1996) y al Plan Maestro (2001), superán- dolo en aproximadamente un 32% en géneros y el 23% en especies. En lo referente a Pteridophyta, se registran seis especies agrupadas en cinco fami- lias, lo que representa aproximadamente el 5% del total de helechos reportados para Arequipa. Adiantum raddianum posee amplia distribución en América y algunos países de África; Asplenium tri- phyllum, Polystichum orbiculatum, Cystopteris fragi- lis y Woodsia montevidensis crecen en varios países andinos y de Centroamérica, desde los 2500 m 70 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca hasta cerca de 5000 m. Por su lado, Azolla fi liculoi- des es una especie fl otante de amplia distribución en el mundo; crece tanto cerca al mar como hasta alturas mayores a los 4000 m, principalmente en los bofedales de La Reserva y en lugares húmedos continentales (Foster 1958, Kahn 1993). Por su parte, Pinophyta (ginmospermas) está representada por dos especies, Ephedra ame- ricana y Ephedra rupestris, táxones que según Brako y Zarucchi (1993) son especies diferentes. Sin embargo, en el catálogo del Missouri Botani- cal Garden, Ephedra rupestris es una variedad de Ephedra americana; en todo caso, ambas poseen una amplia distribución en los Andes: la primera reportada desde cerca del mar y la segunda desde los 3000 m hasta elevaciones mayores a 5000 m en el Cusco (Franquemont et al. 1990). Magnoliophyta (angiospermas) está represen- tada por dos clases: Magnoliopsida (dicotiledó- neas) y Liliopsida (monocotiledóneas). La primera con 52 familias, 173 géneros y 347 especies. Con respecto a la familia Amaranthaceae, Gomphrena meyeniana var. conwayi fue tratada por Rusby (1912) como Gomphrena conwayi. Gomphrena umbellata, así como la anterior, presentan amplia distribución en los Andes del sur de Sudamérica (Argentina y Bolivia); crecen por encima de los 4500 m de elevación y alcanzan su límite de dis- tribución al norte de Sudamérica, en el departa- mento de Arequipa (Holzhammer 1956). Por su lado, Alternanthera porrigens se distribuye en Amé- rica del Sur, desde los 600 m en Arequipa, hasta más de 3500 m de elevación en varios lugares del Perú; en la Reserva se la encuentra creciendo principalmente en laderas rocosas y arbustivas (Macbride 1937). La familia Apiaceae ocupa el décimo lugar en cantidad de especies. Aunque no todas las espe- cies de Azorella poseen la misma distribución, están mejor representadas al sur de Sudamérica; así Azorella multifi da se distribuye en casi todo el Perú, mientras que Azorella compacta y A. diapen- sioides se distribuyen solamente al sur del país. Estas especies crecen agrupadas formando almo- hadillas o colonias de plantas, lo que tipifi ca las comunidades de césped de puna, y llegan a crecer arriba de los 4500 m de elevación. Las especies de Bowlesia son herbáceas anuales, que aparecen con las lluvias y se distribuyen al sur de Sudamé- rica, llegando hasta los 4500 m de elevación, y solamente Bowlesia tropaeolifolia fue reportada para Arequipa (Bracko y Zarucchi 1993). Estos autores consideran a Lilaeopsis andina como sinó- nimo de Lilaeopsis macloviana; sin embargo, en el catálogo de Missouri son consideradas como especies independientes que se distribuyen al sur de Sudamérica y crecen por arriba de los 4000 m de elevación. En tanto, Oreomyrrhis andicola, con amplia distribución en Sudamérica y el Perú, no fue reportada para Arequipa (Luteyn 1999). El género Sarcostemma, según Smith et al. (2004), está incluido actualmente en la familia Apocynaceae mediante estudios moleculares, aun- que tradicionalmente han sido tratadas dentro de la familia Asclepiadaceae (Brako y Zarucchi 1993, Woodland 1997). Está representado por dos espe- cies volubles que crecen y se desarrollan muy bien en los meses de lluvias (diciembre-marzo), donde cumplen su ciclo reproductivo, y tienen amplia distribución en los Andes del Perú y también en lomas del norte. La familia Asteraceae es un grupo muy abun- dante en géneros y especies a nivel mundial, como en el neotrópico; se han adaptado a los más exi- gentes y diversos ambientes y, según Raven y Axelrod (1974), Turner y Nesom (1989) y Bremer (1994), Sudamérica sería el centro de origen de esta familia; de allí la gran diversidad en todos los ambientes de la Reserva donde es la familia con mayor cantidad de géneros y especies. Lo mismo sucede en todo el Perú, donde se consi- dera que estaría representada por 240-245 géne- ros y de 1500-1530 especies (Dillon y Sagástegui 2001, Beltrán Baldeón 2001, Quipuscoa y Dillon 2004). Para Arequipa y la Reserva, los resultados son similares; esta familia posee la mayor canti- dad de géneros y especies. El género Senecio está representado por más del 75% de las especies que crecen en esta región y es el de mayor diver- sidad (Woodland 1997). Baccharis es otro género con muchas especies y de amplia distribución, las cuales están adaptadas a varios tipos de hábitats y, por lo tanto, se las encuentra en muchas forma- ciones vegetales. Werneria, género muy cercano a Senecio, le sigue en diversidad y junto con las especies de Mniodes y Xenophyllum forma parte de las comunidades cespitosas, donde además cre- cen especies de Azorella, Nototriche, entre otras. Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 71 Gochnatia lanceolata es aún considerada endémica para esta zona; sin embargo, Senecio chachaniensis y Senecio yurensis Rusby son especies consideradas endémicas para Arequipa, sobre todo la última de las nombradas, que posiblemente posee mayor distribución al sur del Perú. Los tolares ocupan gran extensión de la Reserva y están constituidos principalmente por Parastrephia, Baccharis y Sene- cio, géneros que crecen en todos los ambientes y también en las demás formaciones vegetales. Así mismo, la mayoría de las especies de esta familia son usadas por los pobladores como medicinales, y son fuente de recursos para sus ingresos familiares (Parastrephia) (Weberbauer 1945). En la Reserva, los pobladores cultivan Ullucus tuberosus, que es la única especie representante de la familia Basellaceae. Algo similar sucede con Berberis lutea (Berberidaceae), que es de amplia distribución en América y crece asociada princi- palmente con los bosques de queñoa (Macbride 1938). Por su parte las especies de Boraginaceae son principalmente herbáceas, efímeras, anuales y solo Heliotropium arborescens es arbustiva y de amplia distribución en el Perú, en tanto que Borago offi cinalis es introducida y cultivada (Jørgensen M. y Ulloa 1994, Macbride 1960). El cuarto lugar entre las familias más abundantes en géneros que crecen en la Reserva, está ocupado por Brassica- ceae. Sisymbrium (3 spp.) es el género más diverso y, según Al-Shehbaz (1989), Sisymbrium arequi- panum es endémica para Arequipa; las demás especies de esta familia poseen hábito herbáceo, son anuales, crecen entre las rocas en épocas de lluvia, mientras otras están asociadas con hume- dales. Estas especies están muy adaptadas a luga- res altoandinos de América y se distribuyen hasta elevaciones mayores a los 4500 m. Con siete géneros y 12 especies, las Cactaceae ocupan el quinto y sétimo lugar respectivamente. La mayoría de las especies crecen agrupadas en colonias, adaptación que les permite soportar condiciones extremas de temperatura y otras condiciones ambientales propias de estas eleva- ciones. Según Brako y Zarucchi (1993), las espe- cies de Cumulopuntia y Austrocylindropuntia han sido incluidas en Opuntia, pero en este trabajo las especies se incluyen en los géneros anteriormente mencionados. Cumulopuntia ignescens forma gran- des colonias con las espinas en la parte superior de los tallos y las especies de Austrocylindropun- tia poseen tricomas largos y blancos que cubren toda la colonia; en ambos casos se trata de adap- taciones a su hábitat. Echinopsis, según Britton y Rose (1920), está integrado por plantas esféricas o columnares, las especies de estas áreas no son columnares, sus tallos esféricos forman colonias y crecen principalmente en laderas rocosas; en tanto que Corryocactus brevistylus y Oreocereus leu- cotrichus, de hábito columnar, crecen en lugares abiertos y laderas rocosas; la primera posee frutos grandes y esféricos (sancayo), que son consumidos como medicinales, y Opuntia fi cus-indica (tuna) es generalmente cultivada para la crianza de Dactylo- pius coccus (cochinilla) con el objeto de aprovechar sus frutos maduros en la alimentación. En los catálogos de Brako y Zarucchi (1993) y Ulloa et al. (2004), el género Calceolaria es incluido en la familia Scrophulariaceae; sin embargo, mediante estudios de ADN está considerado actual- mente en la familia Calceolariaceae y es reportado de esta manera por Salinas y León (2006). Las especies de Calceolaria se distribuyen en la Reserva por encima de los 2600 m de elevación. Así mismo, las famílias Calyceraceae y Campanulaceae están representadas por hierbas altoandinas, que habi- tan bofedales u otros humedales; estas especies son de amplia distribución en América (Jørgensen y Ulloa 1994). Las Caryophyllaceae, que superan en una especie a las Cactaceae, son principalmente herbáceas y arbustos pequeños como Paronychia microphylla var. arequipensis, que es perenne y considerada endémica para Arequipa; las demás, son anuales. El rango altitudinal mayor de esta familia, lo poseen las especies de Spergularia y las que tienen amplia distribución en América: Ste- llaria prostrata, Pycnophyllum molle y Cardionema ramosissima que están adaptadas a lugares altoan- dinos (Macbride 1937), en tanto que Paronychia andina según Cano y Sánchez (2006), además de ser considerada endémica, solo ha sido reportada para el norte y centro de Perú. Es muy frecuente encontrar a las Chenopodia- ceae creciendo en lugares ruderales o alterados por el hombre; por tales motivos han alcanzado una amplia distribución. Chenopodium pallidicaule =kañihua y Chenopodium quinoa =quinua son especies domesticadas por los antiguos peruanos y cultivadas por su alto valor alimenticio (Mac- 72 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca bride 1937, Foster 1958). Las demás especies son de amplia distribución y crecen frecuentemente invadiendo cultivos o en chacras abandonadas, algunas de las mismas son usadas como alimenti- cias y medicinales, tal es el caso de Chenopodium ambrosioides var. ambrosioides usada en la alimen- tación y como medicinal en forma de infusiones para eliminar parásitos intestinales. Una sola especie es representante de la fami- lia Convolvulaceae y tiene amplia distribución en América del Sur (Fabris 1965). Por su parte, las Crassulaceae poseen dos especies, Crassula con- nata de amplia distribución en América y Villadia reniformis que crece en lugares secos y húmedos de varias regiones del Perú, hasta los 4500 m de elevación. Cucurbitaceae es una familia pobre- mente representada y solamente Sicyos baderoa crece en épocas de lluvia y es de amplia distri- bución en América del Sur. Escallonia myrtilloides var. myrtilloides que según Smith (2004) debe ser tratada en la familia Escalloniaceae, fue incluida en la familia Grossulariaceae (Brako y Zarucchi 1993, Mendoza y Monsalve 2006). Es una espe- cie de amplia distribución en América del Sur y en la Reserva crece asociada con los bosques de queñoa. Así mismo, las Euphorbiaceae están repre- sentadas solo por especies herbáceas y anuales. Hickman (1993) considera que Euphorbia glyptos- perma corresponde a Chamaesyce glyptosperma; sin embargo, aún se mantiene esta especie dentro del género Euphorbia en el catálogo de Missouri y tiene amplia distribución en América. El tercer lugar en lo que atañe a diversidad lo ocupa la familia Fabaceae, solo superada por las Asteraceae y Poaceae en cantidad de géne- ros y especies. Astragalus es el género más abun- dante con representantes herbáceos y pequeños arbustos, que crecen formando parte de varios ambientes altoandinos; así, garbancillo (Astra- galus garbancillo) es la de mayor distribución en América. Lupinus, por su parte, es un género muy diverso y con muchas especies endémicas para el Perú; se encuentra frecuentemente asociado con los bosques de queñoa; según Severo et al. (2006) Lupinus misticola solo ha sido colectada para dos localidades; sin embargo, su distribución es más amplia al sur de Perú (Macbride 1943); una espe- cie de este género (Lupinus mutabilis var. mutabilis) fue domesticada en los Andes y es cultivada con fi nes alimenticios, no solo en la Reserva sino en muchos lugares andinos de América. Los tolares también están integrados por esta familia con especies de Adesmia, que se caracterizan por su hábito arbustivo, espinoso y muy ramifi cado. Así mismo, se cultivan especies introducidas con fi nes alimenticios tales como Vicia faba =haba, y para forraje como Medicago sativa =alfalfa, así como especies de Trifolium, estas últimas naturalizadas en estos ambientes. Gentiana sedifolia y Gentianella sandiensis, ambas de la familia Gentianaceae, se caracterizan por ser pequeñas hierbas que crecen asociadas con los humedales y son de amplia distribución al sur de Sudamérica (Standley y Williams 1969). Una especie leñosa (Balbisia weberbaueri) y cua- tro herbáceas arrosetadas de Erodium y Geranium representan a las Geraniaceae, que poseen similar distribución a las Gentianaceae. Ribes brachybo- trys (Grossulariaceae) se distribuye al sur del Perú y, al igual que las Geraniaceae, están asociadas con los bosques de queñoa. Entre las Lamiaceae, Marrubium vulgare es una especie introducida y naturalizada, que invade cultivos o crece en luga- res abandonados y, al igual que las demás especies de esta familia, es usada como planta medicinal. Dos especies de Loasaceae crecen debajo o entre las rocas: Caiophora andina es una de ellas, que es perenne y crece en cualquier época del año. Otra especie arbórea de la Reserva es Buddleja coriacea (Loganiaceae), que a veces es cultivada para cerco vivo o para la construcción de viviendas y la con- fección de herramientas. Las especies hemiparási- tas son muy diversas y de amplia distribución al sur de Sudamérica; entre ellas la familia Loranthaceae, que posee muchas especies en los bosques monta- nos del Perú, está mejor adaptada a lugares húme- dos y boscosos, de allí que una sola especie de esta familia crece en la Reserva (Ligaria cuneifolia). Así mismo, Quinchamalium procumbens (Santalaceae), la especie hemiparásita que posee mayor distri- bución al sur de Sudamérica. Otra familia muy diversa en los bosques montanos y considerada entre las cuatro familias más numerosas para el Perú es Piperaceae, razón por la cual solo Pepe- romia galioides var. galioides se ha adaptado en estas zonas (Brako y Zarucchi 1993). Algo similar ocurre con Rubiaceae, familia con muchos repre- sentantes en los bosques montanos; sin embargo, Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 73 con respecto a la diversidad total reportada para el Perú, solo el 2% de los géneros (Arcytophyllum y Galium) y menos del 1% de sus especies crecen en la Reserva. Aunque solamente con seis géneros, la fami- lia Malvaceae ocupa el cuarto lugar en cantidad de especies para la Reserva de Salinas y Aguada Blanca, siendo solo superada por las Asteraceae, Poaceae y Fabaceae. La mayor cantidad de espe- cies son hierbas arrosetadas, cespitosas, como Acaulimalva rhizantha y las especies de Nototriche de amplia distribución en zonas altoandinas; cre- cen principalmente en Perú y Bolivia formando comunidades cespitosas, que se ubican en zonas abiertas y asociadas con especies de Azorella (Apia- ceae), y se distribuyen por encima de los 4500 m de elevación, siendo usadas como medicinales. Las demás especies de esta familia están bien dis- tribuidas en América. Mollugo verticillata es la única especie de la familia Molluginaceae de las tres citadas para el Perú que crece en la Reserva y es de amplia dis- tribución en toda América (Foster 1958, Brako y Zarucchi 1993). La familia Onagraceae está repre- sentada por cuatro especies herbáceas: Epilobium denticulatum, de amplia distribución en toda Amé- rica; Oenothera nana y Oenothera punae, que se distribuyen desde Argentina hasta el sur de Perú; en tanto que Oenothera rosea es la especie de mayor distribución en América (Macbride 1941, Brako y Zarucchi 1993). Hypseocharis pedicularifolia (Oxalidaceae) especie andina, no confi rmada en el catálogo de Brako y Zarucchi (1993), crece en épocas de lluvia, y Oxalis petrophila —considerada como endémica para Cusco— se distribuye hasta Arequipa. Las comunidades cespitosas, integra- das por especies de hábito arrosetado, contienen varias especies de Plantago (Plantaginaceae): entre ellas Plantago sericea var. lanuginosa y Plantago tubulosa que crecen en bofedales o en lugares húmedos altoandinos y se distribuyen a lo largo de los Andes hasta México; las demás especies de Plantago generalmente crecen invadiendo cultivos o terrenos abandonados. Polemoniaceae es una familia con gran diver- sidad en Sudamérica. En la Reserva crecen más del 50% de los géneros del Perú; de éstas, Cantua candelilla es arbustiva y las demás especies son her- báceas y anuales. Monnina ramosa (Polygalaceae) es la única representante de esta família y es consi- derada por Macbride (1950) y León (2006) como endémica para el departamento de Arequipa. Otra de las familias que están presentes en los bofedales es Polygonaceae, cuyas especies en la Reserva son de amplia distribución en toda América. Calan- drinia acaulis var. acaulis y Calandrinia ciliata (Por- tulacaceae) son especies suculentas que crecen principalmente en laderas rocosas y permanecen luego del término de las lluvias. Anagallis arvensis (Primulaceae) y Colletia spinosissima (Rhamnaceae) son las únicas especies representantes de sus fami- lias; la primera introducida e invasora de cultivos y la segunda especie leñosa, bien distribuida en América del Sur. Entre las especies de Ranuncula- ceae, Clematis millefoliata crece asociada con los bosques de queñoa, en tanto que Ranunculus fl a- gelliformis se encuentra formando los bofedales y se distribuye desde México hasta Chile. Muchas especies de Rosaceae crecen en el Perú, pero solo el 17% del total de especies se encuentra en la Reserva; de éstas, Alchemilla posee especies herbáceas, crece en bofedales y es de amplia distribución en América. Entre las especies leñosas destacan Kageneckia lanceolata, que habita principalmente en laderas rocosas; Polylepis rugu- losa, especie arbórea, componente conspicuo de los bosques de queñoa en la Reserva, se distribuye desde el norte de Chile hasta el sur del Perú, lle- gando a altitudes mayores a los 4500 m, forma importantes ecosistemas para mantener la fl ora y fauna y representa un importante recurso para los pobladores. Tetraglochin cristatum, arbusto espi- noso que crece principalmente dentro del pajonal y se distribuye en la mayoría de los países andinos. Entre las 10 familias mejor representadas, tanto en cuanto a géneros como en especies, está Scro- phulariaceae; la mayoría de sus especies tienen amplia distribución en Sudamérica. Según Molau (1990), Bartsia diffusa es endémica para el Perú y crece en la Reserva entre las rocas y el pajonal, en tanto que Mimulus glabratus y las especies de Veronica prefi eren hábitats húmedos tales como los bofedales. La familia Solanaceae está representada en la Reserva por el 17% de los géneros reportados para el Perú; de ellos Brugmansia arborea es usada como ornamental y Capsicum pubescens en la alimenta- ción, siendo ambas especies cultivadas y de amplia 74 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca distribución en América del Sur (Brako y Zarucchi 1993). Jaborosa squarrosa es la única especie herbá- cea de este género que se distribuye más al norte de América del Sur; se distingue por su hábito arro- setado y es usada como planta medicinal. Especies arbustivas tales como Dunalia spinosa y Fabiana densa crecen al sur del Perú, la segunda con dis- tribución disjunta, reportada por Brako y Zarucchi (1993) solo para Tacna; sin embargo, existen colec- ciones para Colombia (Cabrera 1983). Salpichroa ramosissima y Salpichroa tristis var. lehmannii se distribuyen en el Perú y Bolivia, crecen entre rocas y forman parte de los bosques de queñoa; ocasio- nalmente los frutos de estas especies son consumi- dos por los pobladores de la Reserva. Solanum es un género con especies bien distribuidas en Suda- mérica, a excepción de Solanum weberbaueri que crece solamente en los departamentos de Tacna y Arequipa (Correll 1967, Brako y Zarucchi 1993, Jørgensen y Ulloa 1994, Macbride 1962). Una de las familias consideradas endémicas de América es Tropaeolaceae; solo un género se dis- tribuye en el Perú: Tropaeolum tuberosum =isaño, que es cultivada y posee amplia distribución en los Andes (Rusby 1893). De igual forma, Urticaceae está representada solo por Urtica y con dos espe- cies que crecen entre las rocas, entre los arbustos o formando parte de los bosques de queñoa tie- nen amplia distribución en América del Sur (Mac- bride1937). Otra de las familias con gran diversi- dad en lugares altoandinos son las Valerianaceae; de los seis géneros reportados para el Perú, dos crecen en la Reserva (Stangea y Valeriana): Stangea rhizantha con distribución en Perú y Bolivia, y Vale- riana con amplia distribución en los Andes, crecen desde los 2600 m hasta elevaciones mayores a los 5000 m (Macbride 1937). Las especies de Glandularia y Junelia (Verbena- ceae), que crecen en la Reserva, tienen distribución principalmente al sur de Sudamérica, en tanto que las especies de Verbena se distribuyen en muchos países de todo el mundo (O’Leary et al. 2007). Violaceae está representada por dos especies her- báceas de Viola: Viola micranthella, reportada para los Andes de Bolivia y Ecuador desde los 2700 m hasta por encima de los 4700 m de elevación, y Viola weberbaueri reportada para las lomas de Arequipa (Perú) y para Bolivia (Macbride 1941, Foster 1958). Las Liliopsida están representadas en menor cantidad que las Magnoliopsida; poseen casi un 17% del total de familias, 21% de los géneros y el 23% de las especies que crecen en la Reserva. Las familias: Alstroemeriaceae, Amaryllidaceae, Hydrocharitaceae, Lemnaceae, Liliaceae, Orchi- daceae y Zannichellaceae están representadas solamente por un género: Alstroemeriaceae con varias especies; las demás con una especie. Boma- rea (Alstroemeriaceae) son plantas volubles que integran los bosques de queñoa y, aunque Boma- rea unifl ora ha sido reportada para el norte y centro de Perú, están distribuidas principalmente en los Andes del Perú y Bolivia (Macbride 1936, Foster 1958). En este grupo, dos especies son bulbígeras: Crocopsis fulgens (Amaryllidaceae) y Nothoscordum andicola (Liliaceae), ambas con distribución al sur de Sudamérica (Foster1958, Bracko y Zarucchi 1993). Por su parte, Lemna minuta (Lemnaceae), incluida en Araceae según estudios de ADN (Smith et al. 2004), es la única especie de esta familia que crece fl otando en bofedales de la Reserva y es de amplia distribución en América. Según Smith et al. (2004) y Sklená et al. (2005), a pesar de que la familia Orchidaceae es muy numerosa en especies para el Perú y el mundo, solamente Myrosmodes nubigenum crece en la Reserva; esta especie se distribuye en los Andes desde los 3500 m hasta por encima de los 4700 m de elevación y en el Perú solamente fue citada para Ancash (Brako y Zarucchi 1993). Así mismo, Elodea potamogeton (Hydrocharitaceae) es una especie sumergida de los bofedales y se distribuye en toda América del Sur (Macbride 1936, Marticorena y Quezada 1985, Franquemont et al. 1990). Otra familia considerada endémica de América es Bromeliaceae, que está representada por dos géneros (Puya y Tillandsia); aunque es diversa en los bosques montanos de todo el Perú, solo Puya densifl ora crece en la Reserva. Es endémica para el Perú y es reportada para los departamentos de Arequipa, Apurímac y Cusco, creciendo desde los 2500 m hasta por encima de los 4000 m de eleva- ción; en tanto que las especies de Tillandsia poseen amplia distribución en América (Smith 1970). Por su parte, Cyperaceae es una familia con especies adaptadas a ambientes acuáticos o hume- dales, de allí que sea diversa en bosques húmedos y que en la Reserva crezca en bofedales; son de Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 75 amplia distribución en América del Sur y Scirpus cernuus posee distribución casi cosmopolita (Young y León 1990, Jørgensen y Ulloa 1994, Tucker 1994, Gómez-Laurito 2003, Macbride 1936, Pedersen 1968). Aproximadamente el 21% de los géneros de Iridaceae reportados para el Perú crecen en la Reserva. Mastigostyla cyrtophylla se distribuye en Chile y Perú, en tanto que Olsynium junceum y Sisyrinchium chilense poseen una distribución en casi toda América del Sur (Foster 1962, Luteyn 1999). Según Brako y Zarucchi (1993), en el Perú la familia Juncaceae está representada solo por cuatro géneros y unas 20 especies; sin embargo, el género Phylloscirpus, cuyo centro de dispersión es Argentina y el sur de Sudamérica, aunque no es reportado por Brako y Zarucchi (1993), se dis- tribuye hasta el departamento de Ancash en el Perú (Phylloscirpus deserticola) (Goetghebeur y Simpson 1991). Por su parte, Distichia muscoi- des =champa, es una especie andina que crece formando colonias compactas en los humedales; algo similar ocurre con las especies de Juncus que se distribuyen en casi toda América, en tanto que Luzula racemosa y Oxychloe andina están mejor distribuidas en América del Sur (Balslev 1996). Las gramíneas o Poaceae es otra de las familias mejor representadas en todo el Perú; forman los pajonales de Puna o pajonales de Jalca y Páramos (Sklená et al. 2005) y además crecen en todos los ecosistemas, siendo la segunda familia con mayor cantidad de géneros y especies. La mayor cantidad de las especies poseen amplia distribución en los Andes, algunas de ellas introducidas y cultivadas para la alimentación (Hordeum vulgare) o para forraje (Avena sativa); Pennisetum clandestinum es introducida, naturalizada e invasora de cultivos o terrenos abandonados (Pensiero et al. 2003). Calamagrostis es el segundo género con mayor diversidad en especies, solo superado por Senecio (Asteraceae) con aproximadamente el 40% de las especies reportadas para el Perú. Pocas especies son de distribución tan restringida como Calamagrostis coronalis, solo reportada para Huancavelica (Tovar 1984, Tovar 1993). Poa, con casi el 35% de las especies reportadas para el Perú, es el tercer género más diverso y Nasella con aproximadamente el 57% de las especies reportadas para el Perú, se ubica entre los géneros con mayor cantidad de especies que crecen en la Reserva. Algunas especies consideradas endémicas o de distribución restrin- gida para el Perú, como Eragrostis weberbaueri, Poa spicigera, Poa aequigluma, Poa brevis, Poa pearsonii, Stipa rigidiseta y Festuca meyenii, poseen distribu- ción más al sur de Sudamérica, según las recien- tes colecciones (Soreng 2003, Alexeev 1984, Tovar 1988). Por su parte, especies endémicas del Perú y reportadas solamente para algunos departamen- tos como: Nassella smithii (Lima), Poa carazensis (Ancash y Cajamarca) y Poa nigrifl ora (Junín), se distribuyen también en otros departamentos tales como Arequipa (Barkworth y Torres 2001). En este trabajo aún mantenemos el género Stipa, aunque sus especies han sido transferidas actualmente a Jarava, debido a que en los catálogos las especies siguen siendo tratadas como Stipa (Valdés-Reyna y Barkworth 2002, Peñalillo 2003). Por las consideraciones mencionadas, la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca es la muestra representativa de la puna seca de América del Sur. Presenta una alta diversidad, tanto en ecosistemas como en especies, las mismas que se distribuyen en las seis zonas de vida que presenta la Reserva. Sin embargo, esta diversidad está siendo amena- zada en muchas partes, ya sea en las especies de fl ora o fauna silvestre, como consecuencia de la modifi cación de los hábitats (extracción indiscri- minada de recursos naturales, sobrepastoreo) y la cacería furtiva en el caso de la fauna. Por lo tanto, todos los esfuerzos para mantener esta diversidad, así como para conocerla mejor, resultan escasos. AGRADECIMIENTOS Agradecemos a todos los colectores de las especies mencionadas, a los curadores de los herbarios mencionados, a los integrantes del Grupo DIBIOS del Herbarium Areqvipense (HUSA), principalmente a Edgardo Ortiz por la elaboración de las fi guras; a Felipe Sinca, Ítalo Treviño y Károl Durand por la colaboración en colecciones y la recopilación de infor- mación; al Dr. Michael O. Dillon por la traducción del resumen al inglés. 76 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca BIBLIOGRAFÍA Alexeev, E. B. 1984. 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MAGNOLIOPSIDA Amaranthaceae Gomphrena meyeniana var. conwayi (Rusby) Suess. Gomphrena umbellata Remy Alternanthera porrigens (Jacq.) Kuntze Apiaceae Azorella compacta Phil. Azorella diapensioides A. Gray Azorella multifi da (Ruiz y Pav.) Pers. Bowlesia lobata Ruiz y Pav. Bowlesia tropaeolifolia Gillies y Hook. Bowlesia tenella Meyen Lilaeopsis andina A.W. Hill Lilaeopsis macloviana (Gand.) A.W. Hill Oreomyrrhis andicola (Kunth) Hook. f. Apocynaceae (Asclepiadaceae) Sarcostemma andinum (Ball) R.W. Holm Sarcostemma solanoides (Kunth) Decne. Asteraceae Acanthoxanthium spinosum (L.) Fourr. Achyrocline peruviana M.O. Dillon y Sagást. Achyrocline ramosissima Britton ex Rusby Achyrocline satureioides (Lam.) DC. Luciliocline longifolia (Cuatrec. y Aristeg.) M.O. Dillon y Sagást. Luciliocline piptolepis (Wedd.) M.O. Dillon y Sagást. Luciliocline schultzii (Wedd.) M.O. Dillon y Sagást. Mniodes andina (A. Gray) A. Gray ex Hook. f. y A.B. Jacks. Mniodes coarctata Cuatrec. Mutisia acuminata Ruiz y Pav. var. bicolor Cabrera Mutisia acuminata Ruiz y Pav. var. hirsuta (Meyen) Cabrera Mutisia arequipensis Cabrera Mutisia comptoniifolia Rusby Mutisia lanigera Wedd. Mutisia orbignyana Wedd. Novenia acaulis (Benth. y Hook. f.) S.E. Freire y F.H. Hellw. Ophryosporus heptanthus (Sch. Bip. ex Wedd.) R.M. King y H. Rob. Parastrephia lepidophylla (Wedd.) Cabrera Parastrephia lucida (Meyen) Cabrera Parastrephia phyliciformis (Meyen) Cabrera Parastrephia quadrangularis (Meyen) Cabrera Perezia ciliosa Reiche Perezia coerulescens Wedd. Perezia multifl ora (Bonpl.) Less. Perezia pinnatifi da (Bonpl.) Wedd. Perezia pungens (Bonpl.) Less. Polyachyrus sphaerocephalus D. Don Proustia berberidifolia (Cuatrec.) Ferreyra Pseudognaphalium dombeyanum (DC.) A. Anderberg Pseudognaphalium elegans (Kunth) Kartesz Pseudognaphalium lacteum (Meyen y Walp.) A. Anderberg Senecio adenophylloides Sch. Bip. Senecio adenophyllus Meyen y Walp. Senecio attenuatus Sch. Bip. ex Rusby Senecio candolei Wedd. Senecio chachaniensis Cuatrec. Senecio comosus var. culcitioides (Sch. Bip.) Cabrera Senecio crassilodix Cuatrec. Senecio evacoides Sch. Bip. Senecio erosus Wedd. Senecio humillimus Sch. Bip. Senecio nutans Sch. Bip. Senecio phylloleptus Cuatrec. Pectocarya laterifl ora (Lam.) DC. Brassicaceae Aschersoniodoxa pilosa Al-Shehbbaz Brassica rapa L. 80 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Brayopsis monimocalyx O.E. Schultz Descurainia myriophylla (Willd. ex DC.) R.E. Fr. Draba matthioloides Gilg y O.E. Schulz Draba pickeringii A. Gray Lepidium bipinnatifi dum Desv. Lepidium chichicara Desv. Mancoa hispida Wedd. Rorippa nasturtium-aquaticum (L.) Hayek Sisymbrium arequipanum Al-Shehbaz Sisymbrium gracile Wedd. Sisymbrium lanatum (Walp.) O.E. Schulz Weberbauera minutipila Al-Shehbaz Cactaceae Austrocylindropuntia fl occosa (Salm-Dyck) F. Ritter Austrocylindropuntia lagopus (K. Schum.) F. Ritter Corryocactus brevistylus (K. Schum. ex Vaupel) Britton y Rose Corryocactus prostratus F. Ritter Cumulopuntia ignescens (Vaupel) F. Ritter Cumulopuntia sphaerica (Foerster) E.F. Anderson Echinopsis pampana (Britton y Rose) D.R. Hunt Echinopsis pamparuizii Cárdenas Opuntia fi cus-indica (L.) Mill. Oreocereus hempelianus (Gürke) D.R. Hunt Oreocereus leucotrichus (Phil.) Wagenkn. Tunilla soehrensii (Britton y Rose) D.R. Hunt y Iliff Calceolariaceae Calceolaria engleriana subsp.engleriana Calceolaria inamoena Kraenzl. Calceolaria lobata Cav. Calceolaria plectranthifolia Walp. Calyceraceae Calycera pulvinata J. Rémy Campanulaceae Hypsela reniformis (Kunth) C. Presl Lysipomia laciniata A. DC. Astragalus garbancillo Cav. Astragalus micranthellus Wedd. Astragalus minimus Vogel Astragalus peruvianus Vogel Astragalus pusillus Vogel Astragalus richii A. Gray Astragalus trifl orus (DC.) A. Gray Astragalus weddellianus (Kuntze) I.M. Johnst. Dalea boliviana Britton Dalea coerulea (L. f.) Schinz y Thell. var. coerulea Dalea cylindrica Hook. var. cylindrica Dalea pennellii (J.F. Macbr.) J.F. Macbr. var. Pennellii Hoffmannseggia prostrata Lagerh. ex DC. Lupinus ananeanus Ulbr. Lupinus ballianus C.P. Sm. Lupinus eriocladus Ulbr. Lupinus misticola Ulbr. Lupinus mutabilis Sweet var. mutabilis Lupinus saxatilis Ulbr. Lupinus sp. Medicago lupulina L. Medicago polymorpha L. Medicago sativa L. Melilotus indica (L.) All. Otholobium pubescens (Poir.) J.W. Grimes Senna birostris var. arequipensis (Vogel) H.S. Irwin y Barneby Trifolium amabile Kunth var. amabile Trifolium repens L. Vicia faba L. Vicia graminea Sm. Gentianaceae Gentiana sedifolia Kunth Gentianella sandiensis (Gilg) J.S. Pringle Geraniaceae Balbisia weberbaueri R. Knuth Erodium cicutarium (L.) L’Hér. ex Aiton Erodium geoides Saint-Hilaire Geranium patagonicum Hook. f. Geranium sessilifl orum Cav. Nototriche pedatiloba A.W. Hill Nototriche pediculariifolia (Meyen) A.W. Hill Nototriche sepaliloba Hochr. Nototriche turritella Hill Sida rhombifolia L. Tarasa operculata (Cav.) Krapov. Tarasa tenuis Krapov. Molluginaceae Mollugo verticillata L. Onagraceae Epilobium denticulatum Ruiz y Pav. Oenothera nana Griseb. Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 81 Oenothera punae Kuntze Oenothera rosea L’Hér. ex Aiton Oxalidaceae Hypseocharis pedicularifolia R. Knuth Oxalis petrophila R. Knuth Piperaceae Peperomia galioides Kunth var. galioides Plantaginaceae Plantago australis Lam. Plantago linearis Kunth Plantago major L. Plantago monticola Decne. Plantago sericea Ruiz y Pav. var. lanuginosa Griseb. Plantago tubulosa Decne. Polemoniaceae Cantua candelilla Brand Gilia glutinosa Phil. Gilia laciniata Ruiz y Pav. var. laciniata Phlox gracilis (Douglas ex Hook.) Greene Polygalaceae Monnina ramosa I.M. Johnst. Polygonaceae Muehlenbeckia hastulata (Sm.) I.M. Johnst. Muehlenbeckia tamnifolia (Kunth) Meisn. Polygonum aviculare L. Rumex crispus L. Rumex cuneifolius Campd. Salpichroa ramosissima Miers Salpichroa tristis Miers var. lehmannii (Dammer) S. Keel Solanum acaule Bitter Solanum nitidum Ruiz y Pav. Solanum radicans L. f. Solanum weberbaueri Bitter Solanum aff. americanum Tropaeolaceae Tropaeolum tuberosum Ruiz y Pav. Urticaceae Urtica echinata Benth. Urtica fl abellata Kunth Valerianaceae Stangea rhizantha (A. Gray) Killip Valeriana interrupta Ruiz y Pav. var. interrupta Valeriana nivalis Wedd. Verbenaceae Glandularia laciniata (L.) Schnack y Covas Junellia aspera (Gillies y Hook.) Moldenke Junellia juniperina (Lag.) Moldenke Junellia minima (Meyen) Moldenke Verbena bonariensis L. Verbena litoralis Kunth fo. Litoralis Violaceae Viola micranthella Weddell Viola weberbaueri W. Becker LILIOPSIDA Alstroemeriaceae Bomarea dulcis (Hook.) Beauverd Bomarea involucrosa (Herb.) Baker Bomarea praeusta Kraenzl. Bomarea unifl ora (Mathews ex Herb.) Killip Amaryllidaceae Crocopsis fulgens Pax Bromeliaceae Puya densifl ora Harms Tillandsia capillaris fo. virescens (Ruiz y Pav.) L.B. Sm. Tillandsia usneoides (L.) L. Bromus pitensis Kunth Calamagrostis amoena (Pilg.) Pilg. Calamagrostis antoniana (Griseb.) Hack. ex Dusén Calamagrostis breviaristata (Wedd.) Pilg. Calamagrostis brevifolia (J. Presl) Steud. Calamagrostis cephalantha Pilg. Calamagrostis chrysantha (J. Presl) Steud. Calamagrostis coronalis Tovar Calamagrostis curvula (Wedd.) Pilg. Calamagrostis eminens (J. Presl) Steud. Calamagrostis heterophylla (Wedd.) Pilg. Calamagrostis jamesonii Steud. Calamagrostis longearistata (Wedd.) Hack. ex Sodiro Calamagrostis minima (Pilg.) Tovar Calamagrostis ovata (J. Presl) Steud. Calamagrostis rigescens (J. Presl) Scribn. Calamagrostis trichophylla Pilg. Calamagrostis vicunarum (Wedd.) Pilg. Cenchrus echinatus L. Chondrosum simplex (Lag.) Kunth Dielsiochloa fl oribunda (Pilg.) Pilg. 82 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Dissanthelium macusaniense (E.H.L. Krause) R.C. Foster y L.B. Sm. Distichlis humilis Phil. Eragrostis nigricans (Kunth) Steud. Eragrostis weberbaueri Pilg. Festuca andicola Kunth Festuca dolichophylla J. Presl Festuca humilior Nees y Meyen Festuca meyenii (St.-Yves) E.B. Alexeev Festuca orthophylla Pilg. Festuca rigescens (J. Presl) Kunth Hordeum muticum J. Presl Hordeum vulgare L. Melica scabra Kunth Muhlenbergia fastigiata (J. Presl) Henrard Muhlenbergia ligularis (Hack.) A. Hitchc. Grindelia boliviana Rusby Gynoxys longifolia Wedd. Heterosperma diversifolium Kunth Hieracium mandonii (Sch. Bip.) Arv.-Touv. Hypochaeris echegarayi Hieron. Hypochaeris eriolaena (Sch. Bip.) Reiche Hypochaeris meyeniana (Walp.) Benth. y Hook. f. ex Griseb. Hypochaeris taraxacoides (Meyen y Walp.) Benth. y Hook. f Leucheria daucifolia (D. Don.) Crisci Loricaria graveolens (Sch. Bip.) Wedd. Lucilia conoidea Wedd. Senecio Mathewsii Wedd. Senecio modestus Wedd. Senecio pinnatilobatus Sch. Bip. Senecio rhizomatus Rusby Senecio spinosus DC. Senecio subcandidus A. Gray Senecio trifurcifolius Hieron. Senecio vegetus (Wedd.) Cabrera Senecio vulgaris L. Senecio yurensis Rusby Sonchus oleraceus L. Stevia mandonii Sch. Bip. Stevia ovata Willd. Tagetes laxa Cabrera Tagetes multifl ora Kunth Tanacetum parthenium (L.) Sch. Bip. Tanacetum vulgare L. Taraxacum offi cinale F.H. Wigg. Werneria apiculata Sch. Bip. Werneria aretioides Wedd. Werneria caespitosa Wedd. Werneria digitata Wedd. Werneria heteroloba Wedd. Werneria obtusiloba S.F. Blake Werneria orbignyana Wedd. Werneria pygmaea Gillies ex Hook. y Arn. Xenophyllum ciliolatum (A. Gray) V.A. Funk Xenophyllum poposum (Phil.) V.A. Funk Basellaceae Ullucus tuberosus Caldas subsp. tuberosus Berberidaceae Berberis lutea Ruiz y Pav. Ageratina pentlandiana (DC.) R.M. King y H. Rob. Ambrosia arborescens Mill. Aristeguietia ballii (Oliv.) R.M. King y H. Rob. Baccharis buxifolia (Lam.) Pers. Baccharis caespitosa var. caespitosa Baccharis emarginata (Ruiz y Pav.) Pers. Baccharis genistelloides (Lam.) Pers. Baccharis incarum (Wedd.) Cuatrec. Baccharis petiolata DC. Baccharis scandens (Ruiz y Pav.) Pers. Baccharis tricuneata (L. f.) Pers. Bidens andicola Kunth Chaetanthera peruviana A. Gray Chersodoma jodopappa (Sch. Bip.) Cabrera Chersodoma juanisernii (Cuatrec.) Cuatrec. Chuquiraga rotundifolia Wedd. Conyza artemisiifolia Meyen y Walp. Conyza bonariensis (L.) Cronquist Cotula mexicana (DC.) Cabrera Diplostephium meyenii (Sch. Bip. ex Wedd.) S.F. Blake Diplostephium tacorense Hyeron. Encelia canescens Lam. var. canescens Erigeron incaicus Solbrig Erigeron pazensis Sch. Bip. ex Rusby Facelis plumosa (Wedd.) Sch. Bip. Gamochaeta purpurea (L.) Cabrera Gnaphalium peruvianum Spreng. Gochnatia lanceolata H. Beltrán y Ferreyra Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 83 Boraginaceae Amsinckia hispida (Ruiz y Pav.) I.M. Johnst. Borago offi cinalis L. Cryptantha fi laginea (Phil.) Reiche Cryptantha parvifl ora Reiche Cryptantha peruviana I.M. Johnst. Heliotropium arborescens L. Caryophyllaceae Cardionema ramosissima (Weinm.) A. Nelson y J.F. Macbr. Drymaria divaricata Kunth var. stricta (Rusby) Duke Paronychia andina A. Gray Paronychia microphylla Phil. var. arequipensis Chaudhri Paronychia muschleri Chaudhri Pycnophyllum bryoides (Phil.) Rohrbach Pycnophyllum fi liforme Mattf. Pycnophyllum glomeratum Mattf. Pycnophyllum molle Remy Pycnophyllum weberbaueri Muschl. Spergularia fasiculata Phil. Stellaria cuspidata Willd. ex Schltr. Stellaria prostrata Baldwin ex Elliott Chenopodiaceae Atriplex imbricata (Moq.) D. Dietr. Chenopodium album L. Chenopodium ambrosioides L. var. ambrosioides Chenopodium murale L. Chenopodium pallidicaule Aellen Chenopodium petiolare Kunth Chenopodium quinoa Willd. Convolvulaceae Dichondra microcalyx (Hallier f.) Fabris Crassulaceae Crassula connata (Ruiz y Pav.) A. Berger Villadia reniformis H. Jacobsen Cucurbitaceae Sicyos baderoa Hook. y Arn. Escalloniaceae Escallonia myrtilloides L. f. var. myrtilloides Euphorbiaceae Euphorbia glyptosperma Engelm. Euphorbia hinkleyorum I.M. Johnst. Euphorbia peplus L. Fabaceae Adesmia spinosissima Meyen ex J. Vogel Adesmia melanthes Phil. Adesmia verrucosa Meyen Astragalus arequipensis Vogel Astragalus dielsii J.F. Macbride Astragalus dillinghamii J.F. Macbr. Grossulariaceae Ribes brachybotrys (Wedd.) Jancz. Hydrophyllaceae Nama dichotomum (Ruiz y Pav.) Choisy Phacelia pinnatifi da Griseb. ex Wedd. Phacelia secunda J.F. Gmel. Krameriaceae Krameria lappacea (Dombey) Burdet y B.B. Simson Lamiaceae Lepechinia meyenii (Walp.) Epling Hedeoma mandoniana Wedd. Marrubium vulgare L. Satureja boliviana (Benth.) Briq. Loasaceae Caiophora andina Urb. y Gilg Caiophora rosulata (Wedd.) Urb. y Gilg Loganiaceae Buddleja coriacea Remy Loranthaceae Ligaria cuneifolia (Ruiz y Pav.) Tiegh. Malvaceae Acaulimalva rhizantha (A. Gray) Krapov. Fuertesimalva echinata (C. Presl) Fryxell Fuertesimalva limensis (L.) Fryxell Fuertesimalva peruviana (L.) Fryxell Malva parvifl ora L. Nototriche anthemidifolia (J. Remy) A.W. Hill Nototriche argentea A.W. Hill Nototriche argylloides A.W. Hill Nototriche azorella A.W. Hill Nototriche borussica (Meyen) A.W. Hill Nototriche digitulifolia A.W. Hill Nototriche longirostris (Wedd.) A.W. Hill Nototriche mandoniana (Wedd.) A.W. Hill Nototriche meyenii Ulbr. Nototriche obcuneata (Baker f.) Hill 84 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Portulacaceae Calandrinia acaulis Kunth var. acaulis Calandrinia ciliata (Ruiz y Pav.) DC. Primulaceae Anagallis arvensis L. Ranunculaceae Clematis millefoliata Eichler Ranunculus fl agelliformis Sm. Rhamnaceae Colletia spinosissima J.F. Gmel. Rosaceae Alchemilla diplophylla Diels Alchemilla pinnata Ruiz y Pav. Kageneckia lanceolata Ruiz y Pav. Polylepis rugulosa Bitter Tetraglochin cristatum (Britton) Rothm. Rubiaceae Arcytophyllum thymifolium (Ruiz y Pav.) Stand. Galium corymbosum Ruiz y Pav. Galium hypocarpium (L.) Endl. ex Griseb. subsp. hypocarpium Santalaceae Quinchamalium procumbens Ruiz y Pav. Scrophulariaceae Alonsoa meridionalis (L. f.) Kuntze var. meridionalis Bartsia crenoloba Wedd. Bartsia diffusa Benth. Bartsia peruviana Walp. Bartsia serrata Molau Castilleja fi ssifolia L. f. Castilleja pumila (Benth.) Wedd. Mimulus glabratus Kunth Veronica anagallis-aquatica L. Veronica persica Poir. Solanaceae Brugmansia arborea (L.) Lagerh. Capsicum pubescens Ruiz y Pav. Dunalia spinosa (Meyen) Dammer Fabiana densa Remy Jaborosa squarrosa (Miers) Hunz. y Barboza Cyperaceae Bulbostylis juncoides (Vahl) Kük. ex Osten var. lorentzii (Boeck.) Kük. Carex ecuadorica Kük. Cyperus seslerioides Kunth Eleocharis montevidensis Kunth Scirpus cernuus Vahl Hydrocharitaceae Elodea potamogeton (Bertero) Espinosa Iridaceae Mastigostyla cyrtophylla I.M. Johnst. Olsynium junceum (E. Mey. ex C. Presl) Goldblatt Sisyrinchium chilense Hook. Juncaceae Distichia muscoides Nees y Meyen Juncus arcticus var. andicola (Hook.) Balslev Juncus bufonius L. Juncus ebracteatus E. Mey. Juncus pallescens Lam. Luzula racemosa Desv. Oxychloe andina Phil. Phylloscirpus sp. Lemnaceae Lemna minuta Kunth Liliaceae Nothoscordum andicola Kunth Orchidaceae Myrosmodes nubigenum Rchb. f. Poaceae Aciachne pulvinata Benth. Agrostis breviculmis Hitchc. Agrostis tolucensis Kunth Anthochloa lepidula Nees y Meyen Aristida adscensionis L. Avena sativa L. Avena sterilis L. Bromus berteroanus Colla Bromus catharticus Vahl var. catharticus Bromus lanatus Kunth Muhlenbergia peruviana (P. Beauv.) Steud. Nassella asplundii Hitchc. Nassella brachyphylla (Hitchc.) Barkworth Nassella depauperata (Pilg.) Barkworth Nassella inconspicua (J. Presl) Barkworth Nassella mexicana (Hitchc.) R. Pohl Nassella mucronata (Kunth) R.W. Pohl Nassella nardoides (Phil.) Barkworth Nassella pubifl ora (Trin. y Rupr.) E. Desv. Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 85 Nassella smithii (Hitchc.) Barkworth Pennisetum clandestinum Hochst. ex Chiov. Poa aequigluma Tovar Poa annua L. Poa asperifl ora Hack. Poa brevis Hitchc. Poa candamoana Pilg. Poa carazensis Pilg. Poa gilgiana Pilg. Poa gymnantha Pilg. Poa humillima Pilg. Poa lilloi Hack. Poa nigrifl ora Hitchc. Poa pearsonii Reeder Poa perligulata Pilg. Poa spicigera Tovar Polypogon interruptus Kunth Stipa ichu (Ruiz y Pav.) Kunth Stipa obtusa (Nees y Meyen) Hitchc. Stipa plumosa Trin. Stipa rigidiseta (Pilg.) Hitchc. Trisetum spicatum (L.) K. Richt. Vulpia myuros (L.) C. Gmelin var. hirsuta Hack. Zea mays L. subsp. mays Zannichelliaceae Zannichellia palustris L. Plantas vasculares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 87 PLANTAS VASCULARES Bomarea dulcis Cantua candelilla Senecio rhizomatus Phacelia secunda Spergularia stenocarpa Calceolaria lobata Cajophora sp. Mutisia acuminata Polyachyrus sphaerocephalus Clematis millefoliata Colletia spinosissima Hipochaeris sp. FLORA Y VEGETACIÓN DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, PERÚ Carmelo Talavera, Aldo Ortega, Luis Villegas Instituto Regional de Ciencias Ambientales (IRECA-UNSA)/Departamento Académico de Biología- UNSA. btalav@yahoo.com.mx RESUMEN Presentamos una sinopsis sobre la fl ora y la vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) y su zona de amortiguamiento. El objetivo de este estudio fue evaluar y caracterizar las grandes unidades vegetacionales existentes en la RNSAB, cono- cer su diversidad fl orística y evaluar su estado de conservación. Para ello se identifi caron y ubicaron mediante cartografía y fotografía satelital las grandes unidades de vegetación, información que fue corroborada con registros de la fl ora obtenidos mediante el trabajo de campo. Se han identifi cado seis grandes unidades vegetacionales: matorral desértico, pajonal de puna, tolar (mesotérmico y microtérmico), bofedal, yaretal y queñual. Se reportan 356 especies de plantas vasculares, distribuidas en 155 géneros y 47 familias. Igualmente se han identifi cado preliminarmente 11 comunidades vegetales y 40 especies de plantas que están en riesgo a causa de su sobreexplotación Palabras clave: Flora, vegetación, biodiversidad, conservación. ABSTRACT A synopsis of fl ora and vegetation from the Salinas y Aguada Blanca National Reserve (RNSAB) and buffer zone is provided. The objectives of this study are to evaluate and characterize the major vegetation units existing in the RNSAB; to know the fl ora diversity, and to evaluate the conservation state. The major vegetation units were identifi ed and located by cartography and satellite images; this information was corroborated with samples of the fl ora and fi eld reseach obtained through fi eld work. Six major vegetation units have been identifi ed: desert bushes, “pajonal of puna”, “tolar” (mesothermic and microthermic), “bofedal”, “yaretal” and “queñual”. 356 species of vascular plants (155 genera and 47 families) are reported. Likewise, we have preliminarily identifi ed 11 vegetal communities and 40 species of plants that are endagered by overexploitation. Key words: Flora, vegetation, biodiversity, conservation. [ 89 ] INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) tiene una superfi cie de 366 936 ha, una altitud que va de los 3400 a más de 6000 m, abarcando las laderas de los volcanes y nevados Chachani, Misti, Pichupichu, Ubinas, Chuccura y Huarancante y las planicies del extremo norte del altiplano peruano-boliviano. En la RNSAB existe una fl ora muy rica y diversa, con una amplia varie- dad de comunidades vegetales que nos muestran la gama de ambientes naturales, su riqueza gené- tica y la importancia de cada una de estas plantas en función de su hábitat y del uso que el hombre les ha dado, les da, y puede darles. Sin embargo, el desarrollo de actividades antrópicas vinculadas 90 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca a la utilización de recursos naturales dentro de la Reserva está ocasionando un grave deterioro de los principales componentes de la fl ora y la vege- tación; tan es así que grandes unidades vegetacio- nales conocidas como tolares, prácticamente han desaparecido o están severamente degradadas, por lo que sus especies principales o distintivas como las de los géneros Parastrephia y Baccharis pueden aparecer como secundarias, siendo reemplazadas por otras especies de escasa importancia econó- mica o social, como Tetraglochin alatum (Kanlli), que son indicadoras de áreas degradadas. Estas formaciones vegetales han sufrido un progresivo proceso de transformación, pasando de ser tolares a convertirse en pajonales de “iru-ichu”, (mixtura de poaceas altoandinas, con escasa presencia de arbustos de tola), lo que es denominado kanllares, con el predominio de T. alatum. Probablemente el resultado fi nal de esta intervención antrópica sea la desertifi cación. Por otro lado, la RNSAB contiene paisajes naturales de gran importancia ecológica, propios de la región, así como variados ecosiste- mas. Destacan por su extensión e importancia el tolar mesotérmico y microtérmico, que va de los 3500 a los 4300 m de altitud; los pajonales de puna o estepas altoandinas, ubicados entre los 4000 y 4900 m; los bosque de queñua, de Polylepis rugulosa (Kessler 1995) entre los 3500 y 4100 m y los bofedales o humedales altoandinos, que se constituyen en la principal reserva de agua para la cuenca del río Chili. Asimismo, esta rica diversidad biológica vegetal ha desarrollado adaptaciones especializadas para soportar condiciones ambien- tales extremas, como son las grandes variaciones de temperatura, las sequías y las heladas caracte- rísticas de la puna seca. Nuestro objetivo es dar a conocer una visión global de la condición actual de la vegetación, describiendo las grandes unidades vegetacionales y las comunidades vegetales que se encuentran en el ámbito de la RNSAB y su zona de amortiguamiento. MATERIAL Y MÉTODOS Área de estudio La zona de estudio se encuentra ubicada geográ- fi camente en la región Arequipa, provincias de Arequipa y Caylloma, entre los 3700 y 4700 m de altitud; y en la región Moquegua, provincia de General Sánchez Cerro. De acuerdo a ONERN (1976) el área de estudio se encuentra ubicada en las siguientes zonas de vida: matorral desértico subalpino subtropical, matorral desértico montano subtropical, páramo húmedo subalpino subtro- pical, tundra húmeda alpino subtropical, tundra muy húmeda alpino subtropical y nival subtropical (ONERN 1976). El clima es variado: la temperatura oscila entre los 5 y los 15°C en el promedio anual, con grandes fl uctuaciones entre el día y la noche, pudiendo alcanzar hasta –20°C en el invierno. Las heladas pueden tener una frecuencia de hasta 290 veces al año entre los 4000 y 4500 m. Las lluvias también son variables en altitud y latitud, alcan- zando pluviosidades que van desde los 250 a los 400 mm anuales, con regímenes muy irregulares en intensidad y duración. El ciclo pluvial se inicia en octubre y termina en marzo, pero es también muy irregular en relación con la ocurrencia de un año seco o un año húmedo. El paisaje se presenta sumamente quebrado a accidentado, con grandes elevaciones como en el caso de los volcanes Misti, Chachani, Pichupichu, Chuccura, Ubinas y Hua- rancante; con laderas que pueden alcanzar más del 90% de pendiente, y quebradas abruptas que conforman los cauces de ríos como el Chili, desde la confl uencia del Blanco con el Sumbay. Igualmente es característico del paisaje las gran- des mesetas o llanuras altoandinas que correspon- den al altiplano andino, como Pampa Cañahuas y Tocra Pampa. Los suelos son de naturaleza variada, van desde los de origen volcánico, volcánico alu- vial, suelos transportados, hasta los sedimentarios. Los hay de tipo regosólico, andosólico y litosólico (INRENA 2006). Por el contrario, la fi sonomía del paisaje se presenta con una mayor uniformidad debido a las grandes formaciones vegetales del tolar, tolar pajonal y pajonal o pastizal altoandino, en las que las especies de plantas más característi- cas son los géneros Parastrephya, Baccharis, Stipa y Festuca. Son también frecuentes los pequeños bosquecillos de Polylepis, distribuidos en quebra- das abrigadas. Métodos para la vegetación Para la identifi cación y caracterización de las gran- des unidades vegetacionales, se evaluaron éstas Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 91 mediante fotografías satelitales y cartas aerofo- tográfi cas del IGN, y se verifi caron en el campo entre los años 2001 y 2006. La evaluación de la vegetación se hizo aplicando el Método del Cua- drado, utilizando parcelas de muestreo de forma rectangular de un área de 1000 m2. La vegetación presente fue evaluada en riqueza y abundancia. Luego se registró todas las demás plantas presen- tes en los alrededores de las parcelas, para obtener un registro completo de la riqueza al momento de la evaluación. Con los datos registrados se llevó a cabo el aná- lisis estructural de la comunidad biótica, mediante la identifi cación y caracterización de las comunida- des presentes en cada formación vegetal. Para ello se aplicó los índices de estructura de predominio, diversidad, uniformidad y similitud. Para determinar la situación actual de las espe- cies más importantes de la RNSAB, e identifi car las especies con algún grado de amenaza que no están consideradas en el D.S. N° 043-2006-AG, se han utilizado los siguientes criterios: • Aquéllas que son usadas localmente como leña y además intensamente extraídas para ser comercializadas en tanto combustible, que proporcionan un ingreso económico a los pobladores locales (Parastrephia lepidophylla, P. rugulosa). • Las que son muy buscadas por su uso orna- mental y comercializadas por gente foránea para tal fi n (Echinopsis pamparuizii). • Aquéllas que tienen propiedades curativas, son comestibles, tienen uso industrial o folklórico, además de leña, y por ello son exhaustiva- mente extraídas por propios y extraños (Paras- trephia lepidophylla, Azorella yareta y Stangea rhizantha). • Aquéllas que tienen cualidad forrajera y están sobrepastoreadas (Calamagrostis vicunarum). • Aquéllas que son monotípicas, es decir que son los únicos representantes de su género y/o familia (Calycera pulvinata). • Aquéllas endémicas y que además presentan otro criterio que ponga en riesgo su población (Stangea rhizantha). • Aquellas especies consideradas como nuevo reporte, de las cuales se desconoce la ecología (Myrosmodes sp.). • Aquéllas que tienen distribución restringida, se encuentran en áreas de fácil acceso y están sometidas a sobrexplotación debido a sus pro- piedades medicinales (Leucheria daucifolia). • Aquellas especies cuyas poblaciones corren el riesgo de desaparecer a causa de la modifi ca- ción de su hábitat (Distichia muscoides). RESULTADOS Y DISCUSIÓN 1. Grandes unidades de vegetación Matorral desértico. Comprende una superfi cie de 73 506,01 ha, tanto en el área de la Reserva como en la zona de amortiguamiento, que va entre los 3200 y 4000 m. Está caracterizada por una vegetación espinosa arbustiva, combinada con parches de poáceas y tolares; destacan Grinde- lia glutinosa, Baccacharis buxifolia, Stipa ichu, Stipa depauperata, Poa annua. Aquí se encuentran par- ches de Polylepis, formando pequeños bosquetes en las laderas del Chachani y Misti, un bosque de 5000 hectáreas en las faldas del Pichupichu y un parche relicto en las laderas frente a la estación de Tambo Cañahuas. En la parte superior se conecta el tolar microtérmico con los pastizales de poáceas. Según la ONERN (1976), en el mapa ecológico del Perú corresponde a las zonas de vida de matorral desértico alpino subtropical y matorral desértico montano subtropical. Pajonal de puna o pastizal altoandino. Ocupa la mayor parte del territorio de la Reserva, con una extensión de 317 134,84 ha, tanto en el área de la Reserva misma como en la zona de amortigua- miento, entre los 3800 y los 4900 m de altitud. Está caracterizado típicamente por dos especies dominantes: F. ortophylla y Festuca sp., acompaña- das por tres especies de “ichu”, Stipa ichu, S. mexi- cana y S. obtusa. Fisonómicamente esta formación vegetal se presenta como una pradera altoandina de pastos naturales, con clara dominancia de Fes- tuca, salpicada de parches de Stipa entre Sumbay y Salinas. Entre las especies acompañantes de esta unidad vegetacional, se puede mencionar al con- junto de especies de los géneros Pycnophyllum spp. y Azorella spp., en el extremo superior del piso altitudinal sub nival (4600-4900 m de altitud en los nevados Chuccura, Huarancante, Chachani, Misti, Pichupichu y Ubinas); y especies de Parastrephia y 92 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Baccharis hacia la parte media y baja en el piso del tolar microtérmico (4200 - 4300 m de altitud en Patapampa, Cabrerías, y alrededores del Ubinas). De acuerdo con la ONERN (1976), esta formación vegetal se encuentra representada en las 6 zonas de vida: matorral desértico-subalpino subtropical, matorral desértico-montano subtropical, páramo húmedo-subalpino subtropical, tundra húmeda- alpino subtropical, tundra muy húmeda-alpino subtropical y nival-subtropical. Sin embargo, es necesario aclarar que en las dos primeras zonas de vida no es muy clara su presencia, porque a pesar de que las especies típicas de esta formación están presentes en esas zonas, su cobertura y/o densidad son muy bajas o están ocupando áreas degradadas que antes fueron ocupadas por tolares. Tolar (mesotérmico y microtérmico). A pesar de que Weberbauer (1945) divide al tolar en dos formaciones vegetales y las caracteriza por su res- puesta a las condiciones climáticas, principalmente de temperatura, en este trabajo las considerare- mos dentro de una sola formación vegetal. El tolar consta de una superfi cie de 48 623,80 ha y se ubica entre los 3200 y los 4500 m de altitud. Se carac- teriza porque consta de un grupo de especies de los géneros Parastrephia, Lepidophyllum y Baccharis: P. phylicaeformis, L. quadrangulare, P. lepidophylla, Baccharis tricuneata B. odorata, acompañada indis- tintamente por las especies de los géneros Festuca y Stipa. Se presenta como una pradera de arbustos bajos, con mayor concentración en zonas de coli- nas bajas y quebradas pequeñas, donde mejora el clima; en esta formación, el género Calamagrostis se encuentra bien representado con cuatro espe- cies: C. vicunarum, C. breviaristata, C. curvula, C. heterophylla y otras aún no determinadas, aunque su densidad es bastante baja. Igualmente, dentro de esta formación, el tolar mesotérmico estaría representado en la Reserva por las mismas espe- cies de Parastrephia y Baccharis, pero solo entre los 3600 y 4000 m de altitud, en las vertientes occidentales de la coordillera de los Andes y entre Cabrerías y Chiguata (laderas de los volcanes Cha- chani y Misti). De la misma forma, esta formación vegetal está representada en las seis zonas de vida encontradas para la RNSAB y que están señaladas para el pajonal de puna. Bofedal. En las dos formaciones anteriores es común encontrar parches de vegetación de diferente tamaño, entre los 3900 y 4800 m de altitud, con una fi sonomía y composición fl orís- tica diferente, que corresponden a los humedales altoandinos o comúnmente llamados “bofedales” o “turberas de Distichia”. En conjunto, representan una superfi cie de 11 085,31 ha y están caracteri- zados por especies vegetales que poseen alto valor proteico: Alchemilla pinnata, Distichia muscoides, Lilaeopsis macloviana, F. dolichophylla, Ranuncu- lus fl agelliformis, entre otras, son las especies más representativas. Estos ecosistemas se forman en la cabecera y a lo largo de los cursos de agua, manantiales y vertederos, y constituyen la principal fuente de alimentación para la fauna doméstica y gran parte de los herbívoros de la fauna silvestre que viven en la RSNAB. Igualmente, constituyen la principal y en el futuro mediato probablemente la única reserva de agua dulce para los diferentes usos consuntivos y no consuntivos de los asenta- mientos humanos ubicados a lo largo de la cuenca del Chili, en la medida que se agoten y desaparez- can los nevados y glaciares que aún quedan en el Ubinas, el Chuccura y el Huarancante. Yaretal. En el extremo altitudinal superior de la Reserva, entre los 4500 y 5000 m de altitud, se encuentra al género Azorella, representado por A. yareta, A. compacta y dos especies no identifi cadas de este género. Ocupa una superfi cie de 8 146,16 ha. Se ubica en laderas suaves a abruptas, con suelos areno-arcillosos, pedregosos hasta rocosos, con reducida cobertura vegetal. Están presentes: Pycnophyllum molle, Werneria paposa, Nototriche obcuniata, Calamagrostis curvula, Belloa longifolia y Baccharis buxifolia. Las yaretas son plantas resinosas que crecen formando grupos compactos de hasta un metro de alto y que presentan un crecimiento muy lento, debido a las condiciones adversas de la zona; dicho crecimiento es de alrededor de 1 mm por año. Estas especies han sido y son fuertemente presionadas por la extracción para combustible, lo que reduce su densidad y distribución, no solo en el ámbito de la Reserva sino también en casi toda la zona altoandina de la región. Por las características del hábitat que ocupa este grupo de especies y por su pobre densidad poblacional, se considera poco probable una rápida recuperación de estados anteriores. De acuerdo con la ONERN, esta uni- dad vegetal ocupa las zonas de vida tundra muy húmeda-alpino subtropical y nival-subtropical. Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 93 Queñual. En la Reserva, el género Polylepis se encuentra representado por P. rugulosa, que crece entre los 3500 y 4000 m de altitud, se encuen- tra en laderas muy escarpadas a suaves, en que- bradas y laderas de cerros protegidos, ocupando una superfi cie de 4 295,48 ha. Algunos reportes señalan que esta especie formó grandes bosques en las faldas de los volcanes Chachani y Misti; sin embargo, a la fecha en ambos casos su densidad poblacional apenas alcanza a unos pocos parches de árboles esparcidos en el Chachani y en las lade- ras del Misti, salvo un pequeño bosquete ubicado en la cabecera del río Andamayo. Esta situación nos lleva a considerar que esta especie se encuen- tra muy amenazada en la RNSAB. Sin embargo, es importante destacar que en la zona de amor- tiguamiento, que corresponde al volcán Pichupi- chu, existe un bosque relicto de aproximadamente 4000 ha, que debería ser considerado como área de protección y ser incluido dentro de los límites de la Reserva, de acuerdo con la ONERN (1976). El bosque de Polylepis se ubica en la zona de vida matorral desértico-alpino subtropical. 2. Riqueza fl orística La fl ora de la RNSAB está conformada básica- mente por especies herbáceas y arbustivas, con solo una arbórea (Polylepis rugulosa); comprende 356 especies de plantas vasculares, correspon- dientes a 155 géneros, 47 familias, 31 órdenes, 9 subclases, 3 clases, 1 subdivisión y 3 divisiones. Este alto número de especies destaca debido a la importancia biológica que tiene la RSNAB desde el punto de vista del manejo y la conservación de la diversidad biológica, en un ecosistema en el que las condiciones extremas de temperatura y hume- dad (agua disponible para procesos biológicos) son los factores limitantes más importantes. 3. Comunidades vegetales Algunas comunidades vegetales dentro del territo- rio de la Reserva se detallan a continuación: a. Comunidad vegetal con dominio de Stipa obtusa Y Baccharis buxifolia. En esta comu- nidad vegetal, que corresponde a la zona de Pampa de Arrieros (Lista 1-a), la especie más conspicua es S. obtusa con 12% de cobertura, seguida por S. ichu y B. buxifolia, que tienen el mismo valor de cobertura (5%). Sin embargo, a pesar de que ambas tienen la misma impor- tancia, para el caso de la denominación de la comunidad se ha preferido utilizar a B. buxifolia, por ser ésta una especie arbustiva más conspicua que S. ichu. Esta comunidad presenta un bajo predominio (0,21), lo cual indica que estamos frente a una comunidad vegetal en la que los valores de importancia o el grado de contribución de las especies se encuentra repartido entre varias de ellas, aun- que la mayor contribución específi ca la pro- porciona S. obtusa. Esta forma de repartición contribuye a que la uniformidad sea relativa- mente alta (0,60); en tanto que la diversidad de Shanon-Wiener (2,46 bits/ind.) indica que es alta con respecto a lo que reporta Linares (1995) para la misma zona, más aún tomando en consideración que esta zona corresponde a la parte más seca de la Reserva. b. Comunidad vegetal con dominio de Fes- tuca orthophylla, Calamagrostis curvula Y Tetraglochin alatum. En esta comunidad, que corresponde a la zona de Pampa Cañahuas, las especies que presentan los mayores valores de importancia son F. orthophylla, C. curvula y T. alatum, con 15, 12 y 10% de cobertura respec- tivamente (Lista 1-b). Sin embargo, a pesar de que estas tres especies concentran los mayores valores de importancia, su predominio es bajo (0,2345) en razón de que las demás especies de la comunidad tienen valores más o menos parecidos, y por lo tanto similar importancia. Igualmente, esta distribución de los valores de importancia contribuye a que la uniformidad sea relativamente alta (0,67), lo que parecería indicar una tendencia en la comunidad a com- partir más uniformemente el hábitat disponi- ble. Del mismo modo, la diversidad (2,49 bits/ ind.) sería relativamente alta para las condicio- nes ambientales de la zona, en la que los prin- cipales factores limitantes para el desarrollo de la vegetación son las bajas temperaturas, que provocan heladas en más de 250 días al año y las escasas precipitaciones pluviales. Frente a estas limitaciones ambientales, las plantas 94 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca responden, o se han adaptado, asumiendo una estrategia anual (las herbáceas), o de latencia y reposo en las épocas frías y secas (las arbus- tivas). Cabe anotar que en la actualidad esta comunidad vegetal se desarrolla dentro de lo que fue el tolar microtérmico de las pampas de Tocra, Cañahuas y Sumbay. c. Comunidad vegetal con dominio de Cala- magrostis breviaristata Y Werneria aretioides. En esta comunidad vegetal, que corresponde a la zona de Patapampa, la especie que tiene el mayor valor de importancia es C. breviaris- tata (con 20% de cobertura); un grupo de cuatro especies, Werneria digitata, Senecio mathewsii, Werneria aretioides y P. phylicaefor- mis (contribuyen con un 14% de cobertura) y las restantes apenas con 1,5% cada una; esto hace que igualmente la contribución en valores de importancia esté concentrada mayoritariamente en C. breviaristata, W. digi- tata y S. mathewsii. (Lista 1-c). Sin embargo, el predominio (0,38), aunque un poco mayor que en los dos casos anteriores, es igualmente bajo; C. breviaristata es la más importante, pero su dominio no es muy acentuado; de igual manera, se observa un claro descenso en la uniformidad (0,52). Para el caso de la diversidad, el valor de 1,97 bits/ind. estaría indicando un valor medio a alto de diversidad, más notable aún si consideramos las condicio- nes ambientales en las que se desarrolla esta comunidad vegetal, que corresponde al piso subnival, en el que la vegetación pasa parte del año debajo de la nieve, el suelo está per- manentemente húmedo y el promedio anual de biotemperatura está siempre por debajo de los 10°C. d. Comunidad vegetal con dominio de Stipa ichu, Lepidophyllum quadrangulare Y Festuca orthopylla. En esta comunidad, que corres- ponde a la zona de Cerro Mojone, un grupo de tres especies: S. ichu, L. quadrangulare y F. orthophylla presenta los más altos valores de cobertura; esto hace que su contribución específi ca a la diversidad general también sea la mayor (Lista 1-d). El índice de predominio (0,20) es bajo, lo cual indica que los valores de importancia están repartidos entre la mayoría de las especies que se presentan en esta comu- nidad o que todas son más o menos igual- mente importantes. La uniformidad, que es de 0,74, revela un alto grado de uniformidad en la distribución de los valores de importancia entre las especies presentes en esta comunidad vegetal, lo que confi rma la idea de que no existe un predominio claro de ninguna de las especies. El hecho de que se haya tomado a L. quadrangulare para distinguir a la comunidad en lugar de F. orthophylla, responde al hecho de que la zona evaluada corresponde al ámbito de distribución de la formación vegetal tolar microtérmico, en la cual las especies dominan- tes son del género Parastrephia. La razón de que P. quadrangualare no tenga predominio en esta asociación, puede estar relacionada con la intensa explotación a que ha sido sometido este importante recurso en la zona. La diversi- dad (2,74 bits/ind.) es alta para las condiciones ambientales del hábitat en que se desarrolla esta comunidad. e. Comunidad vegetal con dominio de Fes- tuca orthophylla Y Calamagrostis breviaris- tata. Esta comunidad vegetal corresponde a la localidad de El Simbral; está caracterizada principalmente por F. orthophylla con el 35% de cobertura, y por C. breviaristata con el 10% de cobertura, que son las dos especies que aportan los mayores valores de importancia dentro de la comunidad (Lista 1-e). En relación con el predominio, el valor encontrado (0,49), a pesar de que se considera como medio, se halla mayormente concentrado en una sola especie: F. orthophylla; las demás especies, incluyendo a C. breviaristata, aportan muy poco al predominio. De igual forma, la uni- formidad (0,4965) refl eja la tendencia de la comunidad a concentrar los valores de impor- tancia en muy pocas especies. Por otro lado, la diversidad general o conjunta se encuentra en 1,49 bits/ind., considerada como baja, lo que signifi ca que la zona presenta condicio- nes ambientales fuertemente restrictivas para el desarrollo de la vegetación, tales como bajas temperaturas, con fuertes heladas y precipita- ciones muy irregulares. Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 95 f. Comunidad vegetal con dominio de Calama- grostis breviaristata y Festuca orthophylla. En esta comunidad, que corresponde a las pampas de Patillani, son dos especies (C. breviaristata y F. orthophylla) las que concentran la mayor cobertura, lo que hace que a su vez tengan los más altos valores de importancia, mientras que las demás especies están representadas con bajos valores de importancia (Lista 1-f). El predominio (0,46) refl eja una clara concentra- ción de C. breviaristata, tanto como la unifor- midad revela la tendencia de la comunidad a concentrar los valores de importancia en pocas especies. En el caso del índice de diversidad conjunta, el valor encontrado (1,52 bits/ind.) señala el drástico efecto de los factores ambien- tales, que en la zona son bastante restrictivos, especialmente la temperatura cuyo promedio se mantiene por debajo de los 10°C. g. Comunidad vegetal con dominio de Festuca orthophylla (a). En esta comunidad vegetal, que corresponde a la zona de Tocrapampa, la especie más conspicua es F. orthophylla, con 30% de cobertura; luego está un grupo de tres especies: L. quadrangulare, S. ichu y P. phylicae- formis con 10, 6 y 5% de cobertura respecti- vamente. Las demás especies, por lo general tienen coberturas por debajo del 1% (Lista 1-g). En esta comunidad el predominio (0,31) refl eja que los valores de importancia están repartidos entre un grupo de especies, a pesar de lo cual F. orthophylla y L. quadrangulare son las dominantes. De igual forma, el índice de uniformidad (0,54) podría estar revelando que la tendencia de la comunidad es a una utili- zación del hábitat por un mayor número de especies, compartiendo el dominio. El valor de 2,36 bits/ind. del índice de diversidad, indica que a pesar de las condiciones del ambiente de la zona, en las que los principales factores limitantes son las bajas temperaturas asociadas con la alta frecuencia de ocurrencia de heladas, la diversidad de la zona puede considerarse como alta. h. Comunidad vegetal con dominio de Festuca orthophylla, Pycnophyllum molle y P. glome- ratum. Esta comunidad vegetal, que corres- ponde a la localidad de Vincocaya, tiene 4 especies que en conjunto suman la mayor cobertura: F. orthophylla con 16%, P. molle y P. glomeratum con 15% cada una y T. alatum con 12% de cobertura. Las demás especies tienen, por lo general, coberturas muy bajas. Igualmente estas cuatro especies acaparan los más altos valores de importancia (Lista 1-h). En esta comunidad vegetal, el predominio (0,20) señala que los valores de importancia en la comunidad están repartidos entre varias especies, no existiendo un predominio claro en ninguna de ellas, aun cuando dos especies del mismo género Pycnophyllum presentan el mismo valor de importancia, lo que podría estar signifi cando que responden de la misma forma a las condiciones ambientales de la zona. Asimismo, la uniformidad (0,63) revela que la comunidad tiende a tener una distribu- ción más o menos uniforme de los valores de importancia de las especies dominantes o a que haya un uso más compartido del hábitat entre éstas, mientras que la diversidad (2,69 bits/ind.) podría estar signifi cando que, a pesar de que las condiciones ambientales no son las más favorables para el desarrollo de la vegeta- ción, puesto que en la zona ocurren frecuentes heladas, los promedios de temperatura están por lo general por debajo de los 12°C y las precipitaciones son irregulares y temporales, las plantas se han adaptado adecuadamente a esas condiciones. i. Comunidad vegetal con dominio de Stipa ichu. En esta comunidad vegetal, que corres- ponde a la zona de Quese-Quese, una sola especie, S. ichu, acapara la cobertura vegetal, ya que todas las demás en ninguno de los casos supera al 1% de cobertura (Lista 1-i). Aquí, el predominio (0,8625) señala una alta concentración de los valores de importancia en una sola especie: S. ichu; dos especies, June- llia minima y Belloa piptolepis, comparten el segundo lugar en importancia, pero sin ser muy signifi cativas o diferentes a las demás especies presentes en la comunidad. La uni- formidad (0,1579) indica que la comunidad tiene concentrados los valores de importancia en el menor número de especies o en una sola, 96 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca que es la que aprovecha mejor los recursos del hábitat. La diversidad en esta comunidad vegetal alcanza un valor de 0,6171 bits/ind.; al parecer, el ambiente es muy restrictivo o la comunidad ha sido fuertemente degradada por sobrepastoreo. j. Comunidad vegetal con dominio de Festuca orthophylla y Senecio nutans. Esta comunidad vegetal corresponde a la zona de Pampa Chi- lligua. Aquí, F. orthophylla es la especie más representativa, con el 20% de cobertura; un grupo de tres especies: Senecio nutans, P. phyllicaeformis y Lupinus saxatilis le sigue en importancia con 10, 6 y 5% de cobertura respectivamente; las demás especies en nin- guno de los casos alcanza el 1% de cobertura (Lista 1-j). El predominio (0,28) representa un valor bajo, lo cual signifi ca que no existe un predominio claro de ninguna de las especies a pesar de que F. orthophylla var. glabrescens y S. nutans son las dominantes. Igualmente, la uniformidad (0,66) indica que la tendencia de la comunidad es a que las especies estén igualmente representadas en el ambiente o compartan los recursos del ambiente. El índice de diversidad (2,20 bits/ind.) nos señala que las condiciones ambientales no son óptimas para el desarrollo de la vegetación. k. Comunidad vegetal con dominio de Festuca sp., Chersodoma jodopapa Y Parastrephya phy- llicacformis. Esta comunidad corresponde a la zona de Cabrerías. Las especies más represen- tativas son Festuca sp. con 15%, Chersodoma jodopappa con 15% y P. phyllicaeformis con 10% de cobertura; un segundo grupo está inte- grado por Lupinus sp., B. tricuneata y S. nutans, con 8, 7 y 5% de cobertura respectivamente. Las demás especies tienen valores de cobertura muy bajos. Esta misma característica se repite en relación con los valores de importancia. Así, Festuca sp. y C. jodopappa son las que tienen los más altos valores de importancia, seguidas de P. phyllicaeformis (Lista 1-k). En esta comu- nidad, el predominio (0,15) signifi ca que los valores de importancia están repartidos entre muchas especies; igualmente, la uniformidad, cuyo valor es 0,78, señala que la tendencia de la comunidad es a que no haya especies predo- minantes. En relación con la diversidad, el valor de 3,41 bits/ind. indica una alta diversidad; este índice está fuertemente infl uenciado por las mejores condiciones ambientales (excepto las precipitaciones), que son más favorables para el desarrollo de la vegetación. 4. Conservación de la vegetación Dentro de la RNSAB, son entre 30 y 40 las espe- cies de plantas más importantes desde el punto de vista fi tosociológico que presentan una dis- tribución espacial muy esparcida, que tienen poblaciones precarias y/o que económicamente forman parte de las alternativas de sobrevivencia de los pobladores andinos, por lo que se encuen- tran sometidas a una excesiva extracción (Lista 2). Hace unos 80 años, ocho especies de la familia Asteraceae eran las dominantes en las unidades vegetacionales llamadas tolares, a las que Weber- bauer (1945) denominó “Tolar mesotérmico” y “Tolar microtérmico”, que constituían una gran formacion vegetal. Se trata de L. quadrangulare (sin. P. quadrangularis), tres de estas especies corresponden al género Parastrephia: P. lepidophy- lla, P. phyllicaeformis y P. lucida; y cuatro especies al género Baccharis: B. buxifolia, B. incarum, B. tricuneata y B. emarginata. Todas ellas constitu- yeron grandes y densas poblaciones a lo largo del territorio de la Reserva. Sin embargo, hoy en día, debido a la sobreexplotación a las que han sido sometidas, éstas han sido desplazadas espa- cial y altitudinalmente, encontrándose a la fecha en forma esparcida y muy dispersa, formando apenas pequeños “manchones” o “parches” en las áreas más alejadas, donde no ha llegado la intervención humana. En la formación vegetal Pajonal, dos géneros de la familia de las Poáceas fueron al parecer siempre los dominantes: Festuca y Stipa. En la actualidad, ambos géneros se presentan como dominantes a lo largo de la Reserva, pero con la característica de que Stipa se presenta formando manchones o parches de vegetación rodeados por Festuca. Esta característica puede estar signifi cando que ambos géneros están pasando a ocupar los espacios deja- dos por las especies de Parastrephia y Baccharis que conformaban el tolar. Desde el punto de vista Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 97 fi tosociológico, es F. ortophylla la que está más ampliamente distribuida, siendo dominante en seis de las once comunidades vegetales identifi cadas, seguida de S. ichu que se encuentra dominando en tres de ellas. Un tercer aspecto a destacar es el hecho de que en varias partes del territorio de la RNSAB, tanto las poblaciones de Parastrephia como las de Baccharis, Festuca y Stipa, vienen siendo desplazadas por T. alatum “Kanlli”, planta espinosa indicadora de degradación de suelos, que se presenta principalmente en áreas sobre- pastoreadas y donde hay sobreexplotación de los tolares; esto es más evidente en las pampas de Tambo Cañahuas y en Tocrapampa. Un género que reviste gran importancia desde el punto de vista fi tosociológico y socioeconómico para la Reserva es Calamagrostis. Está representado en la RNSAB por 15 especies: C. aff. chrysantha, C. antoniana, C. curvula, C. breviaristata, C. heterophy- lla, C. jamesoni, C. ovata, C. rigescens, C. vicunarum, y 6 más no identifi cadas a nivel de especie. Sin embargo, C. vicunarum, la de mayor distribución latitudinal en los Andes peruanos, apenas si está representada en la Reserva y no aparece en nin- guna de las 11 comunidades vegetales determina- das, lo cual podría estar signifi cando que no solo esta especie, sino todo el género, se encuentra en riesgo o afrontando alguna amenaza en la Reserva, derivada de la fuerte presión por pastoreo a la que se ve sometida. Dos grupos de especies importantes por su rol en el funcionamiento de la comunidad bió- tica, a causa de sus usos económicos y porque sus poblaciones han disminuido grandemente, son los géneros Polylepis y Azorella. Sin embargo, ambos se encuentran con poblaciones suma- mente disminuidas y restringidas a ámbitos espa- ciales muy difíciles, debido a la sobreexplotación a la que son sometidas. Finalmente, en la RNSAB existe un grupo de especies que se desarrollan en ambientes acuáticos, subacuáticos y húmedos, y que en conjunto forman los humedales altoandi- nos o más comúnmente denominados bofedales u “oqonales”, en los que Distichia muscoides es la especie más conspicua y representativa por estar conformando un colchón continuo de vegetación de más del 90% de cobertura, sobre el cual se desarrollan todas las demás especies reportadas para este tipo de hábitat. Esta vegetación es la principal fuente de ali- mentación para las ganaderías domésticas que se desarrollan en la Reserva y para la mayor parte de la fauna silvestre que habita en estos parajes; asimismo, es lugar de reproducción y anidación de muchas especies de aves, por lo que reviste una gran importancia para el mantenimiento del eco- sistema y de la diversidad biológica. Sin embargo, en la actualidad se le viene explotando por extrac- ción de material vegetal para la producción de compost, que luego es utilizado en los ambientes urbanos para jardinería, por sobrepastoreo y por cambio de uso para la construcción de grandes represamientos. Con esta acción se está poniendo en peligro de extinción a muchas especies de plantas que, por la propia naturaleza del hábitat, mantienen poblaciones reducidas, como es el caso de Myros- modes sp., especie de orquídea altoandina que solo crece en este tipo de ambientes. Entre las especies con mayor riesgo para su conservación, debido a la presión que se ejerce sobre ellas dentro de la RNSAB, están las especies conocidas como “yareta”, Azorella spp., y “queñua”, P. rugulosa. Ambas están consideradas “en vías de extinción” en la Reserva. Igualmente la “queñua”, debido a la gran disminu- ción de su densidad y de su distribución causada por las actividades de tala y elaboración de carbón, lo que ha ocasionado que los pocos árboles que quedan se encuentren esparcidos y restringidos a pequeñas áreas que no garantizan su recuperación en el corto y mediano plazo. La yareta también ha sido restringida a localizaciones muy reducidas y poblaciones muy pequeñas. Myrosmodes sp. es un nuevo reporte para la fl ora de la Reserva. Se desconoce su situación actual en términos de distribución, población, hábitat, etc., por lo que se la ubica como una especie “en situación vulnerable” en la Reserva. Sin embargo, el hecho de haberla encontrado en un bofedal incrementa el grado de amenaza por ser ésta una zona muy vulnerable, debido al pas- toreo intensivo, a la desecación de los mismos para la construcción de carreteras y represas, y a la extracción de materiales para utilizarlos como compost en jardinería. El desconocimiento de la ecología de esta especie hace que consideremos necesario realizar estudios para identifi car medidas efi cientes que garanticen su conservación. 98 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Las especies que conforman los “tolares”, Parastrephia spp., Lepidophyllum spp. y Baccharis spp., se encuentran en “situación vulnerable” en la Reserva. Por lo general, se han considerado como “vulnerables” en la Reserva algunas de las especies más representativas de los bofedales, como Disti- chia sp. y Alchemilla sp. Las causas son las mismas que se han tenido en cuenta para Myrosmodes sp. Las plantas categorizadas como “especies raras” son las endémicas y de distribución restringida. No se considera a las especies “en situación indeter- minada”, salvo Berberis lutea, debido a la escasez de estudios en el tema del uso y estado de con- servación actual. Aragón, G. 1980. Cactáceas de Arequipa. Tesis de Bachi- ller en Ciencias Biológicas, Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Brako, L. y J. Zarucchi. 1993. Catalogue of the fl owe- ring plants and Gymnosperms of Peru. Missouri Botanical Garden, vol. 45. Candia, W. 2006. Estructura de las comunidades vege- tales de un sector de las faldas del volcán Misti; pertenecientes al distrito de Selva Alegre (2500- 3500 m) en los meses de enero a junio del 2001. Arequipa (Perú). Tesis de Biólogo. Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Flores, C. 2006. Condición vegetal y capacidad de carga de los bofedales del Lista de Pampa Cañahuas, Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Are- quipa. Tesis de Biólogo. 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AGRADECIMIENTOS Agradecemos al Proyecto Araucaria – Valle del Colca de la Agencia Española de Cooperación Internacional y a desco, por el fi nanciamiento parcial de este estudio. Asimismo, a nuestra casa de estudios, la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Agradecemos a José Ochoa y Horacio Zeballos por los aportes en la redacción de este artículo. BIBLIOGRAFÍA Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 99 Solórzano, R. 2002. Plantas medicinales de los Listas de Piaca y Tuctumpaya del distrito de Pocsi. Agosto 2000 – Abril 2001. Arequipa, Perú. Tesis de Biólogo. Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Talavera, D. 2002. Composición fl orística y estruc- tura de la vegetación en la localidad de Cabrerías (Cayma – Arequipa), de los 2700 a los 4100 m. De junio a octubre del 2001. Arequipa (Perú). Tesis de Biólogo. Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Vargas, C. 1940. Formaciones vegetales del departa- mento de Arequipa. Lima. 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Estructura de las comunidades vegetales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca N° Especie Cobertura Pi Predominio Diversidad Uniformidad A Stipa obtusa y Baccharis buxifolia de la zona de Pampa de Arrieros 1 Stipa obtusa 12,0 0,3883 0,1508 0,5299 2 Stipa ichu 5,0 0,1618 0,0262 0,1604 3 Baccharis buxifolia 5,0 0,1618 0,0262 0,1604 4 Ephedra americana 0,8 0,0243 0,0006 0,1304 5 Parastrephia lepidophylla. 0,4 0,0129 0,0002 0,0809 6 Crocopsis fulgens 0,8 0,0259 0,0007 0,1365 7 Senecio nutans 0,3 0,0097 0,0001 0,0648 8 Adesmia spinosissima 2,0 0,0647 0,0042 0,2555 9 Opuntia ignescens 0,2 0,0065 0,0000 0,0473 10 Calamagrostis sp. 1,0 0,0324 0,0010 0,16D4 11 Senecio phylloleptus 0.1 0,0032 0,0000 0,0265 12 Belloa sp. 1,5 0,0485 0,0023 0,2117 13 Calandrinia acaulis 1,0 0,0324 0,0010 0,1604 14 Plantago linearis 1,0 0,0324 0,0010 0,16D4 15 Lupinus sp. 0,1 0,0032 0,0000 0,0265 16 Tagetes multifl ora 0,3 0,0081 0,0000 0,0563 17 Spergularia fasciculata 0,5 0,0162 0,0003 0,0964 Total 30,9 0,214ó 24,647 0,6030 B Festuca orthophylla, Calamagrostis curvula y Tetraglochin alatum de la zona de pampa Cañahuas 1 Calamagrrostis curvula 12 0,2655 0,0705 0,508 2 Tetragochin alatum 10 0,2212 0,0489 0,4814 3 Festuca orthophvlla 15 0,3319 0,1101 0,5282 4 Calamagrostis vicunarum 2 0,0442 0,0019 0,1988 5 Junellia minima 1,5 0,0332 0,0011 0,1631 6 Parastrephia phvlicaefonnis 0,5 0,0111 0,0001 0,0721 7 Solanum sp 1 0,0221 0,0005 0,1215 8 Muhlenbergia peruviana 1,5 0,0332 0,0011 0,1631 9 Astragalus arequipensis 0,5 0,0111 0,0001 0,0721 10 Stipa mexicana 0,5 0,0111 0,0001 0,0721 11 Nototriche sp. 0,1 0,0022 0,0 0,0194 12 Calandrinia acaulis 0,1 0,0022 0,0 0,0194 13 Astragalus peruvianus 0,5 0,0111 0,0001 0,0721 Total 45,2 0,2345 24,913 0,6733 C Calamagrostis breviaristata y Werneria aretioides para la zona de Patapampa Calaamagrostis breviaristata 20,0 0,5674 0,3219 0,4639 2 Wemeria digitata 6,0 0,1702 0,0289 0,4348 3 Senecio mathewsii 5,0 0,1418 0,0201 0,3995 4 Wemeria aretioides 2,0 0,0567 0,0032 0,2347 5 Parasthrephia phylicaeformis 1,0 0,0284 0,0008 0,1460 6 Festuca orthophylla 0,3 0,0071 0,0000 0,0507 Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 101 N° Especie Cobertura Pi Predominio Diversidad Uniformidad C Calamagrostis breviaristata y Werneria aretioides para la zona de Patapampa 7 Calandrinia acaulis 0,1 0,0028 0,0000 0,0237 8 Hipochoeris eriolaena 0,1 0,0028 0,0000 0,0237 9 Calamagrostis heterofhylla 0,3 0,Q085 0,0001. 0,0584 10 Calamagrostis curvula 0,2 0,0057 0,0000 0,0425 11 Nototriche longirostris 0,1 0,0028 0,0000 0,0237 12 Belloa punae 0,1 0,0028 0,0000 0,0237 13 Nototriche sepaliloba 0,1 0,0028 0,0000 0,0237 0.1 0,0028 0,0000 0,0237 Total 35,3 0,3750 19,727 0,5181 D Stipa ichu, Lepidophyllum quadrangulare y Festuca orthopylla en Cerro Mojone 1 Stipa ichu 20,0 0,2878 0,0828 0,5172 2 Lepidophyllum quadrangulare 15,0 0,2158 0,0465 0,4774 3 Festuca orthophylla 15,0 0,2158 0,0465 0,4774 4 Calamagrostis sp. 8,0 0,1151 0,0132 0,3590 5 Ephedra americana 1,0 0,0144 0,0002 0,0881 6 Senecio nutans 5,0 0,0719 0,0051 0,2730 7 Descurainia myriophylla 1,0 0,0144 0,0002 0,0881 8 Lupinus microphvllus 1,0 0,0144 0,0002 0,0881 9 Baccharis buxifolia 1,5 0,0216 0,0004 0,1195 10 Plantago linearis 0,2 0,0029 0,0000 0,0245 11 Belloa punae 0.8 0,0115 0,0001 0,0741 12 Hipochaeris echegarayi 0,3 0,0043 0,0000 0,0338 13 Muhlenbergia peruviana 1,5 0,0216 0,0004 0,1195 Total 69,5 0,1956 27,397 0,7404 E Festuca orthophylla y Calamagrostis breviaristata de la zona de El Simbral 1 Snecio nutans 1,0 0,0190 0,0003 0,1086 2 Festuca orthophylla 35,0 0,6654 0,4427 0,3911 3 Calamagrostis breviaristata 10,0 0,1901 0,0361 0,4553 4 Nototriche turritella 5,0 0,0951 0.009 0,3229 5 Astragalus aff. weddellianus 0,5 0,0095 0,0000 0,0639 6 Lepidophvllum quadrangulare 0,4 0,0076 0,0000 0,0535 7 Malvaceae 0,5 0,0095 0,0000 0,0638 8 Pvcnophyllum molle 0,2 0,0038 0,0000 0,0305 Total 52,6 0,4881 14,896 0,4965 F Calamagrostis breviaristata y Festuca orthophylla de la zona de pampas de Patillani 1 Calamagrostis breviaristata 35,0 0,6250 0,3906 0,4238 2 Festuca orthophylla 15,0 0,2678 0,0717 0,5089 3 Nototriche longirostris 1,5 0,0268 0,0007 0,1400 4 Azorella yareta 1,5 0,0268 0,0007 0,1400 5 Azorella sp1 1,0 0,0178 0,0003 0,1034 6 Azorella sp2 1,0 0,0179 0,0003 0,1034 7 Lepidium bipinnatifi dum 1,0 0,0179 0,0003 0,1034 Total 56,0 0,4646 15,229 0,5425 102 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca N° Especie Cobertura Pi Predominio Diversidad Uniformidad G Festuca orthophylla de la zona de Tocrapampa 1 Lepidophyllum quadrandularis 10,0 0,1706 0,0291 0,4352 2 Parastrephia phvlicaefonnis 5,0 0,0853 0,0073 0,3029 3 Festuca orthophylla 30,0 0,5119 0,2621 0,4945 4 Stipa ichu 6,0 0,1024 0,0105 0,3367 5 Werneria denticulata 1,0 0,0171 0,0003 0,1004 6 Nototriche pedicularifolia 0,4 0,00ó8 0,0000 0,0489 7 Pycnophyllum glomeratum 2,0 0,0341 0,0012 0,1662 8 Belloa longifolia 0,1 0,0017 0,0000 0,0156 9 Hipochaeris eriolaena 0,1 0,0017 0,0000 0,0156 10 Calamagrostis breviaristata 2,0 0,0341 0,0012 0,1662 11 Pycnophyllum weberbaueri 0,5 0,0085 0,0000 0,0584 12 Nototriche sepaliloba 0,2 0,0034 0,0000 0,0279 13 Lucilia fl agelliformis 0,2 0,0034 0,0000 0,0279 14 Senecio nutans 0,2 0,0034 0,0000 0,0279 15 Onagraceae 0,1 0,0017 0,0000 0,0156 16 Poa sp. 0,1 0,0017 0,0000 0,0156 17 Perezia coerulescens 0,3 0,0043 0,0000 0,0338 18 Hipochaeris echegarayi 0,2 0,0026 0,0000 0,0224 19 Viola sp. 0,2 0,0034 0,0000 0,0279 20 Werneria sp. 0,1 0,0017 0,0000 0,0156 Total 58,6 0,3117 23,552 0,5419 H Festuca orthophylla, Pycnophyllum molle y P. glomeratum de la zona de Vincocaya 1 Tetraglcchin alatum 12,0 0,1821 0,0332 0,4475 2 Pvcnopphyllum glomeratum 15,0 0,2276 0,0518 0,4860 3 Pycnophyllum molle 15,0 0,2276 0,0518 0,4860 4 Parastrephia phylicaeformis 3,0 0,0455 0,0021 0,2028 5 Festuca orthopphylla 16,0 0,2428 0,0589 0,4959 6 Azorella yareta 1,0 0,0151 0,0002 0,0918 7 Acaulimalva engleriana 0.3 0,0045 0,0000 0,0351 8 Carvophyllaceae 0.5 0,0076 0,0000 0,0535 9 Calamagrostis sp. 2,0 0,0303 0,0009 0,1528 10 Geranium sessilifl orum 0,2 0,0023 0,0000 0,0202 11 Iridaceae 0,3 0,0037 0,0000 0,0306 12 Plantago linearis 0,3 0,0037 0,0000 0,0306 13 Astragalus aff dillinghamii 0,3 0,0045 0,0000 0,0351 14 Hipochaeris echegarayi 0,3 0,0045 0,0000 0,0351 15 Calandrinia acaulis 0,1 0,0015 0,0000 0,0140 16 Senecio serratifolium 0,2 0,0030 0,0000 0,0251 17 Belloa punae 0,1 0,0015 0,0000 0,0140 18 Alchemlla pinnata 0,2 0,0030 0,0000 0,0251 19 Nototriche argentea 0,1 0,0007 0,0000 0,0073 Total 65,9 0,1989 26,885 0,6329 Flora y vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 103 Nº Especie Cobertura Pi Predominio Diversidad Uniformidad I Stipa ichu de la zona de Quese-quese 1 Stipa ichu 80,0 0,9286 0,8623 0,0992 2 Junellia minima 1,0 0,0116 0,0001 0,0746 3 Calamagrostis sp. 0,6 0,0069 0,0000 0,0494 4 Belloa piptolepis 1,0 0,0116 0,0001 0,0746 5 Astragalus aff MicranthelIus 0,1 0,0012 0,0000 0,0117 6 Nototriche turritela 0,5 0,0058 0,0000 0,0431 7 M’ancoa hispida 0,5 0,0058 0,0000 0,0431 8 Poa sp. 0,3 0,0029 0,0000 0,0244 9 Calandrinia acaulis 0.05 0,0005 0,0000 0,0054 10 Solanum sp. 0,2 0,0023 0,0000 0,0201 11 Festuca orthophylla 0,7 0,0081 0,0000 0,0562 12 Hipochaeris echegarayi 0,4 0,0046 0,0000 0,0357 13 Iridaceae 0,1 0,0012 0,0000 0,0117 14 Baccharis tricuneata 0,7 0,0081 0,0000 0,0562 15 Geranium sessiliif1orum 0,1 0,0012 0,0000 0,0117 Total 86,2 0,8625 0,6171 0,1579 J Festuca orthophylla de la zona de Pampa Chilligua 1 Festuca orthophylla var. glabrescens 20 0,4454 0,1984 0,5196 2 Parastrephia phylicaeformis 6 0,1336 0,0178 0,3879 3 Senecio nutans 10 0,2227 0,0496 0,4825 4 Lupinus saxatylis 5 0,1114 0,0124 0,3528 5 Descurainia myriophylla 2 0,0445 0,002 0,1997 6 Calycera pulvinata 0,8 0,0178 0,0001 0,1034 7 Solanoceae 0,2 0,0044 0,0000 0,0344 8 Drymaria sp. 0,5 0,0111 0,0000 0,072 9 Malvaceae 0,3 0,0067 0,0000 0,0484 10 Perezia coerulescens 0,1 0,0022 0,0000 0.0194 Total 44,9 0,2803 2.007 0,6625 K Festuca sp., Chersodoma jodopapa y Parastrephya phyllicacformis de la zona de Cabrerías 1 Festuca sp. 15 0,2169 0,047 0,4782 2 Parastrephia phylicaeformis 10 0,1446 0,0209 0,4034 3 Chersodoma jodopappa 15 0,2169 0,047 0,4782 4 Stipa ichu 2 0,0289 0,0008 0,14778 5 Eragrostis sp. 1 0,0144 0,0002 0,0881 6 Senecio nutans 5 0,0723 0,0052 0,2740 7 Adesmia spinosissima 3 0,0434 0,0019 0,1964 8 Baccharis tricuneata 7,5 0,1084 0,01l8 0,3475 9 Descurainia myriophylla 0,8 0,0115 0,0001 0,0741 10 Lupinus sp 8,0 0.8034 0,0134 0,3600 10 Belloa longifolia 0,4 0,0058 0,0000 0,0431 12 Ephedra americana 0,3 0,0043 0,0000 0,0338 13 Sisymbrium sp. 0,15 0,0022 0,0000 0,0194 14 Poa sp. 0,5 0,0072 0,0000 0,0512 15 Opuntia ignescens 0,5 0,0072 0,0000 0,0512 Total 69,15 0,1483 30,463 0,7797 104 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca LISTA 2. Propuesta de la lista de especies amenazadas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca en base a los criterios presentados en el texto. Esto solamente es válido para la RNSAB. N° Especie Legislación peruana (D.S. N° 043-2006-AG) Categoría de Conservación (este estudio) 1 Polylepis rugulosa E 2 Azorella compacta E 3 Azorella yareta E 4 Lepidophyllum quadrangulare V 5 Parastrephia lepidophylla V 6 Parastrephia phylicaeformis V 7 Parastrephia lucida V 8 Baccharis tricuneata V 9 Baccharis buxifolia V 10 Baccharis incarum. V 11 Baccharis emarginata V 12 Myrosmodes sp. V 13 Leucheria daucifolia V 14 Stangea rhizantha V 15 Echinopsis pamparuizii V 16 Distichia muscoides V 17 Alchemilla pinnata V 18 Cantua candelilla R 19 Calycera pulvinata R 20 Acaulimalva engleriana R 21 Crocopsis fulgens R 22 Oxalis petrophylla R 23 Senecio mathewsii R 24 Valeriana globularis R 25 Achyrocline peruviana R 26 Erigeron incaicus R 27 Hieracium mandonii* R 28 Senecio adenophylloides* R 29 Werneria orbignyana R 30 Draba mathioloides* R 31 Corryocactus cf. puquiensis R 32 Pycnophyllum weberbaueri R 33 Astragalus dielsii R 34 Astragalus dillinghamii R 35 Lupinus misticota R 36 Lupinus paruroensis R 37 Poa aequigluma* R 38 Poa carazensis* R 39 Poa pearsonii* R 40 Poa spicigera R 41 Stipa rigidiseta* R 42 Novenia accaulis R 43 Berberis lutea I 44 Viola sp. R 45 Calamagrostis vicunarum R – Especies en extinción (E) – Especies en situación indeterminada (I) – Especies vulnerables (V) –Especies raras (R) – *Especies no colectadas durante los meses de enero y febrero del 2000. LOS PASTIZALES NATURALES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA John Machaca Centty,1 Juan Carlos Lizárraga,1 Franklin A. Montesinos,2,3 Eloy Ocsa,1 Fredy Quispe1 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. joev.mace@gmail.com. 2. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. RESUMEN Los pastizales naturales son considerados una parte imprescindible del ecosistema altoandino, por su estrecha relación con el medio ambiente: el agua, el suelo, la biota, y el mismo ser humano que se establece en estas condiciones altitudinales extremas. En la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, la existencia de poblaciones asentadas constituye uno de los factores de crisis de los recursos naturales, siendo los pastos naturales el recurso más afectado, dada su singular importancia para el desarrollo de su principal actividad económica: la ganadería. En toda la zona altoandina, donde predomina la producción de los camélidos sudamericanos domésticos, los pastos vienen siendo estudiados y caracterizados, no solo como parte de los diferentes estratos vegetacionales que conforman estas zonas de vida, sino que se viene deter- minando sus diferentes potencialidades. Una de sus características más importantes es el amplio potencial forrajero que permite la producción sostenida y la supervivencia de las poblaciones de estos ámbitos. Para ello se defi nen en este tipo de estudios los mecanismos de recojo de la información que ayude a llevar a cabo un análisis integral que no solo esté relacionado con la fl orística, sino que permita obtener información sobre los demás elementos del ecosistema, tales como el suelo, el agua, y la cantidad de animales. Ante el crecimiento de las necesidades de las familias y los cambios climáticos que se han presentado en las últimas décadas, la condición de la pradera natural en la RNSAB no es la más saludable. Se obtienen valores que deben ser mejorados mediante una adecuada planifi cación de su manejo, para evitar la perdida de las características productivas deseables y que en un futuro la situación se agrave en un proceso irreversible a causa de la pérdida de los demás elementos que conforman este ecosistema. Palabras clave: Pastos naturales, Andes, potencial forrajero, fl orística, ecosistema. ABSTRACT Natural grasslands are an important part of the High Andean ecosystem, due to their close relation to the environment: water, soil, wild life and local people who live in this extreme environment con- ditions. In the Salinas y Aguada Blanca National Reserve, there are human populations that impact on natural sources, especially natural grasslands, which is used to livestock. Through the entire High Andean zone, the breeding of South American domestic camelids is the fi rst economic activity, the grass production and its characteristics are being studied to record its properties and potential use. One of the most important characteristics is its potential foraging use, which allows maintainable production and the survival of human population that inhabits here. So it is important to realize stu- dies recording information to get an integral analysis that allows to acquire information from others ecosystem elements; such as soil, water and the number of animals. Conditions of the natural grassland are poor, due to the global climatic change, and increasing people requirements in last decades, so they must be improved through an appropriate management to avoid the lost of desirable productive characteristics, and undesirable future situations due to the lost of ecosystem elements. Key words: Natural grass, Andes, foraging potential, fl ora, ecosystem. [ 105 ] 106 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca INTRODUCCIÓN Por el hecho de encontrarse en un hábitat altoan- dino —entre los 3700 y 4500 m— la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) tiene como actividad económica más importante a la ganadería, especialmente de camélidos sud- americanos domésticos (alpaca y llama). Este ámbito brinda, como único sustento alimenticio, la producción de pastizales naturales, formados por diferentes asociaciones de gramíneas, hierbas y arbustos, que han convivido a pesar de la adver- sidad de las condiciones climáticas y los niveles altitudinales en los que se encuentran. En la perspectiva de desarrollar la actividad ganadera de forma compatible con la producción de los pastos naturales, podemos afi rmar que en estos momentos las características que muestra no son alentadoras; se percibe una pérdida de cobertura vegetal, así como la desaparición de especies que por su alta palatabilidad revisten importancia en la alimentación de los rebaños familiares. Esto es producto del excesivo pasto- reo, así como de la desmedida carga de animales que soportan (presión de carga); es por ello que el manejo y la conservación de un ecosistema de los pastizales naturales altoandinos, exige el conocimiento integral de los componentes que interactúan, reconociendo su estado de condición natural y verifi cando el grado de sucesión en el que se encuentran, como producto de la intervención de la mano del hombre. Se torna importante el conocimiento de las características de los pastizales naturales y sus comunidades vegetacionales, así como de las condiciones ecológicas en las que se desarrolla, el recurso edáfi co y las características socioeconómicas: la tenencia de la tierra, la organi- zación social y las formas de su aprovechamiento, como elementos para determinar e implementar las medidas necesarias para asegurar su manejo y conservación, con el fi n de evitar el progresivo deterioro y la pérdida continua de los estratos vegetacionales altoandinos. METODOLOGÍA Evaluar los pastizales naturales, así como partir de un inventario de la vegetación, la estructura de los suelos y el capital ganadero con que cuentan las poblaciones asentadas en el ámbito de la Reserva, son los instrumentos que permiten planifi car su adecuado manejo y conservación. Los estudios realizados en los últimos 10 años sobre el uso que se le viene dando, principalmente como fuente de alimento de la ganadería —principal sustento para la supervivencia de las familias— ha permitido defi nir la situación adversa, que está llevando a un proceso continuo de deterioro y que no solo incide en la perdida de la capacidad productiva de los pastos naturales, sino en el ecosistema de cada uno de sus sectores. Entre los elementos de mayor importancia que permiten defi nir las carac- terísticas asociadas con la producción ganadera y el desarrollo óptimo de los pastizales naturales, se consideran: Evaluación agrosto-edafológica Como una medida para establecer los parámetros que permitan medir las características de desarrollo fenológico y productivo de los pastizales naturales, es necesario realizar una evaluación y un inventario de las características agrostológicas de las especies presentes (Flores 1993). El buen manejo de los pastizales implica realizar en forma periódica una evaluación completa de su ecosistema, para saber si un pastizal ha sido pastoreado apropiadamente o no. Machaca (2004) defi ne la caracterización de los pastizales naturales como un instrumento que permite defi nir las estrategias de planifi cación para alcanzar el adecuado manejo y la conservación de cada una de las unidades de producción en la zona altoandina, existiendo una estrecha relación suelo - agua - vegetación y siendo el productor, mediante su actividad ganadera, quien genera la alteración de su equilibrio. La metodología utilizada para el recojo de la información agrostológica y edáfi ca, se basa en la sectorización de los estratos vegetacionales, esta- blecidos por la geomorfología de los suelos y la capacidad de uso mayor de los mismo, la cual nos determina unidades preliminares. Seguidamente se lleva a cabo el levantamiento de la información de cada sitio, referido al uso de un transecto radial con puntos fi jos, que nos permite abarcar una amplia extensión de la superfi cie del área, así como tomar en cuenta una mayor cantidad de puntos evaluados y de muestras recogidas; de esta forma Los pastizales naturales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 107 se aumenta la probabilidad de la información y se reduce el margen de error. Se determinan los puntos fi jos para desarrollar un plan de evaluación permanente que nos indique en forma regular las proyecciones del desarrollo vegetacional, determi- nando los valores positivos o negativos del grado de uso de los pastizales, así como para reconocer la mejora en calidad y cantidad de los mismos. En su guía de uso de los pastizales naturales, Flores (1993) proporciona las pautas necesarias para defi nir la situación en la que se encuentran, lo que acompañado por una recolección de infor- mación técnica y científi ca nos permite proponer acciones a corto, mediano y largo plazo dirigidas a recuperar y/o asegurar la capacidad productiva, tanto del potencial forrajero como de la cobertura vegetal de los suelos. Condición de los pastizales naturales La condición de un pastizal refl eja el estado de salud del campo. Para determinarla es necesario comparar su estado actual con lo que éste puede producir en las mejores condiciones de manejo, y principalmente del grado de uso moderado al que haya sido expuesto; de allí que mientras mayor sea la proporción de especies de plantas desea- bles para la alimentación de las diferentes especies domésticas, mejor será la condición del mismo (Florez 2005). Se defi ne la clase de condición de un área en evaluación, siendo determinante la proporción de especies deseables y poco deseables, con respecto a las indeseables. Es por ello que se defi ne su condi- ción entre las clases que van desde una condición excelente, donde la producción de especies está compuesta en un alto porcentaje (100 – 76%) por especies deseables y poco deseables; pasando por condiciones de buena, regular y pobre para ter- minar en muy pobre, donde las plantas deseables casi han desaparecido y el suelo está pobremente protegido. No todas las áreas de un campo tienen la misma condición; por lo tanto, es necesario defi - nir adecuadamente cada uno de los sitios de pas- tizal. Asimismo, es importante mencionar que las especies consideradas deseables tienen cualidades altamente alimenticias para la ganadería mixta de alpacas, llamas y ovinos. El vigor de estas especies nos da a conocer la historia de la conducción de estos campos, así como del manejo del agua, del sistema de pastoreo, de la conservación de los suelos, etc. Lo ideal es que los pastizales tengan una condición excelente; mientras más se alejen de esta condición en niveles de regresión negativa, su estado de salud se va deteriorando. Capacidad de carga y soportabilidad La capacidad de carga es un estimado de la pro- ducción sostenida que genera una unidad pecuaria con respecto a la cantidad de área a pastorear, sin inducir al deterioro del pastizal, el suelo y el agua. Con la información relativa a la condición de los pastizales, por cada ámbito, sector, sitio o tipo de pastizal, se estimará la carga inicial o de referencia mediante el uso de la tabla generada de modo experimental por la Universidad Nacional Agra- ria La Molina (que está basada en la experiencia) y para poder establecer una carga óptima, solo se recurre a la observación permanente. Florez (2005) da a conocer la relación entre los indica- dores y la condición de la pradera se muestra en la tabla experimental, teniendo en cuenta factores tales como especie dominante, vigor, porcentaje de plantas anuales, suelo desnudo y producción forrajera. Machaca (2004) reconoce que los índi- ces a asumir son importantes para una mejor inter- pretación de la carga óptima, pero aún es un dato estimado que en muchos de los casos debe ser corregido para disminuir el porcentaje de error. La defi nición de la cantidad de animales que pueden pastar sobre una determinada extensión de terreno, considerando las proyecciones obte- nidas a partir de la producción de biomasa y su relación estrecha con la cantidad de alimento requerido por cada animal, se denomina soporta- bilidad. Este factor de uso de los pastizales se con- sidera como el dato más aproximado, basado en la oferta forrajera de un pastizal. El procedimiento de corte-cosecha de la biomasa de un sector permite obtener información sobre el número de animales que pueden pastar en un determinado tiempo sin provocar alteraciones en la estructura de la vege- tación, permitiendo disponer los tiempos de des- canso adecuados para favorecer la regeneración natural de las plantas. Florez (2005) indica que la producción y abundancia de gramíneas de estratos 108 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca altos no implica necesariamente que exista una alta soportabilidad; por el contrario, se considera en una categoría pobre y muy pobre, y limita el estrato bajo preferido principalmente por la gana- dería de alpacas. Sánchez (1998) reporta que la disponibilidad de la biomasa tiene una tendencia irregular debido a las condiciones climáticas que imperan en la zona alta de Arequipa, puesto que en la época de lluvias se determina la máxima producción forrajera, denominado pico máximo de producción, y ésta disminuye notoriamente durante la época seca o de estiaje. RESULTADOS 1. Características de los suelos Características físicas de los suelos En los suelos de la RNSAB, la ubicación, la posi- ción topográfi ca y el grado de inclinación de los terrenos tienen incidencia sobre las principales características físicas. La profundidad de los suelos, referida al espesor de las capas del suelo donde las raíces de las plantas pueden penetrar en busca de agua y nutrientes, varía entre muy superfi cial a profunda. La textura de los suelos se refi ere a la proporción de arena, limo y arcilla que existe en la porción superior de los mismos. En el hori- zonte A del suelo, se manifi esta ampliamente por la ocurrencia de suelos de textura arenosa y franca, lo que determina que éstos en su mayor propor- ción se clasifi quen por orden de importancia en suelos francos, franco arenosos, arenas francas, y arenosos; no obstante, hay presencia de suelos orgánicos en algunos sectores. La pedregosidad a nivel de toda la RNSAB es variable, fl uctuando desde una ausencia a una pre- sencia total de piedras; por lo tanto, la existencia de áreas con alta presencia de piedras (+ 2,0cm de diámetro) nos indica que existe interferencia para el normal desarrollo de las especies vege- tales, así como para la ampliación de las áreas con cobertura vegetal. La presencia de rocas en la superfi cie de los suelos constituye una limitante altamente negativa para el desarrollo de los pasti- zales naturales; en la RNSAB se da su presencia en regulares proporciones, cuya característica externa confi gura estratos con escasa o nula presencia de vegetación, así como la existencia de afl oramien- tos rocosos en la superfi cie. La permeabilidad de los suelos se refi ere a la capacidad que tienen los suelos de transmitir agua y aire; los parámetros defi nidos para la RNSAB se encuentran entre moderada a muy rápida, debido a la predominan- cia de suelos con alto contenido de arena y bajo contenido de materia orgánica. Es necesario pun- tualizar que en algunos sectores donde se cuenta con suelos retentivos, el grado de compactación es alto, porque el escurrimiento superfi cial en la temporada de lluvias es fuerte, determinando la escasa penetración en las capas internas de los suelos y provocando la erosión de los mismos en sectores con elevado gradiente. El grado de erosión es una característica que está estrechamente relacionada con las peculiari- dades de los suelos, y da cuenta del daño que se viene ocasionando sobre la estructura superfi cial de los suelos, que es a simple vista perceptible. En la RNSAB, la situación se presenta muy severa dada la magnitud de la perdida de la cubierta vegetal y el grado de compactación de los suelos. Todo esto es resultado del pisoteo producido por el pas- toreo extensivo de los rebaños de los camélidos sudamericanos domésticos (CSD) y de las escasas prácticas de manejo de los suelos. Características químicas de los suelos En tanto sector altoandino y considerando sus características físico-químicas, los suelos de la RNSAB tienen limitados niveles nutricionales. Uno de los factores más importantes es la cantidad de materia orgánica presente, que permite la resis- tencia de los suelos. Estos contenidos de materia orgánica se presentan en niveles bajos, variando entre los 0,29 a 3,24%; los niveles de materia orgá- nica son el resultado de la descomposición del material vegetal, cuya tasa de mineralización es lenta debido a las bajas temperaturas que imperan durante gran parte del año. Los bajos contenidos de materia orgánica en los suelos de la RNSAB pro- vocan que la capacidad de intercambio catiónico de los suelos oscile entre medio y bajo. En cuanto a las características de acidez y alcali- nidad de sus suelos (pH), la RNSAB presenta índices que van desde 5,0 a 8,1, pero la mayoría de ellos acusan una acidez que oscila entre fuertemente ácida y medianamente ácida. En pocos casos el pH de los suelos se ubica en el rango neutral o ligera- Los pastizales naturales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 109 mente alcalino. Esto indica que se deberá prestar especial cuidado cuando se trate de la instalación de praderas asociadas de gramíneas-leguminosas. A causa de las características altitudinales y climá- ticas, los suelos contienen niveles bajos de nitró- geno, medios en fósforo y sufi cientes en potasio; ante estas características, el desarrollo de los pastos se va limitando a medida que vayan transcurriendo los años y a esto se suma el inadecuado manejo de los suelos por parte de los pobladores (no se da el reciclaje de la materia orgánica y la incorporación de abono a los suelos). Los suelos de la RNSAB pre- sentan bajos contenidos de sales en su estructura, siendo el rango promedio de 0,21 mmhos/cm, de modo que no hay problema de sales que afecten las poblaciones de fl ora existentes. 2. Tipos de pastizales naturales en la RNSAB La predominancia de especies agrostológicas nati- vas que forman los diferentes grupos vegetales altoandinos, permite clasifi carlos en varios tipos de pastizales. Por lo general, aquellos grupos de plantas de apariencia similar que abarcan una zona determinada y pueden apreciarse a simple vista se denominan tipos. En el ámbito de la Reserva, se han reconocido cinco tipos de pastizales que la conforman agrostológicamente; entre éstos tenemos: Pajonales. Los pajonales constituyen el tipo de vegetación que ocupa la mayor extensión de pas- tizales, representando el 61% de la superfi cie de la RNSAB. Se caracteriza por densas agrupacio- nes en matas de gramíneas altas de hojas duras, conocidas con el nombre común de “ichu”, cuyas especies predominantes son Stipa plumosa, Festuca orthophylla, Stipa ichu. Generalmente, la distribu- ción de estos pajonales está infl uenciada por las zonas agroecológicas; así, la mayor extensión de pajonales se encuentra entre la zona de Pillones, Pillone y Tambo Cañahuas. En los anexos de San Juan de Tarucani predomina la S. plumosa; entre la zona San Antonio de Chuca y Chalhuanca pre- domina la F. orthophylla. Todas estas especies indi- cadoras de pajonales se encuentran en diferentes zonas homogéneas de producción; es decir, en cerro, ladera y pampa, razón por la cual este tipo de vegetación se considera de gran valor forrajero para la alimentación principalmente de la ganadería de llamas. Se desarrolla con un bajo vigor y con signos de sufrir un sobrepastoreo, a excepción de la zona de Chalhuanca, donde existen asociaciones con buenas características forrajeras. Césped de puna. Este tipo de vegetación está dominado por plantas pequeñas, entre las que destacan los Calamagrostis breviaristata (Weddell) Pilger, Calamagrostis brevifolia (J.S. Presl) Steudel y Muhlembergia peruviana (P. Beauvois) Steudel. Este tipo de vegetación representa el 19,5% del total del área de pastos naturales que conforman la RNSAB; por lo general se encuentra ubicado en zonas adyacentes a los pajonales así como en la zona homogénea con los bofedales, y se caracte- riza por desarrollarse en suelos fértiles, profundos, semihúmedos y franco a franco arcillosos. Este tipo de vegetación constituye una importante fuente forrajera para la ganadería de alpacas y ovinos. En la zona se registran índices de un bajo vigor en las plantas, lo que demuestra que este tipo de vege- tación tiene signos de sobrepastoreo, así como de retrogresión debido a la presencia de la especie Tetraglochim alatum (G. ex H. & A.) Kuntze. Tolares. Este tipo de vegetación está dominado por arbustos de escasa palatabilidad forrajera, entre los que se encuentran la P. lepydophylla (Weddell), P. phyllicaeformis. Este tipo de vegetación —deno- minada tradicionalmente “tolares”— abarca una pequeña extensión correspondiente al 10,5% del área de la RNSAB. Se ubica en la zona Huaylla- cucho, Condorí y Tarucani en el distrito de San Juan de Tarucani; tambo Cañahuas y Sumbay en el distrito de Yanahuara; Viscachani y Pillones en el distrito de San Antonio de Chuca; Chalhuanca en el distrito de Yanque. La vegetación de los tolares constituye una fuente de energía en tanto com- bustible para la mayoría de las comunidades cam- pesinas y, esporádicamente, también constituye fuentes de energía para las panaderías (hornos) de los pueblos y la ciudad de Arequipa; de manera que es un recurso natural importante y fuente de ingresos para los productores de la zona de la RNSAB. En cuanto a su aspecto forrajero, debido a su altura —entre 80 a 100 cm— estas especies 110 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca crean un microclima favorable para el desarrollo de especies herbáceas como las del género Poa y Bromus. En tanto especie forrajera, la tola es poco palatable, aunque es consumida por los animales en los meses de septiembre a diciembre, donde se presenta la escasez de alimento. Canllares. Está conformado por especies vegetales de carácter permanente propias de los ambien- tes secos y áridos; este tipo de vegetación abarca el 3% del área de la RNSAB. La vegetación está dominada por especies de porte bajo, postra- das, de reducido valor forrajero, conformadas enteramente por rosáceas leñosas y espinosas de los géneros Tetraglochim, entre ellas el T. alatum (G.ex H.& A.) Kuntze. La mayor proporción de estas áreas corresponde a los sectores de Tambo Cañahuas y Sumbay del distrito de Yanahuara; Viscachani e Imata del distrito de San Antonio de Chuca; Chalhuanca y Tocra del distrito de Yanque; Pati y San Juan de Tarucani del distrito de San Juan de Tarucani. En este tipo de pastizal se pre- sentan asociaciones con especies de los géneros Calamagrostis y Stipa, entre las que destacan el C. breviaristata y S. depauperata Pilger. Bofedales. Están formados por especies vegetales propias de ambientes húmedos de carácter perma- nente. Abarcan una extensión que corresponde al 2,4% de la RNSAB. En este tipo de pastizal predo- mina la especie Distichia muscoides Nees y Meyen, así como especies de los géneros Plantago, Scirpus y Oxycloe. Este tipo de vegetación es considerada como una de las mejores fuentes forrajeras ali- menticias para el ganado. La producción forrajera tiene lugar durante la mayor parte del año; por esa razón muchos ganaderos de la zona de la RNSAB destinan este tipo de vegetación al pastoreo de las alpacas, ya que ofrece un forraje suculento y con alto valor nutritivo entre los pastos nativos del altiplano. 3. Pastos naturales de importancia para los camélidos sudamericanos domésticos En el ámbito de estudio se han identifi cado las principales especies vegetales nativas que cubren las praderas naturales y que forman comunida- des vegetales, dando origen a los diferentes tipos de vegetación altoandina, según su predominan- cia. El inventario de la composición botánica nos indica que se encontraron 23 familias de vegeta- ción agrostológica, siendo las más importantes la familia vegetal de las gramíneas y compuestas, por ser numerosas en su composición. En total se registraron 69 especies vegetales nativas entre las más importantes por su potencial forrajero. Estas especies vegetales se desarrollan específi ca- mente en tres zonas agroecológicas de puna seca, cuyas altitudes oscilan entre los 3900 y 4500 m. Su hábitat también es variable, desarrollándose en zonas de cerro, ladera y pampa en diferentes tipos de suelo y en diferentes ambientes xerofíti- cos, semixerofíticos y semihidrofíticos. Respecto a la composición botánica registrada en la zona de estudio, por un lado se puede distin- guir que en la zona de San Antonio de Chuca y Yan- que se encuentran en su estado clímax con especies perennes del tipo F. orthophylla y C. breviaristata, entre otros; pero en muchos casos han sido modi- fi cadas por el hombre mediante el pastoreo exten- sivo del rebaño familiar. Asimismo, existen áreas sobrepastoreadas que muestran signos de retrogre- sión vegetal negativa, con altos grados de erosión. De otro lado, en la zona de San Juan de Tarucani existen indicios de sucesión vegetal inducida; es decir, en muchos casos la composición botánica inicial de las praderas naturales ha sido modifi cada por el hombre debido al excesivo pastoreo y la ele- vada presión de carga. Después de unos años, se ha desarrollado una vegetación secundaria, que ini- cialmente invade los pastos, especialmente de tipo anual, tales como Muhlembergia peruviana conocida vulgarmente como “ñapa pasto”, y el Disanthe- lium macusaniensi, o “llapa pasto”, etc. De la misma forma, los cambios y variaciones vegetacionales relacionados con la presencia de las especies de T. alatum, en la transecta desde Pampa Cañahuas hasta Chalhuanca, nos reporta que existe una fuerte presión de carga animal con respecto a las áreas de pastoreo, dominada generalmente por las altas concentraciones de ganado, entre ellas de ovinos. A lo largo de los años, los cambios vegetacionales han tenido como causa principal la depredación de los estratos vegetacionales compuestos por especies arbustivas, las cuales son usadas como combustible para la cocina de las familias asentadas en la RNSAB, Los pastizales naturales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 111 así como para su comercialización. Estas áreas han cambiado; no solo tienen en su superfi cie especies anuales —como el caso de la M. peruviana—, sino que se vienen estableciendo especies de gramíneas indeseables, como es el caso de la F. ortophylla. Esta distribución se viene apreciando entre las localida- des de Huayllacucho, Tarucani, Salinas Huito y Con- dori del distrito de San Juan de Tarucani; Pillones y Viscachani del distrito de San Antonio de Chuca y Pampa Cañahuas; y Sumbay del distrito de Yana- huara. 4. El estado de salud de los pastizales naturales La determinación de la condición de los pastiza- les se realizó en base a la composición fl orística de cada sitio delimitado. Para tal efecto se utilizó índices en función de la tabla obtenida por el Pro- grama de Forrajes de la Universidad Nacional Agra- ria La Molina, siendo éstos los siguientes índices: Especies decrecientes. Son las especies de mayor palatabilidad para el ganado. Índice forrajero. Es el porcentaje total de las espe- cies decrecientes que existen en un determinado sitio. Para estimarlo se suman los porcentajes de especies perennes, tanto decrecientes como acre- centantes de cada sitio. Índice SRP. Es el índice de suelo desnudo, roca y pavimento de erosión; es un indicador indirecto de la cobertura del suelo y de su grado de erosión. Índice de vigor. Se consideran las principales especies de vigor para determinada especie ani- mal. Se toma como patrón de medida la altura de la planta de la especie clave, en su estado de desarrollo bajo las mejores condiciones del medio ambiente. Según cada uno de estos índices, se ha con- siderado cinco calidades de campo: excelente, buena, regular, pobre y muy pobre. A cada índice le corresponde un intervalo porcentual, según los datos evaluados; a éstos les corresponde un deter- minado puntaje parcial que al fi nal dará la escala de condición del sitio. Para el ámbito de la RNSAB, los pastizales en términos generales se encuentran en una condi- ción pobre y muy pobre, a causa de la elevada proporción de suelo desnudo y de especies que son indeseables para la producción ganadera, especialmente de los camélidos sudamericanos domésticos (alpaca y llama). Asimismo, es impor- tante indicar que las especies de importancia con alto valor forrajero presentan un vigor muy por debajo de las condiciones óptimas de desarrollo, por lo que se hace mucho más compleja y proble- mática la situación de los pastizales y, en especial, de la unidad vegetacional más importante de las zonas altoandinas, como son los bofedales. 5. Tendencias de la relación pastizal-animal Oferta forrajera y la producción de biomasa El rendimiento de la biomasa verde aérea de la vegetación altoandina varía relativamente, depen- diendo de varios factores bióticos y abióticos de su ecosistema, pero dependen decididamente del grado de pastoreo al que son sometidas, de la época de desarrollo fi siológico de la planta y del tipo de asociación vegetal. En el ámbito de la RNSAB, la vegetación tipo pajonal registra valores que oscilan entre los 200 kg/ha de M.S. y 1640 kg/ha de M.S., y que en promedio varían de 680 kg/ha de M.S. hasta 1409 kg/ha de M.S. Apa- rentemente la vegetación de F. orthophylla pre- senta altos valores de rendimiento; sin embargo, su grado de utilización para forraje del ganado es bajo, debido a su escasa palatabilidad. La vegetación césped de puna, representada por la vegetación de M. peruviana y D. macus- aniensis, registra un promedio de 750 kg/ha de M.S, pero presenta un alto grado de utilización, por ser una especie muy palatable para el ganado, particularmente para los ovinos, especie exótica altamente exigente en su alimentación. En la vege- tación de tolar se ha reportado un rendimiento de 914 kg/ha de M.S.; sin embargo, el uso de las especies de Parastrephya existentes como forraje es mínimo, debido a su escasa o nula palatabilidad deseable por el ganado. En la vegetación de tipo canllar se ha reportado rendimientos promedio de 374 kg/ha de M.S. Su utilización forrajera se compensa con la asociación 112 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de especies de gramíneas de estrato corto perma- nentes y temporales de los géneros Calamagrostis y Muhlembergia. Finalmente, en la vegetación del tipo bofedal, se encontró un rendimiento forrajero de 1950 kg/ha de M.S.; se trata de valores bajos, pero que aportan un alta biomasa forrajera con respecto a los demás tipos de vegetación existentes, de manera que su grado de utilización es alta, por ser una vegetación muy deseada por el ganado. Capacidad de carga animal La carga animal estimada para la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca acorde a la condición de los pastizales, nos muestra valores de regular y pobre. Los valores para el caso de alpacas fl uctúan entre 1,00 a 0,33 UA/ha/año; para el caso de llamas de 0,7 a 0,2 ULL/ha/año, y para el caso de ovinos de 1,5 a 0,5 UO/ha/año. Es importante indicar que los valores obtenidos se basan en datos proximales, de acuerdo a la tabla de valores, la amplitud terri- torial que presenta la RNSAB, así como la extensión de los tipos de pastizal existentes. La distribución agrostológica presente advierte que los parámetros son relativamente altos, por lo que es necesario contrastarlos con la producción forrajera existente, con el fi n de establecer los valores que permitan mantener una comunidad clímax, así como asegu- rar la sostenibilidad de la producción ganadera para que produzca sufi cientes recursos para la población allí asentada. Soportabilidad de los pastizales La estimación de la soportabilidad de la pradera natural está relacionada con los rendimientos y la disponibilidad de forraje, de acuerdo con la asociación de pastos encontrados en cada uni- dad agrostológica. Las estimaciones del cálculo de la capacidad de carga animal difi eren por cada zona evaluada. Para llevar a cabo las precisiones sobre el factor de uso del forraje, se tomará la principal producción ganadera del ámbito; para el caso de la RNSAB, asumiremos la producción alpaquera. En tal sentido, la soportabilidad en el tipo de pastizal pajonal considera valores bajos que oscilan entre 0,21 UA./ha/año encontrados en la asociación vegetal S. plumosa. Calamagrostis minima, hasta valores altos tales como 0,71 UA./ ha/año, encontrados en la asociación vegetal F. orthophylla - C. breviaristata. La vegetación del tipo bofedal, con predomi- nancia de la especie D. muscoides, reporta valores con un promedio de 0,89 UA./ha/año; para el caso de los bofedales esta tendencia se ha visto mejo- rada en sus promedios gracias al buen manejo de los mismos en la localidad de Chalhuanca. En contraste, podemos indicar que la vegetación de la RNSAB tiene bajos promedios para la soportabi- lidad de las pasturas naturales; esto se atribuye al hecho de que su composición botánica tiene una baja proporción de especies palatables y además los rendimientos de materia seca son bajos. En síntesis, se puede afi rmar que la soportabi- lidad que reporta el ámbito de la RNSAB se estima en un rango que fl uctúa entre 0,21 y 0,89 UA./ ha/año; y, en promedio general, se estima en 0,95 UA./ha/año. DISCUSIÓN En el presente estudio se considera a los pastizales naturales no solo como comunidades vegetales propias del ámbito de la puna seca, sino por su importancia respecto a sus propiedades y uso, en especial al sustento alimenticio de los reba- ños familiares y a los benefi cios que brindan a las poblaciones asentadas en este ámbito, por lo que ha sido y será gravitante para la superviven- cia de cada una de las familias. Ante esto, resulta prioritario reconocer las características de todos los componentes que conforman el ecosistema. Choquehuanca (1996) indica que llevar a cabo un manejo apropiado de los pastizales naturales, signifi ca diseñar estrategias para su uso basadas en el juzgamiento del suelo y de la vegetación con la fi nalidad de maximizar su utilización sin alterar el ecosistema de la pradera. Flores (1997) considera que el inventario de los pastizales naturales es en realidad un inventario de ecosistemas, que incluye no solo el suelo y la vegetación sino también el clima, el agua y la vida animal. De los resultados obtenidos en las evaluacio- nes realizadas por diferentes investigadores e ins- tituciones, encontramos que los productores de la RNSAB reconocen con claridad cinco tipos de pastizal: pajonales, césped de puna, bofedales, canllares y tolares. Flores (1993) considera que para defi nir los tipos de pastizal se debe tomar en cuenta los grupos de plantas con apariencia similar Los pastizales naturales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 113 que abarcan un área determinada y pueden apre- ciarse a simple vista; se reconocen en base al color, altura y composición del conjunto de plantas. Es por ello que defi ne cinco tipos de pastizal: pajonal, tolar, canllar, bofedal y césped de puna, como los más importantes en el sur del Perú. INRENA (2001) precisa que en el ámbito de la RNSAB se cuenta con 6 unidades de vegetación entre las cuales se encuentran el matorral desértico, pajonales, bofe- dales, tolares, yaretales y queñuales; considera a la vegetación desde el punto de vista ecológico. Analizando una de las principales característi- cas de los pastizales en el ámbito de la RNSAB, se considera la composición fl orística de especies de importancia desde el punto de vista del consumo animal, es decir, el pastizal natural como un medio para la supervivencia de las poblaciones, de allí que se defi ne las 23 familias y 69 especies impor- tantes por su potencial forrajero. Linares (1991) determina en la transecta Yura-Chivay la existencia de 246 especies vegetales correspondiente a 137 géneros y 44 familias. Linares (1996) indica que 8 especies reportadas se integran a la lista fl orística general que aparece en Linares 1991. Jiménez et al. (2000) indican que, como resultado del diag- nóstico de la fl ora de la RNSAB a febrero del 2000, se reportan 242 especies vegetales correspondien- tes a 115 géneros y 42 familias. INRENA (2001) nos reporta que se han identifi cado en el ámbito de la RNSAB 358 especies de plantas distribuidas en 155 géneros, 47 familias, 31 órdenes, 4 clases y 3 divisiones. En la actualidad, la condición de los pastizales naturales no es la más acorde con el sostenimiento de la demanda ganadera existente. Flores (1998) manifi esta que la condición de las praderas natura- les pobre o muy pobre para el caso de la produc- ción de alpacas, se considera entre buena y regu- lar para la producción de llamas; es por ello que los valores obtenidos basados en la experiencia práctica del análisis de la tabla deben considerarse fl exibles, para poder tomar en cuenta los tiempos de sequía, las lluvias tardías, heladas, etc. Florez (2005) sostiene que está demostrado que la expe- riencia en el uso de las cargas proximales para la región altoandina funciona bien, debiéndose usar como parámetros referenciales y corregirse, de ser necesario, sobre la base de la medición periódica de la tendencia de la pradera. El aspecto más importante que se presenta en el ámbito de la RNSAB es la soportabilidad de los pastizales naturales, cuyos valores son muy bajos, lo que a simple vista nos puede indicar que la producción de biomasa no es buena y la tenden- cia a la pérdida de las especies que se consideran claves para la alimentación de los rebaños mixtos de alpacas, llamas y ovinos se va incrementando. Machaca (2004) considera que los valores de pro- ducción de forraje difi eren enormemente entre cada unidad de producción, sector y localidad; es por ello que a medida que se disponga de infor- mación específi ca sobre cada una de ellas se podrá elaborar un plan de manejo que permita optimizar el sistema de pastoreo y conservar el estado clí- max de los ecosistemas presentes. Flores (1998) indica que la cantidad de animales a pastorear en un área defi nida no debe exceder la cantidad de forraje disponible en ella; por esta razón los valores reportados en la RNSAB son bajos, tornándose en desventaja para el productor ganadero el hecho de tener que reducir la cantidad de animales en cada uno de los rebaños, ya que sus necesidades superan en elevadas proporciones los valores pro- ducidos. AGRADECIMIENTOS A los productores y productoras de camélidos sudamericanos de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, por su apoyo y colaboración en el levantamiento de la informa- ción de campo, que ha permitido elaborar el presente estudio. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), ahora a cargo del Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente, el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, implementado por desco con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. 114 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca BIBLIOGRAFÍA mación de recursos naturales. Instituto Nacional de Recursos Naturales. Pp. 1 – 174. Lima. Instituto de Promoción y Apoyo al Desarrollo, IPADE – Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. 2002. Evaluación agrosto – edafológica en los cercos permanentes de semicautiverio para vicuña en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. IPADE – desco. Arequipa. Jiménez, P., C Talavera, H. Zeballos, L. Villegas, E. Linares, A. Ortega. 2000. 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Ofi cina de Gestión Ambiental Transectorial, evaluación e infor- BOFEDALES EN LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA Lunsden Coaguila,1 John Machaca Centty,2 Juan Carlos Lizárraga,2 Eloy Ocsa,2 Fredy Quispe2 y Horacio Zeballos2,3 1. Escuela de Agronomía, Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Nacional de San Agustín. 2. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. 3. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile, Alameda 340, Santiago, Chile. RESUMEN Los bofedales constituyen un medio ecológico de vital importancia para la sobrevivencia de las poblaciones asentadas en el ámbito altoandino de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Presentamos la evaluación de los bofedales en todo el ámbito de la Reserva, fruto del análisis fi tosociológico de las comunidades de bofedales, el análisis agrostológico y edáfi co para la determinación de la capacidad de carga y la soportabilidad animal. Finalmente, ofrecemos el mapeo de los bofedales de la Reserva. Palabras clave: Pastos naturales, humedales andinos, diversidad, comunidades andinas. ABSTRACT High Andean bogs, called “bofedales” in southern Peru, are one of the principal ecologic systems for high Andean people survival living in Salinas y Aguada Blanca National Reserve. We present results of fi eld assess of “bofedales” on the whole range of Salinas y Aguada Blanca National Reserve, to charac- terize ecological communities with eco-fl oristic classifi cation according to the Braun-Blanquet approach. Also, we determined the agrostologic and edaphic studies to determine the carrying capacity and pasture sustainability for livestock. Finally, we present the mapping of the bofedales distribution. Key words: Natural grasses, high Andean wetlands, diversity, Andean communities. [ 115 ] INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) es un área natural protegida por el Estado e incorporada en el SINANPE, que está a cargo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Prote- gidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente. Cuenta con una extensión de 366 936 ha, en las que encontramos una extraordinaria biodiversi- dad, de importancia regional y nacional. La RNSAB abarca casi completamente la cuenca alta del río Chili, por lo que se convierte en un ámbito de vital importancia para la ciudad de Arequipa, al consti- tuir su reservorio natural de agua. Las variaciones climáticas que han tenido lugar en los últimos años y el excesivo sobrepastoreo han provocado la pérdida de calidad de los sistemas productivos. Al encontrarse comprometida en el contexto del desarrollo de las comunidades, la actividad pecua- ria viene incrementando la presión sobre los pas- tizales, especialmente a causa de la reducción de las unidades productivas debido a la práctica de repartición minifundista. Los bofedales, formados a partir de aguas de manantiales naturales y/o acuíferos subterráneos muy cercanos a la super- fi cie, se constituyen para el poblador altoandino en uno de los pastizales más importantes, carac- terizándose por su alta y permanente producción vegetal, y la presencia predominante de especies palatables. Asimismo, también reviste importancia 116 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca por su alta diversidad fl orística y una serie de ele- mentos de fauna amenazada; pero quizá su mayor valor radica en su función de almacenamiento y regulación del recurso hídrico. Los bofedales son unidades hidromórfi cas que albergan una amplia diversidad de especies vege- tales que constituyen su estructura vegetacional, las cuales tienen como característica su excelente volumen y su calidad de nutriente. Pero estas con- diciones dependen de la abundancia de agua en la época, así como de la calidad de la misma (con- tenido de sales); también resulta determinante el tipo de manejo que se aplica, así como las extrac- ciones de turba con fi nes comerciales. Dado que los bofedales son de vital importan- cia, se planteó el presente estudio para conocer el estado en que se encuentran los principales bofe- dales y su relación con su entorno ecosistémico. El objetivo del presente estudio consiste en reali- zar un mapeo y evaluación de los bofedales que considere parámetros ecológicos, agrostológicos y edáfi cos en el ámbito de la RNSAB y su zona de amortiguamiento, lo que nos permitirá calcular su índice de condición, información que podrá ser utilizada en la planifi cación y la elaboración de las propuestas de manejo de esta importante unidad vegetacional en el marco del Contrato de Administración Parcial de la RNSAB. ÁREA DE ESTUDIO La RNSAB está ubicada en los departamentos de Arequipa y Moquegua, entre las coordenadas 15° 45´ 05” y 16° 22´ 55” LS y 71° 34´ 00” y 70° 54´ 40“ LO. El 90% de su territorio pertenece a la región Arequipa y el 10% restante a Moquegua. Tiene una superfi cie de 366 936 hectáreas y se encuentra a una altitud que va de los 2800 a los 6075 m; con una altitud promedio de 4300 m. La cadena occidental de los Andes o cordillera volcánica se constituye en su frontera natural. A partir de la cordillera se extienden al interior una serie de plani- cies o pampas de origen volcánico, constituidas por depósitos arenosos tónicos, con suelos de diferentes grados de textura, lo que determina su calidad y, por consiguiente, su porcentaje de cobertura vege- tal. Estas pampas tienen clara infl uencia altiplánica y están salpicadas por montañas de importancia, tales como el Sulcachuca (5254 m), Calcha (5257 m) y Condorí Grande (5286 m); presentan a su vez depresiones o revenideros de agua de ablación gla- cial, que se acumula formando pequeños pantanos denominados bofedales. Dentro de la Reserva se pueden distinguir 2 cuencas: la cuenca del río Sumbay-Chili-Yura-Vitor- Siguas-Quilca y la cuenca endorreica de la laguna de Salinas. Las características climáticas de la puna seca en esta parte del Perú son: temperaturas medias anuales que fl uctúan entre los 3 y 8°C, con míni- mas absolutas que llegan hasta los -10°C. El mes más cálido es noviembre y los meses más fríos se sitúan entre junio y agosto (la temperatura puede bajar hasta -18,9°C). Las fl uctuaciones térmicas son amplias y se dan tanto entre el día y la noche como entre la sombra (área cubierta) y el sol (cielo abierto); las heladas se presentan durante casi todo el año, bajando en intensidad durante los meses de mayor precipitación, particularmente en marzo. En la región de la RNSAB tenemos cantidades entre los 200 mm (Pampa Arrieros) y 590 mm (Imata); los meses de mayor precipitación son enero, febrero y marzo, constituyendo el 65% del total anual. En los últimos veinte años la región sur ha sufrido ciclos de sequía muy severos, lo cual nos indica que debe- mos manejar con sumo cuidado el recurso agua en este frágil ecosistema. La humedad relativa media es baja, siendo su promedio menor al 50%. El viento helado contribuye a la sequedad ambiental y la evaporación es intensa (1,5 m por año y más); lo podemos comprobar en los depósitos superfi ciales de sal gema y boratos (evaporitas) de la laguna de Salinas. METODOLOGÍA El presente estudio evaluó la información carto- gráfi ca existente: las cartas nacionales 1:100 000 de las áreas que conforman la RNSAB; los mapas utilizados como referentes para el estudio de la vegetación establecidos en el Plan Maestro de la RNSAB (INRENA 2001 - 2005), el mapa de vegeta- ción de la cuenca hidrográfi ca del río Quilca - Chili (INRENA 2001), el mapa elaborado en el SIG de la RNSAB (ARAUCARIA 2002). Se estudió las caracte- rísticas fi tosociológicas, agrostológicas y edáfi cas, que permitieron defi nir la condición en que se encuentran actualmente los bofedales de la RNSAB y su zona de amortiguamiento. Para el trabajo Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 117 defi nimos cuatro zonas: a) Yanahuara: abarca las extensas áreas de planicies y lomadas de pampa Cañahuas, tambo Cañahuas, pampa de Arrieros, Chasquipampa y Sumbay; b) Yanque: abarcan las superfi cies onduladas de Tocra, Chalhuanca y Ampi; c) San Antonio de Chuca: corresponde a las extensiones de área en su mayor parte planas, pero que a medida que se acercan a Tarucani se tornan de relieve ondulado, correspondiendo a Imata, San Antonio de Chuca, Vincocaya, Estación Pillones, Pillone y Viscachani; y d) San Juan de Tarucani: corresponde al fl anco sureste de la RNSAB; es el sector más extenso, con un relieve ondulado y accidentado, presentando algunas áreas con leve pendiente pero en su mayor parte colinoso. En este sector se encuentran: Condorí, Huayllacucho, San Juan de Tarucani, Pati, Quimsachata, La Yunta, Cancosani, Carmen de Chaclaya, Salinas Huito, Salinas Moche, Santa Lucía de Salinas y Logen. En las parcelas de muestreo se determinó el área mínima con el método del cuadrado (Cox 1976). En las parcelas se determinaron las espe- cies, y se calculó: la densidad, predominio, fre- cuencia y cobertura. Para la determinación de las asociaciones vegetales, se hace uso de los índices de predominio, uniformidad y diversidad (Braun- Blanquet 1979), con el índice de similitud, que determina el grado de asociación entre muestras. Para la caracterización agrostológica se utilizó el método de transección radial con puntos fi jos (Flo- res 1998), de acuerdo con la extensión del área a evaluar; en terrenos amplios cada línea abarca una extensión de 100 m lineales, lo que nos permite alcanzar entre las tres líneas un área de 3 ha, para el caso de áreas poco extensas de bofedal. La línea transecto se reduce a 30 m; cada línea transecto cuenta con 100 puntos a una distancia de 1 m entre cada punto para el caso de la línea de 100 m y 0,30 m para la línea de 30 m, donde se recoge la información sobre la fl orística predominante. Asimismo, cada 10 puntos se realiza la medición del vigor de las especies claves o representativas con potencial forrajero; a los 50 y 100 m se lleva a cabo el muestreo de profundidad de suelo; a los 50 m y a 50 pasos en forma perpendicular a la línea transecto se realiza la descripción externa del punto (asociación, topografía circundante, rocas, pedregosidad, etc.). Complementariamente, se ejecutó un muestreo de la biomasa mediante el método de Corte-Cosecha en cuadrante vago (Machaca et al. 2004 a, b); con esta información se realizaron los cálculos relativos a la soportabili- dad de los bofedales. La biomasa corresponde a la cosecha realizada en cada línea transecto; por cada punto evaluado se tiene 6 muestras a partir de las cuales se expresa la soportabilidad en unidades de alpacas por hectárea por año. La condición actual de los bofedales está deter- minada por la presencia o ausencia de especies de importancia por su uso o valor forrajero; toda especie vegetal debe ser consumida o cosechada en su estrato foliar para inducir a la regeneración y al uso de sus reservas, una condición que debe estar en equilibrio permanente. Con la atingencia TABLA 1. Grado de uso de pastizales, tomado de Flores (1993). Grado de uso Descripción Ligero Solo una porción de las plantas deseables han sido usadas hasta ahora. No se observa uso de las especies de bajo valor forrajero. Moderado Aproximadamente la mitad de la producción de forraje de las especies deseables y poco deseables han sido pastoreadas. El uso del pastizal es uniforme en la medida en que la distribución del agua y el pasto lo permiten. Pesado El pastizal tiene la apariencia de haber sido cortado con una segadora. Más de la mitad de las plantas de buen y regular valor forrajero han sido utilizadas. La mitad de las plantas de bajo valor forrajero han sido pastoreadas. Destructivo El pastizal aparece casi desprovisto de vegetación. El pisoteo es evidente. Todas las plantas, tanto las deseables y como las poco deseables, han sido pastoreadas. La mayoría de las plantas de bajo valor forrajero han sido pastoreadas. 118 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de que el bofedal es una unidad de pastoreo (Cho- quehuanca 1996), debemos tener presente para su uso la guía que presentamos en la tabla 1, en la cual el grado de uso de los pastizales está basado en la proporción de plantas que se encuentran en cada unidad de área (Flores et al. 1993). Especies decrecientes. Son las especies de mayor palatabilidad para el ganado (tabla 2). Índice BRP. Es el índice de suelo desnudo, roca y pavimento de erosión; es un indicador indirecto de la cobertura del suelo y de su grado de erosión (tabla 4). Índice de vigor. Se toma como patrón de medida la altura de la planta de la especie clave, en su estado de desarrollo bajo las mejores condiciones de medio ambiente (tabla 5). TABLA 2. Porcentaje de especies de plantas decrecientes (0,5 valor por punto) en las praderas andinas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca % Puntaje 70 a 100 35,0 –50,00 40 a 69 20,0 – 34,50 25 a 39 12,5 – 19,5 10 a 24 5,0 – 12,0 0 a 9 0,0 – 4,5 Índice forrajero. Es el porcentaje total de las espe- cies decrecientes de un determinado sitio. Para estimarlo se suman los porcentajes de especies decrecientes y acrecentantes (tabla 3). TABLA 3. Índice forrajero (0,2 valor por punto) estimado en la vegetación de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Índice forrajero Puntaje 90 a 100 18,0 – 20,0 70 a 89 14,0 – 17,8 50 a 69 10,0 – 13,8 40 a 40 8,0 – 9,8 Menos de 40 0,0 – 7,8 TABLA 4. Índice de suelo desnudo, roca y pavimento de erosión. El puntaje se obtiene restando el % obtenido de 100 y se multiplica por 0,2 Índice B.R.P Puntaje 10 a 0 18,0 – 20,0 30 a 11 14,0 – 17,8 50 a 31 10,0 – 13,8 60 a 51 8,0 – 9,8 Mayor de 60 0,0 – 7,8 TABLA 5. Índice de vigor (0,1 valores por punto) de las especies plantas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Índice de vigor Puntaje 80 a 100 8,0 – 10,0 60 a 79 6,0 – 7,9 40 a 59 4,0 – 5,9 20 a 39 2,0 – 3,9 Menos de 20 0,0 – 1,0 Con el resultado del vigor, se compara en tabla para determinar la condición en que se encuen- tra el pastizal de acuerdo al puntaje obtenido en cada uno de los puntos evaluados (Florez 1986). Puntaje (0 -100) = 0,5 (%D) + 0,2 (%IF) + 0,2 (%CV) + 0,1 (%V). TABLA 6. Condición del pastizal sobre la base de su capacidad forrajera Puntaje total Condición 79 - 100 Excelente 54 - 78 Buena 37 - 53 Regular 23 - 36 Pobre 0 - 22 Muy pobre Carga estimada en los bofedales. Con la infor- mación obtenida acerca de la condición de los Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 119 alimento se dan por el 2% de su peso vivo de materia seca por día. Mapeo de los bofedales Se ha realizado el levantamiento de coordenadas en campo, mediante el trabajo de georreferen- ciación periférica de cada unidad, con el fi n de establecer su ubicación con un GPS Magellan 320, levantado con puntos fi jos a cada 50 metros y en los cuales el personal ha tomado tres lecturas como mínimo para establecer una aproximación verdadera del punto y evitar errores en la posterior ubicación de los puntos en los mapas a confec- cionar. Con el uso de las cartas nacionales y los mapas de la base de datos de la región Arequipa, el mapa de la cuenca del río Quilca – Chili y los mapas de la RNSAB, se ha ubicado cada una de las unidades de tipo bofedal. RESULTADOS 1. Características fi tosociológicas de los bofedales 1.1. Composición fl orística de los bofedales El inventario fl orístico nos indica que se encon- traron 16 especies de 7 familias, siendo las más importantes las familias Rosaceae y Juncaceae, por tener mayor predominancia en cada una de las áreas de bofedal registradas en cada sector y, en general, para la RNSAB. Asimismo, es necesario remarcar que las especies registradas en cada una de las áreas de bofedal evaluadas, forman parte del grupo de especies más importantes para la producción ganadera de la zona altoandina por su potencial forrajero. Respecto a la composición botánica regis- trada en la zona de estudio, por un lado se puede TABLA 7. Capacidad de carga animal para las especies de camélidos domésticos, la vicuña y ovinos. Fuente: Programa de Forrajes – UNALM Condición Carga animal Vicuña Alpaca Llama Ovino Excelente 4,4 2,7 1,8 4,0 Buena 3,3 2,0 1,3 3,0 Regular 1,6 1,0 0,7 1,5 Pobre 0,6 0,3 0,2 0,5 Muy pobre 0,3 0,2 0,1 0,2 TABLA 8. Consumo de alimento por especie, alpaca de 60 kg y llama de 90 kg. (MS = MATERIA SECA). FUENTE: UNALM – PROGRAMA DE FORRAJES. Peso vivo (kg. prom) % consumo de ms/peso vivo Consumo (kg) de ms/dia Llama 2,0 1,7 Alpaca 2,090 1,2 pastizales, se puede conseguir el estimado de la capacidad de carga del terreno (Flores 1996), basados en la tabla elaborada por la Universidad Agraria La Molina, que representa una guía que se apoya en datos experimentales. Ha sido elaborada sobre la base de proyecciones de generación de producción sostenida de carne o fi bra por hec- tárea, sin producir deterioro sobre la fuente de alimento (área del pastizal). Soportabilidad de los bofedales La carga estimada es un dato referente. Por lo tanto, la soportabilidad añade a cualquier proyec- ción del uso del pastizal, información destinada a corregir los excesos que se puedan dar debido a una presión de carga excesiva. La información sobre la materia seca por cada punto evaluado, se proyecta al área de la cual fue cosechada y posteriormente es elevada a ha; a partir de allí se comienza el proceso de cálculo, teniendo presente que del peso total solo el 50% es aprovechado por los animales, esto para el caso de hierbas y gramíneas. Para el caso de arbustivas, solo se aprovecha el 25%. Asimismo, para hacer una buena discrimina- ción de los valores relativos al consumo de forraje de los animales, tanto para alpaca como para llama y ovino, se debe hacer algunas precisiones sobre el peso promedio de un animal o, si se quiere ser más específi co en el cálculo, tomar el peso por edad y sexo de los animales. Entiéndase que, para el caso de las especies alpaca, llama y ovino, las aproximaciones sobre el consumo de 120 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca distinguir que en las zonas de evaluación y mues- treo de la RNSAB existe una importante presen- cia de las especies de los géneros Alchemilla y Distichia, con alta predominancia de Alchemilla diplophylla, Alchemilla pinnata y Distichia muscoi- des, especies que son de gran importancia por su alta oferta forrajera al sistema ganadero predo- minante en la zona. Yucra (2000) indica que los bofedales presentan especies herbáceas, donde la predominancia es la Distichia muscoides y de A. diplophylla. En la tabla 9 se muestra la relación de especies de importancia forrajera, reportadas en los bofedales de la RNSAB, así como su nombre común. 1.2. Distribución y frecuencia de especies claves La presencia de especies herbáceas y graminoides (juncáceas) es representativa en las cuatro zonas defi nidas en la zonifi cación para el levantamiento de información de campo. Asimismo, es impor- tante reconocer que el análisis de la frecuencia de especies en este estrato vegetacional nos reporta características deseables del potencial forrajero del bofedal, debido a la presencia de especies desea- bles en cada unidad, mas no por la disponibilidad de la biomasa, dado el limitado vigor que presen- tan las especies claves de importancia forrajera en cada uno de los sectores. En la tabla 10 se muestra los niveles de frecuencia promedio de las especies presentes en las áreas de bofedal de la RNSAB, siendo la Distichia muscoides (72,72%) la que presenta una mayor frecuencia, siguiéndole en importancia la A. diplophylla (54,54%). Estas especies tienen un alta frecuencia y pode- mos encontrarlas en la mayor parte de las áreas de bofedal de la RNSAB. Debido al excesivo pastoreo y a su alto grado de deseabilidad, tienen un desa- rrollo defi ciente, principalmente en San Juan de Tarucani, Yanahuara y San Antonio de Chuca. En Yanque, la situación mejora a causa del adecuado manejo que se hace de los bofedales. En el ámbito de la RNSAB, se presentan áreas de bofedal en un alto porcentaje en planicies húmedas, producto de la presencia superfi cial de la napa freática, a causa de la presencia de almacenamientos natura- les (lagunas y lagunillas), en cuyo entorno se desa- rrollan estas unidades vegetacionales (Machaca et al. 2004 a, b). 1.3. Asociaciones vegetales del bofedal De acuerdo con el predominio de las especies claves dentro de un sistema o estrato vegetacio- nal, encontramos especies que por su predominio y densidad determinan una asociación. Para el caso de las áreas de estudio, que son áreas de bofedal, se reportan tres tipos de asociaciones que se distribuyen a lo largo de las cuatro zonas de estudio. En la tabla 11 se presenta la aso- ciación Alchemilla–Distichetum; reportada por la predominancia en cada una de las áreas, siendo mayoritaria la especie A. diplophylla con respecto a la Distichia muscoides; pero se debe precisar que en esta asociación se ha tenido presente asumir la más representativa entre los géneros reportados, ya que otra asociación reportada por su presencia en las áreas evaluadas corresponde a la A. pinnata – D. muscoides. La tabla 12 nos muestra la asocia- ción Distichia – Alchemilletum. En este reporte se ha defi nido como el estrato más frecuente en las 4 zonas de estudio de la RNSAB, donde la presencia de las especies, según el cuadro, se estandariza entre las especies D. muscoides y A. diplophylla. Sin embargo, es importante mencionar que existen áreas de bofedal donde la asociación predomi- nante es de las especies D. muscoides – A. pinnata. TABLA 9. Las principales especies de plantas de los bofedales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Especie Nombre común Alchemilla diplophylla “libro libro” Alchemilla pinnata “sillu sillu” Calamagrostis eminens “crespillo” Calamagrostis ovata “mula pasto” Carex sp. “Qoran Qoran” Distichia muscoides “turpa” Distichlis humilis Philippi “grama salada’ Festuca sp. “Iru Ichu” Hypochoeris echegarayi “pilli” Hypochoeris taraxacoides “chicoria” Myriophyllum elatinoides “llacho” Oxycloe andina “Pura kisa” Poa annua “k’acho” Ranunculus fl agelliformis “mat’aclle” Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 121 Una de las asociaciones que se presenta en el área de la RNSAB, y que tiene singular impor- tancia con respecto a las anteriores, se muestra en la tabla 13. La presencia de la especie Disti- chlis humilis, cuya distribución en cada una de las áreas es regular, reportándose principalmente en Yanque y San Antonio de Chuca, se encuentra íntegramente ligada a sectores donde existe a la D. muscoides, y en muchos de los casos resulta ser un competidor de la misma. TABLA 10. Distribución y frecuencia de especies por sectores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Especies / Zona Yanahuara Yanque San Antonio de Chuca San Juan de Tarucani Frecuencia (%) Alchemilla diplophylla X X X 54,54 Alchemilla pinnata X X X 27,27 Calamagrostis eminens X 9,09 Calamagrostis ovata X X 45,45 Carex sp. X 45,45 Distichlis humilis. X X 27,27 Distichia muscoides X X X X 72,72 Festuca sp. X 9,09 Hypochoeris echegarayi X X X 36,36 Hypochoeris taraxacoides X 18,18 Lilaeopsis andina X X 18,18 Lucilia fl agelliformis X 18,18 Miryophilium elatinoides X X 18,18 Oxicloe andina X X 27,27 Poa annua X X 27,27 Ranunculus fl agelliformis X X 18,18 Total de especies 03 12 11 07 2. Cobertura vegetal en bofedales Los bofedales de la RNSAB tienen una cober- tura vegetal muy regular, con valores estimados del 84,5%, como se muestra en la tabla 14. De acuerdo con las zonas de evaluación, los porcen- tajes de cobertura vegetal mínimos y máximos son del 79% en la zona de Yanahuara y de 91% en la zona de Yanque. Por su característica hidro- mórfi ca, los bofedales de la RNSAB representan TABLA 11. Índices de estructura de la comunidad vegetal asociación Alchemilla – Distichetum Especie Cobertura pi Predominio Diversidad Uniformidad Alchemilla diplophylla 34,0 0,6250 0,3906 0,4238 Distichia muscoides 25,0 0,2678 0,0717 0,5089 Ranunculus sp. 6,5 0,0268 0,0007 0,1400 Carex sp. 3,5 0,0268 0,0007 0,1400 Hypochoeris echegarayi 3,0 0,0178 0,0003 0,1034 Distichlis humilis 6,0 0,0179 0,0003 0,1034 Lilaeopsis andina 2,0 0,0179 0,0003 0,1034 89,0 0,9877 2,8983 0,8931 122 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 12. Índices de estructura de comunidad vegetal, asociación Distichia – Alchemilletum. La uniformidad fue calculada en: 0.8967 Especie Cobertura pi Predominio Diversidad Distichia muscoides 32,0 0,6250 0,3906 0,4238 Alchemilla diplophylla 24,0 0,2678 0,0717 0,5089 Hypochoeris echegarayi 8,5 0,0268 0,0007 0,1400 Calamagrostis eminens 3,5 0,0268 0,0007 0,1400 Hypochoeris echegarayi 3,0 0,0178 0,0003 0,1034 Distichlis humilis 6,0 0,0179 0,0003 0,1034 Lilaeopsis andina 2,0 0,0179 0,0003 0,1034 91,0 0,9965 2,8856 TABLA 13. Índices de estructura de comunidad vegetal asociación Distichlis – Distichetum. La uniformidad fue calculada en: 0.8554 Especie Cobertura pi Predominio Diversidad Distichlis humilis 28,0 0,6250 0,3906 0,4238 Distichia muscoides 25,0 0,2678 0,0717 0,5089 Hypochoeris echegarayi 16,5 0,0268 0,0007 0,1400 Lilaeopsis andina 3,5 0,0268 0,0007 0,1400 Hypochoeris echegarayi 3,0 0,0178 0,0003 0,1034 Carex sp. 6,0 0,0179 0,0003 0,1034 Lilaeopsis andina 2,0 0,0179 0,0003 0,1034 Hypochoeris sp. 1,0 0,0178 0,0003 0,1034 Miryophilium elatinoides 1,5 0,0179 0,0003 0,1034 Alchemilla pinnata 1,0 0,0179 0,0003 0,1034 82,0 0,8765 2,8954 TABLA 14. Cobertura vegetal de los bofedales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. D = especies deseables, PD = poco deseables, I = indeseables, PE = Pavimento de erosión, SD = Suelos desnudo, Cob = Cobertura vegetal. Zona % D % PD % I Musgo Mantillo PE SD Cob Yanahuara 42 33 12 3 8 2 0 79 Yanque 69 18 4 1 8 0 0 91 San Antonio de Chuca 58 23 7 1 11 0 0 88 San Juan De Tarucani 31 27 23 7 9 1 2 80 50 25,3 11,5 3 9 0,8 0,5 84,5 una adecuada fuente de forraje para la produc- ción ganadera de la zona altoandina, puesto que se tiene una proporción estimada del 50% de su cobertura compuesta por especies altamente palatables (Sánchez 1998). Las zonas del distrito de San Juan de Tarucani presentan bofedales cuya cobertura vegetal viene disminuyendo como producto de la presión de carga animal (Medina Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 123 2004). De acuerdo con la clasifi cación fl orística de los bofedales, éstos están compuestos por her- báceas y graminoides (IPADE 2002). La zona de Yanque tiene el más alto porcen- taje, con un 91% de cobertura y con presencia de un notable grupo de especies palatables; le sigue en importancia San Antonio de Chuca. Encontra- mos la presencia de especies poco palatables, esti- mándose que el 25,3% de la cobertura vegetal lo componen especies poco palatables. Además, el 11,5% de la cobertura vegetal está compuesta por especies no palatables, como es el caso del Juncus sp. y Oxycloe andina. Los suelos desnudos son muy escasos, aunque se ha reportado en algunas de las áreas evaluadas sectores cuyo porcentaje de suelo es regular, producto de la erosión de suelos por la pérdida de cobertura vegetal, y en otro de los casos debido al cubrimiento de áreas con suelos arrastrados de las partes más altas. 3. Condición actual de los bofedales Las características del rango es entre regular a pobre (tabla 15); Condorí et al (2001) nos indican que los bofedales se encuentran en una situación difícil, dado los niveles de explotación y uso al cual se vienen sometiendo en las últimas déca- das. Existe limitada cantidad de áreas de bofe- dal en todo el ámbito de la RNSAB y su zona de amortiguamiento con respecto a la alta cantidad de alpacas, las cuales vienen a constituir la prin- cipal fuente demandante del forraje que se pro- duce en las mismas. Esto condiciona los reportes encontrados en las evaluaciones realizadas y nos da a entender la situación de riesgo a la que se encontrarán sujetas en los próximos años si no se tiene en cuenta un programa de conservación o de manejo adecuado de las unidades de pas- toreo. Los índices de vigor son mínimos, por lo que el problema se incrementa. No existe una adecuada regeneración de la vegetación, a pesar de que en algunos sectores, como es el caso de la zona de Yanque, la condición de los bofedales es regular. Las zonas de Yanahuara y San Juan de Tarucani reportan condiciones de pobreza de sus áreas de bofedal, producto del excesivo pastoreo y de los escasos períodos de descanso. En San Juan de Tarucani se muestra indicios de un fuerte sobrepastoreo en los bofedales, lo que viene acom- pañado de escasez de agua o de una defi ciente distribución de la misma. 4. Productividad de los bofedales 4.1. Producción de biomasa En el ámbito de la RNSAB y su zona de amorti- guamiento, los bofedales han visto deteriorada su capacidad productiva, en términos forrajeros, ante la pérdida de vigor (bajo desarrollo fenológico) así como la escasa densidad de áreas debido a factores topográfi cos o de propagación adecuada, dando como resultado bajos niveles de producción de forraje. Las zonas de San Juan de Tarucani y Yanahuara reportan valores estimados de produc- ción de biomasa (expresados como materia seca = MS) de 1820 Kg MS/ha y 1657,5 Kg MS/ha, que son muy limitados, posiblemente a causa del tipo de tenencia de la tierra y de la distribución de la misma, lo que de alguna forma viene con- dicionando el rango de valores de producción. Asimismo, las zonas de Yanque y San Antonio de Chuca presentan valores regulares de producción en los bofedales, que se sitúan en los rangos de los 2007,5 a 2331,5 Kg MS/ha. La tabla 16 nos muestra los rangos de rendimiento para cada una de las zonas evaluadas, así como el prome- TABLA 15. Condición actual de los bofedales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Zona Especies decrecientes Índice forrajero Índice B.R.P. Índice de vigor Puntaje fi nal Condición Yanahuara 11,6 8,1 9,5 2,9 32,1 Pobre Yanque 18,1 11,2 12,3 5,8 47,4 Regular San Antonio de Chuca 15,9 9,7 10,3 4,5 40,4 Regular San Juan De Tarucani 9,6 7,6 9,8 2,6 29,6 Pobre 124 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca dio general de producción para la RNSAB, el cual representa un estimado que nos indica que debido a las características de la zona, al encontrarse en una puna, y los requerimientos productivos no se obtiene valores altos. Por lo tanto, se hace nece- sario tomar medidas inmediatas para mejorar la capacidad productiva de los bofedales. 4.2. Capacidad de carga de los bofedales En la tabla 17 se ha estimado la capacidad de carga, cuyos valores son bajos, lo que nos indica que la cantidad de animales es mínima por cada hectárea que es pastoreada; la capacidad de carga tiene como referencia el nivel de uso en el sistema de producción ganadera. La capacidad de carga para los sectores de Yanahuara y San Juan de Taru- cani (tabla 17) se encuentra en valores de 0,3 UA/ ha/año y 0,2 ULL/ha/año; para el caso de las zonas de Yanque y San Antonio de Chuca los valores promedio corresponden a la Unidad Alpaca/ha/ año y a 0,7 ULL/ha/año. 4.3. Soportabilidad de los bofedales De acuerdo con el uso al que están expuestos en tanto unidades de producción, los bofedales tienen un punto clímax entre el consumo animal sobre un área con respecto a la producción de forraje. La tabla 18 da cuenta del rendimiento de forraje o bio- masa foliar en las áreas de bofedal de la RNSAB. Se han realizado cálculos que nos reportan valores bajos de soportabilidad para este tipo de pastizal natural, si lo comparamos con bofedales de otras regiones, como es el caso cercano de Puno o Cusco. El valor promedio de soportabilidad es de 0,89 UA/ha/año; los máximos valores de sopor- tabilidad los encontramos en los bofedales de las TABLA 16. Rendimiento de la biomasa foliar (materia seca) expresado en kg/ha Zona Asociación Rendimiento (kg/ha) Rango Promedio San Juan de Tarucani Distichia – Alchemilletum 1650 - 1990 1820 San Antonio de Chuca Alchemilla -Distichetum 1865 - 2150 2007,5 Yanahuara Distichia - Alchemilletum 1545 - 1770 1657,5 Yanque Distichlis - Distichetum 2016 - 2647 2331,5 Promedio 1769 - 2139 1954,13 TABLA 17. Capacidad de carga de los pastizales naturales de la RNSAB Zona Condición Carga estimada UA/ha/año ULL/ha/año San Juan de Tarucani Pobre 0,3 0,2 San Antonio de Chuca Regular 1 0,7 Yanahuara Pobre 0,3 0,2 Yanque Regular 1 0,7 TABLA 18. Soportabilidad estimada en unidades alpaca/ha/año Zona Soportabilidad UA./ha/año Rango Promedio Tarucani 0,69 - 0,81 0,75 Chuca 0,86 - 0,90 0,88 Yanahuara 0,75 - 0,83 0,79 Yanque 1,12 - 1,16 1,14 Promedio 0,85 - 0,92 0,89 Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 125 unidades de Yanque, y los mínimos los reportados en los sectores de Yanahuara y Tarucani. 5. Características edáfi cas de los suelos 5.1. Características físicas Los bofedales de la RNSAB se desarrollan en suelos con características muy limitadas y cuya calidad agrostológica es media debido a la presencia de suelos orgánicos y franco arenosa, con caracterís- ticas de drenaje imperfecto, y a la limitada dispo- nibilidad de recursos hídricos. En la tabla 19 se muestra las características externas de mayor importancia para el desarrollo de este estrato vegetacional. La presencia de suelos orgánicos en la mayor cantidad de áreas de las zonas evaluadas, nos permite reconocer la exis- tencia de fuentes de agua que no se encuentran discurriendo por la superfi cie del suelo, sino que están en el estrato subterráneo, permitiendo de esta forma una permanente humedad. Solamente en algunos sectores, donde se ha realizado la ampliación, se tiene suelos de textura franco arenosa; son suelos altamente saturados por la topografía casi plana y pendientes suaves. No se reporta índices de fuerte grado de erosión en la superfi cie de los suelos, lo que permite deducir que existe una adecuada cobertura vegetal. Pero se viene presentando una disminución de áreas, producto de la colmatación con lodo proveniente de suelos arrastrados desde las partes altas en la época de lluvia y que cubren los bofedales. 5.2. Características químicas Debido a las características de su composición química, los suelos de la RNSAB tienen las cua- lidades que permiten el adecuado desarrollo de la vegetación. Para los medios productivos a los que se dirige, debe emprenderse acciones complementarias que permitan una permanente recomposición en sus parámetros de requeri- mientos nutricionales, así como la permanente evaluación de sus principales características quí- micas (Florez 2005). La tabla 20 nos muestra que las características químicas de los suelos son en algunos aspectos defi cientes, principalmente en los parámetros de nutrientes necesarios, como es la materia orgánica y los contenidos de nitrógeno y fósforo, elementos esenciales en el desarrollo fi siológico de una planta. Los bofedales tienen suelos cuya concentración de materia orgánica es alta, que oscila entre los valores de 0,33 y 6,30%, pero la disponibilidad de nitrógeno tiene valores bajos que fl uctúan entre 0,07% y 0,48%. Asimismo, se presentan suelos ligeramente áci- dos entre los rangos de 4 - 5, lo que resulta nor- mal para el caso de una producción de especies palatables. 6. Mapeo y distribución de los bofedales A partir de la georeferenciación realizada en el ámbito de la RNSAB y su zona de amortigua- miento, se ha elaborado el mapa de ubicación de todas las unidades del tipo de vegetación bofedal presente en cada una de las zonas defi nidas para el desarrollo del presente estudio. El área total que representan el tipo de pastizal denominado bofe- dal asciende a 23 261,11 ha, las cuales se hallan dispersas a lo largo de la RNSAB y su zona de amortiguamiento. TABLA 19. Características físicas de los suelos en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Característica Yanahuara Yanque Chuca Tarucani Profundidad efectiva Profundo Superfi cial Profundo Superfi cial Textura suelo superfi cial Franco Franco Franco arenoso Franco limoso Pedregosidad Ligera Moderada Escasa Casi total Afl oramiento rocoso Ausente Ausente Ausente Ausente Permeabilidad del suelo Muy rápida Moderada Rápida Muy rápida Grado de erosión Leve Leve Leve Leve 126 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca CONCLUSIONES 1. En la RNSAB y su zona de amortiguamiento, los bofedales constituyen el tipo de pastizal natural cuya estructura vegetacional cumple una importante función, tanto como unidad de protección y cobertura superfi cial, así como por su enorme potencial forrajero, permitiendo una buena producción de forraje para la ali- mentación de la producción ganadera de la zona. Florez, (1992) indica que es la princi- pal unidad para la producción de los camé- lidos sudamericanos en la zona altoandina peruana. 3. En la RNSAB, los bofedales tienen como espe- cies claves (importantes por su alta palata- bilidad), a Alchemilla diplophylla, Alchemilla pinnata, Distichia muscoides, Hypochoeris echegarayi, las cuales favorecen el desarrollo de la actividad pecuaria que proporciona a los pobladores su única fuente de sustento económico. 4. En toda la RNSAB existen bofedales cuyas áreas no son muy extensas y en los cuales se repor- tan 7 familias y 16 especies vegetales de impor- tancia, que tienen una amplia distribución en toda el área. Los géneros más importante de las unidades de bofedal son la: Distichia, Hypo- choeris, Alchemilla, Calamagrostis, Lilaeopsis, Distichilis. 5. Las asociaciones más importantes que se han identifi cado en la RNSAB, se encuentran determinadas por las especies de los Distichia, Alchemilla y Distichlis, que por lo general se encuentran acompañadas de una variedad de especies de herbáceas y graminoides. 6. La cobertura de las áreas de bofedal evaluadas en la RNSAB tienen muy buenas características, estableciéndose un promedio del 84,5% de cobertura vegetal en toda el área. Aproxima- damente un 50% de estas áreas está cubierta de especies palatables, mientras que el 25,3% presenta especies poco palatables. 7. De acuerdo con el desarrollo fl orístico de cada una de las áreas de bofedal evaluadas, se ha estimado la situación actual, lo cual nos reporta una condición que va de regular a pobre, según los estándares experimentales establecidos por la Universidad Agraria La Molina. La situación se torna muy problemática, especialmente en las zonas que comprenden las localidades de los distritos de Yanahuara y San Juan de Taru- cani; siendo las de mejor perspectiva en su condición las de la zona del distrito de Yanque (Chalhuanca – Tocra). 8. Los bofedales de la RNSAB tienen una baja producción de biomasa foliar, producto de la elevada presión de carga animal a la que se encuentran sometidos, así como a los escasos tiempos de descanso para su recuperación. Es por ello que en sectores tales como las loca- lidades de los distritos de San Juan de Taru- cani y Yanahuara, la producción se encuentra entre los rangos de los 1657,5 a 1820 kg de M.S./ha, lo que contrasta con la producción de los bofedales en las localidades de Yanque y San Antonio de Chuca, donde oscilan entre los 2007,5 y 2331 kg M.S./ha, lo que nos da indicios acerca del regular manejo que se viene aplicando a estas áreas. 10. Los bofedales de la RNSAB y su zona de amor- tiguamiento, tienen una limitada capacidad de TABLA 20. Características químicas de los suelos en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Característica Yanahuara Yanque Chuca Tarucani Alcalinidad y acidez Ligeramente ácido Ligeramente ácido Ligeramente ácido Ligeramente ácido Materia orgánica Bajo Bajo Bajo Bajo Niveles de N-P-K N, P bajo y K alto N, P bajo y K alto N, P bajo y K alto N, P bajo y K alto Intercambio catiónico Moderado Moderado Moderado Moderado Grado de salinidad Ligero No hay problema No hay problema No hay problema Grado de erosión Leve Leve Leve Leve Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 127 carga animal, debido a los valores de su condi- ción actual. Es por ello que las capacidades de carga se encuentran entre los 0,3 y 1 UA/ha/ año; contrastado con la soportabilidad obte- nida mediante los valores de la producción de biomasa, que nos reporta valores promedio de 0,89 UA/ha/año. 13. Los bofedales de la RNSAB son unidades hidromórfi cas que tienen en el agua un ele- mento fundamental para el mantenimiento de su desarrollo permanente. La mayor proporción de las áreas cuenta con suelos profundos y con un drenaje imperfecto, producto de la presencia de una napa freá- tica casi superfi cial. En algunas áreas, los bofedales se desarrollan mediante la esco- rrentía superfi cial de los manantes natura- les que afl oran en superfi cies ligeramente onduladas. 14. En el ámbito de la RNSAB, los bofedales pre- sentan algunos problemas, entre los cuales el principal es el manejo inadecuado del sistema de pastoreo, razón por la cual los pastos vienen sufriendo una fuerte presión de carga que pro- picia la pérdida de su capacidad productiva con fi nes forrajeros. Asimismo, la escasez de agua producto del inadecuado manejo del recurso está provocando la desecación de algunos sec- tores; las colmataciones de lodos, producto de la fuerte erosión de suelos en las partes altas, da como resultado que muchas áreas sean cubier- tas y desaparezcan. 15. En el ámbito de la RNSAB y su zona de amorti- guamiento, existe un total de 23 261,11 ha de bofedales, entre las cuales se presentan bofe- dales naturales y algunas áreas con bofedales artifi ciales, producto del manejo realizado años atrás por los productores. AGRADECIMIENTOS A las comunidades campesinas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca por su cola- boración en la realización del presente trabajo. A la jefatura de la RNSAB y sus guardaparques, por su apoyo en la elaboración del estudio. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (ahora a cargo del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente), el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. BIBLIOGRAFÍA Braun-Blanquet, J. 1979. Fitosociología. Bases para el estudio de las comunidades vegetales. Ediciones Blume, Madrid. Condorí, E. y D. Choquehuanca. 2001. Evaluación de las características y distribución de los bofedales en el ámbito peruano del Sistema TDPS. Proyecto Binacional Lago Titicaca. Puno. Choquehuanca S., J. 1996. Evaluación de áreas de pra- deras mejoradas bajo la implementación de dife- rentes sistemas alternativos. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Arequipa. Flores M., E. 1996. Inventario y evaluación de los pas- tizales del fundo Tocra. Centro de Estudios y Pro- moción del Desarrollo – desco. Arequipa. Flores, E. 1998. Inventario y evaluación de los pastiza- les naturales del fundo Tocra – Arequipa. Centro de Estudios y promoción del Desarrollo – desco. Documento de Trabajo. Arequipa. Flores, E. 1997. Reconocimiento de los pastizales del fundo Tocra. Documento de Trabajo. desco. Pp. 1 - 17. Flores, E. y W. Trejo 1993. Manual de producción de alpacas y tecnología de sus productos. Pp. 22 – 37. Proyecto de Transferencia de Tecnología Agro- pecuaria (TTA). Universidad Agraria La Molina – Agencia para el Desarrollo Internacional AID. Lima. Florez, A. 2005. Manual de pastos y forrajes altoandi- nos. Intermediate Technology Development Group – ITDG AL. OIKOS. Pp. 13 - 34. Lima. 128 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Florez, A. 1992. Manual de forrajes para zonas áridas y semiáridas andinas. Red de Rumiantes Menores – RERUMEN. Pp. 1 – 130. Lima. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2001. Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Intendencia de Áreas Naturales Protegidas. Lima. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2002. Normas generales para los estudios de recursos naturales. Lima. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2006. Actua- lización del Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Primera edición. Intenden- cia de Áreas Naturales Protegidas. Pp. 1 – 117. Lima. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2005. Base de datos de los recursos naturales e infraestructura de la región Arequipa. Ofi cina de Gestión Ambiental Transectorial, Evaluación e Información de Recursos Naturales. Pp. 1 – 174. Lima. Instituto para el Desarrollo. 2002. Evaluación agrosto- edafológica en los cercos permanentes de semi cautiverio de la vicuña de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Proyecto Incremento de las Rentas y el Bienestar Social. IPADE, Arequipa. Machaca, J., J. Lizárraga, R. Puma, J. Medina. 2004 a. evaluación agrostoedafológica de las unidades de producción de camélidos sudamericanos domésti- cos de la RNSAB. Proyecto Araucaria Valle del Colca. Arequipa. Machaca, J., R. Puma, J. Medina. 2004 b. Estudios de soportabilidad y carga animal de unidades de producción alpaquera. Proyecto Araucaria Valle del Colca. Arequipa. Medina, J. 2004. Estudios de peligros, vulnerabilidad y riesgos del distrito de San Juan de Tarucani. Pro- yecto prevención y preparación en comunidades altoandinas afectadas por sequías, heladas y otros peligros. Centro de Estudios y Prevención de Desas- tres – PREDES. Arequipa. Sánchez, J. M. 1998. Evaluación de los pastizales del Centro de Investigación de Zonas Altoandinas – CIDZA. Región Arequipa. Tesis Ingeniero Agrónomo Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Yucra, E. 2000. Inventario y plan de uso racional de pastizales para la crianza de vicuña en áreas cer- cadas de la comunidad campesina de Tocra. Tesis Ingeniero Profesional de Agrónomo. Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Bofedales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 129 ANEXO 1. Mapa de bofedales de la RNSAB y su zona de amortiguamiento VEGETACIÓN DE LOS BOFEDALES DE LACUNCO, PATI, SALINAS, TOCRA Y REMANENTES MENORES EN LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA Isau Huamantupa Chuquimaco Jardín Botánico de Missouri – Cusco. Prolongación Av. de la Cultura, Cusco. Perú. achuntaquiro@yahoo.es RESUMEN A lo largo del año 2001 estudiamos los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y otros rema- nentes menores, que se ubican entre los 3900 y 4950 m en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB). Se tuvo como objetivos: 1) evaluar la fl ora de los bofedales y zonas adyacentes; 2) realizar el estudio poblacional de los bofedales, mediante el método de tran- sección al paso. Los cuatro bofedales y zonas adyacentes contienen un total de 121 especies, en 82 géneros y 33 familias. Siendo las familias más diversas las Asteraceae con 30 especies, Poaceae con 25, Scrophulariaceae, Apiaceae, Brassicaceae y Juncaceae con 5 especies cada una. En conjunto, agrupan el 61% del total de especies. Para llevar a cabo el análisis poblacional, se evaluó en cada bofedal 4000 m lineales; en el caso de los remanentes menores se evaluó 2000 m lineales. En estos últimos, la composición fl orística está compuesta por 57 especies, distribuidas en 33 géneros y 16 familias. Para los bofedales de la RNSAB, las especies con mayor valor de importancia y predominio son Werneria orbignyana, Eleocharis sp., Distichia muscoides, Cala- magrostis breviaristata y Alchemilla diplophylla. Los bofedales más diversos son Tocra y Lacunco, debido a su mejor conservación y manejo pastoril. La composición fl orística de los bofedales de la RNSAB es similar a la de otros departamentos tales como Apurímac, Cusco y Puno. Palabras clave: bofedal, humedal, cespitoso, vegetación, diversidad, puna, fl ora altoandina. ABSTRACT We studied “bofedales” of Lacunco, Pati, Salinas, Tocra and other minor remnants in 2001, situa- ted betwen 3900 and 4950 m over sea level in the Salinas y Aguada Blanca National Reserve. The objectives were: 1) to evaluate fl ora of four “bofedales” and adjacent areas; 2) to study plant populations in “bofedales” with transect method. We recorded 121 species, in 82 genera, and 33 families. Six families group 61% of total species. Asteraceae is the most richness family with 30 spe- cies, followed by Poaceae with 25 species, Scrophulariaceae, Apiaceae, Brassicaceae and Juncaceae with fi ve species each one. We assessed 4000 linear meters for each “Bofedal”, in the case of minor remnants 2000 linear meters were assessed. Floristic composition contains 57 species, in 33 genera and 16 families. To characterize “bofedales” in RNSAB, we estimated the value of importance and dominance index. Finally, the most diverse “bofedales” are Tocra and Lacunco, because of its bettter conservation and management. The composition of fl ora for “bofedales” from RNSAB is similar to that in other departments; such as Apurímac, Cusco and Puno. Key Words: Bofedal, wetlands, grasslands, diversity, puna, Andean fl ora. [ 131 ] 132 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca INTRODUCCIÓN En el país, los humedales comprenden 12 201 lagunas, de las cuales 3896 se encuentran en la vertiente del Pacífi co, 7441 en la vertiente del Atlántico, 841 en el altiplano del Titicaca, y 23 en la vertiente cerrada del Sistema de Huarmicocha. La mayoría de los humedales todavía no se encuentran protegidos, menos aún manejados de una manera sostenible. Se desconoce aún el enorme potencial biológico, hidrológico y turístico que poseen. Los bofedales, también conocidos como “turberas de altura”, son un tipo de vegetación intrazonal característica de las zonas altoandinas. Su aspecto es muy particular y fácilmente distinguible de otras unidades de vegetación, debido a su fi sonomía, ubicación y dependencia del agua. En la actuali- dad, los bofedales son explotados como “turba” (suelo orgánico de material fi broso y esponjoso), que sirve de abono orgánico y combustible. En forma tradicional, los pobladores de la puna man- tienen los bofedales como áreas de pastoreo de los camélidos sudamericanos. La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) presenta una fuerte presión sobre sus pastos naturales y ecosiste- mas frágiles, y especialmente sobre los bofedales. En recientes visitas al área, se ha comprobado la existencia de un mal llamado “uso tradicional” de este recurso, cuando se lleva al ganado doméstico —conformado principalmente por llamas, alpa- cas y ovejas— a pastar con alta frecuencia a las áreas que todavía presentan este recurso. Para el presente trabajo se ha decidido estudiar 4 bofe- dales importantes y otros remanentes menores de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, siendo una de las principales áreas protegidas con humedales del suroriente peruano, considerada así por la estrategia nacional para la conservación de humedales en el Perú. ÁREA DE ESTUDIO La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca se ubica en los departamentos de Arequipa y Moque- gua, en las provincias de Arequipa, Caylloma y General Sánchez Cerro. Ocupa una extensión de 366 936 ha, entre las coordenadas de 15º 51’ 05’’ a 16º 11’ 50’’ LS y 71º34’ 00’’ a 71º 51 27’’ LO. Los bofedales evaluados son cuatro, y fueron elegidos debido a su importancia en el pastoreo de camé- lidos sudamericanos y ganado criollo, así como por su composición fl orística y su gran extensión. También se consideran otros de menor importan- cia como remanentes menores. La ubicación de las zonas de vida está basada en las clasifi caciones de Holdridge (INRENA 1995). Bofedal de Tocra. Está ubicado en la margen dere- cha de la carretera Arequipa - Chivay; en la pampa de Tocra, en el distrito de Yanque, a una altitud entre los 4200 y 4300 m, entre 15º 50’ 42” LS, 71º 26’ 30” LO. Comprende la zona de vida páramo húmedo–subalpino subtropical. Bofedal de Lacunco. Ubicado en la comunidad de Pampa Cañahuas del distrito de Yanahuara, a una altitud de 3950 a 4000 m, entre 16º 03’ 02” LS, 71º 21’ 27” LO, comprendido en la zona de vida matorral desértico–subalpino subtropical. Bofedal de Salinas. Ubicado en la comunidad de Salinas Huito, del distrito de San Juan de Tarucani, a una altitud de 4240 m, entre 16º 18’ 38” LS y 71º 08’ 32” LO; comprendido en la zona de vida matorral desértico–subalpino subtropical. Bofedal de Pati. Ubicado en la quebrada de Jatun Orcco, de la comunidad de Pati, en el distrito de San Juan de Tarucani, a 4400 m, entre 16º 04’ 36” LS y 71º 57’ 52” LO. Está comprendido en la zona de vida tundra muy húmeda–alpino subtropical. Bofedales remanentes menores. Se considera las zonas de remanentes menores por su extensión y escasa importancia para los pobladores, siendo las zonas más importantes la laguna del Indio y el bofedal de Jayo Grande. MÉTODOS Para la realización del presente estudio se cumplió con dos fases, de campo y de gabinete. La fase de campo se realizó de enero a marzo del año 2001, lo que coincidió con el período de lluvias. Se llevó a cabo la recolección en las zonas de infl uencia directa de los bofedales, tomando en cuenta datos sobre hábito y fenología. Se realizó el muestreo poblacional de cada bofedal utilizando el método de transección al paso con el anillo censador. Este es un ejemplo de transección lineal Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 133 como guía para localizar parcelas pequeñas en importantes extensiones del área, para vegetación herbácea en humedales. El anillo mide entre ¾ de pulgada y 20mm de diámetro (parcela) y es usado como una relación entre el tamaño de las grandes parcelas y el del punto. El método de los dos pasos con el anillo censador es uno de los más indicados para el tipo de vegetación de la puna peruana, especialmente para los bofedales (Tapia et al. 1984). Se ha analizado los datos con- siderando los parámetros poblacionales y los índi- ces de diversidad de Shannon-Wiener, índice de Valor de Importancia (IVI), abundancia, dominan- cia, frecuencia y el índice de similitud de Jaccard (Magurran 1988). Para el tratamiento taxonómico, se utilizó la clasifi cación propuesta por Cronquist (Jonen y Luchsinger, 1979) de las muestras colec- tadas, por comparaciones de morfoespecies, en los herbarios de CUZ, USM y HUSA. RESULTADOS 1. Evaluación fl orística La composición fl orística de los bofedales, rema- nentes menores y áreas adyacentes está constituida por un total de 123 especies, en 82 géneros y 34 familias, 1 de ellos corresponde a la clase Briofi ta. La familia Asteraceae es la más diversa, con 29 especies, seguida de las Poaceae, con 25 especies y las familias Scrophulariaceae, Apiaceae, Brassicaceae y Junca- ceae, con 5 especies cada una (fi gura 1). La mayor parte son hierbas y pastos (fi gura 2) y el número de especies en cada bofedal es aproximadamente similar (fi gura 3). FIGURA 1 Distribución de la riqueza de especies de las 21 familias presentes en los bofedales y zonas adyacentes de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. 0 5 10 15 20 25 30 As te ra ce ae Ap iac ea e Ju nc ac ea e Ge nt ian ac ea e Fa ba ce ae Am ar an th ac ea e Ca m pa nu lac ea e Ge ra ni ac ea e Ox ali da ce ae Ro sa ce ae So lan ac ea e Al str oe m er iac ea e Bo ra gi na ce ae Ca lce ol ar iac ea e Ep he dr ac ea e Lo as ac ea e Ra nu nc ul ac ea e FIGURA 2 Hábitos de la fl ora en los bofedales y zonas adyacentes de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. FIGURA 3 Riqueza de especies para cada bofedal muestreado y bofedales remanentes en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Arbustos 5% Musgo 1% Cactus 2%Pasto 20% Hierbas 72% 0 10 20 30 40 50 Lacunco Tocra Salinas Pati Nombre de los bofedales N úm er o de e sp ec ie s 134 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 2. Análisis poblacional La vegetación evaluada mediante el método de transección al paso con anillo censador, analizando para cada bofedal un área de 4000 metros lineales, y en los remanentes menores se obtuvo un total de 2000 metros lineales muestreados. 2.1. Diversidad La composición fl orística está constituida por 57 especies, distribuidas en 33 géneros y 16 fami- lias. Mediante el paquete estadístico de Anacom (1997), se realizó el análisis de diversidad de Shannon-Wiener, donde la más alta diversidad corresponde al bofedal de Tocra con un valor de 4,6 bits (Tabla 1). TABLA 1. Riqueza e índice de diversidad de Shannon-Wiener para cada bofedal analizado en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Bofedales Riqueza Ind. Shannon Tocra 45 4,619 Salinas 35 4,219 Pati 36 4,036 Lacunco 38 3,923 TOTAL 58 4,858 TABLA 2. Grado de afi nidad entre cada bofedal en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Lacunco Tocra Salinas Pati Nivel de Unión 1 2 0,729 1 2 3 0,543 1 2 3 4 0,527 Gentiana sedifolia Kunth (2,672), Gnaphalium peruvianum Spreng. (2,672), y Festuca scirpifolia (J. Presl) Kunth (2,672) presentan menor IVI y, por ende, menor dominancia. 3.2. Bofedal de Tocra En este bofedal que corresponde a la zona de Tocra, las especies que tienen mayor IVI son Poa candamoana Pilg. (13,122), W. orbignyana Wedd. (11,682), Werneria caespitosa Wedd. (10,582), L. diplophylla (Diels) Rothmaler (9,10) y Eleocharis sp. (8,26). Estas mismas especies también son las que presentan mayor índice de dominancia. Las especies con menor IVI son G peruvianum Spreng. (2,242) y Hordeum muticum J. Presl, con un IVI (0,020). 3.3. Bofedal de Salinas En este bofedal, que corresponde a la zona de Sali- nas con aproximadamente 30 ha, las especies que tienen mayor IVI y dominancia son C. breviaristata (Wedd.) Pilg. (23,398) y Hypochaeris taraxacoides (Walp.) Benth. & Hook. F. (10,172), P. candamoana Pilg. (9,45) y Plantago sp. (9,35). Las especies de menor IVI y con menor dominancia son Lysipomia laciniata A. DC. (2,917) y G. peruvianum Spreng. (2,897). 3.4. Bofedal de Pati En este bofedal perteneciente a la zona de Pati, se observa que los IVI y la dominancia más altos son para las siguientes cinco especies: D. muscoides Nees & Meyen (24,318), L. diplophylla (Diels) Roth- maler (14,598), Calamagrostis rigescens (J. Presl) Scribn. (11,378), Poa spicigera Tovar (10,358) y Carex sp. (8,94). Las especies con un menor IVI y dominancia son Azorella yareta Hauman (2,818), Luzula racemosa Desv. (2,818). Para toda el área de estudio, en los bofedales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 2.2. Similitud de Jaccard El índice de similitud de Jaccard nos proporciona el grado de afi nidad que existe entre los compo- nentes vegetales en cada comunidad, en este caso entre cada bofedal. 3. Dominancia, frecuencia, abundancia y valor de importancia (Figuras 4, 5 y 6) 3.1. Bofedal de Lacunco En este bofedal, las especies que tienen mayor valor de importancia (IVI) son Eleocharis sp, (con 24,175), W. orbignyana Wedd. (20,347), C. bre- viaristata (Wedd.) Pilg. (12,091), E. palustris T. (10,748) y L. diplophylla (Diels) Rothmaler (8,63). Asimismo, estas cinco especies también son las que presentan mayor dominancia. Otras especies tales como Paronychia andina A. Gray con (2,712), Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 135 DISCUSIÓN Sobre la fl ora En el presente estudio, la fl ora está constituida por 123 especies, con 82 géneros y 34 familias, de las cuales 1 corresponde a la clase de las briofi tas. Se tiene el registro total para la RNSAB de 465 especies. Por lo tanto, la fl ora de los bofedales y zonas adyacentes o en contacto directo a nivel de especies, constituye el 26,5% del total de la Reserva. En los bofedales y zonas adyacentes, las familias más diversas son Asteraceae con 29 espe- cies, constituyendo el 6,2% de la Reserva; Poaceae, con 25 especies, representando el 5,4% del total de especies de la Reserva. El género más diverso lo constituye Calamagrostis, con 10 especies para el presente estudio, al igual que para el total de las especies de la reserva con 15 especies, lo que nos indica que el 80% de las especies habita en los bofedales y zonas aledañas, género que es palata- ble en la alimentación de los camélidos sudameri- canos (Tovar 1988). Para las zonas adyacentes propiamente dichas, las familias más diversas son Asteraceae con los géneros Senecio, Baccharis y la familia Poaceae con los géneros Calamagrostis, Festuca, de las cuales las especies dominantes son F. dolycophylla, Cala- magrostis mínima, C. breviaristata, y C. vicunarum. También es común encontrar entre los requeríos y bofedales colonias de Opuntia fl ocosa y Echinop- sis aff. pamparuizii; en las zonas mas húmedas se encuentra Parastrephia lepidophylla y Parastrephia lucida, que se observaron en los bofedales de Tocra y Lacunco. En los bofedales erosionados como el de Salinas se observó que en las zonas aledañas es común encontrar macollos de C. breviaristata que soporta la erosión del suelo. Del análisis poblacional Se tiene que para los bofedales de la RNSAB las especies con mayor valor de importancia y predo- minio son W. orbignyana, Eleocharis sp., D. muscoi- des, C. breviaristata y L. diplophylla que difi eren de las de los bofedales del departamento de Cusco, donde la especie más importante y dominante en dos bofedales representativos de las zonas altoan- dinas a más de 3950m es Plantago tubulosa, la cual también está presente en el área de estudio, FIGURA 4 Las cinco especies con mayor valor de importancia para los 4 bofedales y remanentes menores de la RNSAB. FIGURA 5 Las cinco especies dominantes en los bofedales y rema- nentes menores de la RNSAB. Lachemilla diplophylla, 8.6, 17% Werneria orbignyana, 11.3, 22% Eleocharis sp., 11.1, 21% Distichia muscoides, 10.5, 20% Calamagrostis breviaristata, 10.2, 20% Werneria orbignyana 22% Calamagrosti breviaristata 21% Lachemilla diplophylla 15% Distichia muscoides 20%Eleocharis sp. 22% FIGURA 6 Las cinco especies más abundantes en los bofedales y remanentes menores de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Werneria orbignyana 23% Eleocharis sp. 21% Calamagrostis breviaristata 21% Lachemilla diplophylla 15% Distichia muscoides 20% se han obtenido valores que se encuentran en el Anexo 3. 136 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca pero no es ni más importante ni dominante dado que se ubica en el 21º lugar en importancia entre todo los bofedales de la RNSAB. Las familias más diversas, al igual que en nuestra zona de estudio, también son las Asteraceae y Poaceae, con hábitos arrosetados y cespitosos. El índice de diversidad nos muestra que es califi cada como “alta”, con un promedio de 4,19, similar a los bofedales del departamento del Cusco. Jiménez et al. (2000) reportan algunas especies de bofedales que se han encontrado para la RNSAB, tales como: Lysipomia sp, Lilaeopsis sp, Gentiana sp., Carex sp., Calamagrostis scirpifolia, Juncus dombeyanus y Myrosmodes nubigenum, lo cual se ha corroborado en el presente estudio. Se observa poca variación en la composición fl orís- tica de cada bofedal, y podemos mencionar que entre las especies con más alto valor de impor- tancia en cada bofedal aparecen P. candamoana, W. orbignyana, W. caespitosa y Calamagrostis spp., las cuales son también compartidas en bofedales de Cusco y Apurímac. Cabe mencionar que el bofedal de Tocra muestra la mayor diversidad en cuanto a especies, lo que es fruto de un manejo adecuado; se tiene a especies como W. orbign- yana, W. caespitosa y Poa gymnantha como las más importantes, lo que nos indica que las espe- cies de Werneria son altamente palatables, por lo que este bofedal presenta un desarrollo normal. Se registraron especies de menor IVI comunes en los 4 bofedales y remanentes menores, como: G. peruvianum, H. muticum, Paronychia andina, Gentianella sedifolia, F. escirpifolia, A. yareta y L. racemosa, de los cuales por ejemplo G. peruvia- num, P. andina, L. racemosa y Gentianella sedifoli, son comunes de zonas con distrofi smo, como en los bofedales de Lacunco y Pati. Para los 4 bofedales, 18 especies son las más frecuentes: Alchemilla pinnata, L. diplophylla, A. yarita, Carex sp., D. muscoides, E. palustris, Eleocha- ris sp., F. dolichophylla, G. sandiensis, Lilaeopsis macloviana, Lysipomia sp., M. nubigenum, N. aff. peruviana, P. candamoana, Ranunculus fl agelliformis, Brium sp. (musgo), W. caespitosa, y W. orbignyan. En los bofedales de Cusco y Puno son también fre- cuentes, lo que confi rma que la fl ora en los bofe- dales del Perú es similar, existiendo endemismos muy restringidos para cada zona. Tapia y Flores (1984) y Tapia (1988) mencionan que se presen- tan pocas variaciones en la fl ora de los bofedales. Por ejemplo, en ciertos bofedales se documentó abundancia de Isoetes lechleri, pero en el presente estudio no se registró; en otros son dominantes D. muscoides, L. andina y Calamagrostis spp. que en el presente estudio se registraron para todos los bofedales. AGRADECIMIENTOS Por sobre todas las cosas a Dios, a la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca en la cual el Blgo. Horacio Zeballos y los guardaparques me prestaron un decidido apoyo durante mi estadía como guardaparque voluntario, así como a mi compañero de trabajo Adolfo Menéndez, y a los herbarios de CUZ y UNSA. Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 137 Choque, J. y M. Sotomayor. 1990. Resúmenes de investigación en pastos y forrajes de la región sur peruana. Edit. Universidad Nacional del Altiplano y Proyecto Alpacas. Puno. COPASA. 1997. Informe fi nal sobre el estudio de la tola. Arequipa. Farfán, R. et al. 1988. Resultado de investigación en pas- turas y praderas nativas de Texas Tech. University en la Raya- IVITA. Informe técnico. UNMSM. Lima. Flores, A. E. 1988. Manejo de praderas nativas y pas- turas en la región altoandina del Perú. Tomo V. Editores e Impresores. Lima. INRENA. 1996. Sistema Nacional de Áreas Protegidas por el Estado. INRENA, Lima. INRENA. 1997. Estudio nacional de la diversidad bio- lógica. Volumen II. Diagnósticos regionales de la diversidad biológica. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente-PNUMA. Pp. 246- 247. Lima. Jiménez, P., C. Talavera; H. Zeballos, L. Villegas; A. Ortega y E. Linares. 2000. Diagnóstico de los recur- sos fl ora y fauna de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Informe para el Proyecto Araucaria Valle del Colca. AECI. Arequipa. BIBLIOGRAFÍA Moreno, C. 2000. Métodos para medir la biodiversidad. Centro de investigaciones biológicas. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. México. Matteuccii. S y A. Colma. 1982. Metodología para el estudio de la vegetación. Secretaría General de la OEA. Programa Regional de Desarrollo Científi co y Tecnológico. Washington D.C. Sotomayor, M. 1989. Principales pastos alpaqueros del sur. Proyecto Alpacas – COTESU – IC. Puno. Tapia M. & J. Flores. 1984. Pastoreo y pastizales de los Andes del sur del Perú. Instituto Nacional de Investi- gación y Promoción Agropecuaria. Programa Cola- borativo de Apoyo a la Investigación en Rumiantes Menores. Editorial Adolfo Arteta. Lima. Tapia, M. N. 1988. El ecosistema de los Andes del sur del Perú y su relación con los pastizales. Instituto Nacional de Investigación y Promoción Agropecua- ria. Programa Colaborativo de Apoyo a la Inves- tigación en Rumiantes Menores. Editorial Adolfo Arteta. Lima. Tovar, O. 1989. Manual de identifi cación de pastos naturales de los Andes del sur peruano (Gramíneas). Proyecto Alpacas/COTESU/IC. Puno. 138 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca ANEXOS Anexo 1. Listado de la fl ora muestreada en los bofedales y zonas adyacentes de la RNSAB Familia Especie Hábito Alstroemeriaceae Bomarea unifl ora (M. Roem.) Killip Hierba 20 cm Amaranthaceae Alternanthera sp. hierba 10 cm Amaranthaceae Chenopodium sp. Hierba 10 cm Apiaceae Azorella yareta Hauman Hierba almohadillada Apiaceae Bowlesia tenella Meyen Hierba 15 cm Apiaceae Lilaeopsis andina A.W. Hill Hierba acuática 10 cm Apiaceae Lilaeopsis macloviana (Gand.) A.W. Hill Hierba acuatiza 15 cm Apiaceae Azorella compacta H. Hierba 30 cm Apocynaceae Sarcostemma andinum (Ball) R.W. Holm Hierba rastrera 2 m Asteraceae Baccharis buxifolia (Lam.) Pers. Arbusto 2 m Asteraceae Baccharis petiolata DC. Arbusto 2 m Asteraceae Baccharis sp. Hierba 10 cm Asteraceae Belloa sp. Hierba 10 cm Asteraceae Belloa sp.1 Hierba 10 cm Asteraceae Conyza sp. Hierba 10 cm Asteraceae Conyza sp.1 Hierba 8 cm Asteraceae Chersodoma jodopappa (Sch. Bip.) Cabrera Hierba 30 cm Asteraceae Gnaphalium elegans Kunth Hierba 30 cm Asteraceae Gnaphalium peruvianum Spreng. Hierba 10 cm Asteraceae Grindelia glutinosa (Cav.) Dunal Hierba 30 cm Asteraceae Hypochaeris taraxacoides Hierba arrosetada 10 cm Asteraceae Hypochaeris echegarayi Hieron. Hierba arrosetada 10 cm Asteraceae Hypochaeris meyeniana (Walp.) Griseb. Hierba postrada 5 cm Asteraceae Lecucheria sp. Hierba 20 cm Asteraceae Leucheria daucifolia (D. Don.) Crisci Hierba 20 cm Asteraceae Loricaria graveolens (Sch. Bip.) Wedd. Arbusto 1.5 m Asteraceae Mniodes sp. hierba almohadillada Asteraceae Mutisia arequipensis Cabrera Hierba decumbente 1 m Asteraceae Mutisia orbignyana Wedd. Arbusto 2 m Asteraceae Parastrephia lepidophylla (Wed) Cabrera Arbusto 1.5 m Asteraceae Parastrephia lucida (Meyen) Cabrera Arbusto 1.5 m Asteraceae Perezia coerulescens Wedd. Hierba 10 cm Asteraceae Senecio aff. nutans Hierba 30 cm Asteraceae Senecio modestus Wedd. hierba arrosetada 12 cm Asteraceae Tagetes laxa Cal Hierba 15 cm Asteraceae Werneria caespitosa Wedd. Hierba arrosetada 5 cm Asteraceae Werneria orbignyana Wedd. Hierba arrosetada 10 cm Asteraceae Werneria sp. hierba almohadillada 5 cm Boraginaceae Heliotropium sp. Hierba 40 cm Brassicaceae Draba matthioloides Gilg & O.E. Schulz Hierba 5 cm Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 139 Familia Especie Hábito Brassicaceae Draba sp. Hierba 10 cm Brassicaceae Mimulus glabratus Kunth Hierba acuática 20 cm Brassicaceae Sisymbrium sp. Hierba 20 cm Brassicaceae Weberbauera sp. Hierba 20 cm Briaceae Brium sp. Musgo almohadillado Cactaceae Echinopsis pamparuizii Cárdenas Cactus 10 cm Cactaceae Opuntia fl occosa Salm-Dyck Cactus 30 cm Calceolariaceae Calceolaria inamoena Kraenzl. Hierba 25 cm Campanulaceae Lysipomia laciniata A. DC. Hierba 10 cm Campanulaceae Lysipomia sp. Hierba 5 cm Cariophyllaceae Paronichia sp. Hierba 15 cm Cariophyllaceae Paronychia andina A. Gray Hierba 10 cm Cariophyllaceae Stellaria sp. Hierba 20 cm Crassulaceae Villadia sp. Hierba 5 cm Cyperaceae Carex sp. Hierba 10 cm Cyperaceae Eleocharis palustris (Herbario Vargas). Hierba 5 cm Ephedraceae Ephedra rupestris Benth. Hierba 30 cm Fabaceae Astragalus arequipensis Vogel Hierba 5 cm Fabaceae Astragalus sp. Hierba postrada 5 cm Fabaceae Lupinus sp. Hierba 60 cm Gentianaceae Gentiana sedifolia Kunth Hierba 10 cm Gentianaceae Gentianella sandiensis (Gilg) J. Pringle Hierba 10 cm Gentianaceae Gentiana peruviana Hierba 10 cm Gentianaceae Genciana sp. Geraniaceae Erodium geoides St. Hilaire Hierba 10 cm Geraniaceae Erodium sp.1 Hierba 10 cm Iridaceae Sisyrinchium trinerve Baker Hierba 30 xm Juncaceae Distichia muscoides Nees & Meyen Hierba almohadillada Juncaceae Juncus dombeyanus Gay ex Laharpe Hierba 20 cm Juncaceae Luzula racemosa Desv. Hierba 20 cm Juncaceae Oxychloe andina Phillippi Hierba almohadillada Juncaceae Phylloscirpus sp. Hierba 5 cm Lamiaceae Satureja sp. Hierba 20 cm Lamiaceae Hedeoma sp. Hierba 10 cm Loasaceae Caiophora cirsiifolia C. Presl Hierba urticante 30 cm Malvaceae Acaulimalva sp. Hierba 10 cm Malvaceae Nototriche aff peruviana Hierba 5 cm Malvaceae Urocarpidium sp. Hierba 10 cm Orchidaceae Myrosmodes nubigenum Rchb. f. Hierba 10 cm Oxalidaceae Oxalis sp. Hierba arrosetada 5 cm Oxalidaceae Oxalis petrophila R. Knuth Hierba 20 cm Plantaginaceae Plantago sp. Hierba 10 cm Plantaginaceae Plantago tubulosa Decne. Hierba 10 cm Poaceae Agrostis breviculmis Hitchc. Pasto 20 cm 140 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Familia Especie Hábito Poaceae Calamagrostis antoniana (Griseb.) Steud. pasto 35 cm Poaceae Calamagrostis breviaristata (Wedd.) Pilg. Pasto 30 cm Poaceae Calamagrostis brevifolia (J. Presl) Steud. Pasto 30 cm Poaceae Calamagrostis chrysantha (J. PresSteud. Pasto 50 cm Poaceae Calamagrostis heterophylla (Wedd.) Pilg. Pasto 30 cm Poaceae Calamagrostis minima (Pilg.) Tovar Pasto 15 cm Poaceae Calamagrostis rigescens (J. Pres.Scribn. Pasto 15 cm Poaceae Calamagrostis sp.1 Pasto 10 cm Poaceae Calamagrostis sp.2 pasto 7 cm Poaceae Calamagrostis vicunarum (Wedd.) Pilg. Pasto 10 cm Poaceae Cenchrus sp. Pasto 5 cm Poaceae Dielsiochloa fl oribunda (Pilg.) Pilg. Pasto 12 cm Poaceae Dissanthelium minimum Pilg. Pasto 4 cm Poaceae Distichlis sp. Pasto 10 cm Poaceae Festuca dolichophylla J. Presl Pasto 20 cm Poaceae Festuca scirpifolia (J. Presl) Kunth Pasto 20 cm Poaceae Festuca sp. pasto 10 cm Poaceae Hordeum muticum J. Presl Pasto 20 cm Poaceae Poa candamoana Pilg. Pasto 30 cm Poaceae Poa gymnantha Pilg. Pasto 10 cm Poaceae Poa nigrifl ora Hitchc. Pasto 10 cm Poaceae Poa spicigera Tovar Pasto 15 cm Poaceae Stipa ichu (Ruiz & Pav.) Kunth Pasto 40 cm Poaceae Stipa sp. Pasto 15 cm Ranunculaceae Ranunculus fl agelliformis Smith Hierba 10 cm Rosaceae Alchemilla pinnata E. J. Remy Hierba 10 cm Rosaceae Lachemilla diplophylla (Diels) Rothmaler Hierba 10 cm Rubiaceae Arcythophyllum sp. Hierba 10 cm Rubiaceae Galium corymbosum Ruiz & Pav. Hierba 15 cm Scrophulariaceae Bartsia diffusa Benth. Hierba 10 cm Scrophulariaceae Bartsia peruviana Walpers Hierba 20 cm Scrophulariaceae Bartsia sp. Hierba 25 cm Scrophulariaceae Bartsia serrata Molau Hierba 20 cm Scrophulariaceae Castilleja pumila (Benth.) Wedd. Hierba arrosetada 10 cm Solanaceae Solanum acaule Bitter Hierba 15 cm Solanaceae Solanum sp. Hierba 50 cm Urticaceae Urtica fl abellata Kunth Hierba urticante 20 cm Valerianaceae Stangea rhizantha (A. Gray) Killip Hierba 10 cm Valerianaceae Valeriana sp. Hierba arrosetada 10 cm Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 141 Anexo 2. Distribución y frecuencia para los cuatro bofedales N ° Especies L T S P Frecuencias 1 Agrostis breviculmis X X 50 2 Agrostis sp. X X X 75 3 Castilleja pumila X 25 4 Alchennmilla pinnata X X X X 100 5 Lachemilla diplophylla X X X X 100 6 Astragalus sp. X X 50 7 Azorella yareta X X X X 100 8 Bartsia difussa X X X 75 9 Bartsia serrata X 25 10 Calamagrostis vicunarum X X 50 11 Calamagrostis breviaristata X X X 75 12 Calamagrostis crysantha X 25 13 Calamagrostis minima X X 50 14 Calamagrostis rigescens X 25 15 Calamagrostis sp.1 X 25 16 Calamagrostis sp.2 X 25 17 Carex sp. X X X X 100 18 Distichia muscoides X X X X 100 19 Disticlis sp. X 25 20 Draba mathioloides X X 50 21 Eleocharis palustris X X X X 100 22 Eleocharis sp. X X X X 100 23 Festuca dolicophylla X X X X 100 24 Festuca scirpifolia X 25 25 Gnaphalium peruvianum X X X 75 26 Gentiana sedifolia X X 50 27 Gentiana peruviana X X X 75 28 Gentiana sp. X X X 75 29 Gentianella sandiensis X X X X 100 30 Hipochaeris taraxacoides X X X 75 31 Hordeum muticum X X X 75 32 Juncus donbeyamus X X X X 100 33 Leucheria daucifolia X X X 75 34 Lilaeopsis Andina X X X 75 35 Lilaeopis macloviana X X X X 100 36 Lilaelopsis sp. X 25 37 Luzula racemosa X 25 38 Lysipomia laciniata X X X 75 39 Lysipomia sp. X X X X 100 40 Mimulus glabratrus X X 50 41 Myrosmodes nubigenum X X X X 100 42 Notrotiche aff. peruviana X X X X 100 142 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca N ° Especies L T S P Frecuencias 43 Oreonmyrrhis andicola X 25 44 Oxichloe andina X X X 75 45 Paronychia andina X X X 75 46 Perezia sp. X 25 47 Plantago tubulosa X X X 75 48 Poa nigrifl ora X X 50 49 Poa spicigera X 25 50 Poa candamoana X X X X 100 51 Poa gymnantha X 25 52 Azorella compacta X 25 53 Stipa sp. X 25 54 Ranunculus fl agelliformis X X X X 100 56 Brium sp (musgo) X X X X 100 57 Werneria caespitosa X X X X 100 58 Werneria orbignyana X X X X 100 Anexo 3. Valor de importancia (IVI), abundancia y dominancia de las especies de los cuatro bofedales Nº Especies IVI Ind/M Dominancia 1 Werneria orbignyana 11.321 1743 8.724 2 Eleocharis sp. 11.141 1707 8.544 3 Distichia muscoides 10.495 1578 7.898 4 Calamagrostis breviaristata 10.206 1650 8.258 5 Lachemilla diplophylla 8.633 1206 6.036 6 Poa candamoana 7.773 1034 5.175 7 Werneria caespitosa 7.277 935 4.68 8 Lilaeopsis macloviana 6.732 826 4.134 9 Festuca dolicophylla 6.546 789 3.949 10 Ranunculus fl agelliformis 5.48 576 2.883 11 Eleocharis palustris 5.315 543 2.718 12 Alchemilla pinnata 5.22 524 2.623 13 Carex sp. 5.17 514 2.573 14 Azorella yareta 4.544 389 1.947 15 Hipochaeris taraxacoides 4.15 440 2.202 16 Lilaeopsis andina 4.1 451 2.152 17 Lysipomia sp. 3.759 232 18 Nototriche aff peruviana 3.613 203 1.016 19 Leucheria daucifolia 3.339 278 1.391 20 Plantago tubulosa 3.314 273 1.366 21 Oxichloe andina 3.184 247 1.236 22 Calamagrostis vicunarum 3.131 366 1.832 23 Lysipomia laciniata 3.069 224 1.161 Vegetación de los bofedales de Lacunco, Pati, Salinas, Tocra y remanentes menores en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 143 Nº Especies IVI Ind/M Dominancia 24 Brium sp (musgo) 3.008 82 0.41 25 Juncus dombeyanus 2.963 73 0.365 26 Paronychia andina 2.949 200 1.001 27 Gentianella sandiensis 2.933 67 0.335 28 Myrosmodes nubigenum 2.908 62 0.31 29 Calamagrostis minima 2.82 304 1.522 30 Calamagrostis rigescens 2.802 430 2.152 31 Poa spicigera 2.546 379 1.897 32 Castilleja pumila 2.469 13 0.065 33 Gentiana sp. 2.328 76 0.38 34 Bartsia diffusa 2.298 70 0.35 35 Agrostis breviculmis 2.245 189 0.946 36 Poa nigrifl ora 2.11 162 0.811 37 Gentiana peruviana 2.108 32 0.16 38 Hordeum muticum 2.053 0.105 39 Gnaphalium peruvianum 1.973 5 0.025 40 Mimulus glabratus 1.864 113 0.566 41 Astragalus sp. 1.614 63 0.315 42 Draba mathioloides 1.609 62 0.31 43 Gentiana sedifolia 1.334 7 0.035 44 Bartsia serrata 0.99 68 0.34 45 Calamagrostis sp.1 0.98 41 0.205 46 Perezia sp. 0.97 64 0.32 47 Calmagrostis sp.2 0.855 66 0.33 48 Poa sp. 0.84 38 0.19 49 Oreomyrrhis andicola 0.8 30 0.15 50 Azorella compacta 0.769 24 0.12 51 Distichlis sp. 0.739 18 0.09 52 Poa gymnantha 0.719 14 0.07 53 Plantago sp. 0.714 54 Calamagrostis crysantha 0.704 11 0.055 55 Lilaeopsis sp. 0.679 6 0.03 56 Festuca scirpifolia 0.659 2 0.01 57 Luzula racemosa 0.659 2 0.01 58 Agrostis sp. 104 0.521 59 Stipa sp. 1.121 LOS TOLARES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA John Machaca Centty,1 Franklin A. Montesinos,2,3 Juan Carlos Lizárraga,1 Eloy Ocsa,1 Fredy Quispe,1 Gonzalo F. Quiroz1 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. joev.mace@gmail.com 2. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. RESUMEN Documentamos información sobre las principales características y hábitat del estrato arbustivo más importante de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortigua- miento, conocido como tolar. Los tolares constituyen la principal cubierta de protección de los suelos, así como del estrato herbáceo que en ellos se encuentra asociado, en ámbitos que van desde los 3500 a los 4500 m. Caracterizamos la situación actual de los tolares en base al potencial que representan para las comunidades, que aprovechan y usan su poder calórico como combustible natural a nivel local y para su comercialización, siendo una fuente de generación de ingresos adicionales. Asimismo, registramos la estructura de los suelos, su capacidad forrajera, las asociaciones vegetales y reportamos las diferentes especies que conforman este pastizal natural. En las últimas décadas la región sur peruana ha venido sufriendo continuos cambios climatológicos, que asociados con la fuerte presión ejercida por la población en su explotación y aprovechamiento irracional de la tola y los pastos naturales, ha venido incrementando los procesos erosivos y causando la disminución de las fuentes de agua. Palabras clave: Comunidades andinas, puna seca, Andes, conservación, biodiversidad. ABSTRACT We recorded information about the main characteristics of the shrub formation called “tolar” in the Salinas y Aguada Blanca National Reserve and its buffer zone. The “tolar” is the most important vegetal cover that protects soils as well as associated herbaceous vegetation; it ranges between 3500 to 4500 m. over the sea level. We have characterized the current situation of “tolares” based on potential use for the communities, which use its energetic power like natural combustible at local level; and to trade, which is an additional source of earnings. Furthermore, we recorded the soil structure, its foraging capacity, plant associations and other species that conform this natural grassland. In the last decades the southern Peruvian region has been experimenting continuous climatological changes, which in association with the people’s pressure who extract this vegetation and natural grasslands irrationality increase the erosive process and decrease water availability. Key words: Andean communities, dry puna, Andes, conservation, biodiversity. [ 145 ] INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) y su zona de amortiguamiento, se ubi- can en el altiplano Arequipeño. Albergan una importante biodiversidad de importancia local y regional, constituyéndose en una muestra repre- sentativa de la puna seca de América del Sur. Por el hecho de ubicarse en la parte superior de la cuenca del río Chili – Quilca, favorecen a las poblaciones 146 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y sectores productivos que se ubican en la parte media y baja de la cuenca, al otorgarles un ele- mento vital como es el agua, por constituir la zona colectora y el sector de inicio del ciclo hidrológico (INRENA 2001, 2005a). Una de las formaciones vegetales de mayor importancia en este hábitat altoandino son los tolares, plantas de desarrollo arbustivo, de composición organoléptica resinosa, que cumplen un importante papel en los proce- sos funcionales de los que depende la existencia misma de las poblaciones que viven en su entorno, así como de las que perciben los benefi cios que brinda en forma indirecta. Una de las funciones básicas que cumplen en el entorno natural, es el mantenimiento del ciclo hidrológico. Por su carácter forestal, los tolares son pro- tectores de los suelos, y en muchos de los casos por la fuerte presión de carga animal ha dismi- nuido la cubierta vegetal. Asimismo, permiten el aprovechamiento de las aguas subterráneas, que pueden ser extraídas por las raíces a niveles superfi ciales del suelo, favoreciendo la permanen- cia y el desarrollo de especies de estrato medio y corto. Otra función de importancia es la de proveer forraje para la principal actividad eco- nómica de las poblaciones asentadas, tal como es la ganadería, especialmente de los camélidos sudamericanos domésticos, siendo soporte de especies palatables que se encuentran asociadas y se benefi cian de las condiciones de protección y disponibilidad de humedad que les otorga el estrato arbustivo. En las últimas décadas, el aprovechamiento y uso de la tola por los pobladores ha hecho posible la generación de los recursos económicos necesarios para la satisfacción de sus principales necesidades; de allí que su forma y cantidades de extracción estén condicionadas por la comer- cialización y venta del producto en tanto leña, que es requerida como combustible en la indus- tria de la panifi cación artesanal de la ciudad de Arequipa y otras partes del altiplano (Alzérreca et al. 2002, 2003, Jiménez et al. 2000, Paca et al. 2002a, 2002b, 2003). Entre las principales especies arbustivas que forman parte de la for- mación tolar existen cinco especies de amplia distribución en la zona altoandina de la región Arequipa: Parastrephya lepidophylla, P arastrephya phylicaeformis, Baccharis tricuneata, Baccharis buxi- folia y Lepidophyllum quadrangulare (Flores 1996, Jiménez et al. 2000, Linares 1991, 1996, Talavera y Jiménez 2001) que por su composición resinosa son apreciadas y sobreexplotadas, al punto de que la especie P. lepidophylla —que es la más requerida por los panifi cadores de la ciudad de Arequipa— se vea reducida en su densidad pobla- cional, así como en la amplitud de sus áreas de desarrollo. Por todas las consideraciones expuestas sobre las características y los benefi cios que brinda este estrato vegetacional en la zona altoandina, en especial en la parte alta de la cuenca, se ha pro- puesto realizar una evaluación de las caracterís- ticas fi tosociológicas, agrostológicas y edáfi cas que constituyen las principales características de desarrollo del ecosistema, así como caracterizarla como un importante tipo de pastizal natural. Asi- mismo, de los muestreos y análisis realizados se desprende la condición actual en que se encuen- tran desde el punto de vista ecológico y produc- tivo, y la necesidad de desarrollar planes y pro- puestas operativas que aseguren su recuperación y preservación. Los resultados generados en el presente estu- dio son producto de la información, observación y análisis realizados en las áreas de tolar que forman parte de la estructura vegetacional de la RNSAB y su zona de amortiguamiento, cuya información primaria se desprende de los trabajo e investiga- ciones realizados por tesistas, investigadores, e instituciones involucradas en temas de protec- ción y conservación de los recursos naturales, así como de los que de forma directa e indirecta tie- nen un trabajo permanente en esta área natural protegida por el Estado (Choquehuanca 1996, Flores 1996, 1998, INRENA 2005b, IPADE 2002, Machaca-Centty et al. 2004, Sánchez 1998, Tala- vera y Jiménez 2001, Yucra 2000). METODOLOGÍA Evaluación fi tosociológica y agrostológica de los tolares Los tolares se encuentran dispersos en todo el ámbito de la RNSAB. Para llevar a cabo la eva- luación y el inventario de los tolares, la principal metodología utilizada fue el transecto radial en Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 147 faja, que consiste en ubicar uno o dos puntos que sean referentes de la totalidad del área que contiene una unidad o sitio de tolar; para ello se colocan las líneas transecto —cada una de 100 metros lineales en forma de “Y”— sobre las cuales se realizan las mediciones de la fl orística del área. Asimismo, junto a cada una de las líneas transecto se coloca otra línea paralela a una distancia de 0,50 m, formando una faja. Esta operación se realiza en cada una de las fajas para poder recoger información sobre la densidad de la población, el número de individuos, la cubierta vegetal exis- tente, que permita luego precisar la estructura vegetacional del área. El método utilizado fue el de transecto radial, que es uno de los más adecuados y prácticos para desarrollar inventarios y evaluaciones de la vege- tación arbustiva, con énfasis en las repeticiones que se pueden desarrollar en diferentes períodos de tiempo, para ir determinando las variaciones en su condición así como los impactos positivos y/o negativos que vayan ocurriendo debido a su uso. La referencia de este método ha sido utilizada en diferentes investigaciones realizadas sobre los estratos vegetacionales de característica arbus- tiva (Blanquet 1979, Flores 1996, Flores 1998, Machaca 2004, Etienne y Prado 1982, Choque- huanca 1996). La evaluación de la fl orística existente per- mite obtener información sobre la densidad de los estratos vegetacionales del tolar y la frecuen- cia de las especies en cada sector evaluado, así como la relación con otras especies, con el objeto de defi nir la condición de los tolares así como su distribución como cubierta de los suelos. Asi- mismo, se determina los parámetros de densidad, frecuencia, altura, diámetro de planta y cobertura de suelos. Estudio de los suelos Como parte del proceso de análisis de las caracte- rísticas que infl uyen en el desarrollo y la produc- ción de los estratos vegetacionales de tolar, se ha complementado la información con el muestreo del suelo en cada uno de los puntos evaluados, tomando las muestras en cada una de las líneas de transecto radial en faja, a los 50 y 100 m, obteniendo un total de 6 muestras por unidad, las cuales son posteriormente homogeneizadas para su envío al laboratorio. Se están tomando las muestras de suelo previamente tamizado, en una cantidad de dos kilos, de los cuales un kilo fue remitido al laboratorio para su análisis de carac- terización y el otro guardado como muestra de soporte. El recojo de las muestras de suelo se realizó acorde con la metodología de muestreo del Labo- ratorio de Suelos de la Universidad Nacional de San Agustín (Medina 2004). Complementariamente, al tomar los datos de las características internas de los suelos, se ha llevado a cabo el levantamiento de la infor- mación externa de los sectores evaluados, pre- cisando datos de la geomorfología, el relieve, la pedregosidad, el drenaje superfi cial, la erosión y profundidad efectiva de los suelos, para comple- mentar la información fi nal en cada uno de los sectores y tipos de pastizal, así como conocer aspectos del suelo que hagan posible establecer un programa de conservación y manejo de los tolares de acuerdo a la integralidad de sus carac- terísticas de desarrollo. Estimación de la condición de los tolares La condición se estimó sobre la base de los datos de la composición fl orística presente en cada unidad, que es asumida a nivel de cada uno de los sectores determinados en el proceso de zonifi cación, y seguidamente se defi nió en forma general la condición de los tolares a nivel de todo el ámbito de la RNSAB y su zona de amortiguamiento. Estimación como parte del componente productivo La determinación de la condición de los tolares se realizó sobre la base de la composición fl orística que posee cada sitio. Para tal efecto se utilizó índices de especies decrecientes, índice forrajero, índice de suelo desnudo, porosidad y pavimento de erosión, y el índice de vigor, sobre la base de la tabla obtenida por el Programa de Forrajes de la Universidad Nacional Agraria La Molina. 148 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Según cada uno de estos índices se ha con- siderado cinco calidades de campo: excelente, buena, regular, pobre y muy pobre. A cada índice le corresponde un intervalo porcentual, según los datos evaluados; a éstos les corresponde un determinado puntaje parcial que fi nalmente pro- porcionará la escala en que se encuentra la con- dición del sitio. Estimación de la degradación y sensibilidad del ecosistema tolar Como consecuencia de la excesiva extracción de los estratos arbustivos en el área de la RNSAB y su zona de amortiguamiento, se llevó a cabo algunas estimaciones con el fi n de determinar las condicio- nes de los estratos tolar desde el punto de vista de los niveles de degradación. La desaparición parcial o total de las especies vegetales no se produce súbitamente; lo normal de una sucesión es pro- ducto de un proceso en el que gradualmente se va perdiendo diversidad intraespecífi ca hasta produ- cirse un estancamiento permanente de su proceso evolutivo, que termina con su extinción. Con la información sobre la situación fi toso- ciológica, edáfi ca, de cobertura y densidad pobla- cional de las especies de tola como parte de la estructura vegetacional de un área determinada, se utilizó un método cuali-cuantitativo, para eva- luar el riesgo de la pérdida de especies que con- forman la tola, que tiene una amplia importancia para el sector altoandino y para sus comunidades presentes, obteniéndose un valor indicador de la probabilidad de su desaparición. De acuerdo con las proyecciones del pre- sente estudio, el método utilizado —denominado método de Roig— se basa en realizar la valora- ción de los factores correspondientes a la especie (caracteres corológicos, amplitud ecológica, den- sidad y demandas de uso), así como los factores correspondientes a la comunidad de la que forma parte la especie (calidad de hábitat, sensibilidad y degradación). Las especies de tolar aún no se encuentran en una situación de extinción perma- nente, por lo que el presente estudio plantea reco- ger los parámetros relativos a su degradación y sensibilidad como información preliminar (Linares 1991, 1996, Jiménez et al. 2000). Por lo tanto, la interpretación de la información debe entenderse como relativa a una parte del método empleado, lo que implica a futuro la necesidad de comple- mentarla con el objeto de determinar el estimado real del riesgo por especie. Capacidad de carga animal de los tolares Con la información obtenida respecto a la condi- ción de los pastizales de un sector, se puede obtener el estimado de la capacidad de carga del terreno (Flores y Trejo 1993), basados en la tabla elaborada por la Universidad Agraria La Molina, que constituye una guía que se basa en datos experimentales, la cual ha sido elaborada sobre la base de proyeccio- nes, de generar producción sostenida de carne o fi bra por hectárea sin producir deterioro alguno de la fuente de alimento (área del pastizal). El estimado de la carga óptima es una unidad representativa que debe ser corregida mediante una observación permanente de los pastizales, por lo que se plantea utilizarlo como un dato que debe ser corregido, complementándolo con un cálculo sobre la sopor- tabilidad de los pastizales naturales. Soportabilidad del tolar como pastizal natural La importancia de determinar la cantidad de mate- ria seca que produce la biomasa de los pastos naturales, radica en las proyecciones de cuánto de oferta forrajera puede ofrecer un pastizal en una determinada área de terreno; de allí que la carga estimada constituye un dato referente. Por lo tanto, la soportabilidad añade a cualquier proyec- ción del uso del pastizal, información que puede corregir los excesos que se puedan dar debido a una presión excesiva. La información de la mate- ria seca por cada punto evaluado se proyecta al área de la cual fue cosechada, para posteriormente elevarlo a la hectárea, y a partir de allí comenzar el proceso de cálculo, teniendo presente que solo el 50% del peso total es aprovechado por los ani- males para el caso de hierbas y gramíneas, y para el caso de arbustivas solo lo es el 25%. Asimismo, para llevar a cabo una buena discriminación de los valores sobre el consumo de forraje de los anima- les, tanto para alpaca y llama como para ovino, se deben hacer algunas precisiones sobre el peso Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 149 promedio de un animal o, si se quiere ser más específi co en el cálculo, tomar en cuenta el peso por edad y sexo de los animales. Las aproximacio- nes para el caso de animales tales como la alpaca, la llama y el ovino corresponden al 2% de su peso vivo de materia seca por día. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Composición fl orística de los tolares El inventario botánico nos indica que se encontra- ron 16 familias de plantas de tipo agrostológico, asociadas en este estrato vegetacional, siendo la más importante la familia de las gramíneas, por ser numerosas en su composición. En total, se registraron 56 especies vegetales nativas, que tie- nen características importantes por su potencial forrajero. El desarrollo de estos estratos vegetacionales arbustivos se da específi camente en tres zonas agroecológicas de puna, cuyas altitudes oscilan entre los 3900 y 4500 m (tabla 1). Su hábitat tam- bién es variable, desarrollándose en zonas de cerro, ladera y pampa, en diferentes tipos de suelo y en diferentes ambientes xerofíticos y semixerofíticos. Respecto a la composición botánica de las aso- ciaciones cuya predominancia está dada por las especies arbustivas denominadas tola, se puede distinguir que en las cuatro zonas de estudio se encuentran presentes las especies predominantes, como son la P. lepidophylla, P. phyllicaeformis y B. tricuneata, como parte de la estructura vegetal de los sectores evaluados, así como de otros tolares (Talavera y Jiménez 2001). De otro lado, en la zona de San Juan de Taru- cani existen indicios de sucesión vegetal inducida; es decir, en muchos casos la composición botánica inicial de las praderas naturales ha sido modifi - cada por el hombre a causa del excesivo pastoreo y presión de carga sobre los pastizales. Después de unos años se ha desarrollado una vegetación secundaria, donde inicialmente invaden las male- zas y pastos, especialmente las de tipo anual tales como Muhlembergia peruviana (ñapa pasto), Poa annua y Bromus catharticus, entre otras. Esto gene- ralmente se ha presentado en las zonas donde existe mayor concentración de la población, como en San Juan de Tarucani y Salinas Huito. Los tola- res presentan en su estructura vegetal especies de estrato alto, medio y corto que en gran porcentaje tienen singular importancia forrajera. Cobertura basal y densidad de los tolares La cobertura basal de las especies presentes en un pastizal de tipo tolar donde es predominante la P. phyllicaeformis, que tiene una cobertura basal de 2,1% promedio con respecto a las demás especies que conforman este estrato arbustivo; la P. lepido- phylla se presenta con una cobertura basal media de 0,7% y B. tricuneata con 0,55% de cobertura basal. Gracias al análisis de las observaciones reali- zadas, se aprecia que las coberturas basales difi eren de acuerdo a la zona y que se han llevado a cabo importantes extracciones de las diferentes espe- cies, por lo que el muestreo realizado ha reportado datos sobre especies que son producto de la pro- pagación natural, que por la defi ciente fertilidad TABLA 1. Distribución altitudinal de la tola en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Especies Rango (m.s.n.m.) Zonas Baccharis tricuneata 3900 – 4500 San Juan de Tarucani, Yanahuara, Yanque, San Antonio de Chuca Baccharis buxifolia 3500 – 4000 San Juan de Tarucani Parastrephia lepidophylla 3900 a más San Juan de Tarucani, San Antonio de Chuca, Yanque, Yanahuara Parastrephia phyllicaeformis 3500 – 4000 San Juan de Tarucani, Yanque, San Antonio de Chuca, Yanahuara Lepidophyllum quadrangulare 3500 – 4500 San Juan de Tarucani, Yanque 150 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 2. Lista fl orística de las principales especies asociadas a los tolares en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre científi co Nombre común Aciachne pulvinata “paco paco” Adesmia spinosissima “china canlli” Astragalus aff. dielsii “garbancillo” Astragalus arequipensis “garbancillo” Astragalus garbancillo “garbancillo” Astragalus peruvianus “garbancillo” Azorella compacta “yareta” Azorella yarita “yareta” Baccharis buxifolia “tola” Baccharis tricuneata “tola” Bartsia difusa “mesa ttica” Bromus catharticus “cebadilla” Calamagrostis breviaristata “crespillo” Calamagrostis brevifolia “crespillo” Disantheliun macusaniensis “Llapa” Ephedra americana “cola de caballo” Festuca orthophylla “iru ichu” Festuca sp. “Iru Ichu” Gentiana postrata “choquechampe” Geranium sessilifl orum “ojotilla” Gnaphalium cheiranthifolium “vira vira” Gomphrena meyeniana Junellia mínima “verbena” Lepidophyllum quadrangulare. “capo blanco” Luzula racemosa “uma sutu” Muhlenbergia peruviana “llapa pasto” Muhlenbergia fastigiata “ñapa pasto” Nototriche argentea “turpa” Nombre científi co Nombre común Nototriche mandoniana “turpa” Nototriche longirostris “turpa” Nototriche obcuneata “turpa” Nototriche pedicularifolia “turpa” Nototriche turritela “turpa” Parastrephia lepidophylla “romero tola” Parastrephia phylicaeformis “huishui tola” Perezia multifl ora “escorzonera” Plantago linearis “llantén de palo” Poa annua “k’acho” Pycnophyllum bryiodes “pesque pesque” Pycnophyllum fi liforme “pesque pesque” Pycnophyllum weberbaueri “pesque pesque” Sisyrinchium chilense “purga” Jarava ichu “ichu” Jarava mucronata “grama ichu” Jarava depauperata “Ñapa pasto” Jarava obtusa “ichu” Jarava plumosa “ichu” Jarava mexicana “Ichu” Tetraglochim alatum “canlli” Urtica fl abellata “ortiga” Valeriana radicata “phusa phusa’ Verbena mínima “coleta” Werneria denticulata “oksha” Werneria aretioides “cunuja” Werneria digitata “pupusa” Werneria paposa “pupusa” de los suelos no han tenido un desarrollo óptimo. La presencia de especies de gramíneas de estrato alto y corto en las zonas evaluadas nos indica que existe una sucesión inducida; la presencia de especies perennes nos indica que los niveles de extracción son elevados, dejando un amplio dis- tanciamiento entre las diferentes plantas de tola, y que dadas las características de preparación de suelos inadecuadas, la propagación natural de las especies arbustivas no ha sido efi ciente. Las especies Festuca orthophylla y Stipa plumosa son las más frecuentes en las diferentes zonas, porque tienen un alto porcentaje de cobertura que está en el rango de 2,3 a 2,6%. Asimismo, se reporta la presencia de las especies Stipa depaupe- rata y Calamagrostis breviaristata, que se presentan con una cobertura basal que fl uctúa entre el 0,4 y el 0,55% en las cuatro zonas de estudio. En todas las áreas evaluadas de tipo tolar, se observa la escasa presencia de tolares con alta densidad. La mayor parte de ellos aparecen ralos y con amplio distanciamiento entre plantas de la misma especie, en rangos de 0,75 a 1,78 m, por lo que la situación de deterioro se agrava aún más Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 151 con el escaso desarrollo foliar, así como la limitada cobertura basal que presentan. La densidad de plantas por hectárea, de las especies cuya mayor proporción se ha reportado en las zonas evaluadas es baja, estimándose que existe un alto porcentaje de suelo que se encuentra al descubierto, superior al 55% promedio de todas las áreas; es por ello que las densidades estimadas por cada especie se presentan relativamente bajas en comparación con una proyección teórica del número de plantas por hectárea en condiciones de distanciamiento adecuado y satisfacción de su requerimiento nutri- cional óptimo. Se muestra una cantidad que va desde las 3120 hasta las 8950 plantas por hectárea para el caso de especies arbustivas; esta informa- ción revela que se está por debajo del número de plantas que deben desarrollarse por hectárea para las condiciones de la RNSAB con un distan- ciamiento entre 0,50 y 0,70 m. Esto es producto de las limitadas características edáfi cas, las escasas lluvias presentes en los últimos años, la presión de carga ejercida por el sistema de pastoreo extensivo y la limitada sensibilización social para evitar la depredación y posterior degradación de los estra- tos arbustivos. Condiciones edáfi cas de los tolares Los suelos de la RNSAB tienen características poco favorables para el buen desarrollo de espe- cies vegetales, principalmente debido a su exce- siva permeabilidad que difi culta la retención del recurso hídrico, así como la fertilidad necesaria para el adecuado desarrollo de las mismas. La presencia de suelos con textura franca, franco arenoso o franco limoso, nos da a entender que se trata de suelos sueltos, pero que debido al permanente pisoteo se han venido compactando, lo que ha aumentado la defi ciencia de infi ltración del agua en los mismos. En un primer momento, el hecho de ser suelos sueltos les permite una alta permeabilidad, pero al ser compactados se impo- sibilita el ingreso del agua a los diferentes estra- tos del suelo. Es importante que en los primeros estadios de la propagación de un estrato arbustivo pueda disponer de agua para que la nueva plántula desarrolle su raíz y ésta posteriormente pueda bus- car el agua en las profundidades del suelo (napa freática). Asimismo, es importante reconocer que los estratos arbustivos, principalmente donde pre- domina la especie P. lepidophylla, se presentan en suelos profundos, pero que tienen que disponer de una adecuada fertilidad para un buen desarrollo foliar. Las áreas donde se desarrolla este estrato vegetacional tienen algunas condiciones adversas tales como pendientes leves de relieve ondulado, y en algunos casos alta pedregosidad. Por sus características químicas, los suelos de la RNSAB tienen defi ciencias para el adecuado desa- rrollo de la vegetación, lo que sumado a los niveles de manejo inefi ciente de los que usufructúan estas áreas hace más difícil la tarea de recuperar y mane- jar adecuadamente los diferentes ecosistemas. Por otro lado, ante la escasa disponibilidad de recurso hídrico que haga posible una interacción en el pro- ceso de mineralización de la materia orgánica, y el escaso trabajo de abonamiento de las áreas para realizar recomposición de la fertilidad de los suelos, no se tiene buenas perspectivas en lo que atañe el adecuado desarrollo de especies de importan- cia, sea por su carácter forrajero o por su carácter protector de los suelos. Las características químicas de los suelos son en su mayor porcentaje defi cientes, principalmente en los parámetros de nutrientes necesarios, como es la materia orgánica y los contenidos de nitró- geno y fósforo, elementos esenciales en el desa- rrollo fi siológico de una planta. Asimismo, algunos caracteres negativos de la interacción con algunos microelementos tienen impactos negativos, al apli- car a los suelos reacciones acidas o al incrementar las sales solubles. CONDICIÓN ACTUAL DE LOS TOLARES Condición de los tolares como unidad forrajera Las características de la estructura vegetacional de los tolares en la RNSAB y su zona de amortigua- miento, como uno de los tipos de pastizales natu- rales que tiene importancia por su característica forrajera, en la actualidad tienen rangos que van desde una condición de pobreza a una condición de alta pobreza. Se caracteriza principalmente por la disminución de la cubierta vegetal con especies que tengan buenas características para el forraje (especies palatables y poco palatables), y se viene 152 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca incrementando la presencia de especies invasoras que no son apreciadas por los animales que pastan en estos sectores. Existe una alta incidencia de sue- los desnudos, y el bajo vigor de las especies más representativas e importantes nos indica que no existe una adecuada regeneración de los estratos vegetacionales, a pesar de que en algunos sec- tores —como es el caso de la zona de Yanque—, donde hay algunos relictos de tola con muy buena densidad en población y un óptimo desarrollo, las especies forrajeras asociadas a ésta no han com- pletado su ciclo y por lo tanto su regeneración es negativa. TABLA 3. Condición de los tolares en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Zona Condición San Juan de Tarucani pobre a muy pobre San Antonio de Chuca muy pobre Yanahuara pobre a muy pobre Yanque pobre indica que éstos tienen alta fragilidad, principal- mente ante la presencia de pobladores que se encuentran en un alto nivel de pobreza, las exi- gencias de las familias por cubrir sus necesida- des primarias en un plazo inmediato, así como el insostenible sistema de pastoreo de los rebaños mixtos, no solo de alpacas y llamas sino también de ovinos, hacen que el ecosistema enfrente con- diciones negativas. La capacidad de carga animal y soportabilidad de los tolares El rendimiento de la biomasa verde, del conjunto de especies palatables y poco palatables predo- minantes en los tolares altoandinos, varía relati- vamente dependiendo de varios factores bióticos y abióticos. Depende decididamente del grado de pastoreo al que son sometidos, de la época de desarrollo fi siológico vegetal de la planta y del tipo de asociación vegetal. En la RNSAB se tiene rendimientos promedio que van desde los 834 kg/ha de materia seca (M.S.), cuyo valor es rela- tivamente bajo comparado con los tolares que se ubican en otros ámbitos de la puna seca. Por su grado de dispersión de especies, estos tolares no son densos sino más bien ralos, siendo la escasez de agua durante la mayor parte del año lo que determina los valores de la capacidad productiva de este tipo de pastizal. Estimado de la capacidad de carga animal Por la tendencia que tienen los tolares de encon- trarse en un ámbito donde el poblador hace uso preferentemente de sus pastizales naturales para la alimentación de sus rebaños, así como para la extracción de las especies arbustivas con fi nes comerciales, en la actualidad la zona nos reporta condiciones de pobreza que condicionan su uso. Los valores de estimación de la capacidad de carga animal de los tolares en la RNSAB son muy bajos; para el caso de camélidos sudamericanos domésticos, los valores actuales son de 0,17 a 0,33 UA/ha/año para el caso de alpacas y de 0,10 a 0,20 ULL/ha/año para el caso de llamas. Sobre la base de la característica fl orística y los niveles de cobertura vegetal de los suelos, la carga animal Estimados de degradación y sensibilidad de los tolares En las últimas décadas, la presión y exigencia mos- trada por la población sobre el estrato arbustivo tolar ha ido en aumento, por lo que la situación actual es muy delicada. Un problema latente es la depredación de los tolares con respecto a su aporte en la alimentación del sistema productivo ganadero existente; que se torna delicado a causa de las condiciones medioambientales que vienen impactando, no solo en el mismo ámbito sino que forman parte de todo el conjunto de problemas que están disminuyendo la calidad de vida de los pobladores locales. En el ámbito de la RNSAB y su zona de amor- tiguamiento, se ha alcanzado niveles de dete- rioro. La escasa cobertura vegetal, la presencia de áreas de suelo libre y la presión de la población por generar recursos económicos que permitan cubrir sus principales necesidades, hacen que el problema se vaya acrecentando a futuro. El grado de sensibilidad de los ecosistemas de tolar ante el proceso de deterioro permanente, Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 153 estimada debe ser corregida mediante la obser- vación permanente, con el fi n de determinar los niveles óptimos de animales que deben pastar en un terreno sin que exista perturbación negativa en la regeneración vegetativa de las especies de importancia forrajera. Estimados de la soportabilidad de los tolares La relación del rendimiento y la disponibilidad forrajera de los pastizales naturales del tipo tolar, ha permitido obtener los valores de soportabilidad de las pasturas naturales del ámbito de la RNSAB. Los valores de producción de biomasa foliar, en tanto elemento principal para el desarrollo nor- mal de la ganadería existente, son relativamente bajos en los ecosistemas tolar; los valores obte- nidos sobre la cantidad de animales que puede soportar un área de terreno son bajos (tabla 4). PRINCIPALES ESPECIES DE TOLA Parastrephya lepidophylla (Wedd) Cabrera Pertenece a la familia Compositae (Asteraceae), su nombre común es “Romero tola” o “tola”. Es un arbusto resinoso, lignifi cado, erecto, ramoso; con una altura de 0,5 a 2,0 m de altura, una cobertura aérea (cobertura foliar) promedio de 1971 cm2 y un área basal promedio de 106,4 cm2. Tiene una raíz ramifi cada, con una raíz principal y de ésta nacen las raíces secundarias con una profundidad promedio de 40 a 80 cm. El tallo primario no es TABLA 4. Soportabilidad estimada en unidades alpaca/ha/año (UA/ha/año) en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Zona Capacidad de carga animal UA/ha/año Rango Promedio San Juan de Tarucani 0,20 – 0,41 0,30 San Antonio de Chuca 0,36 - 0.59 0,42 Yanahuara 0,31 - 0,47 0,37 Yanque 0,40 – 0,61 0,53 Promedio 0,38 - 0,57 0,45 notorio; los tallos secundarios son de forma cilín- drica, erectos, resinosos, lignifi cados; en promedio son 18, con un grosor aproximado de 1,80 cm; glabros o ligeramente tomentosos. Tienen hojas enteras semiagudas en el ápice y ensanchadas en la base, carnosas adosadas al tallo (imbricadas), albos tomentos en la cara exterior en la nervadura central, de 0,2 cm de largo y 0,1 cm de ancho. Infl orescencia en capítulos, cabezuelas solitarias en los ápices de las ramitas, sésiles; involucro acam- panado de 0,5 a 0,64 cm de altura y un diámetro entre 0,2 y 0,35 cm; las fl ores son amarillas, con 3 series de fi larias, lanceoladas, enteras, curva- das hacia afuera, ovadas, obtusas, algo resinosas, glabras o pubescentes. Flores dimorfas: las fl ores femeninas vienen a ser las que se encuentran en el perímetro del capítulo y las marginales, que la mayoría de las veces son 7 u 8; a los 0,4 cm de altura presentan una corola tubulosa - fi liforme - angosta, corta; un estilo prolongado de 0,5 cm de largo, estigma bífi do de 0,1 cm de largo. Las fl ores hermafroditas, que se encuentran en el disco o en la parte central, presentan una corola tubular de 0,5 a 0,6 cm de altura, penta dentada - lobulada, entre 8 y 10 fl ores por capítulo. Aquenios turbi- nados de 0,2 a 0,3 cm, marrones, vellosos; papus blanquecino de 0,3 a 0,4 cm. de largo con cerdas ásperas. Se ubica entre los 3900 y 5000 m.s.n.m. Su propagación se realiza por vía sexual (semilla) o asexual (estacas y ácodos). Parastrephya phylicaeformis (Meyen) Cabrera Perteneciente a la familia Compositae (Asteraceae), su nombre común es “huishui tola” o “tola”. Es una especie arbustiva, lignifi cada, resinosa de 48 cm de altura como promedio, con una cobertura aérea (cobertura foliar) promedio de 494 cm2 y un área basal de unos 30,5 cm2, regularmente ramosa (semilaxo). Raíz ramifi cada, con raíces secundarias adventicias, de una profundidad promedio de 31,5 cm. Los tallos secundarios son cilíndricos, lignifi ca- dos, resinosos, erectos, en un número promedio de 13; con un grosor promedio de 1,57 cm, presentan pubescencia adherida notoria. Hojas enteras, sésiles, oblongas, alternas, obtusas en el ápice, ensancha- das en la base, lineales, regularmente suculentas, con un promedio de área de 0.244 cm2, curvadas hacia afuera de la rama, albotomentosas en la ner- vadura central del revés. Infl orescencia en capítu- 154 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca los, sésiles dispuestos en los ápices de las ramitas; involucro acampanado de 0,86 cm de altura, fi larias dispuestas en 2 - 3 series de 0,7 a 1,0 cm de largo, oblongas, lanceoladas; pubescencia en la cara exte- rior (dorso); en la cara interior se da pubescencia en los márgenes. Flores amarillas, dimorfas; las fl ores femeninas son las marginales de corola fi liforme muy delgada, de 0,4 a 0,5 cm de largo, penta lobada con 5 dientes y con regular pubescencia, semiliguladas, de color amarillo pálido, estilo pro- longado, estigma bífi do; éstas se encuentran en un número de 10 en la parte central del disco; color amarillo corolas tubulosas, penta dentadas. Estilo mide 6 mm de largo, estigma 0,1cm, los estambres se presentan en número de 5, estas fl ores masculi- nas existen en una proporción de 14 a 15. Aquenios turbinados de 0,2 a 0,3 cm de largo, con vellos en regular cantidad, color marrón amarillo, sin costa- dos y/o costillas, laxamente sericios; papus de 0,4 - 0,5 cm formado por numerosas cerdas ásperas. Se propaga mediante semilla y por vía asexual (estacas y acodos). Baccharis tricuneata (L.F.) Persoon Pertenece a la familia Compositae (Asteraceae); su nombre común es “tola”. Arbusto de hasta 1,2 m de altura, muy ramifi cado y lignifi cado desde la base, apretado de follaje en las partes terminales y distinguible por sus hojas pequeñas, coriáceas y muchas veces con tres dientes menudos. Las fl o- res están en cabezuelas blanquecinas y pequeñas. Hojas sésiles, oblonceolado-espatuladas de 0,6 a 1,2 cm de largo por 0,2 a 0,5 cm de ancho; enteras o frecuentemente con 1 a 2 dientes de cada lado. Capítulos numerosos, solitarios en las axilas de las hojas y en el extremo de las ramillas. La especie es dioica. Flores masculinas de unos 0,7 mm de longitud, el papus y la corola pilosos, tienen cinco dientes en la parte terminal. Los estambres son 5, con anteras muy alargadas y amarrillas cuando fres- cas. En las fl ores masculinas el gineceo es reducido (infértil) y el estigma brevemente excerto. Las fl ores femeninas son algo más grandes que las masculinas, con el papus glabro, la corola fi liforme, ralamente pilosa en la parte distal, conteniendo en su interior el gineceo que es excerto. En el área, suele formar extensos parches superpuestos a las planicies de pajonal, en las zonas con pendientes moderadas y algunas veces pronunciadas de la zona altoandina, distribuida mayormente entre los 3900 y 4500 m. Su propagación es por medio de semillas. Baccharis buxifolia (Lamarck) Persoon Pertenece a la familia Compositae (Asteraceae), su nombre común es “tola”. Se trata de un arbusto perennifolio, de hasta 70 cm, muy ramifi cado, de copa más o menos redondeada. Hojas alternas, sési- les, de forma espatulada, ápice redondeado y mar- gen entero, nervadura hifódroma, muy pequeñas, de hasta 6 mm de largo, glabras. Flores tubulosas, penta dentadas, hermafroditas, actinomorfas, de color blanco. Cáliz formado por un penacho de pelos; estambres de anteras unidas; gineceo con ovario ínfero, estilo simple, apical. Infl orescencia en capítulo. Involucro formado por 3 fi las de brácteas ruto, un aquenio. Florece en invierno y primavera. Habita en suelos arenosos, arcillosos, pedregosos o rocosos, secos o húmedos; forma parte de los tola- res. Su desarrollo se reporta entre los 3500 y 4000 m. Su propagación es por semilla botánica. Lepidophyllum quadrangulare (Meyen) Bent & Hooker f. Pertenece a la familia Compositae (Asteraceae), cuyo nombre común es “ccapo blanco”. Es un arbusto rastrero, resinoso, lignifi cado, con una altura promedio de 30 cm, una cobertura aérea (cobertura foliar) promedio de 189 cm2 y un área basal promedio de 40,4 cm2, densamente hojoso. Tiene una raíz ramifi cada con una profundidad promedio de 3,3 cm. Tallos cilíndricos, resinosos; los tallos secundarios se encuentran en número de 25, con un grosor promedio de 1,98 cm, presencia de ondulaciones de las ramas a ras del suelo. Hojas soldadas y/o aplicadas al tallo, espiraladas, imbri- cadas, oblongas, medianamente crasas, obtusas en el ápice, ensanchadas en la base, sésiles, pu- bescencia en la cara exterior en abundancia, área promedio de 0,079 cm2. Infl orescencias capítulos solitarios en los extremos de las ramitas; involucro cilíndrico-acampanado, de 0,6 a 0,8 cm de diá- metro, con una altura promedio de 0,67 cm, de 2 - 3 serie de fi larias, oblongas, semiagudas, albo tomentosas en el dorso. Las fl ores son margina- les, con corola tubular-angosta, estilo alargado, estigma bífi do. Las fl ores son hermafroditas, con corola tubulosa, pentadentada, estambres aparen- temente pegados al cuello del estigma. Aquenios Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 155 seríceos, velludos, de 0,25 a 0,30 cm de largo; papus blanquecino. Su medio de propagación es mediante semilla botánica y vegetativamente. Esta especie de tola se diferencia de la Parastrephya lepidophylla principalmente por sus ramas y tallos postrados (a ras del suelo). USO DE LOS TOLARES EN LA RNSAB La tola se ha constituido en una de las especies vegetales útiles del sector altoandino, porque per- mite su uso directo al poblador, así como por sus características que condicionan el hábitat donde se desarrollan. Leña. Antes de la generalización del uso de combustibles fósiles tales como el kerosene y el gas, en las localidades de la RNSAB el uso de la tola constituía una importante fuente energética, utili- zada en combinación con el guano de sus animales (hucha o bosta). Su enorme potencial energético, producto de su estructura leñosa que contiene resinas que le permiten arder aun estando fresco, ha sido un factor determinante de este uso. Con el transcurrir de los años, la tola se ha constituido en una fuente de ingresos adicionales para la pobla- ción asentada en estos ámbitos, producto de la necesidad económica, así como de las limitaciones de su producción ganadera. La tola se ha cons- tituido en un recurso complementario en tanto leña comercializada para las panaderías ubicadas en las principales urbes de la región, en especial la ciudad de Arequipa. Forraje. Se encuentra como componente de la composición fl orística de los tolares, y puede ser seleccionado por alpacas, llamas y ovinos en dife- rentes proporciones y épocas. El consumo de tola de la especie P. lepidophylla, en época lluviosa es de 1,9% para alpacas, 1,3% para llamas y 1,2% para ovinos; en cambio, en la época seca se incrementa el consumo legando a 4,7% para alpacas, 5,2% para llamas y 3,7% para ovinos. El ramoneo y consumo de hojas de tola y bro- tes tiernos por animales, especialmente camélidos y ovinos, se ve limitado por la presencia de resi- nas; sin embargo, basados en los reportes de la composición botánica de la dieta de los rebaños familiares, notamos que existe consumo de éstas cuando la escasez de forraje es crítica. Agroforestería. Es un sistema agroforestal simul- táneo en el cual se tiene a la vez una producción ganadera y una producción forestal. Cumple la función de proteger, conservar y mejorar el suelo —incrementando su fertilidad por la deposición de materia orgánica resultado de la defoliación de las hojas de las ramas basales—, así como de constituir cortinas de protección contra los efectos climáticos. Factor ecológico. Refugio de especies de vida sil- vestre y doméstica; provee lugares de protección a especies forrajeras palatables, que encuentran su último refugio entre los tallos y follaje de esta especie, donde el microambiente les permite producir semillas para asegurar su propagación natural. Medicina. Como medicina natural es utilizada para la cicatrización de heridas y también como controlador de parásitos externos del ganado ovino y camélido. Estudios químicos realizados sobre varias especies dieron como resultado el aislamiento de algunos compuestos, los cuales fueron ensayados para tratar la enfermedad del Chagas. MAPEO Y DISTRIBUCIÓN DE LOS TOLARES EN LA RNSAB De acuerdo con el predominio de especies cla- ves, dentro de un sistema o estrato vegetacional encontramos especies que por su predominancia y densidad determinan una asociación. Para el caso de las áreas de estudio, que son del tipo de pastizal tolar, se reportan tres tipos de asociación característica que se distribuyen a lo largo de las cuatro zonas de estudio. Las diferentes unidades vegetacionales cuya característica principal es la predominancia de estratos arbustivos denominados tolares, cubren el 7,6% del área total de la RNSAB y su zona de amortiguamiento; por lo tanto existe un total de 27 967,76 ha de tolares, entendiendo que el presente estudio ha determinado la estructura vegetacional del estrato y la predominancia de las especies arbustivas. Las especies más importantes en el estrato arbustivo en el área de la RNSAB y su zona de 156 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca AGRADECIMIENTOS A las comunidades campesinas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, por su colaboración en la realización del presente trabajo. A la jefatura de la RNSAB y sus guarda- parques, por su apoyo en la elaboración del estudio. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), ahora a cargo del Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente, el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Opera- ciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca implementado por desco, con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. amortiguamiento, corresponden a P. lepidophylla, P. phyllicaeformis, B. tricuneata, B. buxifolia, L. qua- drangulare, cuya densidad tiene condiciones que pueden considerarse como muy rala y dispersa entre cada una de las especies; es decir que algu- nas especies han sufrido el exceso de explotación debido a sus características más deseables. La P. phyllicaeformis tiene una cobertura basal de 2,1% promedio con respecto a la data repor- tada en cada una de las zonas; la P. lepidophylla, se presenta con una cobertura basal media de 0,7% y B. tricuneata con 0,55% de cobertura basal. Las extensiones evaluadas de las diferentes uni- dades vegetacionales del tipo tolar, nos vienen reportando información que muestra la escasa presencia de tolares con alta densidad; la mayor parte de ellos aparecen ralos y con amplios dis- tanciamiento entre planta y planta de la misma especie —en los rangos de 0,75 a 1,78 m— por lo que la situación de deterioro se agrava aún más con el escaso desarrollo foliar, así como la limitada cobertura basal que presentan. La condición de los pastizales naturales del tipo tolar está en el rango entre pobre y muy pobre, lo que nos indica que dichos pastizales se encuentran en una situación muy delicada; producto del análisis de la degradación existente en estas áreas, encon- tramos los 4 sectores en un estado de deterioro. En los sectores evaluados, se ha reportado ren- dimientos promedio que llegan a los 834 kg M.S./ ha, donde la capacidad de carga que podemos disponer por cada hectárea de terreno es baja. Por lo tanto, no se puede incrementar la cantidad de animales de un rebaño sin tener que disponer de alimento suplementario. La extensión de los tolares en la RNSAB asciende a 27 967,76 ha, las cuales se encuen- tran dispersas y en muchos de los casos se observa una sucesión, inducida en numerosas áreas por la extracción indiscriminada. Alzérreca, H. J. Laura, G. Prieto, J. Céspedes, P. Calle, A. Vargas, A. Cardozo. 2002. Estudio de la tola y su capacidad de soporte para ovinos y camélidos en el ámbito boliviano del sistema TDPS. Proyecto Binacional Lago Titicaca. La Paz. Alzérreca, H. J. Laura, G. Prieto, J. Céspedes, P. Calle, A. Vargas, A. Cardozo. 2003. Manual de manejo y uso sostenible de la tola y los tolares. Proyecto Binacional Lago Titicaca. La Paz. Pp. 1 – 59. Blanquet, J. 1979. Fitosociología. Blume Ediciones. Madrid. Choquehuanca, J. 1996. Evaluación de áreas de prade- ras mejoradas bajo la implementación de diferentes BIBLIOGRAFÍA sistemas alternativos. Centro de Estudios y Promo- ción del Desarrollo – desco. Arequipa. Etienne, M. y C. Prado. 1982. Descripción de la vege- tación mediante la cartografía de ocupación de tierras. Universidad de Chile, Fac. de Cs. Agrarias, Veterinarias y Forestales, Santiago. Flores, E. 1996. Inventario y evaluación de los pastizales del fundo Tocra. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Arequipa. Flores E. 1998. Inventario y evaluación de los pastiza- les naturales del Fundo Tocra – Arequipa. Centro de Estudios y promoción del Desarrollo – desco. Documento de trabajo. Arequipa. Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 157 FI G U RA 1 D is tr ib uc ió n de lo s to la re s en la R es er va N ac io na l d e Sa lin as y A gu ad a Bl an ca . Los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 159 de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Proyecto Araucaria Valle del Colca. Arequipa. Medina, J. 2004. Estudio de peligros, vulnerabilidad y riesgos del distrito de San Juan de Tarucani. Pro- yecto prevención y preparación en comunidades altoandinas afectadas por sequías, heladas y otros peligros. Centro de Estudios y Prevención de Desas- tres – PREDES. Arequipa. Paca, F. R., A. Palao, D. Canaza, H. Bustinza, G. Vásquez, R. Chambilla, M. Chávez. 2002a. Estudio de la tola y su capacidad de soporte para ovinos y camélidos en el ámbito peruano del sistema TDPS. 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Estas características no se producen súbitamente; lo normal de una sucesión es que sea producto de un proceso en el que gradualmente se va perdiendo diversidad intraespecífi ca hasta producirse un estancamiento permanente de su proceso evolutivo, terminando por extinguirse. Se han realizado monitoreos en los principales tolares que están en la Reserva, utilizando un método de evaluación fi tosociológica, constatando que las especies que se encuentran con mayor frecuencia en el estrato arbustivo de la RNSAB y su zona de amortiguamiento son la Parastrephya phillycaeformis, Parastrephya lepidophylla, Baccharis tricuneata, Baccharis buxifolia y Lepidophyllum quadrangulare; especies que se constituyen en importantes por sus características forrajeras, así como ecológicas. Palabras clave: Flora andina, comunidades de puna seca, biodiversidad. ABSTRACT The present study is based on the collect of important information about the characteristics and development of the plant formations called “tolares”, defi ning its current situation, as well as the species that are associated to these. As consequence of the excessive extraction of the bushy stratum in the area of the Salinas y Aguada Blanca National Reserve and its buffer zone, estimates have been done to determine the conditions of the “tolar” stratum. Plant succession should be the result of a process, in which intra specifi c diversity goes lost gradually until its extinction. Monitorings in the main “tolares” that are in this Reserve have been performed, using a method of phytosociologic assessment where it was found that the species that meet with more frequency in the bushy stratum of the RNSAB and its buffer zone are: Parastrephya phillycaeformis, Parastrephya lepidophylla, Baccharis tricuneata, Baccharis buxifolia and Lepidophyllum quadrangulare. Key words: Andean fl ora, dry puna communities, biodiversity. [ 161 ] INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) es una muestra representativa de la puna seca sudamericana. Cuenta con una notable y útil biodiversidad de especies de fl ora y fauna que deben conservarse. Abarca un área de 366 936 ha, dentro de la cual encontramos una serie de 162 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca formaciones vegetales, destacando los tolares que habitan en la región Arequipa entre los 2800 y los 4500 m. Estos tolares están compuestos por varias especies de tres géneros —denominadas común- mente “tola”—; entre las principales tenemos a: Parastrephia lepidophylla, Parastrephia phylicaefor- mis, Lepidophyllum quadrangulare, Baccharis buxi- folia, y Baccharis tricuneata. De la especie Parastrephia lepidophylla se extrae alrededor de 18 toneladas anuales, de las cuales el 70% es derivado a los hornos de las panaderías y el 30% restante es utilizado como combustible (Manrique 1997). Arequipa posee una gran variedad de recursos naturales que son conocidos por los pobladores de las zonas rurales y urbanas, que hasta cierto punto vienen siendo explotados en forma irracional y sin ningún control. Este es el caso del recurso tola (INRENA 2005). El principal arbusto leñoso que forma parte de los tolares y que está ampliamente distribuido en la zona del altiplano puneño, es la Parastre- phia lepidophylla, conocida como “tola romero”, que junto con otras especies arbustivas y pastos nativos forma el complejo tolar (Jiménez et al. 2000). La tola es una especie dominante en pra- deras tipo tolar y tolar-pajonal; es un arbusto útil, empleado principalmente como leña en hornos de aproximadamente el 70% de las panaderías de la ciudad. Últimamente se viene extrayendo indiscriminadamente grandes extensiones de tola- res de la Reserva y de otros lugares de Arequipa, Ayacucho, Puno y Moquegua. Esto ha causado estragos en el suelo, con la consiguiente pérdida del estrato herbáceo, disminuyendo así su sopor- tabilidad ganadera. El sobrepastoreo y las bajas precipitaciones están erosionando los suelos y pro- duciendo la desertifi cación del mismo (Manrique 1997). Ante tal situación, para conocer el estado actual de los tolares de la RNSAB, el Contrato de Administración de la Reserva ejecutado por desco ha desarrollado la actividad de monitoreo de tola- res con el objeto de conocer la forma en que vie- nen modifi cándose estas formaciones vegetales, para proponer una intervención sostenible sobre tales formaciones. Este trabajo busca identifi car las especies asociadas a los tolares y analizar la estructura vegetacional de los tolares evaluados, para de esta forma determinar las características de un tolar bien constituido. METODOLOGÍA Zona de estudio La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) se encuentra ubicada en las provincias de Arequipa y Caylloma —del departamento de Are- quipa— y la provincia de General Sánchez Cerro, del departamento de Moquegua. Abarca una superfi cie de 366 936 ha. El área de la Reserva se encuentra a una altitud promedio de 4300 m. Par- tiendo de Arequipa se accede a la reserva por tres vías, la carretera Arequipa - Yura - Juliaca, la anti- gua carretera de Cabrerías, y la Carretera Arequipa - Chiguata - Puno. La RNSAB se encuentra extensa- mente poblada, perteneciendo la mayor parte de su territorio a 13 comunidades campesinas y hay más de 100 propiedades privadas, reconocidas por la legislación vigente; solamente las cumbres del Misti y el Chachani no tienen propietarios. Muestreo de campo Para el monitoreo de tolares ubicamos áreas con presencia de tola, en las que la vegetación se mantu- viera homogénea (Braun Blanquet 1979). Se calculó el área mínima (Lopez E. 1977), lo que consiste en contar el número de especies en un m2; luego este número se duplica y se cuenta nuevamente las especies previamente no registradas. Esta operación se repite hasta que la riqueza o número de especies se haga constante, con valores de entre 20 a 24 m2, razón por la cual elegimos tomar las mediciones en unidades muestrales de 25m2 (5 x 5 m). En estos cuadrados calculamos la densidad de especies y la densidad por especie, la cobertura por especie, así como la frecuencia con que aparecen las mismas. RESULTADOS Para el poblador andino de la Reserva, la tola se ha constituido en una de las especies vegetales de la puna que tiene mayor importancia por sus bonda- des de uso como combustible, capacidad tintórea y protección de los suelos. Los tolares se ubican a diferente altitud, depen- diendo de las características del suelo, de la pen- diente y la exposición, entre otros. Los hemos regis- trado entre los 4500 y 3900 m, principalmente en Estudio fi tosociológico de los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 163 pampas, pero también están presentes en laderas y muy escasamente en sitios con alta variabilidad topográfi ca (tabla 1). Nuestros resultados nos indican que la com- posición fl orística presente en los tolares evalua- dos está constituida por 16 familias con vocación agrostológica, y que están estrechamente asocia- das al estrato arbustivo. Las más importantes son las gramíneas, con 36 especies nativas, la mayoría de ellas con potencial forrajero. La cobertura de las especies denominadas como tola se presenta altamente variable (tabla 2). La principal especie es Parastrephia lepidophy- lla, conocida como Tola Romero, y su presencia es un buen indicador del estado del tolar. En la zona de Patahuasi existe un tolar homogéneo con coberturas de 97,17 y 58,55%, y con frecuencias de 38,7% y 32,4%; mientras que los tolares de Vizcachani, Chasquipampa, Huayllacucho tienen las más bajas frecuencias y coberturas (tabla 2), dando muestras de un alto grado de alteración. Con la información generada nos proponemos defi nir las características de un tolar; para ello ploteamos la cobertura de las tolas con la de las otras especies sobre las localidades, obteniendo una distribución que nos permite visualizar el límite del tolar (fi gura 1) y discriminar las áreas en tres categorías: con más del 50% son tolares propiamente dichos, entre 25 y 50% tolares en recuperación, y con menos de 25% correspon- den a otras asociaciones o formaciones vegeta- les. Además de la cobertura superior al 50%, las frecuencias son superiores a 0,30. DISCUSIÓN En la zona de Patahuasi (Tambo Cañahuas) existe un tolar que presenta una cobertura de especies denominadas como tola de 97,17% y tiene una frecuencia de 38,7%. No obstante, la especie con más individuos es Stipa sp. Esto demuestra la importancia en biomasa de estos arbustos, que pueden medir más de un metro de altura, y son por lo tanto las especies que dominan el paisaje. Para el ecosistema, su valor radica en los benefi cios que brinda a las espe- cies asociadas, siendo éstas las del género Stipa, Festuca, Calamagrostis, entre otras menos repre- sentadas. Las especies arbustivas de los géneros Parastrephya y Baccharis son muy representativas en casi todas las zonas monitoreadas. Asimismo, el análisis de frecuencia de especies de talla alta, TABLA 1. Principales especies encontradas asociadas con las formaciones vegetales denominadas tolares en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre científi co Nombre común Adesmia spinosissima China canlli Astragalus aff. dielsii Garbancillo Astragalus arequipensis Garbancillo Astragalus garbancillo Garbancillo Astragalus peruvianus Garbancillo Azorella compacta Yareta Azorella yarita Yareta Baccharis buxifolia Tola Baccharis tricuneata Tola Calamagrostis breviaristata Crespillo Calamagrostis brevifolia Crespillo Ephedra americana Cola de caballo Festuca orthophylla Iru ichu Festuca sp. Iru Ichu Lepidophyllum quadrangulare Capo blanco Muhlenbergia peruviana Llapa pasto Muhlenbergia fastigiata Ñapa pasto Nototriche argentea Turpa Nototriche mandoniana Turpa Nototriche longirostris Turpa Nototriche obcuneata Turpa Nototriche pedicularifolia Turpa Nototriche turritela Turpa Parastrephia lepidophylla Romero tola Parastrephia phylicaeformis Huishui tola Pycnophyllum bryiodes Pesque pesque Pycnophyllum fi liforme Pesque pesque Pycnophyllum weberbaueri Pesque pesque Jarava ichu Ichu Jarava depauperata Ñapa pasto Jarava obtusa Ichu Jarava plumosa Ichu Jarava mexicana Ichu Jarava mucronata Grama ichu Tetraglochim alatum Canlli 164 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 2. Principales variables fi tosociológicas de los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. La cobertura está diferenciada en la información presentada por las especies de tola y las otras especies Sitio evaluado Cobertura Dominancia relativa Frecuencia Tola Otras Patahuasi 1 97,17 2,83 - 0,29 0,39 Patahuasi 2 58,55 41,45 -0,48 0,32 Tucsa 1 4,68 95,32 -0,52 0,30 Tucsa 2 75,03 24,97 -0,83 0,75 Loma colorada 1 37,21 62,79 -1,32 0,67 Loma colorada2 22,94 77,06 -0,20 0,13 Vizcachani 13,01 86,99 -0,26 0,55 Vizcachani 23,32 76,68 -0,52 0,30 Chillihua 1 78,38 21,62 -0,13 0,74 Chillihua 2 32,73 67,27 -0,65 0,22 Chasquipampa 1 2,63 97,37 -1,03 0,17 Chasquipampa 2 20,68 79,32 -0,56 0,28 Huayllacucho 1 32,01 67,99 -0,72 0,53 Huayllacucho 2 9,96 90,04 -0,70 0,26 Pucasaya 1 28,54 71,46 -1,19 0,28 Pucasaya 2 22,99 77,01 -1,05 0,16 Huayllacucho 3 36,78 63,22 -0,64 0,27 Huayllacucho 4 14,86 85,14 -1,20 0,07 Mollopuco 66,78 33,22 -0,37 0,42 media y baja, también permite reconocer como especies dominantes a Festuca orthophylla y Stipa plumosa. En la mayor parte de los tolares, son las espe- cies dominantes Parastrephya lepidophylla y Bac- charis tricuneata. No obstante, sus coberturas difi e- ren dependiendo de la zona muestrada. En las áreas estudiadas se ha producido una importante extracción vegetal en el pasado (Linares 1996), encontrándose áreas en recuperación y áreas pro- fundamente alteradas. Hemos observado que en la mayor parte de las áreas la regeneración natural es poco efi ciente, posiblemente debido a la pérdida de fertilidad del suelo. La presencia de gramíneas de estrato alto y corto (Festuca orthophylla y Stipa plumosa) en las zonas evaluadas nos indica que existe la presencia de una sucesión inducida por la extracción de tola; no obstante, las plantas de tola están presentes pero con amplio distanciamiento entre ellas. FIGURA 1 Comparación de la cobertura de las especies denominadas tola con la de las otras especies, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Pat 1 (Patahuasi 1); Chi (Chillihua 1); Tuc 2 (Tucsa 2); Moll (Mollopuco); Pat 2 (Patahuasi 2); Col 1 (Loma Colorada 1); Hua 3 (Huayllacucho 3); Chi 2 (Chillihua 2); Hua 1 (Huay- llacucho 1); Puc 1 (Pucasaya 1); Viz 1 (Vizcachani 1); Puc 2 (Pucasaya 2); Col 2 (Loma Colorada 2); Cha 2 (Chasquipampa 2); Hua 4 (Huayllacucho 4); Viz 2 (Vizcachani 2); Hua 2 (Hua- yllacucho 2); Tuc 1 (Tucsa 1); y Cha 1 (Chasquipampa 1). Tola Otras especies 0 25 50 75 100 Pa t 1 C h i 1 Tu c 2 M o ll Pa t 2 C o l 1 H u a 3 C h i 2 H u a 1 Pu c 1 V iz 1 Pu c 2 C o l 2 C h a 2 H u a 4 V iz 2 H u a 2 Tu c 1 C h a 1 Sitios evaluados C o b er tu ra ( % ) Estudio fi tosociológico de los tolares de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 165 AGRADECIMIENTOS La colaboración de la Jefatura del Área, especialmente al guardaparque Eugenio Escobar por su asistencia en la recolección de datos en campo y a José A. Ochoa por su apoyo en el procesamiento de los mismos. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), ahora a cargo del Servivio Nacional de Áreas Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente, el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. BIBLIOGRAFÍA Braun-Blanquet, J. 1979. Fitosociología. Bases para el estudio de las comunidades vegetales. Ediciones Blume, Madrid. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2005. Actua- lización del plan maestro de la Reserva Nacio- nal de Salinas y Aguada Blanca. IANP. INRENA. Lima. Manrique, R. 1997. Degradación de los tolares (Pro- vincias de Arequipa y Caylloma 1996); evaluación y análisis de sensibilidad. Tesis para optar el título de Biólogo. Universidad nacional de San Agustín. Arequipa. Jiménez, P., C. Talavera, H. Zeballos, L. Villegas, E. Linares, A. Ortega. 2000. Diagnóstico de los recursos fl ora y fauna de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Proyecto Araucaria valle del Colca. Arequipa. Linares, E. L. 1996. Estructura vegetacional de la tran- secta Yura - Chivay (2600 - 4800 m), Arequipa 1987 - 1991. Tesis Biólogo, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Arequipa. López, E. 1977. La fl ora y vegetación de otoño en las lomas de Lluta (Islay – Mollendo). Tesis de Bachi- ller en Ciencias Biologicas. Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Arequipa. BOSQUES DE POLYLEPIS (Polylepis) DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, AREQUIPA Y MOQUEGUA, PERÚ Wilfredo Mendoza,1 Asunción Cano1 y Rosa Vento2 1. Museo de Historia Natural, Laboratorio de Florística, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. wilfredomen@gmail.com 2. Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), Dirección de Conservación de la Biodiversidad, Intendencia Forestal y de Fauna Silvestre. RESUMEN Por el hecho de poseer un gran segmento de la cordillera de los Andes, el Perú alberga 19 espe- cies del género Polylepis de un total de 27 especies reconocidas para todos los Andes. De éstas, 10 especies se encuentran distribuidas en la puna seca; 6 de ellas exclusivamente en esta zona del Perú: P. tomentella, P. tarapacana, P. triacontandra, P. subtusalbida, P. rugulosa y P. incarum. En estas últimas décadas, la presión sobre estos bosques ha sido muy fuerte, principalmente debido a la tala para leña y carbón, así como a causa del sobrepastoreo. Por tal razón, estos bosques son muy fragmentados, y en su mayoría se encuentran parcelados por encontrarse dentro de propiedades privadas. Por otro lado, P. rugulosa es la única especie que tiene una amplia distribución y buen estado de conservación, gracias a que se encuentra dentro de dos áreas protegidas por el Estado peruano: la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, y en la Reserva Paisajística de la Subcuenca del Cotahuasi. Es muy necesario que tanto el Estado como entidades privadas realicen programas de conservación y planes de reforestación de estas especies, para poder mitigar las presiones que sobre estos bosques tienen lugar en el Perú. Palabras clave: bosques andinos, biodiversidad, conservación, puna seca. ABSTRACT Due to the fact of owning the largest extension of the Andes, Peru gives shelter to 19 out of the 27 species of the genus Polylepis recognized throughout the course of this mountains; 10 out of these species occurs in dry puna, being 6 species of them exclusively from this region: P. tomentella, P. tarapacana, P. triacontandra, P. subtusalbida, P. rugulosa and P. incarum. In these last decades, the pressure over these forests has been very strong, mainly because of logging operations and fi rewood, charcoal as well as overgrazing. Because of these activities, these forests are fragmented; and since they are in private properties, most of them are divided into lots. On the other hand, P. rugulosa is the only one species that has a wide distribution and good conservation status and this is because it is found inside two Peruvian national protected areas: Salinas y Aguada Blanca National Reserve, and Cotahuasi Sub-basin Reserve; so it is considered necessary that the Peruvian state as well as private organizations carry out conservation programes and reforestation plans in order to alleviate pressure over these forests in Peru. Key words: Andean forest, biodiversity, conservation, dry Puna. INTRODUCCIÓN El género Polylepis Ruiz & Pav. (Magnolopsida, Roosida, Rosaceae) incluye a alrededor de 27 espe- cies restringidas a los boques montanos y altoan- dinos de la cordillera de los Andes, distribuidas desde el norte de Venezuela hasta el norte de Chile y Argentina, con una población extratropical en el noreste y centro de Argentina (Simpson 1979, Cabido y Acosta 1985, Kessler 1995a, Romole- 168 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca roux 1996, Mendoza 2005). Las especies de este género son principalmente árboles o arbustos, que con frecuencia crecen por encima de la línea de árboles. Este es el caso de P. subsericans Macbride, registrado en el Perú a una altitud de 5100 m, en la cordillera del Vilcanota. El registro a menor altitud en el Perú es P. pauta Hieron, a tan solo 1800 m, en la cordillera de Accanacu. Ambas especies han sido registradas en el departamento del Cusco (Men- doza, datos inéditos). Los bosques de Polylepis se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo, pero al mismo tiempo cumplen un papel central en la ecología altoandina, en tanto habitat de muchas especies de plantas y animales (Mendoza 2000, Servat et al. 2002, Kessler 2006) y representan una importante fuente de recursos para los pobladores altoandinos. Para el depar- tamento de Arequipa, hasta el momento se han registrado 3 especies: P. microphylla (Wedd) Bitter, Polylepis rugulosa Bitter y P. tomentella Weddell. Úni- camente la segunda especie se encuentra dentro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), distribuida entre los 3500 y 4000 m de altitud. En esta área protegida (INRENA 2001), es la única especie arbórea dominante, que llega a formar grandes parches dentro de la RNSAB y en su zona de amortiguamiento. Los bosques de P. rugulosa se encuentran localizados en las laderas occidentales de los volcanes Chachani (Cabrerías) y Pichupichu, también en Pampa de Arrieros y en El Rayo. MÉTODOS El presente estudio es fruto de los trabajos de campo realizados por los autores durante casi 10 años en las diferentes localidades donde se distri- buye el género en toda la cordillera de los Andes del Perú, como parte del estudio de la taxonomía y distribución de las especies de Polylepis. Asimismo, además del trabajo de campo, se han examinado las colectas de Polylepis que se encuentran en los siguientes herbarios: Herbario de Missouri (MO), Field Museum of Natural History (F), Herbarium U.S. National Arboretum Washington D.C. (NA), Herbario de San Marcos (USM), Herbario de San Agustín de Arequipa (HUSA), Herbario de Cesar Vargas de Cusco (CUZ) y Herbario de la Universi- dad Nacional de Cajamarca (CPUN). RESULTADOS Taxonomía de la Polylepis rugulosa El género Polylepis pertenece a la tribu Sanguisor- bae de la familia Rosaceae; que se caracteriza por ser polinizada por el viento y tener un fruto seco (Kessler, 2006). Durante la revisión del género Polylepis, Bitter (1911) describió P. rugulosa; poste- riormente Simpson (1979) lo considera como sinó- nimo de P. besseri Hieron. Sin embargo, la misma autora indica que probablemente este taxón agrupe a más de una especie (Simpson 1986). Posterior- mente esta hipótesis fue confi rmada por Kessler (1995a) durante el estudio de las especies bolivianas de Polylepis, al diferenciar claramente 7 taxas dentro de P. besseri; una de esta especies fue P. rugulosa, que ha sido revalidada por Kessler (1995b). Es preciso indicar que en base a las últimas revisiones del género, Polylepis besseri no es sinó- nimo de P. rugulosa como se afi rma con frecuencia en algunas publicaciones en el Perú; pero ambos nombres corresponden a especies válidas. Tam- bién es importante indicar que P. besseri no se encuentra en el Perú, y se distribuye en Bolivia (Mendoza, datos inéditos). Se presenta una clave vegetativa para las 3 especies de Polylepis que se han registrado hasta el momento para el departamento de Arequipa; también se presenta una descripción y dibujo de la especie de P. rugulosa. Clave de especies de Polylepis de Arequipa[u1] 1. Superfi cie exterior de la vaina estipular villoso o lanoso 2. 1’. Superfi cie exterior de la vaina estipular glandular P. tomentella 2. Foliolos con el margen crenado P. rugulosa 2’. Foliolos con el margen entero P. microphylla Polylepis rugulosa Bitter Bot. Jahrb. Syst. 45: 638. (1911). Tipo. Perú, departamento de Arequipa, estación de tren de pampa venid, Arequipa - Puno, 3800 Bosques de Polylepis de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua, Perú 169 m, Weberbauer 4881 (holótipo B destruido), (isó- tipo WRSL). Polylepis tenuiruga Bitter, Bot. Jahrb. Sist. 45:635. (1911). Tipo: Chile, Besser S/N (holótipo B destruido). Árbol de 2 a 8 m de alto; ritidomas del tronco marrón rojizo, que se desprenden en pedazos grandes. Vaina estipular con la superfi cie exterior y el ápice de ligera a densamente lanosa. Hojas con- gestionadas en el extremo de las ramas; pecíolo de 0,5 a 1,5 cm de longitud, densamente lanoso; hojas de 1,9 a 6,8 x 1,8 a 3,5 cm, con 1-3 pares de foliolos. Raquis densamente lanoso, raramente mezclado con algunos pelos glandulares, punto de unión de los foliolos con un mechón de pelos; foliolos ovalados, abovados o casi circulares, de 1,2 a 2,1 x 0,6 a 1,1 cm, base desigualmente redondeada, ápice ligeramente agudo, obtuso o ligeramente marginado, margen crenado, envés cubierto de pelos largos blancos entrecruzados que llegan a formar una densa capa a manera de fi ltro. Haz rugosa, verde oscura, glabra o ligeramente lanosa, especialmente a los largo de la nervadura media. Racimo simple, de 4,5 a 10 cm de longitud, de 4 a 6 fl ores; brácteas fl orales lanceoladas, de 5 a 7 mm de longitud, densamente lanosas. Flores de 0,5 a 1,0 cm de diámetro, hipantio lanoso, mezclado con tricomas glandulares con espinas ligeramente aplanadas; de 3 a 4 sépalos ovalados a ligeramente orbiculares, abaxialmente lanosos, raramente con pelos glandulosos, adaxialmente con algunos pelos cortos cerca del ápice. Antera de 1 mm de longitud, lanoso; estilo de 1 a 3 mm de longitud, con un mechón de pelos en la base. Hipantio en el fruto 0,4-0,6 x 0,3-0,5 cm inclu- yendo protuberancias, turbinados, densamente lanoso, con 2 a 5 proyecciones planas de forma irregular con varias puntas. Vegetación de los bosques de Polylepis rugulosa La única especie arbórea dominante en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca es Polylepis rugulosa, debido al hecho de que se encuentra restringida a habitats de puna seca. Dentro de estos bosques se encuentran las siguientes espe- cies arbustivas: Adesmia spinosissima Meyen ex Vogel, Baccharis buxifolia (Lam.) Pers., Baccharis tricuneata (L. f.) Pers., Chuquiraga rotundifolia Wedd., Mutisia orbignyana Wedd., Parastrephia lepidophylla (Wedd.) Cabrera, Ribes brachybotrys (Wedd.) Jancz., Senecio graveolens Wedd., Senecio nutans Sch. Bip., principalmente. Entre las her- báceas se encuentran: Belloa piptolepis (Wedd.) Cabrera, Gnaphalium purpureum L., Hordeum muticum J. Presl, Jarava ichu Ruiz & Pav., Mutisia hastata Cav., Sisyrinchium chilense Hook., Werneria aretioides Wedd., principalmente; en estos bosques los árboles de Polylepis carecen casi totalmente de especies epifi tas. La diversidad de fl ora asociada es muy baja, en comparación con los bosques que se encuentran en la puna húmeda y ceja de selva de los Andes del Perú; esto se debe principalmente a que estos bosques se encuentran establecidos en laderas escarpadas, con suelos areno-arcillosos y pedregosos, en ambientes fríos y áridos de la puna seca. Ecología de Polylepis rugulosa Las condiciones ecológicas de los bosques de Polylepis se pueden caracterizar principalmente FIGURA 1 Polylepis rugulosa Bitter. A) Rama; B) Haz del Foliolo; C) Envés del foliolo; y E) Fruto, W. Mendoza 1026 (USM); W. Mendoza 1024 (USM), D) Flor. Escalas: A) 3 cm, B) 1,5 cm, C) 1 cm, D) 5 mm, E) 2 mm. 170 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca por las condiciones de temperatura, humedad y suelos (Kessler 2006). Las especies más primitivas se encuentran localizadas en la ceja de selva, como es el caso de P. multijuga Pilger y P. pauta, que se encuentran en áreas muy húmedas, a diferencia de las especies más evolucionadas que se encuentran en áreas secas, como es el caso de P. rugulosa, P. tomentella y P. tarapacana. Por otra parte, estas 3 especies se encuentran a mayor altitud con res- pecto a las 2 especies primeramente nombradas. El área que ocupan los bosques de Polylepis rugulosa en el Perú se encuentra restringida a la cordillera occidental en la puna seca del sur del Perú; en esta región del Perú las temperaturas medias anuales varían entre los 3 y 8°C, con mínimas absolutas que llegan hasta los -10°C. Las fl uctuaciones tér- micas son amplias durante el día y la noche, y lo mismo ocurre cuando el cielo está completamente nublado o totalmente despejado. La precipitación disminuye de este a oeste en la RNSAB, donde los valores oscilan entre los 200 (Pampa Arrieros) y 519 mm (Imata), siendo los meses más lluvio- sos de enero a marzo, en los cuales se registra el 65% del total de la precipitación anual (INRENA 2001). Por el hecho de encontrarse en hábitats seco, el crecimiento de esta especie es muy lento y el tamaño que alcanza al estado adulto en pro- medio no excede los 5 m; estos bosques tienen la característica de ser muy dispersos, llegando a cubrir laderas extensas, como ocurre con las faldas del volcán Pichupichu, que tiene una extensión de 5000 ha. En cambio, en los bosques de Polylepis que se encuentran en la puna húmeda y en la ceja de selva se encuentran parches o rodales con una alta densidad de árboles y los árboles llegan a crecer en promedio más de 15 m de alto, siendo muy ricos en cuanto a especies epifi tas. Distribución y conservación de Polylepis rugulosa Esta especie se distribuye básicamente en la cor- dillera occidental del Perú, en los departamentos de Arequipa, Moquegua y Tacna. También se encuentra en Chile, en la XV región de Arica y Parinacota, provincia de Arica. Se encuentran entre los 3000 y 4600 m de altitud. Las poblaciones de esta especie se distribuyen ampliamente en el departamento de Arequipa y se encuentran prote- gidas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y en la Reserva Paisajística de la subcuenca del Cotahuasi. Dentro de la RNSAB, los queñuales se hallan en las laderas del Chachani, pero se encuentran en mal estado de conservación, conformando par- ches pequeños y plantas aisladas. No obstante, los bosques del Pichupichu (ubicados al SE de la Reserva) y los de El Rayo (ubicados al oeste de la Reserva), ambos en la zona de amortiguamiento, presentan buenas condiciones luego de haberse recuperado notablemente en los últimos años (desco, 2007). Sin embargo, a pesar de eso estas poblaciones enfrentan una constante amenaza debido a la tala para utilizarlos como leña y car- bón. Otro factor que afecta a estas poblaciones es el sobrepastoreo del ganado ovino y vacuno, que llegan a comer a los individuos jóvenes o tiernos, afectando fuertemente la regeneración natural de estos bosques. Por esta razón es preciso realizar programas de reforestación con la misma especie, evitando introducir otras especies, ya que éstas pueden empezar a producir híbridos o poner en peligro a P. rugulosa por portar algún agente pató- geno; como está ocurriendo en el Ecuador, donde se ha introducido P. racemosa en áreas donde se encuentra P. reticulata, siendo así que las poblacio- nes de P. racemosa están siendo atacadas por un hongo que está causando la muerte de las pobla- ciones reforestadas y poniendo en peligro a las especies de distribución natural. DISCUSIÓN Respecto a la taxonomía de Polylepis rugulosa, podemos indicar que el hecho de que sus pobla- ciones presenten uno, dos o tres foliolos, lleva a confusión y a considerar a estas poblaciones como especies diferentes. Este es el caso de un poblador de la zona de Coropuna, que llega a diferenciar 3 especies diferentes; una de estas poblaciones, presenta individuos que al estado juvenil tienden a tener ramifi caciones sobre el suelo; por tal razón los denomina “pachaqueñuas”, nombre que en quechua signifi ca árboles de Polylepis que están sobre el suelo. Sin embargo, estas variaciones corresponden a la misma especie. Existen algunos estudios aislados referentes a la fl ora asociada con estos bosques en Arequipa. Lazo (1989) reporta Bosques de Polylepis de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua, Perú 171 29 especies asociadas con los bosques de P. rugu- losa de Chiguata, distribuidas en 13 familias y 23 géneros. El trabajo realizado por la Asociación Especializada para el Desarrollo Sostenible (AEDES FIGURA 2 Distribución de Polylepis rugulosa Bitter en el Perú. 2006) reporta un total de 98 especies asociadas a los bosques de P. rugulosa de Coropuna, que se encuentran distribuidas en 72 géneros y 31 familias, siendo las familias con mayor número de especies las familias Asteraceae (29), Poaceae (10), Scrophulariaceae y Brassicaceae, con 6 espe- cies respectivamente. Las 6 especies de Polylepis que se distribuyen exclusivamente en la puna seca del Perú: P. tomente- lla, P. tarapacana, P. triacontandra, P. subtusalbida, P. rugulosa y P. incarum, se encuentran distribuidas en los departamentos de Ayacucho, Apurímac, Cusco, Arequipa, Moquegua, Tacna y Puno. Las poblacio- nes de P. rugulosa son las únicas que presentan una amplia distribución y que se encuentran en buen estado de conservación. Posiblemente esto se deba al hecho de encontrarse dentro de dos áreas protegidas. En cambio, las otras especies son muy fragmentadas y no se encuentran en ningún área protegida por el Estado, excepto una población pequeña de P. tomentella que se ha registrado en la Reserva Nacional de Pampa Galeras. Por tal razón se requiere que el Estado de prioridad a estas especies para su conservación, ya que son las únicas especies arbóreas en esta región altoandina del Perú; estos bosques son el origen de muchos cuerpos de agua en esta zona árida. Además, pertenecen a un eco- sistema muy frágil. AGRADECIMIENTOS Nuestro agradecimiento a los curadores de los: Herbario de Missouri (MO), Field Museum of Natural History (F), Herbarium U.S. National Arboretum (Washington D.C. NA), Herbario de San Marcos (USM), Herbario de San Agustín de Arequipa (HUSA), Herbario de César Vargas de Cusco (CUZ) y Herbario de la Universidad Nacional de Cajamarca (CPUN). Asi- mismo, al Proyecto Queñual, al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC) y al Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) por fi nanciar el estudio de los Polylepis de la Puna seca del Perú. Asimismo, agradecemos a José A. Ochoa y a Horacio Zeballos por la revisión del manuscrito. 172 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca BIBLIOGRAFÍA AEDES. 2006. Proyecto de conservación de bosques nativos altoandinos del Coropuna. Arequipa. (Documento de trabajo.) Bitter, G. 1911. Revision der Gattung Polylepis. Botanis- che Jahrbücher für Systematik, Pfanzengeschichte und Pfl anzengeographie, 45:564-656. Cabido, M. y A. Acosta. 1985. Estudio fi tosociológico en bosque de Polylepis australis Bitter: (“Tabaquillo”) en las sierras de Córdoba. Argentina. Documents phytosociologiques. N.S. Vol. IX, 365-400. desco, 2007. Primer informe trimestral. Contrato de administración parcial de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. 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Bosques de Polylepis de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua, Perú 173 QUEÑUALES Bosque de queñua del Simbral Bosque de queñua de Tuctumpaya Bosque de queñua de El Rayo Bosque de queñua de Cabrerias ETNOBOTÁNICA DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA Rosa María Urrunaga Soria Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco. Centro de Estudios de Plantas Alimenticias y Medicinales, CEPLAM. rosa.urrunaga@gmail.com RESUMEN Los pobladores de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) vienen generando conocimientos y tecnologías relativos al manejo de sus recursos fl orísticos, principalmente en lo que respecta a su salud, acudiendo a los laboratorios naturales de su entorno con la fi nalidad de abastecerse de plantas con propiedades curativas, comprobadas experimental- mente a través del método ensayo-error, herencia ancestral transmitida por generaciones. También muestran interés por las que se emplean en la alimentación, tintorería, combustión, ornamentación, rituales mágico religiosos, construcción, tejidos y otros. Esta investigación se planteó rescatar y recuperar los conocimientos tradicionales de manejo de las plantas sil- vestres. Nuestros objetivos se centran en identifi car y caracterizar el potencial promisorio de los recursos fl orísticos y establecer qué elementos de la diversidad específi ca y cultural son sustanciales para la vida de los pobladores y su relación de equilibrio hombre-naturaleza. El estudio de las tecnologías y conocimientos tradicionales locales en la RNSAB ha constituido un valioso aporte para el desarrollo del área, fundamentalmente en lo que concierne el manejo y uso de las plantas, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de sistemas económicos alternativos. Palabras clave: Botánica, Andes, cultura, plantas andinas, biodiversidad. ABSTRACT The inhabitants of the Salinas y Aguada Blanca National Reserve (RNSAB) are generating knowledge and technologies related to the management of fl oristic resources, especially referred to their to health, using the natural laboratories wich may be encountered around them. They are also interested in plant properties, like: feeding, tinctures, combustion, ornamentation, magic and religious rituals, construction materials, fi bers and others. This research had as an objective to save and recover the traditional knowledge on the management of wild plants. Our objectives are focused on identifying and distinguishing the potential of fl oristic resources, and establish which elements of species and cultural diversity are sustantiable to local people and their human-nature relationship. The study on the local traditional knowledge in the RNSAB has become an important contribution for the development of this protected natural area, especially in regards to what involves the management and the use of the fl oristic resource, conservation of biodiversity, and development of alternative economic systems. Key words: Botany, Andes, culture, Andean plants, biodiversity. 176 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca INTRODUCCIÓN La etnobotánica se defi ne como el estudio de las interrelaciones que se dan entre el hombre y las plantas, considerando como elementos determi- nantes de tales relaciones al medio y la cultura, sujetos de cambios cualitativos y cuantitativos que se producen por modifi caciones del ambiente natu- ral. Esta ciencia nos permite vislumbrar y entender cómo es que, en el transcurso de los años, los diferentes grupos etnolingüísticos en el país han venido generando conocimientos y tecnologías de manejo y aprovechamiento racional de los recur- sos fl orísticos. Tales conocimientos se van transmi- tiendo de generación en generación con la fi nali- dad de satisfacer sus necesidades básicas: alimento y cura para sus enfermedades, vestido, vivienda, así como también algunas otras exigencias de su vida cotidiana. Los aspectos etnobotánicos refe- ridos a la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) son abordados en este estudio desde la perspectiva del espacio rural, entendido éste de forma tradicional: como los espacios en los que se desarrollan actividades de producción primaria y pertenencia cultural, donde las rela- ciones e interacciones que despliegan los grupos sociales que viven al interior de la reserva, con los valores biológicos existentes en ella, revelan linea- mientos de manejo sostenible para la conservación y protección de la biodiversidad. Esto tiene una importancia fundamental para los fi nes y objetivos que plantean las Áreas Naturales Protegidas por el Estado ANP. Este estudio promueve la creación de un regis- tro comunitario que documente los conocimientos relativos a los recursos locales, con el ánimo de que sirvan a los intereses de los pobladores de la Reserva en la recuperación, revitalización y/o aplicación de los conocimientos relativos a modos tradicionales de gestión de los mismos frente a la inminente perdida de identidad, lo que cons- tituye una preocupación de primer orden entre las poblaciones autóctonas. Asimismo, es impor- tante legitimar como identidad regional la per- manente construcción de una cultura y de las tra- diciones propias en la reserva, desde una visión holística e integradora, en un período de cambios ambientales, sociales y económicos producto de la introducción de tecnologías y nuevas formas de manejo y relación con los recursos naturales, que ejercen mucha presión sobre las áreas protegidas, haciendo peligrar su intangibilidad. Tradicionalmente, las actividades de los habi- tantes de la Reserva que están asociadas con la fl ora silvestre casi exclusivamente se encuentran regidas por ciclos naturales sin mayor intervención del hombre, lo que genera en sus habitantes una noción del tiempo y de su uso que contribuye a la construcción de un conocimiento propio. A pesar de que muchas de estas características se han mantenido a lo largo del tiempo, existe un cambio fundamental en el punto de vista desde el cual se observan hoy. Aparecen así espacios de coordinación participativa entre los pobladores locales, las instituciones publicas y privadas de la sociedad civil para ejercer gobernanza en la ges- tión de las ANP; esto es, los Comités de Gestión, donde el rol de los actores locales es tomado en cuenta al momento de la toma de decisiones en forma coordinada y concertada para la conducción de la Reserva, rescatando sus tradiciones, el cono- cimiento local y las formas de vida que allí existen (Mayo, 2006). En consecuencia, se requiere de un inventario fl orístico y cultural, acompañado del respectivo análisis de las principales características de la relación hombre-naturaleza, de los patrones culturales de uso y tecnología de manejo de las plantas útiles, los mismos que servirán de línea de base para la formulación de políticas de manejo del área. En la actualidad se viene realizando una modalidad de gestión parcial con la sociedad civil, con el objeto de dinamizar la gestión participativa y lograr resultados concretos de gestión, a través del Contrato de Administración Parcial de Opera- ciones ejecutado por desco (Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo) para el manejo sos- tenible de los recursos naturales de la reserva. El estudio que se alcanza en esta oportunidad se ha llevado a cabo sobre la base de una revisión actualizada por la autora del trabajo “Conocimien- tos tradicionales de manejo y uso de Recursos Natu- rales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB)”, realizado como consultoría por encargo del Proyecto ARAUCARIA Valle del Colca, de la Agencia Española de Cooperación Internacio- nal. En dicho trabajo se ha desarrollado un inven- tario y un análisis de las principales características de la relación hombre-naturaleza, de los patrones Etnobotánica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 177 culturales de dicha relación, de sus modelos y tec- nologías de manejo de los recursos naturales, de las innovaciones respectivas, principalmente en térmi- nos de perspectivas de sus modelos de desarrollo, articuladas al pensamiento holístico-sincrético de grupo social; a las políticas y estrategias, metas y acciones del Sistema Nacional de Unidades de Conservación. La fi nalidad y los objetivos han sido alcanzados con éxito, porque se han realizado las encuestas y entrevistas durante el desarrollo de los talleres del Plan Maestro-2000, los mismos que se llevaron a efecto en 9 localidades, asistiendo a las convocatorias 19 comunidades. Esto nos brindó la oportunidad de encuestar a 260 actores locales de la Reserva y la zona de amortiguamiento (tabla 1), visitando además a cuatro comunidades no inclui- das en el itinerario de dichos talleres, gracias a lo cual se cumplió con rigor los protocolos de biopros- pección in situ en la RNSAB. MÉTODOS El método aplicado es el fl ujo de información bila- teral, utilizando como instrumentos de trabajo las encuestas y entrevistas. Asimismo, en forma com- plementaria se ha recurrido a observaciones direc- tas, que permitieron plasmar por escrito la práctica actual del manejo de los recursos naturales de la Reserva, así como captar la expresión concreta y tangible de estas relaciones. Previamente, para poder aplicar estas metodologías se seleccionaron las comunidades donde se iba a llevar a efecto los talleres para el Plan Maestro, designadas de ante- mano por ARAUCARIA y CEDRE (Consultora para la Actualización del Plan Maestro-2000). Método de observación directa. Hemos utilizado la observación directa con el fi n de comprender, identifi car, desentrañar y explicarnos los aspectos más signifi cativos y relevantes de las relaciones TABLA 1. Comunidades encuestadas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Distrito Anexo Encuestados Edad promedio Unidad familiar promedio San Juan de Tarucani San Juan de Tarucani 27 40,74 5,00 Salinas Huito 15 41,57 5,14 Chaclaya 5 39,20 5,40 Huayllacucho 24 44,79 5,62 Pati 27 44,48 5,66 Condori 1 44,00 14,00 Ubinas Santa Lucia 3 37,33 3,33 San Antonio de Chuca Imata 12 39,41 5,75 Colca Huallata 8 33,33 4,88 Estación Pillones 28 41,14 6,92 Pillone 14 37,35 5,28 Chuca 7 44,71 4,71 Vizcachani 5 37,80 4,00 Vincocaya 1 22,00 9,00 Yanque Challhuanca 34 43,38 5,47 Tocra 15 49,53 4,93 Yanahuara Pampa Cañahuas 6 42,33 7,00 Sumbay 19 40,47 5,42 Yura Pampa Arrieros 9 53,66 6,55 TOTAL 260 32,38 4,75 178 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca que existen entre el poblador de la reserva y su entorno. Hemos llevado a cabo la observación en forma estructurada y sistematizada, estableciendo de antemano los aspectos que se habían de inves- tigar, utilizando para ello listados, check-list, infor- mes recogidos, etc. Método de encuestas. Previa conversación moti- vadora en runa simi, o idioma quechua, se aplica- ron las preguntas del cuestionario propuesto en los términos de referencia del Proyecto ARAUCA- RIA para la realización de este estudio. Se hizo hincapié en la calidad y amplitud colaboradora de cada uno de los informantes, que considera la aprehensión sensorial y selectiva del mundo real como un conjunto de conocimientos y actitudes procedentes de la experiencia individual y cultural de cada grupo humano de la Reserva, respecto a su entorno natural y humanizado. “Reconocen el mundo exterior por medio de operaciones mentales en las cuales están incluidos los estímulos sensoriales, la memoria del pasado y los fi ltros culturales de la sociedad en que se vive” (Bernex, 1999). Los datos compilados son el resul- tado de las encuestas aplicadas a los pobladores de la reserva que asistieron a los talleres mencionados, los mismos que refl ejan la originalidad y peculiari- dad de cada uno de ellos. Se aplicó una encuesta homogénea a un total de 260 pobladores. Método de entrevistas. Excepcionalmente fue- ron entrevistadas algunas personas en sus propias viviendas a causa de su avanzada edad, y otras fueron entrevistadas en las zonas de pastoreo o durante el recorrido a sus estancias. RESULTADOS Del enfoque y la conceptualización En el mundo, el estudio de las tecnologías y los conocimientos tradicionales locales ha consti- tuido un valioso aporte para el desarrollo de las áreas naturales protegidas, en lo que concierne a categorías que involucran el manejo y el uso de los recursos naturales. Hoy en día, está ganando rápida aceptación la idea de que los conocimientos locales sobre la fl ora, fauna y ecología poseen un gran interés para el manejo de las áreas naturales protegidas, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de sistemas económicos alterna- tivos. En los propios términos del —legalmente vinculante— Convenio sobre la Diversidad Bioló- gica (que exhorta a un mayor uso y aplicación del saber comunitario), los conocimientos, inventos y prácticas de las comunidades indígenas o locales —encarnación de modos de vida tradicionales—, revisten una importancia fundamental para una efi caz conservación in situ. Dada su utilidad para reducir los costos de la investigación y el desarro- llo, los conocimientos autóctonos se han conver- tido en un activo fundamental de los países en desarrollo. Reconocer la contribución intelectual de las poblaciones autóctonas a los planes y pro- gramas de desarrollo en las unidades de conserva- ción que involucran actividades socioeconómicas de sus pobladores, es una estrategia coherente con los principios de la conservación y protección del medio ambiente. Conocer la ciencia experimental que data de siglos nos enseña muchos aspectos que algunas veces no se toman en cuenta o, en otras, aún se desprecian como si fueran inservibles. La diversi- dad biocultural alimenta la sostenibilidad de los sistemas, tanto naturales como sociales, porque proporciona en caso necesario un mayor abanico de alternativas adaptativas o, lo que es lo mismo, un más mullido cojín ante posibles desastres pro- vocados por un cambio súbito o irreversible. Redu- ciendo los riegos, ofrece a los sistemas naturales y sociales la posibilidad de sobrevivir a largo plazo ante la eventual falla de un componente del sis- tema. La biodiversidad cultural reviste un gran valor, porque es portadora de alternativas y posibles soluciones a crisis todavía no imaginadas y por- que responde a interrogantes aún no planteadas. Los pueblos indígenas poseían una economía controlada por su relación social y adaptada a su marco cultural. Tradicionalmente, el comercio y los intercambios han tenido lugar en ese contexto, en el que la comunidad decidía y determinaba la producción. Si los campesinos de la Reserva se hubieran integrado a su propia manera en la eco- nomía de mercado, esta situación podría haberse mantenido. No obstante, la demanda de algunos recursos —lana y combustible, por ejemplo— los obligó y obliga a determinar otro tipo de pro- Etnobotánica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 179 ducción, que viene devorando las premisas de la economía de subsistencia. Sin ánimo de adelantar una concepción pesimista, consideramos que esto podría convertir a las comunidades en asalariados, dependientes de la demanda de los usuarios cita- dinos extractivistas y consumistas, que cada vez manifi estan mayor grado de exigencias, principal- mente relacionadas con su “confort”. De los recursos fi togenéticos El ámbito de la reserva califi cada como puna seca es poseedora de una riquísima diversidad fl orística, existiendo algunos reportes casi completos realiza- dos por diferentes investigadores: Linares (1995), Masco et al., (1998), Plan Maestro de la RNSAB (1997). Jiménez et al. (2000). Los check-list repor- tan familias, géneros de especies; los mismos que han servido de base para la identifi cación de los nombres vulgares registrados en las encuestas. En la tabla 2 se presenta un check-list en orden alfabé- tico de nombres vulgares con sus respectivos nom- bres científi cos, que incluye especies determinadas y especies no determinadas. La tabla 3 reporta las categorías de uso. El estudio considera únicamente las especies de mayor valor de uso, promisorio o más frecuente. A continuación se analiza algunas categorías de uso, porque su aprovechamiento se funda en algunas de sus particularidades: Plantas alimenticias. El problema de la alimenta- ción es agudo entre los pobladores pobres de la RNSAB, de ahí que recurran a una serie de meca- nismos y estrategias de sobrevivencia basados en los recursos fi logenéticos de vida silvestre, los cuales han de satisfacer su demanda alimentaria (tabla 2). Plantas combustibles. El “ccapo”, denominación dada a una serie de plantas subarbustivas y leño- sas, ricas en resinas, es empleado como principal fuente de energía combustible. En algunos casos la “tola” —denominación dada a algunas especies del genero Parastrephia y Baccharis, que a su vez forman parte del “ccapo”— es empleada para la cocción de alimentos, así como para combustible por las panaderías. La “queñua”, Polylepis rugulosa, relicto forestal nativo, se utiliza para la producción de carbón. La demanda en ambos casos es de gran envergadura en el mercado local y regional, lo que ha ocasionado la extracción indiscriminada de estos arbustos y árboles, generando la degrada- ción principalmente del estrato herbáceo y arbus- tivo de las comunidades vegetales de la Reserva, lo que ha disminuido notablemente su soporta- bilidad. Este efecto, asociado al sobrepastoreo y a la precipitación (estacional), está incrementando TABLA 2. Plantas alimenticias silvestres de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre Parte utilizada Forma de empleo Berro Parte aérea Cocimiento Capasho Raíz Cocimiento Huaraco Fruto Directa Chijchipa Parte aérea Cocimiento Chijuro, Papa-chijuro Raíz Cocimiento Llullucha Toda Cocimiento Marancera Hojas Cocimiento Mayulacco Toda Cocimiento Misqui-pilli Raíz Directa Murmunta Toda Cocimiento Ocoruro Parte aérea Cocimiento Sancayo Fruto Directa Thurpa Raíz Directa Tucsa Fruto Directa Tuna Fruto Directa TABLA 3. Especies de “tola” de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre vulgar Nombre científi co China-tola Baccharis incarum Huishui-tola Parastrephia phylicaeformis Ninri-tola, tola Baccharis tricuneata Qiri-tola Taya-tola Baccharis buxufolia Tola Baccharis enarginata Tola Parastrephia lucida Tola blanca Chersodoma jodopappa Tola romero Parastrephia lepidophylla 180 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca la erosión y la desertifi cación en los suelos de la reserva (tablas 3 y 4). Existen referencias según las cuales la “tola” tiene una posibilidad de aprovechamiento mucho más amplia que su utilización simplemente como com- bustible y forraje. Nuestros informantes nos repor- tan que es utilizada para el techado de las vivien- das, corrales para ganado, puertas de viviendas. Como planta medicinal, tiene un amplio espectro de propiedades, tratándose de varias especies que están incluidas bajo la denominación de “tola”; así, es recomendada para las afecciones del estomago, cólicos, diarrea, tos seca, en forma de infusión. En forma de emplastos para bajar la temperatura o fi ebre; como parches para el dolor de espalda; en fomentos y baños con agua de “tola” para el reumatismo. También es empleada como pronos- ticadora del tiempo. Plantas tintóreas. Se reporta muy poca informa- ción al respecto, pues los pobladores no recuerdan qué plantas eran usadas en esta categoría; solo emplean ciertas plantas para obtener el color verde y amarillo. Hacen uso de la corteza, los tallos, hojas, fl ores y frutos (tabla 5). Plantas medicinales. Las poblaciones locales que habitan en esta ANP tienen singulares maneras de ver y vivir la vida, la misma que es resultado de las interacciones de equilibrio dinámico con los ele- mentos de su medio natural. Para ellos el mundo es una totalidad viva, con la cual se relacionan a través del diálogo y de un profundo respeto, expresado al reconocer que todo es sagrado en TABLA 4. Especies que conforman el “Ccapo” en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre vulgar Nombre científi co Canlli Tetraglochin alatum Capo Mnioides coarctata Capo – blanco Lepidophyllum quadrangulare Capo colorado Balbisia weberbaueri Chachacoma Senecio nutans Chachacoma Senecio graveolens China – canlli Adesmia spinosissima China – tola Baccharis inacarum Chuñas Astragalus garbancillo Garbancillo Parastrephia phyllicaeformis Huishui – tola ? Inka – llanta ? Ninri - tola Baccharis tricuneata Kapalis ? Leña manzanila ? Sichucalla ? Quiri – tola ? Taclla ? Tola Baccharis emarginata Tola Parastrephia lucida Tola blanca Chersodoma jodopapa Tola romero Parsatrephia lepidophylla Taya Baccharis buxifolia Yareta Azorella compacta Yareta Azorella yarita TABLA 5. Plantas tintóreas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Especie Color Parte usada Comunidad Airampo Fucsia Frutos Pampa Arrieros Chachacoma Verde Tallos, hojas Pampa Cañahuas Chilca Verde-amarillo Talos, hojas Sumbay Huaraco Amarillo Frutos San Juan de Tarucani Ningri-tola Verde-oscuro Tallos, hojas San Juan de Tarucani Queñua Marrón Corteza Pampa Cañahuas Tola, Tinina-tola Verde Tallos, hojas Pati, Chaclaya Tola Amarillo Tallos, hojas Challhuanca su entorno; así, la tierra, la montaña, los ríos, las “cochas”, las plantas y animales cobran una vigen- cia fundamental, principalmente en lo relativo al concepto de salud y enfermedad. Etnobotánica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 181 De este modo han logrado desarrollar cono- cimientos prácticos sobre las bondades de las plantas medicinales, considerando a muchas de ellas como sagradas, por proveer respuesta terapéutica. Es esta cosmovisión la que ha per- mitido el desarrollo de un cúmulo de conoci- mientos relativos al uso y manejo de las plan- tas medicinales, las cuales le proporcionan sus poderes curativos, y en retribución son respe- tadas, conservadas y concebidas como recursos estratégicos para dar solución a sus problemas de salud. Esta categoría de plantas, junto con las forraje- ras, se constituyen como las de mayor valor de uso en la reserva, a pesar de que los encuestados dicen no recordar, por ser conocimientos que manejan solamente las personas mayores. Las de mayor frecuencia de uso para todas las comunidades de la reserva son la “chachacoma”, la misma que se considera como sucedánea de la coca; otras especies de importancia son “qáta”, “sasahui”, “pupusa”, “pura-pura”, “tola” y “thurpa”, entre otras. Plantas forrajeras. Esta categoría es la más impor- tante para los pobladores de la RNSAB por cons- tituir la base de la alimentación de su principal fuente de sistema de producción: la ganadería. Todos los encuestados dominan un conocimiento vasto sobre la fl ora alimenticia de sus ganados, y conocen perfectamente en términos de selec- tividad la preferencia de cada uno de ellos de acuerdo al ecosistema donde se desarrollan. Las familias forrajeras más importantes para la zona de estudio son las Poaceas, Asteraceas y Juncáceas, que en todo caso son el soporte alimentario de la ganadería de la reserva, sin excluir a otras familias que también complementan la oferta forrajera. Las especies “kunkuna”, “chillihua”, los diferentes tipos de “pillis”, “layo”, “libro-libro”, “sillo-sillo”, entre otras, se ofrecen como pastos suaves y nutri- tivos para el pastoreo de los camélidos, principal- mente las alpacas. Las especies citadas se desa- rrollan en los bofedales junto a especies hidrófi tas tales como el “llacho”, en tanto que en el pajonal predominan las especies “iru-ichu”, “porqé”, “chi- na-canlli”, “grama-ichu”, “llapa-pasto” y “tola”, por las cuales manifi estan predilección las llamas y ovejas. Plantas mágicas. La cosmovisión mágico religiosa de los pobladores de la RNSAB, articulada con el manejo de los recursos del entorno, permite incluir esta categoría entre el uso dado a las plantas. La “cunuja” es la más empleada; se constituye como un elemento de la parafernalia de los “pagos” o “despachos”, del “tincacho”, ceremonias de pro- piciación que defi niremos al detalle más adelante. La “mamanllipa” y el “choquechampi” completan la lista de las tres especies consideradas como tales. Estas dos últimas están vinculadas con ceremo- niales que tienen que ver con la fecundidad de la llama y la alpaca. Los ecosistemas Son el asiento y sustento de los sistemas de pro- ducción nativa y parte fundamental de la cultura del poblador de la reserva. Los ecosistemas están caracterizados por la presencia de ciertos elemen- tos que determinan su composición, donde se dis- tinguen, según Weberbauer (1945), las siguientes seis formaciones vegetales: Yaretal. En las zonas con afl oramiento rocoso, aparece la “yareta” Azorella yarita, Azorella com- pacta, “pesqe-lache” Pycnophyllum molle, asociada con la “chillihua” Festuca dolichophyla. Esta unidad también toma la denominación de Almohadillada- cespitosa, y está conformada por la asociación con- crescente y numerosa de individuos de la misma especie. Se presentan en forma de cojinetes almo- hadillados, planos o convexos, pequeños o de gran magnitud. Esta formación vegetal se encuentra a más de 4500 m. Se consideran fuentes medica- mentosas y al mismo tiempo combustible. Ichual o pajonal. Esta formación está dominada por especies de la familia Poaceae, especialmente por las especies del genero Festuca y Stipa; de ahí que constituyan los llamados “Chillihuares”, con la “chillihua”, y el “Ichual” con el “ichu”, “iru-ichu”. Esta unidad vegetacional es la más seca, producto de la mayor aridez existente en la reserva. Su con- sumo está limitado por la falta de agua. Esta for- mación vegetal se encuentra entre los 3500 y 4400 m; da al paisaje la apariencia de un suelo cubierto por pastos altos de color amarillento. Pueden estar asociados con las “tolas” y el “canlli”. Es fuente 182 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de materiales para la elaboración de adobes en la construcción de casas, techos, sogas. “Oq’onal” o bofedal. Es una formación vegetal intrazonal, siendo las Juncáceas dominantes en este tipo de formación. Algunas especies de mayor frecuencia son: Oxychloe andina, “urso” Distichia muscoides “kunkuna”, Elodea potamogetum “yana- llacho”, Myryophyllum quitensis “llacho” Myriophy- llum elatinoides “llacho”, Lemna giba “vaca-llacho”, Azolla fi liculoides “chincallacho”, Alchemilla pinnata “sillo-sillo”, Alchemilla diplophylla “libro-libro”, y varias especies del genero Calamagrostis “cres- pillos”, entre otras. Su aspecto presenta ciertas particularidades y fácilmente se distingue de otras formaciones vegetales por su fi sonomía, ubicación y el tono verde intenso que presenta durante la mayor parte del año, que contrasta con el tono monótono de los pajonales. El valor de uso de las especies que habitan en estos ecosistemas es signi- fi cativo; existen las siguientes categorías: alimenti- cias, medicinales, forrajeras, para construcción. Se encuentra por encima de los 3900 m. Tolar. Esta formación se encuentra en los sectores adyacentes a los bofedales. Presenta un estrato leñoso bajo y otro herbáceo. Fundamentalmente está constituida por las “tolas”, denominación dada a las especies del genero Parastrephia. Se observa dominancia de arbustos, que componen un recurso de ramoneo, especialmente en los meses de mayores restricciones, como es el período de las bajas temperaturas. Estos arbustos son consi- derados también forrajeros, especialmente cuando los bofedales deben entrar en descanso o hacer rotación. Están también presentes las especies de los géneros Baccharis, Senecio, Adesmia, que no solo presentan buena palatabilidad sino además tienen buen valor nutritivo. Otras categorías de uso son: medicinales y combustibles. El ecosistema se ubica entre los 4200 y 4500 m. Canllar. Unidad vegetal constituida por el “can- lli” Tetraglochin alatum, que es considerada como indicadora de sobrepastoreo. Sin embargo, los encuestados refi eren que esta especie al estado tierno tiene múltiples utilidades, además de la de ser forrajera (Imata, Chaclaya, Tocra, Pillone). Miguel Beltrán Cabana, de la estancia Chijuruni en Pillone, nos manifi esta que es muy nutritiva y que sus alpacas y llamas engordan con esta especie, pero que solo puede ser consumida a primera hora de la mañana. Esta unidad se encuentra entre los 3900 y 4500 m. Bosques relictos de forestales nativos. Ubicados como “parches relictos” de formaciones que en el pasado fueron más extensas, y hoy se encuentran a manera de remanentes de la fl ora primigenia, por haber estado sujetas a fuerte presión antró- pica en tanto combustible. Se puede apreciar en Cabrerías dichos remanentes de la especie Polylepis rugulosa, asociados con otras especies de orden arbustivo. Esta unidad se ubica entre los 3500 y 4000 m. Patrones culturales Las tierras altas del Perú, ubicadas en los Andes centrales, son escenario del desarrollo y la evolu- ción de una civilización autóctona y original, entre cuyas características más sobresalientes cabe seña- lar la de su proceso de formación, que comenzó y se desenvolvió en regiones localizadas a grandes alturas, superiores a los 4000 m, tanto en épocas precolombinas como en la actualidad. Tales gru- pos humanos, hace más o menos nueve mil años, habían empezado a practicar la domesticación de la fauna y fl ora y, en el aislamiento sedentario favorecido por la práctica de la actividad agro- pecuaria, desarrollaron una rica y variada expe- riencia cultural, que fue haciéndose cada vez más específi ca a través de la consolidación de una serie de rasgos singulares que son los que dan forma a las especifi cidades culturales. Se puede afi rmar que esta diversidad se generó precisamente con la sedentarización, que propició una mayor relación hombre-naturaleza, generando prácticas sociales y culturales compartidas y el desarrollo de una cos- movisión y holística particular de grupo, tal como aconteció con los pobladores de la RNSAB. Diversidad cultural humana La diversidad cultural humana de la RNSAB hace imposible que se pueda hablar de la vigencia dentro de su territorio de una única formación cultural, tanto como es obvio que no se puede Etnobotánica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 183 sostener que en el Perú se habla una sola lengua. La población de la reserva está integrada por dos grupos etnolingüísticos: quechua y aymara, siendo los primeros los mayoritarios. El jefe de la familia es el varón, quien se responsabiliza de la conducción de la unidad familiar y de todas las actividades de los sistemas de producción, con predominio de la actividad ganadera. Según Tapia (1996), la mujer desempeña un rol importante en el pastoreo y la generación de artesanías, además de encargarse de los trabajos domésticos. Se estima que el trabajo de la mujer y los niños en una familia promedio asegura los dos tercios de la labor que requieren los sistemas de producción al interior de la reserva. La casa es el lugar donde habita la familia. Junto a ella se encuentra la “cancha”, donde repo- san sus ganados; circunda a ambos una determi- nada área de terreno, pudiendo contener pastiza- les y/o bofedales. Todo el conjunto es denominado “estancia”. La casa es el lugar donde la familia campesina produce sus alimentos, así como los materiales para su artesanía; es escenario de las relaciones sociales, pues es allí donde la familia se relaciona con parientes y amigos. También es el templo en el que se practica el ritual que une a la familia con los dioses cósmicos. El hogar es el lugar de encuentro de la sociedad y de la naturaleza, así como de lo humano con lo divino. La estancia está íntimamente ligada con la plena satisfacción de las necesidades familiares, sean éstas biológicas, sociales o religiosas. Lo dicho para la estancia es válido también para el pastoreo. Y en los Andes la estancia y el pastoreo se complementan. Cosmovisión y holística La cosmovisión es la forma de “ver la vida”, pro- pia y exclusiva de cada grupo etnolingüístico, donde convergen las experiencias de relación de equilibrio entre el hombre y la naturaleza. La cos- movisión se expresa en los mitos y en los ritos que son consustanciales a la vida cotidiana de los pueblos de la zona andina, y que son continua- mente creados y recreados desde hace milenios hasta la actualidad como un modo social de vivir el mundo y sus aconteceres (Grillo 1995). Todo este cúmulo de experiencias (percepción, senti- mientos, memoria, inteligencia, acción y demás atributos humanos), se convierte en conocimiento y tecnología, que forman parte a su vez de la iden- tidad cultural de cada grupo social en un espacio geográfi co dado. La diversidad cultural en cuanto a conoci- mientos y tecnología, está referida a la expresión humana en relación a los recursos naturales para manejarlos (capacidad, habilidad, creatividad), resultado del diálogo plástico entre el hombre y la naturaleza, cobrando parte importante en esta relación la religión y el concepto de deidad (dioses tutelares, los montañas o cerros, lagos, lagunas y manantiales), que se expresa en el dialogo y la reciprocidad. Es así que los cerros y/o montañas son instancias importantes de las deidades telú- ricas, son los poderosos y celosos guardianes de los suelos, las aguas, la fl ora y la fauna. Los cerros tutelares o Apus consienten que la sociedad orga- nizada, que también se encuentra bajo su protec- ción, solicite para su uso parte de tales recursos, los cuales le son entregados a condición de que cumpla las normas de moral cósmica, que son específi cas para cada lugar, debido a la variabilidad de los ecosistemas de la reserva. Para el desarrollo de estas expresiones de inter- relación hombre-naturaleza, se realizan ceremo- niales —como parte de la concepción ideológica— que regulan las diferentes facetas de la actividad productiva en la reserva, siendo la más relevante el pastoreo, como parte integrante de las tácticas de adaptación, contribuyendo de manera efectiva a la extracción de energía y a mantener el equilibrio con la naturaleza. Su objetivo es la conservación, bienestar e incremento de los rebaños, así como el establecimiento de una relación armónica del hombre con la Pachamama. Asimismo, la ideología proporciona pautas para el cuidado y la adecuada atención de alpacas y llamas, llegando al extremo de considerarlas como seres humanos. Las acti- vidades de pastoreo se basan de hecho en este criterio. Resaltan algunas ceremonias de propiciación, con un elaborado y complicado ritual donde des- taca el llamado Tincuy, Tinkacho, Wilancho para la ganadería, que presenta como ofrenda una para- fernalia de elementos diversos donde cobra vigen- cia en primer plano la hoja de coca, Erithroxylum coca, que es empleada en forma de picchado (una forma de masticación), o como planta medicinal 184 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca para cura y alivio de muchas dolencias y enfer- medades, tanto de ellos mismos como para sus animales de crianza. Acompañan también a la ofrenda la “cunuja”, “incienso”, “unto” —o sebo de llama o alpaca— y aguardiente de caña o cual- quier tipo de bebida alcohólica. Son importantes también los ceremoniales: “pagos”, “despachos” o “iranta” ofrecidos a la tierra, bofedales y a la casa. En tanto que la Quwana (sahumerio de fl ores de tola) es empleada en los tres casos. Por otra parte, se considera que como pro- ducto del diálogo con sus deidades, los poblado- res locales desarrollan talentos para el pronóstico del tiempo; en una actitud de observador de los fenómenos atmosféricos, intuyen con relativa precisión el buen o mal tiempo que les espera para sus labores pastoriles. Calculan, basándose en las manifestaciones de la naturaleza, recu- rriendo a la observación e interpretación de los fenómenos naturales, el comportamiento de animales, plantas silvestres o el estado en que se encuentran los astros, en ciertas épocas y momentos, como evidencias que le ayudan y le auxilian en forma independiente de los ritos mágicos propiciatorios. Esta forma de pronóstico hoy sienta las bases de una herencia cultural, que es transmitida de generación en generación en forma oral y práctica. Creemos importante referir algunas experien- cias de este saber popular: si los ríos se cubren del Laq’o —un alga del género Cladophora—, en forma abundante y espesa, consideran que es pronóstico de buen año; si es ralo o hay ausencia completa del mismo, lo interpretan como signo de mal año. El sancayo fl orece en primavera en tres etapas. Cuando la primera fl oración es abundante y vigorosa, y las heladas no la marchitan, lo con- sideran como buen pronóstico para el desarrollo de sus pastos; caso contrario, estiman como pro- nóstico inconveniente cuando interpretan de igual forma la segunda y tercera fl oración. Conocen e interpretan plantas como indicadoras de ciertas características de los suelos, tales como la mala o buena calidad de los mismos. Así, se tiene que el chuapasto es una planta indicadora de terrenos protegidos y fértiles; la presencia de chijmu deter- mina el nivel de compactibilidad de los suelos; el llapa pasto y el pilli-pilli son indicadoras de terrenos pobres; la grama de la puna en colonias compac- tas, es considerada como anuncio de suelos férti- les; el sillu-sillu es indicador de terrenos pobres. DISCUSIÓN El estudio de las tecnologías y conocimientos tradi- cionales locales, se constituye en un valioso aporte para el desarrollo de las áreas naturales protegidas, fundamentalmente en lo que concierne categorías que involucran el manejo y uso de los recursos naturales. Hoy en día, está ganando rápida acep- tación la idea de que los conocimientos locales de fl ora, fauna y ecología tienen gran interés para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de sistemas económicos alternativos en las ANP. En los propios términos del —legalmente vincu- lante— Convenio sobre la Diversidad Biológica (que exhorta a un mayor uso y aplicación del saber comunitario): los conocimientos, inventos y prácticas de las comunidades indígenas o loca- les, encarnación de modos de vida tradicionales, revisten una importancia fundamental para una efi caz, conservación in situ. CONCLUSIONES 1. Varios milenios de adaptación permitieron a los pobladores locales adquirir un refi nado conocimiento de los diversos ecosistemas. Bajo esta forma de visión de la vida, todos los actos cotidianos, religiosos, productivos, económicos, así como las expresiones artís- ticas, están llenos de manifestaciones en las que se exalta al conjunto de relaciones que se dan entre el hombre y el medio ambiente. Estos elementos culturales son de hecho parte inherente de la religión y las creencias. El Sol, la Pachamama, y los dioses que habitan en las montañas y cerros, son tratados con la reve- rencia y el cuidado que ameritan las relaciones entre el hombre y lo sobrenatural. 2. Los diversos grupos humanos de la RNSAB desarrollan variadas formas de uso de la tierra, agua, fl ora y fauna, en las que las necesida- des de domesticación, explotación y usos son realizados con una aproximación de respeto y balance, que reconoce lo que la naturaleza ofrece y, como contraparte, este hombre desa- Etnobotánica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 185 rrolla e internaliza la necesidad de conservar o enriquecer esta oferta de su medio natural. 3. La “tola” es uno de los recursos más impor- tantes de la Reserva y es el que mayor pre- sión antrópica viene sufriendo; de ahí que las especies clásicas que la conforman (especies del género Parastrephya y Baccharis) cada vez escasean más. En consecuencia, otras espe- cies arbustivas complementan los fardos de tola que se comercializan como combustible, poniendo en grave riesgo el ecosistema de la puna seca. 4. El ecosistema del “O’qonal” o bofedal es quizá el más importante en la reserva, pues responde a una estrategia creada con el fi n de solucionar la escasez de pastos, así como para disponer de mejores pastizales para las alpacas, donde por añadidura se las puede mantener de manera permanente. De ese modo se evita trasladarlas, reduciendo al mínimo los movimientos espa- ciales, con el conveniente ahorro de la ener- gía invertida en la producción. Su sistema de manejo tradicional, asociado con los ecosiste- mas del tolar y el canllar, es probablemente el más adecuado. Pero debido al sobrepastoreo y a la extracción de especies silvestres de selección como material combustible y para la construc- ción, requieren de tecnologías sostenibles. 5. La concepción mágico religiosa respecto a su entorno es importante en sus relaciones de manejo de los recursos; de ahí que practiquen ceremoniales que compatibilizan con el tipo de cosmovisión que practican, considerando siempre el concepto holístico y la doctrina de la reciprocidad con sus deidades. 6. Los patrones de cultura foránea, específi ca- mente la religión, vienen generando impactos sociales que afectan en cierto grado a la estruc- tura social de las comunidades campesinas que habitan en la Reserva. Así, por ejemplo, las familias conversas a las religiones occidentales no realizan ceremoniales mágico religiosos que involucran la idea de lo holístico y el concepto de reciprocidad y respeto con los recursos naturales. 7. Se ha encontrado una riquísima interpretación fi lológica para la clasifi cación de las plantas, que aplica un sistema de criterios para describir las características morfológicas; así se tienen por sexo, comparación, hábitat, sonido, clima, etc. 8. La cosmovisión de los pobladores de la RNSAB manifi esta que la naturaleza acepta profundas transformaciones del paisaje, siempre y cuando en cumplimiento del principio de reciprocidad, ella también se benefi cie con el incremento de la vida y de la biomasa en tal ambiente. 9. Se ha encontrado modalidades originales para resolver problemas de relación hombre-natura- leza, con la convicción de que el papel actual de los pobladores de la reserva está circuns- crito a llevar a cabo un manejo racional de sus recursos, pero que la coyuntura de crisis social y política los obliga a asumir comportamientos que atentan contra el entorno natural de esta área protegida. 186 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Beltrán P. B., L. 1975. La agropecuaria en la provincia de Chumbivilcas. Cusco. Tesis de Ingeniero Agró- nomo. Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco. Cusco Bernex, N., I. Murillo. 1999. Herencias, realidades y vivencias: fuentes de una rica percepción ambien- tal, elemento de un desarrollo humano sostenible en el Colca. Proyecto Ambiente y Sociedad en los Andes: Políticas y Estrategias. Pontifi cia Universidad Católica del Perú. Lima. Brako, L. y J. Zarucchi. 1993. Catalogue of the fl owe- ring plants and Gymnosperms of Peru. Missouri Botanical Garden, vol. 45. El Peruano, 2000. Ley Nº 27300. Aprovechamiento sos- tenible de las plantas medicinales. Normas Legales del Congreso de la Republica. Lima. Mayo, M. 2006. Modelo de gestión participativa en las áreas naturales protegidas. Pp. 23-55. Comités de Gestión: Construyendo Gobernanza para las Áreas Naturales Protegidas del Perú. Sociedad Peruana de Derecho Ambiental. Lima. Jiménez, P., H. Zeballos, C. Talavera, L. Villegas, E. Lina- res, A. Ortega. 2000. Diagnóstico de los recursos fauna y fl ora de la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca. Informe para el Proyecto ARAUCARIA Valle del Colca, Agencia Española de Cooperación Inter- nacional AECI. Arequipa. Urrunaga, R. 2000. Conocimientos tradicionales de manejo y uso de los recursos naturales en la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca. Tra- bajo de consultoría: Proyecto ARAUCARIA Valle del Colca, Agencia Española de Cooperación Interna- cional AECI. Arequipa BIBLIOGRAFÍA GERMINACIÓN DE SEMILLAS DE TOLA (Parastrephia lepidophylla) (MEYEN) CABRERA, CON TRATAMIENTOS DE FERTILIZACIÓN Y REMOCIÓN DE SUSTRATO Fernando G. Quiroz Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. ferquirozjimenez@hotmail.com RESUMEN En la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, ubicada en la puna seca de los Andes meri- dionales, destacan los tolares por su extensión e importancia biológica y social. No obstante, su uso indiscriminado ha traído como consecuencia la degradación y pérdida de amplias zonas, que resultan desprovistas de cobertura vegetal. Con la fi nalidad de revertir estos procesos, planteamos la necesidad de recuperar estas áreas, y para ello venimos desarrollando experimentos con el fi n de establecer el método óptimo de propagación vegetal con tolares. Para esto, analizamos la infl uencia de dos factores sobre la germinación de las semillas: remoción de sustrato (0,10 a 30 cm) y fertili- zación (estiércol de camélido, NPK, humus, guano de isla) en una parcela experimental situada en loma Colorada, de la comunidad campesina de Tambo Cañahuas. La germinación se registró a los 15 días; el tratamiento resultado de los factores de 0 cm. de remoción de suelo y humus de lombriz obtuvo un porcentaje promedio de 11,6%. Solo existe diferencia signifi cativa en el uso del factor de remoción de sustrato, siendo el factor de fertilización no signifi cativo. Palabras clave: fl ora andina, propagación vegetal, puna, Andes, sur del Perú. ABSTRACT In the Salinas y Aguada Blanca National Reserve (RNSAB), located in the dry “puna” and the southern Andes, the “tolares” stand out for their extension and biological and social importance. Nevertheless, its indiscriminate use has brought as a consequence degradation and loss of wide zones which then appear to be lacking of plant coverage. To reverse these processes, we had come experiencing, with different methodologies for sowing of this species in fi eld. This study analyzes the infl uence of two factors in the germination of seeds: removal of substratum (0 cm, 10 cm y 30 cm) and fertilization (camelids excrement, NPK, humus, “guano de isla” (bird excrement). The sowing was realized in the zone of red hill belonging to the Comunidad Campesina de Tambo Cañahuas. The germination had been recorded 15 days after, the resultant treatment of the factors of 0 cm. of soil removal and humus of worm. Obtaining an average percentage of 11,6 percent of agreement to the analysis of variance, it is observed signifi cant difference in the use of the factor removal substratum. Key words: Andean fl ora, vegetal culture, puna, Andes, southern Peru. INTRODUCCIÓN Los tolares son considerados praderas nativas, compuestas principalmente por plantas llamadas comúnmente “tola”. Debido a su distribución alti- tudinal y a la temperatura en la que vive, el tolar mesotérmico (Weberbauer 1945) constituye una de las formaciones vegetales más importantes del altiplano peruano–boliviano, no solo por su valor económico en tanto recurso energético sino por su utilización como forraje para las ganaderías asen- tadas a lo largo de la región andina del sur del 188 La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Perú. Parastrephia lepidophylla es la especie pre- dominante en los tolares (Talavera et al. 1996). La importancia de esta formación vegetal radica en que estos ecosistemas cumplen muchos procesos funcionales de los que depende la propia existen- cia humana, relacionados con la disminución de la erosión del suelo y el mantenimiento del ciclo hidrológico que permite que las ciudades ubicadas en la parte baja de la cuenca tengan la posibili- dad de acceder al recurso hídrico necesario para el mantenimiento de la ciudad (Manrique 1997). Se extrae alrededor de 18 toneladas anuales de P. lepidophylla, de las cuales el 70% es derivado a los hornos de las panaderías y el 30% restante es utilizado como combustible (Manrique 1997). Esta es la razón por la cual se está tratando de revertir el proceso de degradación, realizando investiga- ciones con el fi n de establecer técnicas adecuadas para la propagación de esta especie en campo directo con el uso de semillas, por lo que en el presente trabajo se plantea evaluar el porcentaje de germinación de la especie. En el presente, el objetivo es realizar pruebas en campo con semillas de las especies conocidas como tola, tomando en consideración dos factores: la remoción de suelo y la fertilización, para luego evaluar el porcentaje de germinación a los 15 días de la siembra. METODOLOGÍA Las parcelas se encuentran ubicadas en la locali- dad de Pampa Cañahuas, en la zona denominada loma Colorada, dentro de un cerco que tiene las siguientes coordenadas: UTM 19k 0239782 y 8219394. Para el diseño experimental y la plani- fi cación, usamos un diseño de bloques al azar con arreglo factorial de 3 x 5 (tabla 1). Instalamos las parcelas dentro de un cerco semillero para evitar la intervención del ganado. Al interior se instala- ron parcelas de 1m2, en las cuales se aplicaron los diferentes tratamientos (tabla 1). Para la remoción de suelo se utilizó un pico y una lampa, teniendo cuidado de remover solamente la altura corres- pondiente al tratamiento, entre los 0,10 y 30 cm de profundidad. Se utilizó 43 g de semilla por parcela, lo que corresponde a aproximadamente 1614 semillas (36 semillas por g), las cuales fueron dispersadas en la parcela y con la ayuda de un rastrillo fueron enterradas superfi cialmente para TABLA 1. Tratamientos utilizados en los experimentos de germinación de tolares en parcelas de campo. (Cada tratamiento cuenta con 4 réplicas) Tr at am ie nt o Re m oc ió n su el o (c m ) Estiércol alpaca (200 g) NPK 20:20:20 (25 g) Humus lombriz (100 g) Guano de isla (100 g) T1: 0 X T2: 0 X T3: 0 X T4: 0 X T5: 0 T6: 10 X T7: 10 X T8: 10 X T9: 10 X T10: 10 T11: 30 X T12: 30 X T13: 30 X T14: 30 X T15: 30 TABLA 2. Porcentaje de semillas de tola germinadas por tratamiento a los 15 días de iniciado el experimento. (T = tratamiento, r = réplica) T r1 r2 r3 r4 media T 1 16.2 3.7 0.3 7.4 6.9 T 2 20.9 1 0.4 1.1 5.8 T 3 19.5 15.5 3.8 7.8 11.6 T 4 8.6 13.8 13.9 4.3 10.1 T 5 3.5 23.2 11 8.5 11.5 T 6 0.2 3.9 1.6 0.8 1.6 T 7 0 1.1 13 3.5 4.4 T 8 0.5 1.1 10 0.1 2.9 T 9 1.1 2.8 20 0.9 6.2 T 10 2.6 1.8 0.2 0.2 1 T 11 0 1.7 0.5 5.1 1.8 T 12 1.2 2.7 0.3 0.5 1.2 T 13 0.8 2 0.1 2.8 1.4 T 14 0.2 1.2 1.3 0.1 2.8 T 15 0 0.8 2.4 0.6 0.9 Salinas and aguada blanca national reserve 189 facilitar su proceso de germinación. Las evalua- ciones que miden el porcentaje de germinación se realizaron cada 15 días. RESULTADOS Describimos a continuación los resultados obteni- dos a los 15 días de iniciado el experimento. En la tabla 1 se observa que el tratamiento con mayor porcentaje de germinación fue el T3, que es resul- tado de los factores de 0 cm de remoción de suelo y humus de lombriz; le sigue el T5, resultado de la combinación de los factores de 0 cm de remoción de suelo y sin ningún fertilizante; los porcentajes promedio obtenidos son 11,6% y 11,5% respecti- vamente (fi gura 1). De acuerdo con el análisis de varianza, se observa que solamente existe diferencia signifi cativa en el uso del factor de remoción de sustrato (P < 0,05, fi gura 2) y que el factor de ferti- lización no es signifi cativo (fi gura 3). La interacción de ambos factores resultó no ser signifi cativa para la germinación de semillas de tola (tabla 3). Según la prueba de especifi cidad de Duncan aplicada entre los diversos tratamientos, el trata- miento de 0 cm. de remoción de suelo y humus de lombriz (T 3) es el que presenta una media superior a los demás; este tratamiento es homo- géneo a los tratamientos T5, T4 y T7, los cuales son diferentes a los demás (tabla 3). DISCUSIÓN Las diferentes técnicas de reforestación utilizadas para la propagación de esta especie, siendo una de ellas la utilización de plantones de tola produci- dos en vivero, nunca han sido demasiado efectivas, obteniendo poco éxito en su trasplante a campo defi nitivo. Por esta razón se probó una nueva téc- nica de siembra de semillas en campo defi nitivo. El hecho de remover el suelo puede causar una mejor areación, que hace posible un buen intercambio de gases entre el medio de germi- nación y el embrión, lo que resulta básico para una rápida y uniforme germinación. El oxígeno es esencial para el proceso de respiración de las semillas en germinación (Hartmann y Kester, 1987). Hartmann y Kester (1987) sostienen que una vez que la semilla germina y emerge la radí- cula, la provisión de agua de la plántula depende FIGURA 1 Porcentaje de germinación de semillas de tola a los 15 días de iniciado el experimento. FIGURA 2 Porcentaje de germinación de semillas de tola (Parastrephia lepydophylla), en los tratamientos resultantes de la combinación de los factores de remoción de suelo y de fertilización. FIGURA 3 Porcentaje de germinación de semillas de tola (Parastrephia lepydophylla) en cinco factores de fertilización (1: estiércol, 2: NPK, 3, humus de lombriz, 4: guano de isla, 5, sin fertilizante). No existe diferencia en el factor de fertilización. de la capacidad del sistema radical para crecer en el medio de germinación y de la capacidad de las nuevas raíces para absorber agua. Puma (2003) obtiene como porcentaje de germinación 190 La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de semillas de tola en camas almacigueras 35,1%; este porcentaje se da en condiciones de vivero con temperaturas que durante el período de investi- gación fl uctúan de la siguiente manera: mínima media 0,7°C ; máxima media 29°C, las cuales fueron registradas por un termómetro de máxi- mas y mínimas dentro del vivero, siendo mucho mayor al porcentaje de germinación obtenido en campo (11,6%), lo que posiblemente se deba a TABLA 4. Prueba de especifi cidad de Duncan sobre los tratamientos aplicados a semillas de tola a los 15 días de iniciado el experimento, a tres profundidades de remoción de suelo y adición de fertilizantes Tratamiento Media Interac T 14 30 cm y guano isla -0.008668 X T 10 10 cm y sin ningún fertilizante -0.004188 X T 13 30 cm y humus lombriz -0.002007 X T 12 30 cm y una solución NPK (20:20:20) -0.001803 X T 8 10 cm y humus lombriz -0.001494 X T 6 10 cm y estiércol -0.000004 X X T 15 30 cm y sin ningún fertilizante 0.0004716 X X T 11 30 cm y estiércol 0.0048890 X X T 2 0 cm y una solución NPK (20:20:20) 0.0055469 X X T 9 10 cm y guano isla 0.0100383 X X T 1 0 cm y estiércol 0.0122271 X X T 7 10 cm y una solución NPK (20:20:20) 0.0130434 X T 4 0 cm y guano isla 0.0221673 X T 5 0 cm y sin ningún fertilizante 0.0223372 X T 3 0 cm y humus lombriz 0.02275 X TABLA 3. Análisis de varianza del porcentaje de semillas germinadas por tratamiento, a los 15 días de iniciado el experimento Factores SC gl CM F.R p Fertilización 0.00003 4 0.000009 0.06 0.9940 Remoción 0.00348 2 0.001741 10.3 0.0002 Interacción 0.00205 8 0.000257 1.52 0.1788 Residual Total 0.0071 42 0.001690 factores ambientales y a factores intrínsecos de la semilla misma. Ramos (1996) concluye que los diferentes tipos de sustrato empleados en la propagación de tola no infl uyen en los resultados del porcentaje de germinación de esta especie. Esto es similar a lo obtenido en el presente trabajo, donde el factor fertilización no es signifi cativo durante el desarrollo del proceso. Salinas and aguada blanca national reserve 191 AGRADECIMIENTOS A la jefatura de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), en especial a Eugenio Escobar y Víctor Taya, guardaparques de la RNSAB, y a José Luis Velásquez L. del Contrato de Administración de la RNSAB. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), ahora a cargo del Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente, el PROFO- NANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, que cuenta con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. BIBLIOGRAFIA Hartmann, T.; E. Kester. 1987. Propagación de plantas, principios y práctica. Edit. Continental. México. Lawskowki, R. 1939. Fisiología vegetal. Editorial Englewood. España. Linares, E. 1996. Estructura vegetacional de la transecta Yura - Chivay (2600 - 4800 msnm), Arequipa. Tesis para optar el título de biólogo. UNSA, Arequipa. Manrique, R. 1997. Degradación de los tolares (provincias de Arequipa y Caylloma 1996); evaluación y análisis de sensibilidad. Tesis para optar el título de Biólogo. Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Mariño, L.; F. Cáceres. 1998. 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Invertebrados 3 ESCORPIONES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA Y SU ZONA DE AMORTIGUAMIENTO (AREQUIPA Y MOQUEGUA, PERÚ) José Antonio Ochoa Division of Invertebrate Zoology, American Museum of Natural History Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. jaochoac2000@yahoo.com RESUMEN Se reporta la presencia de cuatro especies de escorpiones para la fauna de la Reserva Nacio- nal de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento, pertenecientes a la familia: Bothriuridae: Orobothriurus curvidigitus, Brachistosternus ehrenbergii, Brachistosternus ninapo y una especie innominada de Brachistosternus. Se describe para cada especie algunas características morfológicas, el hábitat y la distribución. Palabras clave: Artrópodos andinos, biodiversidad, escorpiones. ABSTRACT Four scorpion species from Salinas y Aguada Blanca National Reserve and buffer zone are listed and reported. All species belong to the family Bothiruridae: Orobothriurus curvidigitus, Brachistoster- nus ehrenbergii, Brachistosternus ninapo, and an undescribed species of Brachistosternus. Some morphological characters, habitat and distribution data of each species are provided. Key words: Andean arthropods, biodiversity, scorpions. INTRODUCCIÓN Los escorpiones son un grupo de artrópodos terrestres de linaje muy antiguo, con más de 400 millones de años de antigüedad. Los primeros escorpiones eran acuáticos y datan de épocas del Silúrico. Los escorpiones terrestres aparecieron en el Carbonífero. En la actualidad se conocen más de 1500 especies y pueden encontrarse en casi todas las partes del mundo, excepto en los polos y Groenlandia. Se caracterizan por tener un cuerpo dividido en dos partes: prosoma y opisto- soma; a su vez, este último se subdivide en dos porciones: mesosoma y metasoma. El mesosoma consta de 7 segmentos denominados tergitos y el metasoma está constituido por 5 segmentos más delgados (segmentos caudales) y termina en un telson en cuyo extremo se encuentra una espina ligeramente curva, la cual se comunica mediante un conducto con la glándula venenosa. El prosoma lleva un par de ojos centrales y dos a tres pares de ojos laterales; además, presenta seis pares de apéndices: un par de quelíceros cortos y robustos, un par de pedipalpos, largos y desarrollados, y 4 pares de patas. Los escorpiones son organismos depredadores. Se alimentan principalmente de insectos y otros artrópodos tales como arañas, crustáceos y qui- lópodos; también pueden alimentarse de peque- ños vertebrados tales como ranas y lagartijas. Asi- mismo, se han observado casos de canibalismo y depredación con otras especies de escorpiones. Todas las especies poseen veneno que utilizan para paralizar a sus presas; la toxicidad depende 196 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de una mezcla de pequeñas proteínas sintetiza- das en una glándula del veneno ubicada en el telson; su acción produce parálisis en sus presas; sin embargo, son pocas las especies en el mundo que ocasionan accidentes graves en humanos. Los escorpiones son nocturnos. Durante el día se ocultan bajo piedras, troncos, grietas o en gale- rías. La mayoría de las especies tienen una actividad estacional marcada y la mayor parte del tiempo se encuentran en sus refugios y solamente salen para alimentarse y reproducirse (Polis 1990). Es muy frecuente asociar a los escorpiones con las regiones áridas; sin embargo, están presen- tes en distintos tipos de ambientes. En el Perú se encuentran prácticamente en casi todos las regio- nes biogeográfi cas, desde el nivel del mar en el desierto costero, la serranía esteparia, los valles interandinos, la puna (llegando cerca de los 5000 m), hasta los bosques húmedos de la Amazonía en el oriente del país. La diversidad del Perú está con- formada por al menos 50 especies de escorpiones, representando a 6 familias de las 16 actualmente aceptadas (Fet et al. 2000). A pesar de que estos arácnidos son abundantes en regiones áridas y semiáridas, son escasos los tra- bajos que se han desarrollado al respecto en zonas desérticas del Perú. Para zonas áridas en el sur peruano, destaca el trabajo de Kraepelin (1911), en el que describe dos especies: Bothriurus curvidi- gitus para la zona de Yura en Arequipa y Bothriurus paessleri para Catarindo cerca de Mollendo (estas especies están ubicadas actualmente en el género Orobothriurus). Posteriormente Escomel (1929) cita para la zona de la campiña de Arequipa a Brachistosternus ehrenbergii. Se puede mencionar también el trabajo realizado por Dávila (1982) para las Lomas de Matarani (Yuta). Muestreos realizados principalmente en los últimos años en diferentes localidades de la pro- vincia de Arequipa, incluyendo la Reserva Nacio- nal de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), nos han permitido capturar material de algunas especies de escorpiones y ampliar el rango de distribución de especies ya conocidas, así como obtener mues- tras de otras formas innominadas. En el presente trabajo se reporta la presencia de cuatro especies de escorpiones para la RNSAB y su zona de amor- tiguamiento, de las cuales una sería endémica para el área. METODOLOGÍA a. Métodos de captura. Se realizaron muestreos en diferentes localidades de la RNSAB y su zona de amortiguamiento mediante el uso de una lámpara de luz ultravioleta portátil de empleo nocturno, debido a que ésta permite detec- tar a los escorpiones por la fl uorescencia del tegumento (Stahnke 1972). También se com- plementaron con muestreos diurnos a nivel del suelo (búsqueda bajo piedras e inspección de agujeros). Los materiales fueron fi jados en etanol 70%, para su posterior estudio. b. Estudio taxonómico. Más de 50 ejempla- res de escorpiones fueron estudiados. Todo el material se encuentra depositado en los Museos de Historia Natural de la Universi- dad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (MHNC) y de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (MUSA). Adicionalmente al material colectado se estudiaron materiales de otros museos nacionales y del exterior, con el objeto de complementar los datos y para llevar a cabo el reconocimiento y la comparación con otras especies. Para la dife- renciación específi ca, se siguieron criterios de evaluación cualitativa, que comprenden el análisis de las siguientes características: dentición de los quelíceros, carenas en los segmentos caudales, forma y ornamentación de los pedipalpos, estudio de la tricobotrio- taxia (disposición y número de las tricobo- trias), hemiespermatóforo y los patrones de pigmentación del tegumento. RESULTADOS Los escorpiones de la RNSAB y su zona de amortiguamiento Debido a su ubicación geográfi ca en la puna seca, en el sur del Perú, la RNSAB tiene una fauna de escorpiones muy peculiar. Por una parte, presenta elementos propios de la puna seca, pero también es posible encontrar en su zona de amortigua- miento especies de escorpiones de la serranía esteparia y de zonas semiáridas. Hasta hace poco no existía ninguna especie de escorpión citada para la zona (Francke 1977); sin embargo, en los Escorpiones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento 197 últimos años la diversidad de escorpiones se ha incrementado con el hallazgo de algunas especies nuevas y registros nuevos (Ochoa 2005a, 2005b). A la fecha, el número de especies de escorpiones para la RNSAB y su zona de amortiguamiento es de tres entidades, pertenecientes todas a la familia Bothriuridae. Adicionalmente se incluye una cuarta especie, que presenta su rango de distribución muy cercano a la Reserva. Familia Bothriuridae 1. Brachistosternus ninapo Ochoa, 2005 2. Brachistosternus sp. 3. Brachistosternus ehrenbergii (Gervais 1841) 4. Orobothriurus curvidigitus (Kraepelin 1911) 1. Brachistosternus (Leptosternus) ninapo Ochoa 2005. Es una especie de tamaño mediano; los machos miden entre 30 a 40 mm y las hembras pueden llegar hasta los 39 mm. Presentan una coloración general amarillenta con manchas color café en todo el cuerpo y apéndices. Patrón de pigmento bien evidente sobre el caparax y los tergitos; los segmentos caudales presentan tres bandas longi- tudinales de pigmento ventral que confl uyen en la parte distal, especialmente en los segmentos III-V; dorsalmente con tres manchas (dos laterales y una dorsal-mediana). Los quelíceros, patas y pedipal- pos presentan también manchas de pigmento. El tegumento es fi namente granuloso en los machos, mientras que en las hembras es liso. Los pedipal- pos son relativamente más robustos que otras especies de la zona. Los machos se pueden dife- renciar fácilmente de las hembras por la presencia de una apófi sis espiniforme en la cara interna de la pinza del pedipalpo, y por dos glándulas caudales ubicadas en la cara dorsal del segmento caudal V. Los dientes pectíneos en los machos son 24–29, y en las hembras 17–22. Esta especie fue descrita para la localidad del Simbral en las laderas del Pichupichu, en una zona de pajonal a 4050 m de altitud; se encuentra también en el bosque de Polylepis del Pichupichu y en áreas aledañas hasta Espíritu Santo; la distribución de esta especie llega hasta el departamento de Tacna, en ambientes simila- res situados en las laderas del volcán Yucamane (provincia de Candarave). El rango de altitud comprende desde los 3400 a 4230 m y corres- pondería a la parte alta de la serranía esteparia y a los inicios de la puna. Es una especie bastante común; vive debajo de piedras y en pequeñas galerías de hasta 10 cm de longitud. La época de mayor actividad de superfi cie se da entre octubre y marzo, con mayor abundancia de machos en octubre y noviembre (probable época de repro- ducción). 2. Brachistosternus (Leptosternus) sp. Corresponde a una especie no descrita, encon- trada dentro de la RNSAB. Es una especie de tamaño pequeño; las hembras son ligeramente más grandes que los machos y pueden llegar hasta 30 mm de longitud. Es una especie bastante parecida a B. ninapo en cuanto a su morfología, pero se diferencia de ella por tener los pedipalpos menos robustos, menor número de setas laterales y ventrales en el segmento caudal V, diferencias en el patrón de pigmentación de los tergitos y segmentos caudales, y principalmente por ciertos detalles en la estructura del hemispermatóforo. Tiene una coloración amarillenta con manchas color café sobre el cuerpo y patrón de pigmento notorio sobre los tergitos; sin embargo, las bandas longitudinales ventrales en los segmentos caudales no son muy evidentes. Fue encontrada en varias localidades dentro de la RNSAB (Pampa Cañahuas, Sumbay, laderas del Chachani y cerca de la represa El Frayle); asi- mismo, se ha encontrado en la zona de amortigua- miento, cerca del bosque de Polylepis de El Rayo, correspondiendo su distribución a la ecorregión de puna, entre los 3753 y 4180 m. Es el único escorpión conocido hasta el momento que se halla dentro de la Reserva misma. Comentario. Esta especie, así como la B. ninapo, pertenece a un grupo de escorpiones altoandi- nos del subgénero Brachistosternus (Leptosternus) Maury 1973, que forman un grupo muy caracte- rístico y homogéneo con distribución desde el sur del Perú, oeste de Bolivia, norte de Chile hasta el centrooeste de Argentina, siguiendo las cadenas montañosas por encima de los 2500 m (Ojangu- ren-Affi lastro 2003, Ochoa y Acosta 2002). Pre- cisamente el límite norte de la geonemia de este grupo se encuentra en la RNSAB. 198 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 3. Brachistosternus (Brachistosternus) ehrenbergii (Gervais 1841). Es el escorpión más característico del desierto cos- tero y la serranía esteparia del Perú. Es una espe- cie de gran tamaño que en algunos casos puede sobrepasar los 90 mm; sin embargo, la mayoría de los adultos fl uctúan entre los 70 y 80 mm. Se caracteriza por presentar una coloración general amarillenta, salvo la parte dorsal del prosoma que es castaña rojiza. El patrón de pigmentación se encuentra solamente en los tergitos de manera evidente, y en ciertos ejemplares existen algunas manchas en las patas y pedipalpos; los segmentos caudales y telson no presentan pigmento alguno. A nivel morfológico, tiene varias diferencias en la disposición de las tricobotrias del pedipalpo y en la estructura del hemiespermatóforo que la separan de las demás especies del grupo, dentro del subgénero Brachistosternus (Brachistosternus). Otro detalle particular de esta especie es la pre- sencia de unos pequeños gránulos en la parte medial de los pretergitos, que cumplen funcio- nes estridulatorias (Ochoa y Ojanguren-Affi lastro 2007), siendo la única especie del género en la cual se ha reportado dicha característica. Número de dientes pectíneos: machos 37–46, hembras 30-38. Esta especie de escorpión presenta una amplia distribución en el Perú, desde el departamento de Lima hasta el norte de Chile (Ochoa y Ojanguren- Affi lastro 2007), desde el nivel del mar hasta los 2550 m. Se ha registrado también en lugares peri- féricos a la ciudad de Arequipa y el punto más cercano a la RNSAB lo constituye la entrada a Char- cani Quinto y radio Azul en el río Chili. Incluimos esta especie en la lista de la RNSAB, debido a que es muy probable que su rango de distribución lle- gue a los bordes de la zona de amortiguamiento de la misma. Vive en lugares con suelos arenosos y puede ser encontrado fácilmente debajo de piedras o en galerías de hasta 25 cm de profundidad. 4. Orobothriurus curvidigitus (Kraepelin 1911). Es una especie de tamaño pequeño a mediano; los machos varían entre 29 - 37 mm y las hem- bras pueden llegar a medir 40 mm de longitud. Son escorpiones de hábito grácil y delicado, con los pedipalpos alargados, en comparación con las especies del género Brachistosternus que tienen una apariencia más robusta. La coloración general es castaña amarillenta, con manchas oscuras color café; el patrón de pig- mentación es evidente en el caparax, los tergitos y segmentos caudales. Los tergitos presentan dos manchas laterales bien notorias, de tal forma que delimitan una banda longitudinal clara de posición mediana. Segmentos caudales I-IV con pigmento en la cara dorsal en forma de escudo triangular (en el segmento I está dividido por una fi na línea mediana y en el IV la mancha es alargada), caras laterales con una banda de pigmento que solamente confl uye con el pigmento ventrolateral en el segmento IV; cara ventral con tres bandas delgadas de pigmento que no confl uyen. Segmento caudal V: cara dorsal con pigmentación difusa en el 1/3 distal, cara lateral con una banda que confl uye distalmente con el pigmento ventro-lateral, cara ventral con 3 bandas que no confl uyen, la línea mediana se ensancha ligeramente en el tercio distal. Un detalle particular a nivel morfológico es la presencia en los machos de una fuerte curvatura en el dedo móvil de la pinza del pedipalpo; este carácter lo diferencia de las demás especies del género Orobothriurus. Número de dientes pectí- neos, machos 21-24, hembras 16-21. La distribución de esta especie comprende las vertientes occidentales del departamento de Are- quipa desde 2300 a 3600 m, en lo que correspon- dería a la serranía esteparia. Ha sido encontrada en la zona de amortiguamiento de la RNSAB, cerca de los poblados de Espíritu Santo y Mirafl ores en el distrito de Chiguata; también está presente en el cañón del Colca. En el límite superior de su distribución, la humedad es mayor y la vegeta- ción es más abundante (probablemente por su cercanía a la puna); por el contrario, en las partes bajas (2300-2600 m) la vegetación disminuye y el clima es más seco, por lo que en estas alturas se ha encontrado solamente en lugares cercanos a los llamados “montes ribereños” (formación típica de las vertientes occidentales, generalmente constituida por herbáceas, arbustos y árboles que se encuentran en las riberas fl uviales de los ríos que van hacia el Pacífi co). O. curvidigitus es uno de los escorpiones de hallazgo más frecuente en las vertientes occidentales del departamento de Arequipa, y se encuentra presente en lugares Escorpiones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento 199 con cierta humedad y con vegetación arbustiva. La mayoría de los ejemplares fueron capturados debajo de piedras. DISCUSIÓN De las cuatro especies de escorpiones registra- das para la zona, solamente una (Brachistosternus ehrenbergii) presenta una distribución amplia a lo largo de la vertiente occidental y las tres especies restantes al parecer presentan una distribución restringida, lo cual podría evidenciar una impor- tante zona de endemismo en las vertientes occi- dentales del sur del Perú, que incluiría a la RNSAB. B. ehrenbergii, O. curvidigitus y B. ninapo tendrían distribución en la serranía esteparia; las dos últi- mas con contactos con la puna seca, mientras que Brachistosternus sp. parecería ser exclusiva de las partes altas por encima de los 3800 m. Por la ubicación geográfi ca del área de estu- dio en la puna seca, los elementos faunísticos de escorpiones están ligados con un patrón andino de distribución. El género Orobothriurus presenta una distribu- ción que atraviesa los Andes, desde el norte del Perú hasta el noroeste de Argentina; Orobothriurus curvidigitus presenta una distribución alopátrida en relación con las otras especies del género. Las especies más cercanas fi logenéticamente (Ochoa 2004), son Orobothriurus paessleri (Kraepelin 1911) y Orobothriurus atiquipa (Ochoa y Acosta 2002), que tienen su distribución en las lomas de Mejía y Atiquipa respectivamente; sin duda ello es prueba de antiguas conexiones entre las formaciones de Lomas y las partes altas de los Andes (hoy en día separadas por el desierto costero). El género Brachistosternus presenta también una distribución en gran parte andina-patagónica. Fundamentalmente en regiones áridas y semiári- das, el subgénero Brachistosternus (Brachistoster- nus) ocupa la vertiente occidental desde Ecuador hasta el norte de Chile, mientras que la geonemia del subgénero Brachistosternus (Leptosternus) (en el caso de las especies andinas) presenta una distribu- ción que atraviesa el centro oeste de la Argentina, el altiplano de Bolivia, el norte de Chile (Ojangu- ren-Affi lastro 2003) y llega al sur del Perú en las partes altas de los departamentos de Puno, Tacna y Arequipa. Estos dos grupos son reemplazados al otro lado de la Cordillera, en los departamentos de Apurímac, Cusco y Ayacucho, por el subgénero Brachistosternus (Ministernus) (Maury 1978, Ochoa 2005b). Sin duda se hace necesario realizar más estu- dios para poder obtener un panorama biogeográ- fi co más detallado, pero espero que estos alcan- ces generales presentados aquí puedan ayudar a entender de mejor manera la diversidad de este grupo de artrópodos dentro de la RNSAB y sus zonas aledañas. AGRADECIMIENTOS Agradezco a Horacio Zeballos, Roberto Gutiérrez, Henry Alayo, José L. Velásquez, Gon- zalo Quiroz y Elías Ponce, quienes me ayudaron en tareas de colecta. Del mismo modo agradezco a Evaristo López por facilitarme el acceso al material del MUSA. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), ahora a cargo del Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) del Minis- terio del Ambiente, el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, implementado por desco, con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. 200 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Dávila, J. 1982. Escorpiones de las lomas de Matarani - Islay. En: Salinas, P. (Ed.), Actas 8vo Congreso Latinoamericano de Zoología. Mérida, Venezuela. Pp. 547-551. Escomel, E. 1929. Fauna de Arequipa. Obras Científi - cas. Lima. Francke, O. F. 1977. Escorpiones y escorpionismo en el Perú VI: Lista de especies y claves para identifi car las familias y los géneros. Revista Peruana de Ento- mología, 20: 73-76. Fet, V., W. D. Sissom, G. Lowe y M. E. Braunwalder. 2000. 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Escorpiones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento 201 Orobothriurus curvidigitus: macho Brachistosternus ehrenbergii: macho Brachistosternus ehrenbergii: hembra Brachistosternus sp: macho Pinza de macho y hembra: Bothriuridae Seg. Caudal V machos: Brachistosternus Brachistosternus sp: hembra Brachistosternus ninapo: hembra Brachistosternus ninapo: macho CARGA PARASITARIA EN VICUÑAS (Vicugna vicugna) POR EDAD Y SEXO, DENTRO Y FUERA DE MÓDULOS DE MANEJO EN SEMICAUTIVERIO. AREQUIPA, PERÚ Fabrizio Cartagena,1 Jaime Fernán-Zegarra,2 Rommel Hinojosa3 1. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. hfcartagena@yahoo.com 2. Universidad Católica de Santa María. 3. Municipalidad Distrital de Chachas, Castilla, Arequipa. RESUMEN Evaluamos la presencia de endo y ectoparásitos en 159 vicuñas en semicautiverio (cercos) y 115 en estado silvestre. Se determinó el sexo y grupo etario de las vicuñas. Las muestras fueron procesadas con el método de solución saturada de Willis-Molloy y la técnica de Mc Master y tamizado. Registramos una menor incidencia de endoparásitos en vicuñas en semicautiverio (25,8%) que en las silvestres (37,4%). Mientras que los ectoparásitos fueron más abundantes en vicuñas cautivas (14,5%) que en las vicuñas en silvestría (5,22%). El parásito interno encontrado con mayor frecuencia dentro y fuera de cerco fue Coccidia sp.; también reportamos Monieizia sp., Nematodirus sp., Trichuris sp., Ostertagia sp., Lamanema sp.; Trichostrongilus sp. El parásito externo más frecuente fue Amblyomma sp., también se identifi có Damalinia sp. y Microthoracius sp. No encontramos diferencia signifi cativa entre machos y hembras positivos a parasitosis externas e internas. En lo que se refi ere a parásitos externos en cercos, se encontró más parásitos en la categoría de “dos dientes” y fuera de cerco en animales “dientes de leche”. Palabras clave: Parasitismo, camélidos sudamericanos, manejo de vicuña. ABSTRACT We assessed internal and external parasitosis in 159 vicunas submitted to semi-captivity and 115 free animals. Sex and age group was determined in vicunas. Samples were analyzed with saturated solution of Willis-Molloy and Mc Master methods. Internal parasitosis was less in captive vicunas (25,8%) than in free vicunas (37,4%); however, external parasitosis has more incidences in cap- tive vicunas (14,5%) than in free vicunas (5,22%). Most frequent internal parasite in both groups was Coccidia sp. Other parasites were Monieizia sp., Nematodirus sp., Trichuris sp., Ostertagia sp., Lamanema sp., Trichostrongilus sp. In both groups the most frequent external parasite was Amblyomma sp. Other external parasites were Damalinia sp. y Microthoracius sp. No signifi cant difference was found between both sexes in external and internal parasitosis. In captivity two-toot vicunas external parasites were most signifi cant, however, baby-teeth vicunas external parasites was most signifi cant. Key words: Parasitism, South American Camelids, vicuna management INTRODUCCIÓN La importancia de las vicuñas (Vicugna vicugna mensalis) en nuestra historia está documentada desde tiempos inmemoriales y a través de la his- toria la especie ha sido protegida en varias opor- tunidades. Su fi bra es utilizada para la confección de artículos de lujo. Actualmente este bello animal viene recuperándose de la extinción (Hoffmann et al. 1983). A inicios de la década de los años 80 se 204 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca organizó el primer chaccu o captura en el departa- mento de Ayacucho. A partir de ese momento la vicuña fue recuperándose gracias a la protección y preocupación, tanto del Estado como de las comu- nidades altoandinas, que vieron una oportunidad económica en la explotación racional de la misma. En el departamento de Arequipa existen más de 7000 vicuñas (Zúñiga 2004, 2007) que se distribu- yen en seis provincias; una parte de estos animales se encuentra dentro de cercos permanentes de manejo en semicautiverio (Zúñiga 2004, 2007), lo cual les brinda una mayor protección contra cazadores furtivos y facilita su manejo. No obs- tante, la población de vicuñas que vive fuera de cercos (silvestría) también es aprovechada por las comunidades que se benefi cian de la producción de fi bra de estos camélidos. El Estado es el encar- gado de normar y controlar el manejo y explota- ción de las vicuñas, tanto dentro como fuera de cercos permanentes a nivel nacional; lo hace por medio de diferentes organismos públicos. Estas instituciones vieron la necesidad de conocer los problemas a los cuales se enfrentan las vicuñas en ese departamento. Uno de los principales pro- blemas detectados como de mayor importancia son las parasitosis, tanto externas como internas, de las cuales no existían datos o estudios propios de vicuñas en la región Arequipa. Es sabido que al desarrollar una parasitosis, los animales silvestres muestran bajos niveles de producción, para rever- tir lo cual es necesario conocer cuáles son los pro- blemas de esta índole, con el fi n de brindar mejor calidad de vida y obtener mejores rendimientos de estos bellos animales. MÉTODOS Área de estudio El estudio se realizó en varias localidades de la región Arequipa, ubicadas en la puna y en parte de la cor- dillera occidental. El hábitat natural de la vicuña en esta región abarca seis provincias: La Unión, Con- desuyos, Caravelí, Castilla, Caylloma y Arequipa. La mayor parte de los estudios se realizaron en la RNSAB y su zona de amortiguamiento. El clima es templado y frío en la mayor parte de su distribu- ción; es variado y está de acuerdo con la altitud: frío en las altas punas, con temperaturas positivas durante el día y negativas en las noches; templado en las altitudes medias con baja humedad atmos- férica (INRENA 2004). La temperatura máxima promedio en la región es de 20°C; la temperatura mínima es de -3°C, lo cual motiva la presencia de heladas, siendo un rango característico la fuerte oscilación diaria de la temperatura (INRENA 2007). Recogimos muestras y datos de 274 animales: 159 en cautiverio y 115 en silvestría. En el momento de la recolección, el universo de vicuñas en la región fue de 3394. Las vicuñas fueron manipuladas direc- tamente durante los chacos. Toma de datos y análisis Examen fecal Para el examen fecal (Leguía y Casas 1999) se han tomado en cuenta las siguientes consideraciones generales: las muestras fueron convenientemente identifi cadas. Si éstas van a demorar en llegar a su destino deben conservarse de inmediato en refrigeración, en un fi jador de alcohol polivinílico (fi jador PVA) o en formol al 10% (Lapage 1971). El formol preserva huevos, quistes y larvas para el examen, y el fi jador PVA preserva quistes (Leguía y Casas 1999). Todos los materiales contaminados fueron colocados en desinfectante y cubiertos con una solución de 50:50 de xilol y alcohol al 70%, que mata los protozoarios y huevos. Examen macroscópico de las heces A simple vista, el examen de las heces nos propor- ciona cierta orientación para el establecimiento de un diagnóstico parasitológico. La presencia de heces de consistencia fl uida, suelta o pastosa en los distintos animales permite suponer la existencia de una enfermedad parasitaria. El cambio de color que sufren las heces patológicas constituye igualmente un importante signo diagnóstico. Asimismo, en ellas se pueden advertir frecuentemente ciertos parásitos tales como larvas, segmentos de tenias, nematodos intestinales, etc. (Beltrán 1991). Diagnóstico de tenias En vivo se registra la presencia de proglótidos tales como pequeños segmentos blanquecinos en la superfi cie de las heces o mezclados con ellas, los cuales son luego identifi cados de acuerdo a sus características morfológicas (Georgi 1972). Carga parasitaria en vicuñas por edad y sexo, dentro y fuera de módulos de manejo en semicautiverio. Arequipa, Perú 205 Microscópicamente se hace la búsqueda de huevos característicos del examen de heces. Se usa el método de fl otación, debido a que los pro- glótidos se rompen generalmente en el intestino del hospedero (Soulsby 1988). Por necropsia para buscar la presencia de parásitos en forma de cintas hasta de 2 m de largo. Para el examen microscópico usamos el método de fl otación y de concentración superfi cial (Leguía y Casas 1999), que consiste en incrementar la densidad de huevos en la muestra a analizar, mezclando las heces con un líquido de densidad mayor que la de los huevos, que por su menor densidad fl otan en la parte superior de la columna de líquido donde se concentran. RESULTADOS Y DISCUSIÓN La parasitosis interna causada por Coccidia sp. en los animales muestreados dentro de cerco repre- senta el 43,90% de todos los animales que dieron positivo al análisis de parásitos internos. El 29,27% corresponde a Monieizia sp. y en el 7,55% del total de muestras, la parasitosis es causada por Nematodirus sp., Trichuris sp. y Ostertagia sp., que equivalen al 12,20% de muestras positivas y al 3,14% del total de muestras de dentro de cerco. El que en menor grado se presenta es Lamanema sp., representando un 9,76% de las muestras que dieron positivo y 2,52% del total de muestras. Dentro de cerco, el 14,5% están afectados por parásitos externos y, de éstos, el 97.5% corres- ponde a garrapatosis (Amblyomma sp.) y 15.4% a pediculosis (Microthoracius sp.). En los animales muestreados fuera de cerco, la Coccidia sp. está presente en un 46,51% de las muestras, representando el 17,40% de las muestras positivas. El 9,57% de animales dieron positivo a Fasciola hepática, equivaliendo al 25,58% del total de muestras positivas a parásitos internos; Moniezia sp. está presente en 8,70% de todas las muestras y en 23,26% de las muestras positivas. El 2,61% de los animales muestreados fuera de cerco están afectados por Trichostrongilus sp., representando el 6,98% de las muestras positivas. Nematodirus sp. está presente en el 1,74% de todas las mues- tras y equivale al 4,65% de los animales positivos; fi nalmente, el 0,87% de los animales muestreados está afectado por Trichuris spp., representando el 2,33% de las muestras positivas. Fuera de cerco, de 115 muestras 6 dieron resultado positivo al análisis parasitológico externo, representando el 5,2%, y de éstos un 50,0% sufre de garrapatosis (Amblyomma spp.) y el otro 50,0% de pediculosis (Damalinia spp.). Parasitosis por grupos de edad y sexo Reportamos que en los animales fuera de cerco hay una mayor prevalencia de parasitosis interna (Tabla 1), determinándose con la prueba de Chi- cuadrado que existe diferencia signifi cativa (X2 = 4,179; 0.05 = 3,841; g. l. = 1). Mientras que la prevalencia de parásitos externos es mayor dentro de cercos (Tabla 2), (X2 = 6,083; 5% = 3,841; g. l. = 1). TABLA 2. Parasitosis externa en vicuñas en la región Arequipa. Año 2003 Cautiverio Silvestría Total Positivo 23 6 29 Negativo 136 109 245 Total 159 115 274 TABLA 1. Parasitosis interna en vicuñas de la región Arequipa. Año 2003 Cautiverio Silvestría Total Positivo 41 43 84 Negativo 118 72 190 Total 159 115 274 De 159 animales muestreados dentro de cerco, 41 resultaron positivos (25,8%). De éstos, 14 corres- ponden al grupo etario dientes de leche, de los cua- les 4 resultaron positivos (28,6%); en la categoría de dos dientes, de 31 animales 6 fueron positivos (19,4%); de los 24 animales en la categoría de cua- tro dientes, 11 resultaron positivos (31,4%). De los 79 animales en la categoría de boca llena, 29 dieron resultado positivo (25,3%). En la composición poblacional total, el 8,8% de los animales muestreados pertenecen a la cate- goría dientes de leche, el 19,5% pertenece a la 206 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca de dos dientes, el 22,0% a la categoría 4 dientes y el 49,7% a la categoría boca llena. La prueba de Chi-cuadrado revela que no existe diferencia signifi cativa entre las diferentes categorías (X2 = 1,342 * N.S.; P > 0,05 = 7.81, g. l.= 3). Las vicuñas en cautiverio no presentan una diferencia signifi cativa en la prevalencia de parasi- tosis interna entre sexos (X2 = 0,58 * N.S.; P > 0,05). Los resultados muestran que de 78 machos, 18 fueron positivos (23,1%), mientras que de las 81 hembras muestreadas 23 fueron positivas (28,4%). Esto hace un total de 41 animales positivos, que representan al 25,8% del total de animales mues- treados (Tabla 4). La parasitosis externa por grupos de edad en nuestra muestra de 159 animales en cautiverio, presenta que un individuo de la categoría dientes de leche resultó positivo (7,1%); en los anima- les de dos dientes fueron 11 positivos (35,5%); las vicuñas de cuatro dientes con dos positivos (5,7%), mientras que los de boca llena represen- taron el 11,4%. Del total de animales muestrea- dos (159), 23 resultaron positivos, lo que equivale al 14,5%. Según la composición poblacional, se puede ver que el 8,8% de los animales muestrea- dos son dientes de leche, el 19,5% de animales de dos dientes, el 22,0% pertenece a la categoría 4 dientes y el 49,7% a la categoría boca llena. Al aplicar la Chi-cuadrado se determinó que sí existe diferencia signifi cativa entre las categorías (X2 = 14,34; P < 0,05 = 7,81; g. l. = 3), teniéndose la mayor frecuencia en los animales de la categoría de dos dientes. Esto demostraría que los animales de esta categoría son más susceptibles a la parasi- tosis externa. En la tabla 6, observamos que de los 78 machos muestreados, 12 fueron positivos (15,4% de los machos). De las 81 hembras, 11 fueron positivas (13,6% de las hembras). Del total de muestreados, 23 vicuñas fueron positivas a parasitosis externa (14,5%). La prueba de Chi-cuadrado no presenta diferencia signifi cativa (X2 = 0,099 * N.S.; P > 0,05 = 3,841; g. l. = 1) entre machos y hembras positivos del análisis de parásitos externos. Muestreamos 115 vicuñas en estado silvestre; de éstas 43 dieron positivo al análisis endoparasita- TABLA 3. Parasitosis interna de acuerdo a categoría dentro de cerco. Región Arequipa, año 2003 Categorías Positivo Negativo Total n % n % n % Diente leche 4 29 10 71 14 8.8 Dos dientes 6 19 25 81 31 20 Cuatro dientes 11 31 24 69 35 22 Boca llena 20 25 59 75 79 50 TOTAL 41 26 118 74 159 100 TABLA 4. Parasitosis interna de acuerdo a sexo en vicuñas dentro de cerco. Región Arequipa, año 2003 Parasitosis interna Macho Hembra Total n % n % n % Positivo 18 23 23 28 41 26 Negativo 60 77 58 72 118 74 TOTAL 78 100 81 100 159 100 TABLA 5. Parasitosis externa de acuerdo a categorías dentro de cerco. Región Arequipa, año 2003 Categorías Positivo Negativo Total n % n % n % Diente leche 1 7,1 13 93 14 8.8 Dos Dientes 11 36 20 65 31 20 Cuatro Dientes 2 5,7 33 94 35 22 Boca Llena 9 11 70 81 79 50 TOTAL 23 15 136 86 159 100 TABLA 6. Parasitosis externa de acuerdo a sexo dentro de cerco. Región Arequipa, año 2003 Parasitosis interna Macho Hembra Total n % n % n % Positivo 12 15 11 14 23 15 Negativo 66 85 70 86 136 86 TOTAL 78 100 81 100 159 100 Carga parasitaria en vicuñas por edad y sexo, dentro y fuera de módulos de manejo en semicautiverio. Arequipa, Perú 207 TABLA 7 Parasitosis interna de acuerdo a categoría fuera de cerco permanente. Región Arequipa, año 2003 Categoría Positivo Negativo Total n % n % n % Diente leche 2 17 10 83 12 10 Dos dientes 18 38 29 62 47 41 Cuatro dientes 7 47 8 53 15 13 Boca llena 16 39 25 61 41 36 TOTAL 43 37 72 63 115 100 rio (37,4%). En los grupos de edad, 16,7% de los animales dientes de leche fue positivo, el 38,3% de vicuñas de dos dientes también, el 46,7% de los animales de cuatro dientes resultaron positivos y 39,0% de las vicuñas de boca llena (Tabla 7). No existe diferencia signifi cativa entre categorías (X2 = 2,846 * N.S.; p > 0,05 = 7,81, g. l. = 3). La com- posición poblacional de los animales muestreados fuera de cerco fue de 10,4% animales dientes de leche, el 40,9% de animales de dos dientes, 13,0% de animales de 4 dientes y 35,7% de animales de boca llena (Tabla 7). Del total de vicuñas muestreadas, 72 fue- ron machos, de los cuales el 40,3% resultaron positivos (Tabla 8). De las 43 hembras, el 32,6% fue también positivo (Tabla 8). Tampoco encon- tramos diferencia signifi cativa en la prevalencia de endoparásitos entre los diferentes sexos de vicuñas en silvestría (X2 = 0,685 * N.S,; P > 0,05; =3,841; g. l. = 1). De los 115 animales en silvestría, 6 (6,5%) resul- taron positivos a ectoparásitos; de éstos, el 25,0% TABLA 8 Parasitosis interna de acuerdo a sexo fuera de cerco. Región Arequipa, año 2003. Parasitosis Interna Macho Hembra Total n % n % n % Positivo 29 40 14 33 43 37 Negativo 43 60 29 47 72 63 TOTAL 72 100 43 100 115 100 TABLA 9 Parasitosis externa por categoría fuera de cerco permanente. Edad Positivo Negativo Total n % n % n % Diente leche 3 25 9 75 12 10 Dos dientes 2 4,3 45 96 47 41 Cuatro dientes 0 0 15 100 15 13 Boca llena 1 2,4 40 98 41 36 TOTAL 6 5,2 109 95 115 100 TABLA 10 Parasitosis externa de acuerdo a sexo fuera de cerco, región Arequipa, año 2003. Parásitos Externos Macho Hembra Total n % n % n % Positivo 2 2,8 4 9,3 6 5,2 Negativo 70 97 39 91 109 95 TOTAL 72 100 43 100 115 100 de los animales diente de leche fueron positivos, el 4,3% de los animales dos dientes también die- ron positivo. Ninguna vicuña de cuatro dientes fue positiva, mientras que en la categoría boca llena el 2,4% resultó positivo (Tabla 9). La estructura pobla- cional de los muestreados está conformada por un 10,4% de animales dientes de leche, un 40,9% de animales de la categoría de dos dientes, un 13,0% de animales de 4 dientes, y un 35,7% de animales boca llena. La prueba de Chi-cuadrado determinó que sí existe diferencia signifi cativa, la cual está mar- cada por la categoría dientes de leche (X2 = 11,763; p < 0,05 = 7,81; g. l. = 3). En la tabla 10 se expresan los resultados del análisis parasitológico externo realizado a vicuñas fuera de cerco, considerando solo el sexo. De 115 animales muestreados, 72 fueron machos, 2 de los cuales dieron positivo representando el 2,8% de los machos; de 43 hembras muestreadas, 4 dieron positivo equivaliendo al 9,3% de las hembras. No encontramos diferencia signifi cativa entre machos y hembras al examen de parásitos externos (X2 = 2,318 * N.S.; P > 0,05 = 3,841; g. l. = 1). 208 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Abarca, R. N. 1989, Incidencia de nemátodes gas- trointestinales en Alpacas (Lama pacos), del dis- trito de Yanahuara Arequipa 1989. Tesis Médico Veterinario, Universidad Católica de Santa María. Arequipa. Beltrán, P. 1991. Evaluación parasitaria en vicuñas del centro de conservación de fauna silvestre, Umayo – Puno 1991. Tesis Médico Veterinario y Zootecnista Universidad Nacional del Altiplano, Puno. Calle, E. R. 1982. Producción y mejoramiento de la alpaca. Banco Agrario del Perú. Lima. Castilla, M. R. de. 1994. Camelicultura: alpacas y llamas del sur del Perú. Editorial Mercantil. García-Osorio. 2000. Crecimiento poblacional de vicuñas y guanacos (1994-2000), Tesis de grado Universidad Católica de Santa María. Arequipa. Georgi, J. 1972. Parasitologia animal. Editorial Inte- ramericana S.A., México. Guerrero, C. y L. Alva. 1986. Gastroenteritis nema- tódica y sarna en alpacas. IVITA. Bol. Divulg. Nº 21. Facultad de Medicina Veterinaria. Universi- dad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Hoffmann, R. K. y K. C. Otte. 1978. Utilización de la vicuña del Perú. Pub. Nº 44, folleto trilingüe. Sociedad Alemana de Cooperación Técnica GTZ. Eschborn, RFA. Hoffmann, R. K.; Otte, K. C.; Ponce del Prado y M. Ríos. 1983. El manejo de la vicuña silvestre. BIBLIOGRAFÍA Tomo I y II. Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ). Instituto Nacional de Recursos Naturales, 2001. Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. MINAG-INRENA. Arequipa. Instituto Nacional de Recursos Naturales. 2007. Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Arequipa. Lapage, G. 1971. Parasitologia veterinaria. Editorial C.E.C.S.A. México. Leguía, P. y E. Casas. 1999. Enfermedades parasita- rias de camélidos sudamericanos. Editorial del Mar. Lima. López, C., C. Sánchez R., F. Vilca S. y Z. Condemayta C. 1986. Evaluación parasitaria de las vicuñas de la comunidad de Picotani – Putina. Puno. Málaga J. y M. Yucra. 1990. Presencia de larvas infec- tadas en zonas de pastoreo de alpacas (Lama pacos) en el departamento de Puno 1990. Tesis Profesional Universidad Nacional del Altiplano. Puno. Soulsby, E. J. L. 1988. Parasitologia y enfermedades parasitarias en los animales domésticos, 7ª Ed., Nueva Editorial Interamericana, México D.F. Zúñiga, M. A. 2004. Camélidos silvestres en la región Arequipa, ¿dónde están y cuántos son? Andes Sostenible. Arequipa. Zúñiga, M. A. 2007. La vicuña y su manejo técnico, Universidad Alas Peruanas, Lima. Vertebrados 4 LOS PECES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA. AREQUIPA Y MOQUEGUA, PERÚ Julia H. Cam Hidalgo,1-2 Evaristo López Tejeda 2-3 1. Laboratorio de Aseguramiento de la Calidad, Laive S. A. jcam@laive.com.pe 2. Museo de Historia Natural – Biología (MUSA). Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. 4. Área Académica de Zoología, Departamento Académico de Biología, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. RESUMEN Presentamos el registro de las especies de peces que se encuentran en el ámbito de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Dicha área natural protegida está ubicada en los departa- mentos de Arequipa y Moquegua, en la región andina. Este estudio reporta la presencia de dos especies autóctonas y endémicas: Orestias cf. agassii , “chalhua”, y Trichomycterus cf. Rivulatus, “bagre”; así como una especie introducida: Oncorhynchus mykiss , “trucha arco iris”. Se presenta una diagnosis de las especies, así como algunos datos de importancia sobre las mismas. Palabras clave: Peces neotropicales, Andes, puna, biodiversidad, áreas protegidas. ABSTRACT We present a record of fi sh species that inhabit in the Salinas y Aguada Blanca National Reserve. This protected natural area is located in Arequipa and Moquegua departments in the Andean region. We report three fi sh species; two endemic and native species: Orestias cf. agassii “chalhua” and Trichomycterus cf. rivulatus “bagre”; and an introduced one, Oncorhynchus mykiss “trout”. This study summarizes a diagnosis of each species and presents some important data. Key words: Neotropical fi shes, Andes, Puna, biodiversity, protected areas. INTRODUCCIÓN En la región sur del Perú los peces son uno de los gru- pos de vertebrados menos estudiados, y son repre- sentados por escaso número de especies. La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) no escapa a esta realidad y en el ámbito geográfi co de esta unidad de conservación se han registrado tres especies, de las cuales dos corresponden a especies nativas y la otra es una especie introducida. Las especies de peces en la Reserva son amplia- mente utilizadas como alimento y para otros fi nes; tienen una amplia distribución en los cuerpos de agua del área, especialmente en los cuerpos de agua permanentes. En los cuerpos de agua tem- porales, su presencia está condicionada por la esta- cionalidad y la temporalidad de persistencia del recurso agua. Se presenta el registro y comenta- rios sobre algunos aspectos ecológicos basados en especímenes depositados en el Museo de Historia Natural de la Universidad San Agustín de Arequipa, registros y observaciones de los autores e informa- ción bibliográfi ca disponible. ZONA DE ESTUDIO La RNSAB se encuentra ubicada en los depar- tamentos de Arequipa y Moquegua; específi ca- 212 Diversidad Biologica de los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca mente en las provincias de Arequipa y Caylloma del departamento de Arequipa y en la provincia de General Sánchez Cerro del departamento de Moquegua. Políticamente el área de la reserva pertenece a diez distritos. Abarca una superfi cie de 366 936 hectáreas y se encuentra a una altitud promedio de 4300 m. La mayor parte del área de la Reserva tiene propietarios, y se encuentra inten- samente poblada por comunidades campesinas y propietarios privados. En lo que respecta al aspecto hidrológico (fi gura 1), en el ámbito de la RNSAB se encuentran 2 cuen- cas (la subcuenca del rio Chili, sobre los 3500 m y la cuenca endorreica de la laguna de Salinas); existen también 4 presas o embalses (Aguada Blanca, El Frayle, Pillones y dique de los Españoles - laguna del Indio). En la subcuenca del rio Chili se ha inte- grado parte de la cuenca alta del rio Colca (zona de la laguna del Indio y presa Pañe). En la Reserva las principales lagunas son las de Salinas, El Indio, Pescococha, Quesequese, Marecota, pampa Blanca, Jancoccota, Chaqueccocha METODOLOGÍA En la presente investigación se ha tomado en cuenta la información contenida en las publica- ciones sobre la RNSAB y en otras especializadas sobre ictiofauna. Se han revisado los escasos espe- címenes depositados en la Colección Científi ca del Museo de Historia Natural de Biología de la UNSA, y se ha tomado en cuenta los estudios y registros de otros investigadores. En el ordena- miento sistemático en general se sigue a Lauder y Liem 1983, tomando en cuenta las familias reco- nocidas por Greenwood et al. 1966, consideradas en Ortega y Vari 1986. RESULTADOS 1. Registro de especies Orden Atheriniformes Familia Cyprinodontidae Género Orestias (Valenciennes 1839) Especie Orestias agassizii (Valenciennes 1846) Nombre vulgar: chalhua, laurachalhua, carachi, chinichalhua. Orden Siluriformes Familia Trichomycteridae Género Trichomycterus (Valenciennes 1883) Especie Trichomycterus cf. rivulatus Nombre vulgar: bagre, suche. Orden Salmoniformes Familia Salmonidae Género Oncorhynchus Especie Oncorhynchus mykiss (Walbaum 1792) Nombre vulgar: trucha, trucha arco iris. 2. Sinonimia de las especies 2.1. Orestias agassizii (Valenciennes 1846) Orestias agassizii (Valenciennes 1846) Orestias agassizi subsp. crequii (Pellegrin 1904) Orestias agassizi subsp. inornata (Pellegrin 1904) Orestias agassizi subsp. senechali (Pellegrin 1904) Orestias agassizi subsp. typica (Pellegrin 1904) Orestias agassizii subsp. affi nis (Garman 1895) Orestias langui (Tchernavin 1944) Orestias ortonii (Cope 1876) Orestias rospigliosii (Eigenmann & Allen 1942) Orestias tirapatae (Boulenger 1902) Orestias uyunius (Fowler 1940) 2.2. Trichomycterus rivulatus (Valenciennes 1846) Pygidium atochae (Allen 1942) Pygidium oroyae (Eigenmann & Eigenmann 1889) Pygidium quechuorum (Steindachner 1900) Pygidium tiraquae (Fowler 1940) Trichomycterus barbatula (Valenciennes 1846) Trichomycterus eigenmanni (Boulenger 1898) Trichomycterus gracilis (Valenciennes 1846) Trichomycterus incae (Valenciennes 1846) Trichomycterus oroyae (Eigenmann & Eigenmann 1889) Trichomycterus pardus (Cope 1874) Trichomycterus pentlandi (Castelnau 1855) Trichomycterus pictus (Castelnau 1855) Trichomycterus poeyanum (Cope 1877) Trichomycterus poeyanus (Cope 1877) Trichomycterus quechuorum (Steindachner 1901) Trichomycterus rivulatum (Valenciennes 1846) Los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 213 FI G U RA 1 M ap a hi dr ol óg ic o de la R es er va N ac io na l d e Sa lin as y A gu ad a Bl an ca . ( To m ad o de l P la n M ae st ro d e la R N SA B 20 06 -2 01 1) . Diversidad Biologica de los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 215 2.3. Oncorhynchus mykiss (Walbaum 1792) Fario gairdneri (Richardson 1836) Onchorrhychus mykiss (Walbaum 1792) Onchorynchus mykiss (Walbaum 1792) Oncorhynchus gairdnerii (Richardson 1836) Oncorhynchus kamloops (Jordan 1892) Oncorhynchus mykiss ssp. Nelsoni (Evermann 1908) Oncorhynchus myskis (Walbaum 1792) Parasalmo mykiss (Walbaum 1792) Parasalmo penshinensis (Pallas 1814) Salmo gairdneri (Richardson 1836) Salmo gairdneri subsp. irideus (Gibbons 1855) Salmo gairdneri subsp. shasta (Jordan 1894) Salmo gairdnerii (Richardson 1836) Salmo gairdnerii ssp. Gairdnerii (Richardson 1836) Salmo gairdnerii subsp. irideus (Gibbons 1855) Salmo gilberti (Jordan 1894) Salmo iridea (Gibbons 1855) Salmo irideus (Gibbons 1855) Salmo irideus subsp. argentatus (Bajkov 1927) Salmo kamloops (Jordan 1892) Salmo kamloops ssp. Whitehousei (Dymond 1931) Salmo masoni (Suckley 1860) Salmo mykiss (Walbaum 1792) Salmo nelsoni (Evermann 1908) Salmo penshinensis (Pallas 1814) Salmo purpuratus (Pallas 1814) Salmo rivularis (Ayres 1855) Salmo rivularis subsp. kamloops (Jordan 1892) Salmo truncatus (Suckley 1859) Trutta iridea (Gibbons 1855) 3. Descripción de las especies 3.1. Orestias agassizii (Valenciennes 1846) Peces de cuerpo moderadamente alargado, con línea lateral tenue en la mitad anterior y nítida en la mitad posterior, con el dorso y vientre con- vexos, siendo más altos en la iniciación dorsal. Cuerpo cubierto de escamas ctenoideas, excepto en la parte ventral que es desnuda y de colora- ción blanco grisáceo amarillento; la parte dorsal es de coloración gris negruzca, y las escamas con grandes estrías circulares; escamas 7-40-6. Cabeza corta y convexa en la coronilla, infraorbital con pocas escamas, en algunos especimenes sin esca- mas alrededor de los ojos que están delineados por una fi la de poros. Boca anterior, horizontal y protráctil, labios delgados. Presentan dos aletas pectorales, una aleta anal y una caudal; carecen de aletas pélvicas. Las aletas tienen bordes lobulados y anchos; la aleta caudal homocerca con borde posterior convexo; bases de las aletas gruesas y carnosas. La aleta pectoral tiene entre 12 y 16 radios, la aleta anal 12 a 15 radios, la aleta dorsal 12 a 16 radios y la aleta caudal 30 a 38 radios. Hay especímenes de coloración variada, con el dorso y los costados de coloración olivácea oscura y el vientre blanco grisáceo amarillento. 3.2. Trichomycterus cf. rivulatus Peces alargados que pueden alcanzar tamaños de hasta 350 mm de longitud total, aunque por lo general su tamaño es mucho menor, puesto que la mayoría tiene entre 150 y 200 mm, con el pedúnculo caudal comprimido lateralmente y de altura elevada. La cabeza es aproximadamente triangular, deprimida; la boca subterminal con bar- billas nasales y maxilares. Aletas pares e impares con bordes redondeados, ligeramente truncadas; aletas pélvicas dispuestas aproximadamente en la mitad del cuerpo, o de la longitud total; aleta anal ligeramente posterior a la aleta dorsal, el ano cerca de la base de las aletas pélvicas. Cuerpo y base de las aletas cubiertos de numerosas papilas. Intero- percular y opercular con dentículos generalmente cónicos, membranas branquiales amplias con 7 u 8 radios branquiostegos. Aleta pectoral con 8 o 9 radios; el primer radio no está prolongado en un fi lamento. La aleta pélvica cuenta con 5 radios más un radio atrófi co. La aleta dorsal tiene de 10 a 14 radios (3 a 5 radios simples y 7 a 9 radios segmentados). La aleta anal de 10 a 11 radios (3 o 4 radios simples y 6 o 7 radios segmentados). La aleta caudal tiene de 62 a 68 radios caudales. 3.3. Oncorhynchus mykiss (Walbaum 1792) Son peces de cuerpo fusiforme, de gran tamaño, pudiendo alcanzar largos superiores a los 700 mm; por lo general su tamaño es menor y fl uctúa entre los 200 y 300 mm. Tienen el cuerpo cubierto por numerosas escamas pequeñas; así como una aleta adiposa por detrás de la dorsal. Las aletas, dorsal y anal son de base corta. La aleta caudal recta o lige- ramente cóncava; con frecuencia tiene una banda irisada más o menos marcada en cada fl anco, 216 Diversidad Biologica de los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca desde el borde opercular al pedúnculo caudal, con abundantes pintas negras no aureoladas por el dorso, fl ancos y región cefálica; aletas adiposa, dorsal y caudal también moteadas (a menudo las motas oscuras forman series longitudinales sobre estas últimas). Existen formas plateadas que tienen la banda poco conspicua. La boca es grande, con dientes cónicos en las mandíbulas y en el paladar. Aleta dorsal tiene entre 10 y 12 radios, la aleta anal de 10 a 12 radios. Con 9 a 13 radios branquioste- gos. Especie con dimorfi smo sexual: los machos de cuerpo delgado, cabeza triangular y mandíbula inferior ligeramente más prolongada y en forma de pico, poro genital de forma ovoidal y pálido. Hem- bras de cuerpo más o menos voluminoso, cabeza redondeada u ovalada, poro genital redondeado, rojizo y turgente. 4. Historia natural de los peces de la RNSAB 4.1. Orestias agassizii (Valenciennes 1846), “chalhua”, “laurachalhua”, “carachi”, “chinichalhua” En la RNSAB la especie se encuentra distribuida en lagos, lagunas, ríos y cuerpos de agua regulados (presas). Por lo general, O. agassizii se encuentra distribuida desde los 10° de latitud sur —en la pro- vincia de Ancash, Perú— hasta los 22° de latitud sur, al norte de Chile en Antofagasta. La localidad tipo es el Lago Titicaca (Corocoro). Su alimentación suele estar basada en algas (20%), diatomeas (25%), plantas acuáticas (30%), invertebrados acuáticos (25%), fundamentalmente artrópodos crustáceos e insectos (cladóceros, anfí- podos y copépodos). Las poblaciones están constituidas por un mayor número de hembras, la proporción sexual es de 1:6, es decir seis hembras por cada macho. 4.2. Trichomycterus cf. rivulatus, “bagre”, “suche” Especie distribuida en lagos, lagunas, ríos, arroyos y diversos cuerpos de agua, de fondos irregulares y pedregosos y de limo fi no y coloración oscura. Los especímenes pueden modifi car la coloración de su piel de acuerdo a las coloraciones del subs- trato que ocupan en diferentes circunstancias. Ocupa diversos hábitats; en lagos y lagunas los especímenes alcanzan tamaños mayores en com- paración con aquéllos que se encuentran en ríos y arroyos, que alcanzan longitudes menores. Los especímenes de tamaño pequeño se encuentran en aguas tranquilas, en las riberas, entre las pie- dras y la vegetación acuática; mientras que los especímenes de mayor tamaño, tamaño grande, prefi eren la zona muerta de los torrentes, siendo formas bentónicas y torrentícolas. Por lo general, T. rivulatus se distribuye en lagos, lagunas, ríos y esteros del altiplano (Perú, Bolivia y Chile) y de las vertientes occidentales de los Andes. Su alimentación está basada fundamental- mente en artrópodos (crustáceos e insectos), moluscos y otros invertebrados acuáticos, sedi- mento y vegetación acuática. 4.3. Oncorhynchus mykiss (Walbaum 1792), “trucha”, “trucha arco iris” Especie dulceacuícola originaria del noreste de los Estados Unidos de América del Norte, e intro- ducida en América del Sur a comienzos del siglo XX. En el Perú, su incorporación se inició hacia 1928 en la sierra central (Cerro de Paso y Junín) y hacia 1942 en la cuenca del lago Titicaca. Es una especie que habita en aguas frías y bien oxige- nadas de lagos, arroyos y ríos que se encuentran sobre los 1500 m. Ha sido introducida en cuerpos de agua tanto lénticos como lóticos, existiendo programas del Estado para la siembra de ovas fecundadas. Su alimentación se basa en artrópodos e insec- tos acuáticos (70%), peces y otros vertebrados acuáticos (20%), moluscos, vegetación acuática y sedimento (10%). Es una especie omnívora (car- nívora) muy voraz, que se alimenta de todo orga- nismo disponible en las aguas que ocupa, debido a lo cual los porcentajes señalados se refi eren a una conformación general, que se modifi ca de acuerdo a la oferta alimenticia que exista en el ambiente. DISCUSIÓN La RNSAB alberga en sus diversos cuerpos de agua una escasa fauna de peces, ya que solamente cuenta con dos especies autóctonas, que repre- sentan el 28,5% de las especies registradas para la región Arequipa. Entre las especies autóctonas que se encuentran en la RNSAB, Orestias agassii Diversidad Biologica de los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 217 Atencio, L. S. 1998. Lago Titicaca: ictiofauna y pesca. Universidad Nacional del Altiplano. Puno, Perú. Chang, F. y H. Ortega. 1995. Additions and corrections of the list of freshwater fi shes of Peru. Publicaciones del Museo de Historia Natural Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Serie A Zoología, N° 50. Evermann, B.W. y L. Redclife. 1917. The fi shes of the coast of Peru and Titicaca Basin. U. S. National Museum, Bull. Nº 95. Fowler, H. 1945. Los peces del Perú: catálogo sistemá- tico de los peces que habitan las aguas peruanas. Museo de Historia Natural “Javier Prado”. Lima. Greenwood, H D.; D. Roseen; S. Weitzman y G. Myers. 1996. Phyletic studies of teleostean fi shes, with a provisional clasifi cation of live form. Bulletin of the American Museum of Natural History. Vol. 132. INRENA. 2001. Plan maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa. López T. E; A. Morales H. y H. Zeballos P. 1997. Mono- grafías científi cas: peces – sistemática animal. es una especie endémica de los Andes peruanos, bolivianos y chilenos, y es una de las especies del género más difundida y abundante. Trichomycterus cf. rivulatus también es una especie endémica del altiplano peruano, boliviano y chileno. La presencia de Oncorhynchus mykiss como especie introducida en la RNSAB estaría causando serios problemas a las especies de vertebrados acuáticos, pues se ven impactadas por las necesidades alimenticias de la “trucha”, que se alimenta de todo organismo que le oferte el ambiente. Esta situación está causando la disminución del tamaño de las poblaciones y su potencial desaparición de los cuerpos de agua en los que se encuentran distribuidas. Urge, por lo tanto, realizar evaluaciones poblacionales de las especies autóctonas para conocer su condición real y fi jar normas que propicien su protección y conservación. Las especies de peces registradas en la RNSAB son ampliamente utilizadas por los pobladores, especialmente O. mykiss, que se constituye en una importante fuente de proteína animal. Le siguen en importancia O. agassii y T. cf. rivulatus. Reviste interés señalar que se requiere realizar revisiones y estudios sistemáticos y/o taxonómicos de las espe- cies autóctonas, no solo de la RNSAB sino de toda la Macrorregión Sur, con el fi n de dilucidar la con- dición y el estatus de las especies. Existen proble- mas de diverso orden, pues O. agassii y T. rivulatus constituyen un complejo que reúne diversas formas que requieren una defi nición clara y concreta. En la zona altoandina las condiciones geográfi cas, hidro- geológicas y ecológicas de los cuerpos de agua con una distribución discontinua y aislada, han creado condiciones especiales que determinan el desarro- llo de poblaciones locales con caracteres propios; esta selección hace que las formas típicas de las especies no concuerden con todos los caracteres diagnósticos, lo que produce, por lo tanto, cierta incertidumbre sobre su validez. BIBLIOGRAFÍA Departamento Académico de Biología. Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa. Ortega, H. 1991. Adiciones y correcciones a la lista anotada de los peces continentales del Perú. Publi- caciones del Museo de Historia Natural Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Serie A, N° 39. Ortega, H. y R. P. Vari. 1986. Annotated checklist of the freshwater fi shes of Peru. Smithsonian Contri- butions to Zoology. 437. Parenti, L. 1984. A taxonomic revision of the Andean Killifi sh genus Orestias (Cyprinodontiformes: Cypri- nodontidae). Bulletin of the American Museum of Natural History. 178 (2). Tchernavin, V. V. 1944. A revision of the subfamily Orestinae. Proceedings of Zoological Society. 114. Londres. Wilwock, W. 1986. Speciation and adaptative radiation in Andean Orestias Fishes in high altitude tropical biogeography. Pub. By Oxford University Press. The American Museum of Natural History. 218 Diversidad Biologica de los peces de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca ANFIBIOS Y REPTILES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, PERÚ Roberto Gutiérrez ,1 Luis Villegas ,2 Evaristo López 1 ,3 y Aarón Quiroz 1 1. Museo de Historia Natural Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa, Perú. gecko_aqp@hotmail.com 2. Instituto Regional de Ciencias Ambientales, Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa, Perú. 3. Área de Zoología de Vertebrados, Departamento Académico de Biología Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa, Perú. RESUMEN Para la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), reportamos 4 especies de anfi bios y 5 reptiles. Se ofrece una pequeña descripción de cada especie, la revisión de los patrones de su distribución y algunos aspectos ecológicos, así como una breve discusión acerca de su esta- tus sistemático. Creemos que Telmatobius arequipensis es un complejo con más de una especie y Liolaemus signifer presenta dos formas, la conocida como Liolaemus signifer annectens y una forma de la parte sur de la Reserva aún no descrita. La especie Liolaemus cf. walkeri presenta dos formas marcadamente distintas; la que se encuentra por debajo de los 3900 m es más grande que la que se encuentra por encima de los 4000 m, en varias zonas de la RNSAB. Se hace un análisis altitudinal y espacial de la distribución de las especies, relacionado directamente con las cuencas hidrográfi cas y cuerpos de agua, para el caso de los anfi bios; y con formaciones vegetales y gradientes altitudinales para los reptiles. Se ofrecen algunos alcances sobre el estado de conservación de estas especies dentro de la RNSAB, los impactos que se ejercen sobre sus poblaciones, así como recomendaciones para su protección y conservación. Palabras clave: Herpetología neotropical, Andes, biodiversidad, reptiles, anfi bios. ABSTRACT Four amphibian species and fi ve reptilian species from Salinas y Aguada Blanca National Reserve are reported. A morphological description, the distribution pattern, and some ecological detail considerations of each species are provided; as well as a brief discussion about the systematic status of all species. Probably T. arequipensis is a species complex with more than one species. Liolaemus signifer has two morphological forms: L. signifer annectens and an undescribed form, from the southern portion of the Reserve. Liolaemus walkeri has two morphological forms markedly different, one of these is bigger and his altitudinal range is less than 3900 m. over the sea level; the other one occurs over 4000 m. An altitudinal and spatial distribution analysis of each species is provided and discussed; amphibians are directly related with hydrographical system of the Reserve, whereas the reptiles are related to the vegetation and altitude. We here also provide some details of the status of conservation, impacts on his populations and some recommendations for his protection and conservation. Key words: Neotropical herpetology, Andes, biodiversity, reptilians, amphibians. INTRODUCCIÓN Los reptiles y anfi bios existen hace más de 300 millones de años, pero solo recientemente, hace algunos decenios, se les está prestando atención. Su estudio científi co ha sido denominado Her- petología. Actualmente las personas entienden que los reptiles y anfi bios tienen mucho valor 220 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y no son pequeños monstruos a los que hay que matar a la primera oportunidad. Surgieron en un medio hostil, luego se expandieron en todas direcciones y en algún tiempo domina- ron el mundo. Algunas de las especies que hoy miramos son solo vestigios del gran número que se extinguió; pero a pesar de ello, algunas de estas poblaciones lograron recuperarse, o eso intentaban hasta que llegamos nosotros y empezamos a contaminar sus fuentes de agua, a envenenar nuestra campiña con insecticidas, a sobreexplotarlos irracionalmente y a desplazar- los de sus hogares con nuestras construcciones modernas. El estudio de la herpetofauna de Arequipa ha estado abocado principalmente a su sistemática y distribución (Escomel 1929, Vellard 1955, 1959, 1960, Péfaur et al. 1978, Laurent 1982, 1998, Zeballos 1994, Zeballos y López 2001, Zeballos et al. 2002, Gutiérrez et al. en prep.); y en algu- nos casos a aspectos ecológicos (Péfaur y López 1983). En el caso de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), existen algunos trabajos realizados por Villegas (1990), Zeballos (1994) y Jiménez et al. (2000). El objetivo principal del presente trabajo es realizar una revisión y actualización de la diversi- dad de anfi bios y reptiles presentes en la RNSAB, así como proporcionar datos de distribución, de sistemática y de algunas características morfoló- gicas y ecológicas sobre cada una de las especies registradas para la Reserva. METODOLOGÍA Con el fi n de determinar las especies de anfi bios y reptiles presentes en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, en primer lugar se realizó una revisión de toda la bibliografía exis- tente, se realizaron también colectas manuales en las diversas localidades de la Reserva. Por último se llevaron a cabo revisiones de los ejem- plares que se hallan en la colección científi ca del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín. El arreglo taxonómico que se presenta para anfi bios es el de Frost et al. (2006); y para reptiles el de Carrillo e Icochea (1995). RESULTADOS Anfi bios Rhinella arequipensis (Vellard 1959) Nombre común: sapo del río Chili, Chili river toad (Frank y Ramus 1995), mientras que en la RNSAB se le conoce simplemente como sapo. Notas sistemáticas. Descrita por Vellard en 1959 como subespecie de Bufo spinulosus. Validada como especie por Cei (1972), cuya combinación nomenclatural (Bufo arequipensis) permaneció en la literatura por mucho tiempo. Posteriormente se cambia la nomenclatura a Chaunus arequipensis (Frost et al. 2006) y fi nalmente a R. arequipensis (Chaparro et al. 2007). Características. Mide hasta 95 mm. Presenta dimorfi smo sexual, tanto en tamaño como en colo- ración. Los machos tienen una coloración uniforme y algunos presentan manchas; las hembras son más claras, pueden presentar manchas oscuras o negras, con rugosidades dorsales dispuestas más o menos paralelas, dejando al descubierto la faja vertebral. Granulaciones ventrales escasas y muy dispersas. Membrana interdigital hasta ¼ del dedo medio. Esta especie es terrestre en su estado adulto, pero necesita cuerpos de agua lénticos para depositar sus huevos y desarrollar sus larvas. Distribución. Región de Arequipa y partes altas de los valles del oeste entre Tacna y Camaná, al suroeste de Perú. El R. arequipensis habita los valles de Arequipa, en altitudes que oscilan entre los 1800 y 3500 m. La localidad tipo (río Chili —aproxima- damente 16º 23´ LS, 71º 46´ LO—, provincia de Arequipa) se encuentra a 2400 m. Para la RNSAB, esta especie es reportada solamente en la localidad de Cabrerías a 3500 m. Esta quebrada solamente cuenta con un pequeño manantial, que forma una especie de pantano donde se encuentran algunos ejemplares de la especie, que dependen principal- mente de este cuerpo de agua, ya que constituye su única fuente de reproducción en la Reserva. R. arequipensis necesita del agua para reproducirse, puesto que tiene que colocar sus huevos en el agua y después los renacuajos deben permanecer por cierto tiempo en la misma hasta convertirse en sapos terrestres. Anfi bios y reptiles de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 221 Rhinella spinulosa (Wiegmann 1835) Nombre común: sapo. Notas sistemáticas. Descrita por Wiegman en el año 1835 como B. spinulosus, esta especie ha sido tra- tada por varios autores para revisar principalmente sus subespecies. Frost et al. (2006) la denominaron Chaunus spinulosus y posteriormente su nomencla- tura cambió a R. spinulosa (Chaparro et al. 2007). Características. Los machos llegan a medir 70 mm, mientras que las hembras son un poco más grandes, alcanzando los 80 mm. Su coloración es diversa, variando de un amarillo grisáceo a un verde oliva como color de fondo, con manchas de color verde oliva o negras, distribuidas de manera irregu- lar. Zeballos (1994) encontró juveniles de un color rosado, en la zona de Cañahuas, muy diferentes a los demás juveniles de esta especie de otras zonas. No presentan banda vertebral ni lateral. Tienen abundantes granulaciones ventrales. Membrana interdigital delgada, que llega hasta la mitad del dedo medio en las patas posteriores. Es netamente terrestre en su estado adulto. Al igual que la especie anterior, necesita del agua para reproducirse. Esta especie se encuentra siempre a alturas mayores que los 3900 m. Es más pequeña y con los patrones de coloración más homogéneos, mientras que R. arequipensis presenta manchas más conspicuas. La diferencia más notable entre R. spinulosa y R. arequipensis radica en que la primera presenta más granulaciones con espinas en todo el cuerpo y los machos son de un color más homo- géneo, con un diseño dorsal muy disminuido. Distribución. Andes de Argentina, Chile, Bolivia y Perú. Está ampliamente distribuida en la RNSAB, entre los 3900 y 4800 m en los cerros de Pata- pampa y Tocra. En todas las localidades evaluadas se encuentran ejemplares de esta especie, aunque en los últimos años los reportes se van haciendo más escasos, todavía es una especie de registro frecuente. El registro a mayor altitud corresponde a Patapampa a 4800 m. Telmatobius arequipensis (Vellard 1955) Nombre común: “Rana del río Chili”, Chili river water frog (Frank y Ramus 1995). En la Reserva es conocida como kayra o rana. Notas sistemáticas. Descrita por Vellard en 1955 como T. arequipensis, fue diferenciada por el mismo autor en dos subespecies: T. a. arequipensis y T. a. natator; actualmente está en discusión la presen- cia de estas dos subespecies (Zeballos 1994, Lehr 2005). Al parecer, esta especie se encuentra en una situación no esclarecida acerca de su sistemática, y creemos que podría tratarse de un complejo en el que se encuentre más de una especie. Los ejem- plares pertenecientes a la zona norte y noroeste de la Reserva presentan tamaños mayores y algunos tienen coloraciones más claras que los del resto de la Reserva, que son completamente oscuros y más pequeños que los de la parte sur y sureste de la misma, además de presentar otras caracte- rísticas. Características. Los machos miden hasta 58,3mm; las hembras llegan a ser de mayor tamaño. Son de color pardo oliváceo en el dorso con pigmentacio- nes puntuales a manera de manchas redondeadas más claras; se observa un diseño en coloración más o menos defi nido en ambos sexos, ventralmente presentan una coloración amarillenta. Su piel es lisa, pudiendo presentar escasas granulaciones y puede o no presentar pliegues. Su lengua es angosta. Los machos presentan un callo sexual desarrollado. Distribución. Departamentos de Arequipa y Puno. Se encuentra ampliamente distribuida por la RNSAB, entre los 3900 y 4800m. Esta especie se encuentra en grave peligro y habría que revisar su estado de conservación, ya que es muy sensible a los cambios ambientales, así como a la fragmen- tación y modifi cación de los cursos de agua. Se le encuentra asociada con bofedales, cursos de agua, y riachuelos permanentes. Es completamente acuá- tica; tanto sus huevos como sus larvas, además de los adultos, necesitan permanentemente del agua para poder sobrevivir. Ha sido catalogada como vulnerable por el Estado peruano, de acuerdo al DS 0034-2004-AG. Pleurodema marmoratum (Duméril & Bibron 1841) Nombre común: rana, marbled four-eyed frog (Frank y Ramus 1995). Notas sistemáticas. Especie descrita por primera vez por Duméril & Bibron en 1840. Tratada como 222 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca P. m. marmorata por Vellard (1960) y como P. mar- moratum por Duellman (1993). De la Riva y Gon- záles (1998) justifi can tal enmienda. Características. Es de tamaño pequeño, con un dimorfi smo sexual poco marcado, sobre todo en el tamaño, llegando a medir 38 mm los machos y 46 mm las hembras. La coloración dorsal de su piel es variable, de amarillo ocráceo claro a un verde olivo opaco, a veces de color gris claro. Posee manchas de color pardo muy oscuro a pardo claro, redondeadas, ovaladas o largas, dispuestas en hileras más o menos paralelas. Ventralmente es de color blanco, y a veces es incolora, un tanto traslúcida. Distribución. Conocida para el Perú, Chile y Bolivia. Localidad tipo, probablemente Potosí en Bolivia. P. marmoratum es una especie de rana ampliamente distribuida en la RNSAB, aunque en los últimos años se ha evidenciado una declina- ción en sus poblaciones. Se encontraba desde los 3700 hasta los 4500 m; lamentablemente, en el bosque del Simbral ha desaparecido por completo, ya que han derivado un ojo de agua y un estanque antiguo —donde se le encontraba— a una cañería que lleva el agua a la localidad de Chiguata para destinarla al regadío de cultivos. Esta especie es semiacuática, ya que necesita estar cerca de cuer- pos de agua para sobrevivir. Se caracteriza por ser un tanto gregaria (Duellman y Veloso 1977). Reptiles Liolaemus cf. walkeri (Shreve 1938) Nombre común: Lagartija de Walker. Notas sistemáticas. Fue descrita por primera vez por Shreve en el año 1938. Es considerada en un primer momento como subespecie de Liolaemus alticolor, pero luego es validada como especie por Laurent (1992). Probablemente la especie presente en la Reserva sea una nueva especie, muy empa- rentada con L. walkeri. Características. No existe dimorfi smo sexual apa- rente, a no ser por una pequeña diferencia en tamaño; los machos tiene una media de 104,1mm, mientras que las hembras son un poco más peque- ñas: 92,6 mm. Presentan dos pliegues antehume- rales. La abertura auricular es alargada con la parte basal plana y la superior redondeada, con escamas imbricadas adelante y granuladas atrás. Presentan una coloración parda clara con manchas más obs- curas en el dorso, con líneas paravertebrales de color pardo claro en los costados, vientre de color pardo plomizo, con la garganta ligeramente más oscura, tendiendo a ser negra. Distribución. Se le conoce en los bosques de que- ñua de las localidades de Cabrerías y del Simbral, siempre asociada con pedregales (Zeballos et al. 2002). En el resto de la RNSAB se le ha reportado en las cercanías de la laguna de Salinas y de los tres volcanes, Misti, Chachani y Pichupichu, siempre asociada con pajonales y terrenos arenosos (Ville- gas 1990). En las partes bajas (3500 – 3900 m) se puede encontrar las formas grandes y en las partes altas (4200 – 5000 m) las formas pequeñas. Liolaemus signifer (Duméril & Bibron 1837) Nombre común: lagartija de puna o jararanka en quechua, que es como se conoce a todas las lagartijas. Notas sistemáticas. Descrita por Duméril y Bibron en 1837. Esta especie correspondería a las formas descritas por Boulenguer como L. annectens, y tratada como subespecie L. signifer annectens por Laurent (1992). Características. El largo de la cabeza equivale aproximadamente a un cuarto del largo de su cuerpo. Presentan escamas granulares en el cue- llo, algunas de ellas denticuladas. Tienen dos pliegues antehumerales. Presentan un marcado dimorfi smo sexual, tanto en tamaño como en coloración. Las hembras tienen la cabeza menos ancha que los machos y miden en promedio 163 mm, mientras que los machos presentan un promedio de 182 mm. Los machos poseen una coloración gris, sin diseño dorsal, con los costados más claros; algunas zonas dorsales con manchas esfumadas y en época de apareamiento presentan una coloración amarilla o verde amari- llento en los costados de la espalda. La coloración de las hembras en la superfi cie dorsal es parda claro (de fondo), con cuatro líneas paravertebra- les discontinuas, dos de ellas parten de la parte posterior de la cabeza hasta la cola; presentan manchas negras o cafés, en cuyos bordes apare- Anfi bios y reptiles de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 223 cen escamas blancas; a veces las manchas tienen formas que semejan letras árabes. Ambos sexos ventralmente son de color blanco a nacarado. La forma del sur de la RNSAB presenta un patrón de coloración diferente: son más oscuras con man- chas gris azuladas en machos, de menor tamaño, con diferente número de pliegues laterales en la cabeza y cuello, escamación cefálica, y coloración oscura en el vientre. Distribución. Se encuentra ampliamente distri- buida en toda la RNSAB. Las formas de Liolaemus signifer que se encuentran al sur de la reserva, por el sector de Salinas Moche, aparentemente aún no han sido descritas. Liolaemus etheridgei (Laurent 1998) Nombre común: lagartija de Etheridge. Notas sistemáticas. Se la ha confundido por mucho tiempo con la Liolaemus multiformis multi- formis y luego, aparentemente, también con hem- bras de L. signifer. Laurent (1998) la describe como una nueva especie. Características. Morfológicamente son muy simi- lares los machos y las hembras, pero las hembras presentan la cola más corta que la de los machos y tienen una media de 141 mm de largo total, mien- tras los machos alcanzan los 175 mm. Presenta un pliegue antehumeral vertical con escamas grandes e imbricadas adelante y abajo, mientras encima y detrás las escamas son granulares. Su dorso es de fondo pardo claro con algunas escamas de color azul celeste, con manchas pardas oscuras que forman parte del diseño de doble peineta; lateralmente de color amarillo y el vientre de color crema. En cuanto a su coloración, las hembras no poseen escamas azules, pero tienen un diseño dorsal similar al de las hembras de L. signifer, solo que aparece más claro y ordenado. Distribución: Descrita para los alrededores de Are- quipa, esta especie se encuentra distribuida en las partes más bajas de la RNSAB, entre los 3500 y 3700 m. Ha sido reportada para Cabrerías y el Simbral. Microlophus peruvianus (Lesson 1826) Nombre común: lagartija peruana. Notas sistemáticas. Esta especie fue descrita por Lesson en 1826, pero estaba incluida en el género Stellio. En 1885, Boulenger la ubica en el género Tropidurus, y no es hasta 1992 que Frost la coloca en el género Microlophus. Características: Existe un marcado dimorfi smo sexual, tanto en el tamaño como en el patrón de diseño y coloración de las escamas. Los machos llegan a medir 38 cm, mientras que las hembras son más pequeñas, llegando solo a los 24 cm. La característica fundamental para distinguir a esta especie es que los machos y algunas hembras presentan en la zona gular una serie de diseños en forma de una V continua, que parten de los lados de la mandíbula y se unen en el centro de la garganta; no todas las hembras presentan dicho diseño. Tienen una escama interparietal grande, mayor al resto de la cabeza. Su coloración fl uctúa entre el verde grisáceo y el verde oliva, con algu- nos ejemplares grisáceos. Distribución: En las faldas del Chachani y el vol- cán Misti hasta los 3300 m, por detrás del Parque Ecológico del distrito de Selva Alegre, y asciende hasta esas alturas por el cañón que forma el río Chili, hasta Charcani. Tachymenis peruviana (Wiegmann 1835) Nombre común: culebra de sierra, culebrita machali. Notas sistemáticas. En 1835 Wiegmann describe a la especie T. peruviana. En 1901 Werner describe la variedad T. peruviana dorsalis y Donoso-Barros en 1962 la redescribe como la subespecie T. p. peruviana. Características: Presenta una cabeza pequeña, algo aplanada; los ojos tienen una pupila subelíptica. En su boca encontramos dientes maxilares y man- dibulares, siendo el último par superior un diente de veneno alargado, lo que le da la condición de opistoglifa. Posee un color amarillento grisáceo, con la cabeza más oscura; dos bandas más oscuras recorren la cabeza y el cuello, y una banda media dorsal, más clara, con manchas laterales alrededor del cuerpo. El vientre es claro de color amarillento, donde cada placa ventral lleva manchas oscuras en sus extremos. La cola es relativamente corta. 224 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Distribución: Se la ha reportado en Aguada Blanca, los bosques de Queñua del Simbral, Cabrerías y en Charcani. La gente no manifi esta haberla visto antes, aunque en las zonas de Tarucani y Sumbay los lugareños afi rman que hace años había algu- nas culebras por la zona, y podrían referirse a esta especie. Es más abundante en la parte baja de la zona de amortiguamiento de la Reserva. TABLA 1. Lista resumen de las especies de anfi bios y reptiles que habitan en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca CLASE AMPHIBIA Orden / Familia Especie Orden Anura Bufonidae Rhinella arequipensis Rhinella spinulosa Ceratophrydae Telmatobius cf. arequipensis Leiuperidae Pleurodema marmoratum CLASE REPTILIA Orden Squamata Sub-Orden Sauria Liolaemidae Liolaemus cf. walkeri Liolaemus signifer Liolaemus etheridgei Tropiduridae Microlophus peruvianus Sub-Orden Serpentes Colubridae Tachymenis peruviana peruviana DISCUSIÓN En el Sistema Nacional de Áreas Naturales Pro- tegidas por el Estado, como un área protegida de uso directo, la condición de reserva confi ere a la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca características de manejo que en muchos casos no coinciden con los ideales de conservación de la herpetofauna, sobre todo en lo que concierne los anfi bios, debido a la modifi cación de algunos de los cauces de los ríos y riachuelos, al estableci- miento de nuevos embalses o represas, así como al pastoreo y sobrepastoreo de los bofedales. En el caso de los reptiles, aunque no se ven tan afectados por la derivación de los cursos de agua, la degradación de algunos ambientes como los tolares, queñuales y pastizales pone en riesgo a estas especies. La herpetofauna en la RNSAB y su zona de amortiguamiento está conformada por 5 reptiles: L. etheridgei, L. signifer, L. cf. walkeri, M. peruvianus y Tachymenis peruviana (4 lagartijas, 1 culebra) y 4 anfi bios: Rhinella spinulosa, R. arequipensis, P. mar- moratum y T. arequipensis. Resulta muy probable la existencia de una nueva forma de L. signifer para la zona de la laguna de Salinas. Estado de conservación T. arequipensis, se encuentra en situación crítica a nivel de todo su rango de distribución, siendo la RNSAB uno de los pocos lugares donde todavía se le puede encontrar con cierta facilidad; no obstante, es evidente su declinación poblacional dentro de la Reserva en comparación con años anteriores donde era mucho más abundante. La condición de área protegida puede apoyar la conservación de esta especie amenazada si se toman conside- raciones importantes acerca de la importancia de mantener y conservar los cuerpos de agua dentro del área protegida. R. spinulosa también comparte muchas de estas características, asociada siempre a cuerpos de agua. P. marmoratum se encuen- tra además en pequeños manantiales, los cuales están siendo derivados con intenciones agrícolas. El control sobre los destinos de las aguas debe ser observado por el INRENA. La presencia de R. are- quipensis en la reserva ocurre en un solo manantial, en la localidad de Cabrerías; si este cuerpo de agua es modifi cado o alterado, peligra inminentemente esta pequeña población. Aunque las especies de Liolaemus por lo gene- ral se encuentran en buen estado de conservación, sus poblaciones dependen mucho del estado de los queñuales (L. cf. walkeri, L. etheridgei), de los tolares (L signifer) y de los pastizales (L. signifer y L. walkeri) dentro de la RNSAB. La única culebra de la RNSAB, T. peruviana, se ha reportado en escasas oportunidades dentro del ANP. Su situación en la zona de amortiguamiento es delicada, puesto que existen escasos reportes para la zona del Simbral, y la parte alta de los Anfi bios y reptiles de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 225 AGRADECIMIENTOS Expresamos nuestro agradecimiento al personal de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca por permitirnos recolectar datos a lo largo de los últimos años. En especial, a Arturo Cornejo y Marco Avendaño. A Horacio Zeballos por la revisión del documento y la cola- boración con información relevante para el presente articulo. A la Colección Científi ca del Museo de Historia Natural de la UNSA. BIBLIOGRAFÍA Carrillo, N. y J. Icochea. 1995. Lista taxonómica prelimi- nar de los reptiles vivientes del Perú. Publicaciones del Museo de Historia Natural, Universidad Nacio- nal Mayor de San Marcos (A), 49: 1-27. Cei J. M.1972. Segregación corológica y procesos de especiación por aislamiento en anfi bios de la pampa de Achala, Córdoba. Acta Zoológica. Lilloana 29: 233-246. Chaparro J. C., J. Pramuk y A. Gluesenkamp. 2007. A new species of arboreal Rhinella (Anura: Bufonidae) from cloud forest of southeastern Peru. Herpetoló- gica, 63(2):203-212. De la Riva, I. y Gonzáles, L. 1998. Sobre la presencia de Pleurodema guayapae Barrio, 1964 (Amphibia, Anura, Leptodactylidae) en Bolivia. Alytes 16 (1/2): 68-76. Dixon, J. R. y J. W. Rigth. 1975. A Rewiev of the lizards of the iguanid genus Tropidurus in Perú. Contributions in Science 271: 1-39. Duellman, W. 1993. Amphibiams species of the World: Additions and correction. 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M. peruvianus se encuentra en buen estado de conservación, ya que tiene un amplio rango de distribución en diversos ambien- tes, los cuales ha colonizado en parte gracias a que la parte alta del Río Chili (Charcani) se encuentra protegida por plantas de energía eléctrica y por la escuela de Policía, lo que restringe el acceso y la realización de algunas actividades en la zona. 226 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Ministerio de Agricultura. 2004. Decreto Supremo 034- 2004-AG. Categorización de especies amenazadas de fauna silvestre. Normales Legales El Peruano. 276853-276855. Morales, V. R., N. Carrillo y H. Ortega. 1990. El material tipo de peces, anfi bios y reptiles en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 33:1-7. Péfaur, J., J. Dávila, E. López y A. Nuñez. 1978. Distribu- ción y clasifi cación de los reptiles del departamento de Arequipa. 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Anfi bios y reptiles de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 227 Telmatobius arequipensis Telmatobius arequipensis Rhinella spinulosa Rhinella spinulosa Rhinella arequipensis Pleurodema marmoratum Pleurodema marmoratum Liolaemus etheridgei (macho) Liolaemus signifer (macho) Liolaemus signifer (hembras) Liolaemus etheridgei (macho) Liolaemus etheridgei (hembra) Loilaemus walkeri Liolaemus walkeri Tachymenis peruviana 228 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca MAPAS DE DISTRIBUCIÓN DE LA HERPETOFAUNA DE LA RNSAB LISTA ANOTADA DE LAS AVES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA (AREQUIPA, PERU) Grace P. Servat,1 Kenny C. Caballero M. 2 y José Luís Velásquez L. 2 1 National Museum of Natural History-Smithsonian Institution. Washington DC. grace.servat@gmail.com 2 Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. RESUMEN Presentamos un listado de 159 especies de aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), basado en la recopilación de literatura y nueva evidencia obtenida por los autores hasta la fecha. En términos de abundancia, se reportan 14 especies de aves abundan- tes, 32 comunes, 39 frecuentes, 32 escasas y 37 especies raras. Asimismo, nuestros resultados indican que un total de 126 especies de aves son residentes de la RNSAB, 12 son migratorias australes, 13 son migratorias boreales, y 8 especies son consideradas vagabundas o accidentales. Como resultado principal confi rmamos la extensión del rango de distribución de 27 especies de aves en el Perú. Palabras clave: Lista de aves, RNSAB, Arequipa, distribución de aves. ABSTRACT We present a checklist of 159 bird species for the Salinas y Aguada Blanca National Reserve (RNSAB) based on literature compilation and new evidence obtained by the authors. In terms of abundance, we report 14 abundant species, 32 common, 39 frequent, 32 scarce, and 37 rare species. Regarding seasonality, our results reavealed that 126 species are residents of the RNSAB, 12 are austral migrants, 13 are boreal migrants, and 8 species are considered vagrant. As the main result, we confi rm the distributional range extension of 27 bird species in Peru. Keywords: Species list, RNSAB, Arequipa, bird distribution. INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y de Aguada Blanca (RNSAB) está situada en las provincias de Arequipa, Caylloma (región Arequipa) y General Sánchez Cerro (región Moquegua) entre los 15° 45´ 05” - 16° 22´ 55” de latitud sur y 71° 34´ 00” - 70° 54´ 40“ de longitud oeste, a una altura promedio de 4300 m. La RNSAB cubre una super- fi cie de 366 936 ha que protegen una muestra representativa del ecosistema denominada puna seca (INRENA 2001), que se extiende desde la cordillera occidental del Perú hasta el noroeste de Argentina y se caracteriza por la presencia domi- nante de plantas resistentes a la salinidad y baja humedad. En la RNSAB, la vegetación arbustiva está conformada por asociaciones vegetales deno- minadas “yaretales” (especies del género Azorella) y “tolares” (especies de los géneros Parastrephia y Baccharis). Asimismo, la RNSAB alberga vege- tación boscosa relictual, tal como los “bosques de queñua” (Polylepis rugulosa), humedales con- formados por lagunas altoandinas y “bofedales” (asociación vegetal conformada principalmente por especies de Juncaceae y Poaceae). Los yare- tales, tolares, queñuales y humedales constituyen hábitats esenciales para una gran diversidad de aves, como ha sido documentado previamente en una variedad de reportes, informes técnicos, resú- menes de congresos y libros (López et al. 1985, 230 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Jiménez et al. 2000, Gonzáles et al. 2001, INRENA 2001, Servat 2007). Paradójicamente, estos mismo habitats están sujetos a fuertes presiones antrópi- cas que propician su modifi cación, fragmentación y pérdida. En la presente publicación, hacemos una síntesis de lo que se ha reportado en materia ornitológica para la RNSAB hasta la fecha, ya que consideramos indispensable la revisión de todos los registros para proporcionar información actua- lizada que sirva como herramienta para la conser- vación y el manejo de este importante compo- nente de la fauna de la región. Especifi camente, nuestros objetivos son: a) Elaborar el listado de aves de la RNSAB pro- porcionando información sobre los hábitats que albergan a cada especie, su abundancia y estacionalidad; y b) Determinar qué especies se encuentran bajo alguna categoría de amenaza, según criterios nacionales e internacionales. ÁREA DE ESTUDIO El área de estudio incluye 12 localidades dentro de la RNSAB (fi gura 1) para las cuales existen listados de aves producto de observaciones realizadas en una sola visita o mediante estudios a largo plazo (Cabrerías, El Simbral). En contados casos no se incluye ninguna localidad específi ca, debido a que puede tratarse de un reporte casual llevado a cabo dentro de la RNSAB o a que el reporte ha sido extraído de literatura que no especifi ca la localidad exacta (Schulenberg et al. 2007). MATERIAL Y MÉTODOS El listado de aves incluye reportes de López et al. (1985), Jiménez et al. (2000), INRENA (2001), Gon- záles et al. (2001), Hughes (1987), Ugarte y Mosau- rieta (1998), Servat (2007a, 2007b), Servat et al. (en prensa), y Schulenberg et al. (2007). Estos reportes son complementados con información obtenida de especímenes provenientes de las colecciones orni- tológicas del Museo de Historia Natural de la Uni- versidad de San Marcos (MUSM) y del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín (MUSA). Asímismo, se incorporaron datos obtenidos mediante observación directa, redes de niebla y conteos en puntos fi jos producto de recien- tes investigaciones realizadas por los autores (Servat 2007a, 2007b, Servat et al. [en prensa]). La reciente publicación del libro Birds of Peru (Schulenberg et al. 2007) nos permitió llevar a cabo una revisión crítica del listado que presentamos. Criterios y componentes utilizados en la lista 1) Nomenclatura y taxonomía El orden taxonómico de la lista de especies que proporcionamos sigue principalmente lo estable- cido por el Comité de Clasifi cación Sudamericano (Remsen et al. 2008), con algunas excepciones para las cuales se siguió los criterios del libro Birds of Peru (Schulenberg et al. 2007). Los nombres en español son principalmente los propuestos por Plenge en la Lista de aves de Perú (2007), con pocas excepciones en las que se dio prioridad a nombres de aves loca- les, comúnmente usados en la región de estudio. 2) Hábitats Los hábitats de la RNSAB dan cabida a numero- sas especies de aves restringidas o asociadas (i.e., que usan uno o varios tipos de hábitat, respectiva- mente), razón por la cual proveemos una descrip- ción detallada de cada una en la tabla 2. 3) Abundancia El sistema utilizado para estimar la abundancia relativa combina el número de individuos con el número de localidades en las que la especie está presente (tabla 3). Es importante dejar sentado que las categorías propuestas son solamente una guía general de la abundancia de especies que pueden ser observadas en la RNSAB en la actuali- dad, y por tal motivo pueden variar a una escala estacional o temporal, por lo que se recomienda revisar estos criterios continuamente. 4) Estacionalidad Los criterios de estacionalidad han sido extraídos principalmente de Schulenberg et al. (2007) e inclu- yen: residente permanente (R), especies encontra- das durante todo el año en la RNSAB; migratorio austral (Am), especies que migran del sur; migra- torio boreal (Bm), especies que migran del norte; y especies vagabundas o accidentales (V). Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 231 5) Evidencia La evidencia indica el origen de los datos, sean éstos observaciones (O), especímenes de coleccio- nes ornitológicas (E), registros fotográfi cos (F), y/o TABLA 1. Localidades incluidas en el presente listado de especies de aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Localidad Lat (S)/Long (O) Altitud (msnm) Hábitat Descripción Imata 15º51’/71º04’ 4350 pajonal, humedal- bofedal, rio Afl oramientos rocosos con escasa vegetación conformados mayormente por especies de los géneros Calamagrostis, Diplostephium. Tocra 15º51’/71º26’ 4380 tolar, pajonal, humedal-bofedal Área rocosa en la carretera Arequipa-Chivay. La vegetación conformada principalmente por especies de los géneros: Calamagrostis, Baccharis, Parastrephia y Lepidophylum Chucura 15º45’/71º33’ 4700 yaretal, tolar, pajonal, humedal- bofedal Ladera con presencia de Azorella yareta, y pastos de los géneros Festuca, Calamagrostis y Lepidophylum Sumbay 16º08’/71º21’ 3900 tolar, pajonal Rocas de gran tamaño de origen volcánico con vegetación compuesta de especies de los géneros Calamagrostis, Baccharis, Parastrephia, Jarava, Tetraglochin y Lepidophylum. Cañahuas 16º03’/71º21’ 4000 yaretal, tolar, humedal-bofedal Asociaciones de Lepidophylum, cactáceas del género Opuntia y Azorella yareta. Pati 16º01’/70º49’ 4400 tolar, pajonal, humedal-bofedal Quebrada Jatun Occo, zona rocosa con presencia de los géneros Jarava, Baccharis, Picnophyllum, Calamagrostis y Lepidophylum. El Fraile 16°07’/71°11’ 4180 tolar, pajonal Vegetación arbustiva de los géneros Jarava, Calamagrostis, Festuca, Parastrephia y Lepidophylum. Salinas 16º22’/71º08’ 4300 humedal-laguna Laguna de agua salada circundada por bofedales. El Indio/ dique de los Españoles 15º47’/71º03’ 4430 humedal-laguna La laguna El Indio es estacional debido a prácticas de manejo del agua. El dique los Españoles es un cuerpo de agua artifi cial. Cabrerías-Qda. Pisac 16º15’/71º29’ 3500 tolar, pajonal, quenual Laderas del volcán Chachani. Pequeños bosques relictos de Polylepis rugulosa. San Juan de Tarucani 16°10’/71°03’ 4210 humedal-bofedal, pajonal, tolar Vegetación con presencia de los géneros Jarava, Baccharis, Picnophyllum, Calamagrostis y Lepidophylum. El Simbral-Ojo del Milagro 16°21’/71°16’ 4200 pajonal, quenual Laderas del Volcán Pichupichu. Pequeños bosques relictos de P. rugulosa. publicaciones (P). En la ultima categoría se incluye el número 1 cuando el reporte ha sido extraído de Schulenberg et al. (2007). 232 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 2. Descripción de hábitats incluidos en la lista de aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Hábitat Altitud (msnm) Descripción Yaretal (YA) 4500-5000 Asociaciones vegetales conformadas principalmente por Azorella yarita y A. compacta, acompañadas por Pycnophyllum spp., Werneria spp., Nototriche spp., Calamagrostis curvula, Belloa longifolia y Baccharis buxifolia. Pajonal (PA) 3500-4500 La vegetación está representada por Festuca ortophylla y F. rigescens, además de Jarava ichu, J. mexicana y J. obtusa y varias especies del género Calamagrostis. Tolar (TO) 3600-4500 La cobertura vegetal está predominantemente representada por especies arbustivas de Parasthrephia (P. lepidophylla y P. phylicaeformis), Baccharis, Lepidophyllum, y algunas especies de gramíneas estacionales del género Jarava, Calamagrostis y Festuca. Humedales (H) 3900-4800 Bofedales (b), se caracterizan por mantener el suelo inundado durante casi todo el año. La fl ora acompañante está compuesta por Alchemilla pinnata, Distichia muscoides, Lilaeopsis macloviana, Festuca dolichophylla, Ranunculus fl agelliformis, entre otras. Lagunas (l), Cuerpos de agua natural y artifi cial. Rio o Quebrada (R) Cuerpos de agua en movimiento. Queñual (QE) 3500-4000 Bosques de Polylepis rugulosa ubicados principalmente en quebradas y laderas occidentales de volcanes, por lo general bastante escarpadas. TABLA 3. Categorías de abundancia utilizadas en el listado de aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Categoría Código Descripción Abundante A > 100/día en varias localidades. Común C > 30 individuos/día en varias localidades. Frecuente F > 10 individuos/día en varias localidades. Escasa E < 5 individuos en pocas localidades. Rara R 1 individuo observado en 1 localidad. Categorías de protección para especies amenazadas Según la legislación peruana (Decreto Supremo Nº 034-2004-AG) y la Lista Roja IUCN (2007), las categorías de protección incluyen los criterios: near threatened (NT) para las especies que se encuen- tran cerca de califi car para alguna categoría en peligro, de no tomarse las medidas necesarias para su conservación; “vulnerable” (VU) para especies que encaran un alto riesgo de extinción en su ambiente natural; y endangered (EN) para especies que se encuentran en peligro crítico de extinción en su ambiente natural. RESULTADOS El listado de aves comprende 159 especies (tabla 5), que de acuerdo con nuestra evaluación inclu- yen 14 especies de aves abundantes (8,80%), 32 especies comunes (20,12%), 39 especies fre- cuentes (24,52%), 32 especies escasas (20,12%), y 37 especies raras (23,27%). Asímismo, nuestros resultados indican que un total de 126 especies de aves son residentes de la RNSAB (79,24%), 12 especies son migratorias australes (7,54%), 13 especies son migratorias boreales (8,17%), y 8 especies son consideradas vagabundas o acci- dentales (5,03%). Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 233 Extensiones de rango de distribución En el presente trabajo confi rmamos la presencia dentro de la RNSAB, y por ende extendemos el rango de distribución en el Perú, de Anas georgica, A. bahamensis, A. cyanoptera, Bubulcus ibis, Ardea alba, Egretta thula, Theristicus melanopis, Cathartes aura, Himantopus mexicanus, Actitis macularia, Cali- dris fuscicollis, Columbina cruziana, Asio fl ammeus, Geositta punensis, Notiochelidon murina, Atlapetes nationi, la migratoria austral Muscisaxicola capistra- tus (González et al. 2001), Leptasthenura aegithaloi- des y Asthenes sclateri (Servat 2007a, Servat et al. [en prensa]). También incorporamos registros realizados dentro de la RNSAB para especies reportadas única- mente para la región costera del Perú (Schulenberg et al. 2007), como es el caso de Rhodopis vesper, Passer domesticus; las migratorias boreales Calidris alba, C. pusilla, Leucophaeus pipixcans, Numenius phaeopus, Limosa haemastica (Fjeldsa y Krabbe 1990, González et al. 2001, Plan Maestro 2001) y especies vagabundas tales como Mycteria americana (INRENA 2001). Entre las especies cuyos registros requieren confi rmación, están Pardirallus sanguino- lentus, Glaucidium jardinii, Phrygilus erythronotus, Sicalis luteola (González et al. 2001), Muscisaxicola griseus, las migratorias boreales Riparia riparia, Cali- dris himantopus (Schulenberg et al. 2007), Hirundo rustica y Petrochelydon pyrrhonota (Fjeldsa y Krabbe 1990, Schulenberg et al. 2007). Especies amenazadas Reportamos 14 especies de aves consideradas dentro de alguna categoría de amenaza por la legislación peruana, debido a que son especies raras, o a causa de la pérdida o modifi cación de su hábitat dentro del país. Internacionalmente son 7 las especies que se encuentran dentro de alguna TABLA 4. Especies de aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca consideradas dentro de alguna categoría de amenaza para su conservación Especie Legislacion Peruana IUCN Vultur gryphus EN NT Mycteria americana EN Phoenicopterus chilensis NT NT Phoenicoparrus andinus VU VU Phoenicoparrus jamesi VU NT Theristicus melanopis VU Phegornis mitchellii NT NT Agriornis andicola EN Conirostrum tamarugense VU VU Falco peregrinus NT VU Fulica gigantea NT Oreomanes fraseri NT Podiceps occipitalis NT Tinamotis pentlandi NT categoría de amenaza (tabla 4). Estos números representan el 8,8% y 4,4% respectivamente, de las especies de aves amenazadas que requieren de programas especiales para su conservación. Con la recopilación y revisión de literatura que presentamos, aunada a nuestras propias observa- ciones, proporcionamos un listado completo de las especies de aves que se encuentran en la RNSAB e identifi camos aquéllas que se encuentran dentro de alguna categoria de amenaza. Con esto espe- ramos contribuir al conocimiento y futura conser- vación de la gran diversidad de especies que se encuentran en la Reserva Nacional de Salinas y de Aguada Blanca. 234 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca AGRADECIMIENTOS La realización de este trabajo no hubiera sido posible sin la colaboración de H. Zeballos y todas las personas que participan en el Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (desco, Arequipa), que nos ayudaron en diferentes etapas del trabajo. Así, también ha sido invalorable la ayuda prestada en el trabajo de campo y gabinete por J. Ochoa, G. Ordinola, R. Alcócer, H. Zamora, N. Hurtado, M. Rodríguez, J. P. Ludeña, R. Zeballos, M. Avendaño, L. Villegas, R. Gutiérrez, M. Quispe, E. Escobar, W. Vega, V. Taya, M. Pumacota, y H. Alayo. Comentarios a diferentes versiones de este trabajo fueron proporcionados por H. Zeballos, E. López y J. Ochoa, a quienes estamos muy agradecidos. Este estudio ha sido posible gracias al convenio suscrito entre el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), ahora a cargo del Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) del Ministerio del Ambiente, el PROFONANPE y desco, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, con fi nanciamiento del Banco Mundial y KfW. BIBLIOGRAFÍA Fjeldsa, J. y N. Krabbe. 1990. Birds of the High Andes. Zoological Museum, University of Copenhagen, Copenhagen. González N., J.; H. Zeballos P., y E. López T. 2001. Aves del valle del Colca y la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Proyecto Araucaria Valle del Colca. AECI. Arequipa. Hughes, R. 1987. Aves en el Colca. En: M. de Romaña, J. Blassi y J. Blassi (Edit.). Descubriendo el valle del Colca. Barcelona. Pp. 77 - 79. INRENA. 2001. Plan Maestro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Instituto Nacional de Recursos Naturales, Ministerio de Agricultura. Arequipa. IUCN. Lista Roja. 2007 (www.iucnredlist.org). Jiménez, P.; H. Zeballos; P. C. Talavera; L. Villegas; A. Ortega y E. Linares. 2000. Diagnóstico de los recursos fl ora y fauna de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Informe para el Proyecto Araucaria Valle del Colca. AECI. Arequipa. López, E., J. Dávila, P. Jiménez y N. Fernández. 1985. Fauna de vertebrados y consideraciones ecoló- gicas en tres regiones del departamento de Are- quipa, Perú. III.- Zona altoandina. Dpto. Acadé- mico de Biología. UNSA. Arequipa. Ministerio de Agricultura. 2004. Aprueban categori- zación de especies amenazadas de fauna silvestre y prohíben su caza, captura, tenencia, transporte o exportación con fi nes comerciales. Decreto Supremo Nº034-2004-AG. El Peruano, Normas Legales, Lima. Pp. 276853 - 276856. Plenge, M. 2007. Lista de aves del Perú. PROMPERU. http://www.perubirdingroutes.com/download/ Listadeaves_mplenge.pdf Remsen, J. V., Jr.; C. D. Cadena, A. Jaramillo, M. Nores, J. F. Pacheco, M. B. Robbins, T. S. Schulenberg, F. G. Stiles, D. F. Stotz, and K. J. Zimmer. 2007. A classifi cation of the bird species of South America. American Ornithologists’ Union. http://www. museum.lsu.edu/~Remsen/SACCBaseline.html. Schulenberg, T., D. F. Stotz, D. F. Lane, J. P. O’Neill, y T. A. Parker III. 2007. Birds of Peru. Princeton Field Guides. Servat, G. P. 2007a. Riqueza, diversidad, abundancia y densidad de las poblaciones de aves asociadas a bosques de Polylepis rugulosa (ROSACEAE) en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Reporte para desco, junio del 2007. Arequipa. Servat, G. P. 2007b. Estudio de las variables ambien- tales en las que se desarrollan los bosques de P. rugulosa en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Reporte para desco, diciembre del 2007. Arequipa. Servat, G., K. Caballero, J. L. Velásquez, R. Alcocer, N. Hurtado, M. Rodríguez. 2008. Extensión del rango de distribución de Asthenes sclateri (Aves: Furnarii- dae) en el Perú. Revista Peruana de Biología, 15 (2). Ugarte J. y L. Mosaurieta. 1998. Los humedales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca: 21,000 fl amencos que proteger. IV Congreso Latinoamericano de Ecología y II Congreso Peruano de Ecología. Lima. Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 235 O RD EN /F am ili a/ Es pe cie (a ) N om br e co m ún (b ) En gl ish n am e Habitat (c) Abundancia (d) Estacionalidad (e) Evidencia (f) Imata Tocra Chuccura Sumbay Cañahuas Pati Fraile Laguna Salinas Laguna El Indio Cabrerias El Simbral San Juan de arucani TI N AM IF O RM ES Ti na m id ae No th op ro ct a or na ta Pi sa cc a O rn at e Ti na m ou Hb ,P a, Q e C R O ,P - - - - - - No th op ro ct a pe nt la nd ii Pe rd iz se rra na An de an T in am ou Pa ,H l E R O - Tim an ot is pe nt la nd ii Ki vio Pu na T in am ou Hb ,P a F R O - - - - - AN SE RI FO RM ES An at id ae Ch loe ph ag a m ela no pt er a Hu all at a An de an G oo se Hb ,P a, Hl C R O - - - - - - - M er ga ne tta a rm at a Pa to d e las to rre nt es To rre nt D uc k R R R O ,P - Lo ph on et ta sp ec ul ar ioi de s Pa to c or di lle ra no Cr es te d Du ck Hb ,P a, Hl A R O - - - - - - - - - An as fl av iro str is Pa to su tro Sp ec kle d Te al Hb ,P a, Hl A R O - - - - - - - - An as g eo rg ica (1 ) Pa to je rg a Ye llo w -b ille d Pi nt ail Hl , H b F R O ,P - - An as b ah am en sis (2 ) Pa to g ar ga nt illo W hi te -c he ek ed P in ta il Hl R V O ,P - An as p un a Pa to p un a Pu na T ea l Hb , H l F R O - - - - - - An as cy an op te ra (1 ) Pa to c ol or ad o Ci nn am on T ea l Hl R V O ,P - - Ox yu ra ja m ai ce ns is Pa to ra na , P at o ta cló n Ru dd y Du ck Hb , H l F R O - PO DI CI PE DI FO RM ES Po di cip ed id ae Ro lla nd ia ro lla nd Za m bu llid or p im po llo W hi te -tu fte d Gr eb e Hl E R O - Po di ce ps o cc ip ita lis Za m bu llid or b lan qu illo Si lve ry G re be Hl E R O - - Ta b la 5 . A ve s en la R es er va N ac io n al d e Sa lin as y A g ua d a B la n ca 236 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca O RD EN /F am ili a/ Es pe cie (a ) N om br e co m ún (b ) En gl ish n am e Habitat (c) Abundancia (d) Estacionalidad (e) Evidencia (f) Imata Tocra Chuccura Sumbay Cañahuas Pati Fraile Laguna Salinas Laguna El Indio Cabrerias El Simbral San Juan de arucani PH O EN IC O PT ER IF O RM ES Ph oe ni co pt er id ae Ph oe ni co pt er us ch ile ns is Pa rih ua na c om ún Ch ile an F lam in go Hb ,H l A R O - - - - Ph oe ni co pa rru s a nd in us Pa rih ua na a nd in a An de an F lam in go Hl E Am O - - Ph oe ni co pa rru s j am es i Pa rih ua na d e Ja m es Pu na (J am es ’) Fla m in go Hl R Am O - - PE LE CA N IF O RM ES Ph ala cr oc or ac id ae Ph ala cr oc or ax b ra sil ian us Cu sh ur i, Pa to c ha nc ho N eo tro pi c Co rm or an t Hl E R O - - CI CO N IIF O RM ES Ar de id ae N yc tic or ax n yc tic or ax Hu ac o Bl ac k- cr ow ne d N ig ht -H er on Hl F R O - - Bu bu lcu s i bi s ( 1) Ga rz a bu ey er a Ca ttl e Eg re t Hb R R O , E - Ar de a alb a (1 ) Ga rz a bl an ca g ra nd e Gr ea t E gr et Hb R V O , E - Eg re tta th ul a (1 ) Ga rz a bl an ca p eq ue ña Sn ow y Eg re t Hb ,H l E V O , E - - - Th re sk io rn ith id ae Ple ga di s r id gw ay i Ya na vic o Pu na Ib is Hb ,H l F R O - - - Th er ist icu s m ela no pi s ( 1) Ba nd ur ria Bl ac k- fa ce d Ib is Hb E R O - Ci co ni id ae M yc te ria a m er ica na (2 ) M an ch ac o W oo d St or k Hb ,H l R V O - Ca th ar tid ae Ca th ar te s a ur a (1 ) Ga llin az o de c ab ez a ro ja Tu rk ey V ul tu re A F R O ,P - - Vu ltu r g ry ph us Có nd or a nd in o An de an C on do r A R R O - - Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 237 FA LC O N IF O RM ES Ac cip itr id ae Ci rcu s c in er eu s Ga vil án d e ca m po Ci ne re ou s H ar rie r A E R O - - Ge ra no ae tu s m ela no leu cu s Ag ui lu ch o gr an de Bl ac k- ch es te d Bu zz ar d Ea gl e A F R O - - - - Bu te o po lyo so m a Ag ui lu ch o co m ún Re d- ba ck ed H aw k A F R O ,P - - - - - - Bu te o al bi gu la Ag ui lu ch o de g ar ga nt a bl an ca W hi te -th ro at ed H aw k Ya , Q e R R O - - Fa lco ni da e Ph al co bo en us m eg al op te ru s Al ca m ar i M ou nt ain C ar ac ar a A C R O ,P - - - - - - - - - Fa lco sp ar ve riu s Ce rn íca lo Am er ica n Ke str el A E R O - Fa lco fe m or al is Ha lcó n pe rd ig ue ro Ap lo m ad o Fa lco n A E R E, P - - - - - Fa lco p er eg rin us Ha lcó n pe re gr in o Pe re gr in e Fa lco n A R Bm O - - - - GR UI FO RM ES Ra llid ae Ga llin ul a ch lor op us Po lla d e ag ua , C ho ca Co m m on G all in ul e Hb R R O - Fu lic a gi ga nt ea Ga lla re ta g ig an te , A jo ya Gi an t C oo t Hb ,H l F R O - - - Fu lic a ar de sia ca Ga lla re ta a nd in a Sl at e- co lo re d Co ot Hb ,H l C R O - - - - Pa rd ira llu s s an gu in ole nt us (3 ) Pl um be ou s R ail Ra sc on P lo m izo Pa R O * CH AR AD RI IF O RM ES Re cu rv iro str id ae Hi m an to pu s m ex ica nu s ( 1) Ci gü eñ ue la, P er rit o Bl ac k- ne ck ed S til t Hb ,H l E R O - Re cu rv iro str a an di na Av oc et a an di na An de an A vo ce t Hb ,H l F R O - - - Ch ar ad rii da e Va ne llu s r es pl en de ns Le qu e- leq ue An de an L ap w in g Hb ,H l,P a C R O - - - - - - Plu via lis d om in ica Ch or lo d or ad o Am er ica n Go ld en P lo ve r Hb ,H l E Bm O - - - Ch ar ad riu s a lti co la Ch or lo d e Pu na Pu na P lo ve r Hb ,H l E R O - - - - - - Ph eg or ni s m itc he llii Ch or lit o co rd ille ra no Di ad em ed P lo ve r Hb R R O - Or eo ph olu s r ufi co llis Ch or lo d e ca m po Ta w ny -th ro at ed D ot te re l Hb R Am O - - 238 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca O RD EN /F am ili a/ Es pe cie (a ) N om br e co m ún (b ) En gl ish n am e Habitat (c) Abundancia (d) Estacionalidad (e) Evidencia (f) Imata Tocra Chuccura Sumbay Cañahuas Pati Fraile Laguna Salinas Laguna El Indio Cabrerias El Simbral San Juan de arucani Sc ol op ac id ae Ga llin ag o an di na Be ca sin a an di na Pu na S ni pe Bo ,H l F R O - - - - Lim os a ha em as tic a (2 ) Be ca sin a de H ud so n Hu ds on ian G od w it Hb R V O - Nu m en iu s p ha eo pu s ( 2) Za ra pi to tr in ad or W hi m br el Hb ,H l R V O - Ac tit is m ac ul ar ia (1 ) Pl ay er o m an ch ad o Sp ot te d Sa nd pi pe r Hb ,H l R Bm O - Tr in ga m ela no elu ca Pa ta a m ar illa m ay or Gr ea te r Y ell ow leg s Hb C Bm O - - - - Tr in ga fl av ip es Pa ta a m ar illa m en or Le ss er Y ell ow leg s Hb C Bm O ,P - - - - - - Ca lid ris h im an to pu s ( 3) Pl ay er o de p at as la rg as St ilt S an dp ip er Hl Bm P( 1) * Ca lid ris a lb a (2 ) Pl ay er o bl an co Sa nd er lin g Hl R V O - - Ca lid ris p us illa (2 ) Pl ay er ito se m ip alm ad o Se m ip alm at ed S an dp ip er Hb R Bm O - - Ca lid ris b ai rd ii Pl ay er o de B air d Ba ird ’s Sa nd pi pe r Hl R Bm O ,E - Ca lid ris m ela no to s Pl ay er o pe ct or al Pe ct or al Sa nd pi pe r Hl R Bm O - - - Ca lid ris fu sc ico llis (1 ) Pl ay er o lo m o bl an co W hi te -ru m pe d Sa nd pi pe r Hb ,H l C Am O - - - - - Ph al ar op us tr ico lor Fa lar op o de W ils on W ils on ’s Ph ala ro pe Hb ,H l E Bm O - - - Th in oc or id ae At ta gi s g ay i Ku lle -k ul le Ru fo us -b ell ied S ee ds ni pe Hb R R O , P - - Th in oc or us o rb ig ny ia nu s Pu co -p uc o de a ltu ra Gr ay -b re as te d Se ed sn ip e Hb ,H l C R O - - - - - - - La rid ae Le uc op ha eu s p ip ixc an s ( 2) Ga vio ta d e Fr an kli n Fr an kli n’ s G ul l Hb F R O - Ch ro ico ce ph al us se rra nu s Ga vio ta a nd in a An de an G ul l Hb A R O - - - - - - Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 239 CO LU M BI FO RM ES Co lu m bi da e Pa ta gi oe na s m ac ul os a Pa lo m a to rc az a Sp ot -W in ge d Pi ge on Ya C R O - Co lu m bi na cr uz ia na (1 ) To rto lit a pe ru an a Cr oa kin g Gr ou nd -D ov e Hb E R O - - M et rio pe lia ce cil ia e Ca sc ab eli ta Ba re -fa ce d Gr ou nd -D ov e Q e E R E - M et rio pe lia m ela no pt er a To rto la co rd ille ra na Bl ac k- W in ge d Gr ou nd -D ov e Q e E R F - - M et rio pe lia a ym ar a To rto la ay m ar a Go ld en -sp ot te d Gr ou nd -D ov e Hb ,H l,P a C R O - - - - - - - Ze na id a au ric ul at a Ra bi bl an ca , M ad ru ga do ra Ea re d do ve Q e R R O - PS IT TA CI FO RM ES Ps itt ac id ae Ps ilo ps ia go n au rif ro ns Pe ric o co rd ille ra no M ou nt ain P ar ak ee t A, Q e F R E, F - - - - - ST RI GI FO RM ES Ty to ni da e Ty to a lb a Le ch uz a de lo s c am pa na rio s Ba rn O w ls Pa ,Q e R R O - St rig id ae Bu bo vi rg in ia nu s Tu co Gr ea t H or ne d O w l Q e R R O - - At he ne cu ni cu la ria Le ch uz a de lo s a re na les Bu rro w ig O w l Hb F R O - - As io fl a m m eu s ( 1) Le ch uz a de o re jas c or ta s Sh or t-e ar ed O w l Pa R R O - Gl au cid iu m ja rd in ii ( 3) Le ch uc ita a nd in a An de an P yg m y- O w l Pa R R O * CA PR IM UL GI FO RM ES Ca pr im ul gi da e Ca pr im ul gu s l on gi ro str is Ch ot ac ab ra s b ar ba la rg a Ba nd -w in ge d N ig ht jar Pa ,Q e E R E - - AP O DI FO RM ES Ap od id ae St re pt op ro cn e z on ar is Ve nc ejo c ol lar b lan co W hi te -c ol lar ed S w ift A E R O - - Ae ro na ut es a nd ec olu s Ve nc ejo a nd in o An de an S w ift A, Hb ,Q e C R O - - - 240 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca O RD EN /F am ili a/ Es pe cie (a ) N om br e co m ún (b ) En gl ish n am e Habitat (c) Abundancia (d) Estacionalidad (e) Evidencia (f) Imata Tocra Chuccura Sumbay Cañahuas Pati Fraile Laguna Salinas Laguna El Indio Cabrerias El Simbral San Juan de arucani Tr oc hi lid ae Co lib ri co ru sc an s Co lib rí az ul Sp ar kli ng V io let ea r Hb ,Q e F R O - - - - Po lyo ny m us ca ro li Pi ca fl o r c om et a co lib ro nc ea da Br on ze -ta ile d Co m et R R R O - - - Or eo tro ch ilu s e ste lla Pi ca fl o r c or di lle ra no An de an H ills ta r Q e C R E, F - - - M et al lu ra p ho eb e Pi ca fl o r n eg ro Bl ac k M et alt ail Q e C R E, F - - Pa ta go na g ig as Pi ca fl o r g ig an te Gi an t H um m in gb ird Hb ,H l,Q e F R O - - - - Rh od op is ve sp er (2 ) Co lib ri de o as is O as is Hu m m in gb ird Pa ,T o, Q e E R O - - - - - - PI CI FO RM ES Pi cid ae Co la pt es a tri co llis Ca rp in te ro p er ua no Bl ac k- ne ck ed W oo dp ec ke r Hb R R E - - - Co la pt es ru pi co la Pi to An de an F lic ke r Pa ,Q e C R E - - - - - - - - - PA SS ER IF O RM ES Fu rn ar iid ae Ge os itt a cu ni cu la ria Pa m pe ro c om ún Co m m on m in er Hb ,T o, Q e A R O - - - - - - - - Ge os itt a te nu iro str is Pa m pe ro p ico lar go Sl en de r-b ille d M in er To R R O - - Ge os itt a pu ne ns is (1 ) Pa m pe ro d e la pu na Pu na M in er Pa ,T o R R O - - Ge os itt a cr as sir os tri s Pa m pe ro p ico g ru es o Th ick -b ille d M in er Hb ,T o A R O - - - - - - Up uc er th ia a lb ig ul a Ba nd ur rit a cu ell o bl an co W hi te -th ro at ed E ar th cr ee pe r Hl ,Q e A R O - - - Up uc er th ia je lsk ii Ba nd ur rit a co rd ille ra na Pl ain -b re as te d Ea rth cr ee pe r Hb ,H l,Q e C R E, F - - - - - - Up uc er th ia ru fi c au du s Ba nd ur rit a pi co re ct o St ra ig ht -b ille d Ea rth cr ee pe r Hb ,Q e F R E, F - - - Ci nc lod es fu sc us Ch ur re te c or di lle ra no Ba r-w in ge d Ci nc lo de s Hb ,H l C R E - - - - - - - - Ci nc lod es a ta ca m en sis Ch ur re te c as ta ño W hi te -w in ge d Ci nc lo de s Hb ,Q e F R E, F - - - - Le pt as th en ur a ae gi th al oid es ( 1) Ti jer al cla ro Pl ain -m an tle d Ti t-S pi ne ta il Ya ,T o, Q e C R O ,E ,F, P - - Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 241 Le pt as th en ur a str ia ta Ti jer al lis ta do St re ke d Ti t-S pi ne ta il Q e C R O ,E ,F, P - - Le pt as th en ur a an di co la Ti jer al an di no An de an T it- Sp in et ail Q e C R O ,E ,F, P - - As th en es p ud ib un da Ca na ste ro p er ua no Ca ny on C an as te ro Hl ,Q e F R E - - - - As th en es m od es ta Ca na ste ro p áli do Co rd ille ra n Ca na ste ro Hb ,P a, Hl ,Q e C R O ,E - - - - - - - - - - As th en es sc la te ri (1 ) Ca na ste ro d e la pu na Pu na C an as te ro Pa ,Q e F R E, P,F - - As th en es d or bi gn yi Ca na ste ro d e Ar eq ui pa Cr ea m y- br ea ste d Ca na ste ro Q e C R E, P,F - - Ty ra nn id ae An ai re te s r eg ul oid es To rit o ga rg an ta n eg ra Pi ed -c re ste d Ti t-T yr an t Q e C R E - - An ai re te s fl a vir os tri s To rit o pi co a m ar illo Ye llo w -b ille d Ti t-T yr an t Q e C R P,F - - Le ss on ia o re as N eg rit o An de an R uf ou s-b ac ke d N eg rit o Hb ,P a, Hl C R O - - - - - - - M us cis ax ico la m ac ul iro str is Do rm ilo na c hi ca Sp ot -b ille d Gr ou nd -T yr an t Pa ,T o, Q e F R E - - - - M us cis ax ico la ju ni ne ns is Do rm ilo na d e Ju ní n Pu na G ro un d- Ty ra nt Hb F R O - - - M us cis ax ico la ci ne re us Do rm ilo na c en ici en ta Ci ne re ou s G ro un d- Ty ra nt Hb ,H l,Q e F Am E, F - - - - - - M us cis ax ico la a lb ifr on s Do rm ilo na g ig an te W hi te -fr on te d Gr ou nd -T yr an t Hb F R O - - - - M us cis ax ico la fl av in uc ha Do rm ilo na fr ail e O ch re -n ap ed G ro un d- Ty ra nt Hb ,Q e F Am O - - - - M us cis ax ico la ru fi v er te x Do rm ilo na n uc a ro jiz a Ru fo us -n ap ed G ro un d- Ty ra nt Bo , Q e C R E - - - - - - - M us cis ax ico la ca pi str at us (1 ) Do rm ilo na ro jiz a Ci nn am on -b ell ied G ro un d- Ty ra nt Hb ,H l,Q e E Am O - - - M us cis ax ico la m ac lov ia nu s Do rm ilo na d e ca ra o sc ur a Da rk -fa ce d Gr ou nd -T yr an t Pa ,H l,Q e R Am P - M us cis ax ico la fr on ta lis Do rm ilo na fr en te n eg ra Bl ac k- fro nt ed G ro un d- Ty ra nt Bo , Q e R Am O - - M us cis ax ico la a lp in a Do rm ilo na d e Pa ra m o Pl ain -c ap pe d Gr ou nd T yr an t Pa E Am O - - - M us cis ax ico la g ris eu s ( 3) Do rm ilo na d e Ta cz an ow sk ii Ta cz an ow sk i’s G ro un d Ty ra nt Pa Am P( 1) * Ag rio rn is m on ta nu s Ar rie ro p ico n eg ro Bl ac k- bi lle d Sh rik e- Ty ra nt Pa ,H b, Q e F R O - - - Ag rio rn is al bi ca ud a Ar rie ro c ol a bl an ca W hi te -ta ile d Sh rik e- Ty ra nt Pa ,H b, Q e E R E - - - - M yio th er et es st ria tic oll is Ch ifl a pe rro St re ak -th ro at ed B us h- Ty ra nt Q e R R O - Po lio xo lm is ru fi p en ni s Pa pa m os ca s d el qu eñ ua l Ru fo us -w eb be d Bu sh -T yr an t Pa ,Q e E R O - Oc ht ho ec a oe na nt ho id es Pi ta jo ro jiz o D´ O rb ig ny ´s Ch at -T yr an t Q e C R E - - Oc ht ho ec a leu co ph ry s Pi ta jo g ris W hi te -b ro w ed C ha t-T yr an t Q e C R E - - 242 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca O RD EN /F am ili a/ Es pe cie (a ) N om br e co m ún (b ) En gl ish n am e Habitat (c) Abundancia (d) Estacionalidad (e) Evidencia (f) Imata Tocra Chuccura Sumbay Cañahuas Pati Fraile Laguna Salinas Laguna El Indio Cabrerias El Simbral San Juan de arucani Hi ru nd in id ae Ha pl oc he lid on a nd ec ola Go lo nd rin a an di na An de an S w all ow A, Q e F R O - - - - - - - - Py go ch eli do n cy an ole uc a Go lo nd rin a Sa nt a Ro sit a Bl ue a nd W hi te S w all ow A, Q e F R O - - - No tio ch eli do n m ur in a (1 ) Go lo nd rin a pl om iza Br ow n- be llie d Sw all ow A, Q e C R O - - - - Ri pa ria ri pa ria (3 ) Go lo nd rin a rib er en a Ba nk S w all ow A Bm P( 1) * Hi ru nd o ru sti ca (3 ) Go lo nd rin a tij er et a Ba rn S w all ow A Bm P( 1) * Pe tro ch ely do n py rrh on ot a (3 ) Go lo nd rin a ris qu er a Cl iff S w all ow A Bm P( 1) * Tr og lo dy tid ae Tr og lod yt es a ed on Cu ca ra ch er o Ho us e W re n Q e E R O - - Ci nc lid ae Ci nc lu s l eu co ce ph al us M irl o de a gu a W hi te -c ap pe d Di pp er R E R P - Tu rd id ae Tu rd us ch ig ua nc o Ch ig ua nc o Ch ig ua nc o Th ru sh Pa , Q e E R E - - Th ra up id ae Th ra up is bo na rie ns is N ar an jer o Bl ue a nd y ell ow T an ag er Q e E R E - Co ni ro str um ci ne re um M iel er ito g ris Ci ne re ou s C on eb ill Q e F R E - - Co ni ro str um ta m ar ug en se M iel er ito d el ta m ar ug o Ta m ar ug o Co ne bi ll Q e E Am E - Or eo m an es fr as er i Pá jar o de l q ue ñu al Gi an t C on eb ill Q e F R E - - Xe no da cn is pa rin a Az ul ito Ti t-l ike D ac ni s Ya ,P a, To ,Q e F R O ,E ,F, P - Di gl os sa b ru nn eiv en tri s Di gl os a vie nt re b ru no Bl ac k- th ro at ed F lo w er -p ier ce r Q e F R E - - Em be riz id ae Zo no tri ch ia ca pe ns is Go rri ón a m er ica no , T an ka Ru fo us -c ol lar ed S pa rro w s Hb ,P a, Hl ,Q e A R E - - - - - - Ph ry gi lu s a tri ce ps Fr in gi lo c ab ez a ne gr a Bl ac k- ho od ed S ier ra -F in ch Pa ,Q e C R E - Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 243 Ph ry gi lu s p un en sis Fr in gi lo d e la Pu na Pe ru via n Si er ra -F in ch Hb F R E - - - Ph ry gi lu s f ru tic et i Fr in gi lo p ec ho n eg ro M ou rn in g Si er ra -F in ch Hl ,Q e A R E - - - Ph ry gi lu s u ni co lor Pl om ito g ra nd e Pl um be ou s S ier ra -F in ch Hb ,H l,Q e A R O - - - - - - Ph ry gi lu s p leb eju s Pl om ito p eq ue ño As h- br ea ste d Si er ra -F in ch Hb ,T o, Hl ,P a, Q e A R E - - - - - - - - - - - - Ph ry gi lu s a la ud in us Fr in gi lo c ol a bl an ca Ba nd -ta ile d Si er ra -F in ch Pa ,Q e R R E - Ph ry gi lu s e ry th ro no tu s ( 3) Fr in gi lo g ar ga nt a bl an ca W hi te -th ro at ed S ier ra -F in ch Hb ,P a E R P * Di uc a sp ec ul ife ra Di uc a ala b lan ca W hi te -w in ge d Di uc a- Fin ch Hb , P a, Hl ,Q e F R O - - - - - - - - Sic al is lu te a Tr ile d e la Pu na Pu na Y ell ow -F in ch Hb ,P a, Hl A R O - - - - - - - Sic al is ur op yg ia lis Tr ile a lto an di no Br ig ht -ru m pe d Ye llo w -F in ch Hb ,P a, Hl ,Q e A R E - - - - - - - - - Sic al is oli va sc en s Ch iri gü e ol ivá ce o Gr ee ni sh y ell ow -F in ch Hb ,P a, Hl ,Q e F R E - - - - - Sic al is lu te ola (3 ) Ch ol lo nc o Gr as sla nd Y ell ow -F in ch Ya E R O * Ca ta m en ia a na lis Co rb at ita p ico d e or o Ba nd -ta ile d Se ed ea te r Q e A R E - - Ca ta m en ia in or na ta Co rb at ita a zu lad a Pl ain -c ol or ed S ee de at er Q e F R E - - At la pe te s n at ion i ( 1) Ch ac ch ac ar a Ru sty -b ell ied B ru sh -F in ch Q e R R O ,C - Ca rd in ali da e Sa lta to r a ur an tii ro str is Pe pi te ro d e co rb at a Go ld en -b ille d Sa lta to r Q e E R O - - Fr in gi llid ae Ca rd ue lis cr as sir os tri s Jil gu er o pi co g ru es o Th ick -b ille d Si sk in Q e C R E - - Ca rd ue lis m ag ell an ica Jil gu er o de c ab ez a ne gr a Ho od ed S isk in To , P a, Q e C R E - - Ca rd ue lis a tra ta Jil gu er o ne gr o Bl ac k Si sk in Hb ,H l,Q e F R E - - - - - - Ca rd ue lis u ro py gi al is Jil gu er o co rd ille ra no Ye llo w -ru m pe d Si sk in Bo , P a F R O - Pa ss er id ae Pa ss se r d om es tic us (2 ) Go rri ón e ur op eo Ho us e Sp ar ro w Pa R R O - (a ) L os n om br es c ie nt ífi co s sig ue n el “ So ut h Am er ic an C la ss ifi ca tio n C om m itt ee ”; (b ) lo s no m br es c om un es la “ Li st a de A ve s de l P er ú” . L os n úm er os e n pa ré nt es is de sp ué s de l n om br e ci en tífi c o in di ca n: ( 1) ex te ns ió n de l r an go d e di st rib uc ió n de la e sp ec ie e n Pe rú , ( 2) n ue vo re po rt e pa ra lo s An de s, (3 ) e sp ec ie s qu e re qu ie re n se r c on fi r m ad as , a l i gu al q ue e l a st er isc o (* ) e n la s co lu m na s de lo ca lid ad . ( c) H Á BI TA T: YA = Y ar et al , P A = Pa jo na l, TO = T ol ar , H B = H um ed al -b of ed al , H l = H um ed al -la gu na , Q E = Q ue ñu al , R = R ia ch ue lo s o qu eb ra da s. (d ) A BU N D A N C IA : A = A bu nd an te , C = C om ún , F = F re cu en te , E = E sc as a, R = Ra ra . ( e) ES TA C IO N A LI D A D : R = R es id en te , A m = M ig ra nt e au st ra l, Bm = M ig ra nt e bo re al , V = V ag ab un do . ( f) EV ID EN C IA : O = O bs er va ci ón , E = e sp éc im en , E * = es pé ci m en e n la c ol ec ci ón d e av es d el M us eo d e H ist or ia N at ur al d el C on da do d e Lo s Án ge le s, C = C ap tu ra , F = fo to gr af ía , P = p ub lic ac ió n, e l n um er o (1 ) in di ca q ue e l r ep or te h a sid o ex tr aí do d e Sc hu le nb er g et a l. (2 00 7) . Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 245 AVES ASOCIADAS CON LOS BOSQUES DE QUEÑUA Xenodacnis parina Azulito altoandino macho Xenodacnis parina Azulito altoandino hembra Oreomanes fraseri Pájaro del queñual Conirostrum tamarugense Mielerito del tamurugo Carduelis crassirostris Jilguero pico grueso Leptasthernura striata Tijeral listado Phrygilus unicolor Plomito grande Phrygilus fruticeti Fringilo pecho negro Phrygilus atriceps Fringilo cabeza negra Catamenia analis Corbatita pico de oro Catamenia inornata Corbatita azulada Psilopsiagon aurifrons Perico cordillerano 246 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Metallura phoebe Picafl or negro Oreotrochilus estella Picafl or cordillerano, macho Oreotrochilus estella Picafl or cordillerano, hembra-juvenil Ochthoeca oenanthoides Pitajo rojizo Ochthoeca leucophrys Pitajo gris Glaucidium peruanum Paca Paca Thraupis bonariensis Naranjero Polioxolmis rufi pennis Papamoscas del queñual Anairetes fl avirostris Torito pico amarillo Lista anotada de las aves de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 247 Patagona gigas Picafl or gigante Asthenes dorbignyi Canastero de D’Orbygny Upucerthia rufi cauda Bandurrita pico derecho Upecerthia jelskii Bandurrita cordillerana Muscisaxicola rufi vertex Dormilona nuca rojiza Muscisaxicola maculirostris Dormilona chica Metriopelia aymara Tortola aymara Caprimulgus longirostris Chotacabras barba larga Thinocorus orbygnianus Puco puco de altura Geranoaetus melanoleucus Aguilucho grande Vultur gryphus Cóndor Buteo polyosoma Aguilucho común MAMÍFEROS DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, AREQUIPA Y MOQUEGUA, SUROESTE DEL PERÚ Horacio Zeballos1,2 y Ruby C. Carrera3 1. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa, Perú. horaciozeballos@gmail.com 2. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Alameda 340, Santiago de Chile 3. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. RESUMEN Reportamos la riqueza de especies de mamíferos conocidos hasta el momento para la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento. Existen 5 órdenes: Didelphimorphia, Chiroptera, Carnivora, Artiodactyla y Rodentia; estos mamíferos están distribuidos en 13 familias, 24 géneros y 34 especies nativas. Asimismo, presentamos los valores de densidad poblacional relativa de los pequeños mamíferos no voladores en diez localidades, así como una lista comentada sobre el estatus de conservación y distri- bución en la reserva. Palabras clave: Mamíferos andinos, biodiversidad, ecología. ABSTRACT We recorded the richness of mammal species known up to now from Salinas y Aguada Blanca National Reserve and its buffer zone. It is composed by fi ve orders: Didelphimorphia, Chiroptera, Carnivora, Artiodactyla and Rodentia, grouped in 13 families, 24 genera and 34 native species. We present relative abundance values of small non-fl ying mammals in ten localities. Additionally we present a commented list about conservation status and distribution of mammals in the Reserve. Key words: Andean mammals, biodiversity, ecology. INTRODUCCIÓN La puna seca de América del Sur constituye una de las porciones más áridas de los altos Andes del Perú; se distribuye en la parte más occidental de los Andes, entre el sur del Perú y el norte de Chile. Ocupa áreas entre el sur de Ayacucho, Arequipa, el suroeste de Puno, Moquegua y Tacna. Altitudi- nalmente se encuentra sobre los 3500 m, hasta las áreas nivales en las cumbres de las montañas. Está conformada por una serie de tipos de vegeta- ción, entre los que destacan los pajonales, tolares, queñuales, yaretales, bofedales, lagunas, salares, vegetación ribereña, entre otros (Weberbauer 1945). Enclavada en este ecosistema, la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB), ubi- cada en las regiones de Arequipa y Moquegua por sobre 2800 m, es una muestra representativa de la puna seca sudamericana, que alberga una nutrida fauna, destacando los mamíferos con 34 especies nativas —más que ninguna otra área de la puna del sur del Perú— y tres especies introducidas. La mayor parte de su territorio es hábitat adecuado para la vicuña, el guanaco, la taruca, el puma y el zorro andino, entre otros. Los roedores son los que presentan mayor número de especies con 18, habiendo localidades puntuales como Tocra y Sumbay en las que hemos registrado 11 y 10 especies de roedores respectivamente, cantidades muy altas para cualquier localidad. 250 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca La puna seca ha sido poco estudiada; se han desarrollado algunos inventarios y recopilacio- nes en Pampa Galeras, la RNSAB y en Cotahuasi (AEDES 2000, INRENA 2001). Por otro lado, en el extremo sur, en Tacna y el occidente de Puno, Pearson y Ralph (1978) describieron la distribución altitudinal de mamíferos, aves y vegetación, en la que se incluyeron varios ambientes propios de la puna seca. En la RNSAB y su zona de amortiguamiento, los primeros inventarios de fauna datan de principios del siglo XX (Osgood 1916, Escomel 1929, 1941), que incluyen la caza científi ca de algunas especies tales como vicuñas, guanacos y tarucas, realizada en las localidades de Pampa de Arrieros, alrededo- res de la laguna de Salinas y Chachani. Posterior- mente arribaron otros investigadores que realiza- ron varias colectas en Sumbay, Salinas, Chachani, Chiguata, Chivay, Callalli, dando origen a varias publicaciones más recientes sobre taxonomía y ecología, principalmente de roedores (Pearson 1951, 1957, 1958, Hershkovitz 1962, Pizzimenti y de Salle 1980, 1981, Myers et al. 1989, Patton y Smith 1992, Smith y Patton 1993, 1999). El presente estudio busca documentar la diversidad de especies de mamíferos de esta área protegida, para lo cual recoge la información de la literatura existente, así como los resultados de colectas de campo realizadas los años 2000, 2001, 2003 y 2007 por los autores. MÉTODOS Área de estudio La RNSAB se ubica entre los 15º45’05”-16º19’15” LS y 70º51’20”-71º34’00” LO; a una altitud pro- medio de 4300 m. De acuerdo con Brack (1986), la mayor parte de la RNSAB se encuentra dentro de la provincia ecozoogeográfi ca de Puna y una pequeña porción situada al oeste, restringida a unas pocas quebradas, correspondería a la Serranía Esteparia. De acuerdo con el criterio biogeográfi co de Cabrera y Willink (1980), la RNSAB incluye 2 provincias del Dominio Andino Patagónico: la pro- vincia Altoandina y la provincia Puneña; las zonas más bajas presentan una marcada infl uencia de la provincia del Desierto, con el distrito de los Car- donales. Registros y trampeo Para los mamíferos grandes nos basamos en los estudios anteriores, en la observación directa de los animales y en el registro de sus rastros; otra fuente de información se obtuvo en la colección científi ca del Museo de Historia Natural de la Uni- versidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Para los pequeños mamíferos no voladores, colo- camos líneas de trampas en diferentes sitios (tabla 1), procurando abarcar en lo posible la mayoría de los hábitats. Cada línea estuvo constituida por 50 estaciones de trampeo, con una trampa de golpe o Sherman. Para los murciélagos usamos redes de niebla. Cada espécimen colectado o registrado fue medido, pesado, estableciendo su sexo y condi- ción reproductiva. En base al número de trampas y al número de noches que permanecieron en el campo, determinamos la densidad relativa a cien trampas noche, estimador de la población que es comparable entre sitios y puede ser usado como índice poblacional (Calhoun y Casby 1958). RESULTADOS Y DISCUSIÓN Mamíferos de la RNSAB La RNSAB alberga a una importante fauna mas- tozoológica, superior a la de cualquier otra área de la puna seca, con 34 especies de mamíferos nativos, que están agrupados en 24 géneros, 13 familias y 5 órdenes (tabla 2). Cuatro especies de mamíferos no están representadas en otras áreas protegidas de la puna seca del sur del Perú: Galic- tis cuja, Punomys lemminus, Auliscomys sublimis y Abrocoma cinerea. Por su parte, los mamíferos introducidos y naturalizados son tres especies en dos familias. No obstante, en la RNSAB se han introducido otras especies tales como perros, gatos, vacas, ovinos, cabras y burros; de éstos, los caballos en Cañahuas y las vacas en Salinas han llegado a constituir grupos asilvestrados (cimarrones), que han sido exterminados por cacería. Los múridos introduci- dos (tabla 2) habrían llegado a las costas del Perú inicialmente en los barcos de los conquistadores. No se tiene la fecha exacta de su llegada, pero desde su arribo iniciaron un lento pero constante proceso de colonización; en nuestros días ocupan Mamíferos de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua 251 TABLA 1. Sitios de evaluación e inventario de mamíferos en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, entre los años 2000 y 2007 Localidad Altitud (m) Año Ubic. Geográfi ca Ambientes Chachani 3500 2007 16º15’39”-71º29’02” Matorral El Rayo 3872 2007 71º35’, 15º55’ Queñual Pichupichu 4020 2007 16º24’-71º24’ Queñual, Pajonal Sumbay 3900 2003 16º08”48”-71º21’24” Tolar, Pajonal Imata 4350 2000 15º51’47”-71º04’50” Pastizal Salinas Huito 4350 2000 16º20’59”-71º08’56” Pajonal Tocra 4380 2003, 2007 15º51’05”-71º26’55” Tolar-Pajonal Chucura 4700 2000 15º45’41”-71º33’13” Yaretal Pati 4400-4600 2000 16º01’35”-70º49’43” Bofedal, Pajonal TABLA 2. Lista de especies de mamíferos nativos e introducidos de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Se indica su estado de conservación y hábitat. Especies amenazadas, Decreto Supremo Nº 034-2004-AG: CR: En Peligro Critico: EN: En Peligro; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazado. Características ecológicas: c: especie clave, d: dispersor de semillas, e: endémico, h: cacería, m: migratorio, p: polinizador. Hábitats: 1: Ecotono entre Matorral Desértico y Tolar- Pajonal (por debajo de los 3 700 m); 2: Humedales (entre los 3 700 hasta los 4 600 m); 3 = Tolar- Pajonal (entre los 3 700 hasta los 4 600 m); 4 = Subnival (entre los 4 600 hasta los 4 800 m). Familia / Especie Nombre común Conservación Hábitat Didelphidae Marmosas Thylamys sp. ratón marsupial C,h 1 Phyllostomidae murciélagos con hoja nasal Platalina genovensium m. longirostro peruano CR,p 1 Vespertilionidae murciélagos vespertinos Histiotus montanus murciélago orejudo C 1,3 Myotis atacamensis murcielaguito de Atacama E 1 Canidae zorros Lycalopex culpaeus andina zorro andino, atoj h,c,d 1,2,3 Lycalopex griseus zorro costeño, atoj h,c,d 1 Mustelidae comadrejas, zorrinos Galictis cuja luteola hurón menor H 1 Mephitidae zorrinos Conepatus chinga añas, zorrino C,h 1,2,3 Felidae gatos Leopardus jacobitus gato andino EN,h 2,3,4 Leopardus pajeros osjo, osjollo, gato montés H 2,3 Puma concolor puma, leoncillo NT,h,c 2,3,4 Camelidae camélidos, auquénidos Lama guanicoe cacsilensis guanaco peruano EN,h 2,3 Lama glama llama 2,3 Vicugna pacos alpaca 2,3 252 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Familia / Especie Nombre común Conservación Hábitat Didelphidae Marmosas Vicugna vicugna mensalis vicuña NT,h 2,3,4 Cervidae venados Hippocamelus antisensis taruca VU,h 1,2,3 Cricetidae ratones, hucuchas Abrothrix andinus ratón de pajonal 2,3,4 Abrothrix jelskii pulcherrimus ratón de pajonal chocolate 1,2,3,4 Akodon subfuscus arequipae ratón de campo E 1,2,3 Auliscomys boliviensis pallidior ratón orejón boliviano 2,3 Auliscomys pictus ratón guanaco 2,3 Auliscomys sublimis ratón orejón 2,3,4 Bolomys cf. amoenus ratón campestre 3 Calomys lepidus ratón vespertino 3 Calomys sorellus ratón vespertino Chinchillula sahamae rata carpinto, rata tonta 2,3,4 Neotomys ebriosus ratón de los bofedales 1,3 Phyllotis chilensis ratón orejón chileno 2,3,4 Phyllotis limatus ratón orejón de Lima E 1,3 Phyllotis magister ratón orejón grande E 1 Punomys lemminus ratón de la puna Chinchillidae vizcachas Lagidium peruanum vizcacha, huesca e,h 1,2,3,4 Caviidae cuyes Cavia tschudii cuy zimarrón Abrocomidae ratas chinchillas Abrocoma cinerea rata chinchilla 2,3 INTRODUCIDAS Procedencia Habitat Muridae ratas y ratones Rattus rattus rata negra Europa Viviendas Mus musculus ratón casero Eurasia Matorral desértico Leporidae conejos y liebres Lepus europaeus liebre europea Europa Pampas de puna las ciudades y áreas adyacentes, mientras que las ratas viven en el campo hasta los 3000 m, en las viviendas pueden alcanzar los 4000 m. Los ratones del género Mus son más invasivos, ya que se les ha encontrado en el campo hasta los 3800 m, a pesar de que con facilidad son transportados hasta sitios de mayor altitud; en este caso solo están en las viviendas humanas. En la RNSAB su presencia es mayor en las partes bajas asociadas con el río Chili. Por su parte, la liebre europea fue introducida en Argentina y poco a poco ha ido colonizando dife- rentes ambientes del sur peruano a lo largo de la puna; en la RNSAB la encontramos en casi todas las pampas; es nocturna. Mamíferos de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua 253 Poblaciones de pequeños mamíferos Solamente una especie de marsupial habita en la RNSAB, que es una especie nueva para la ciencia, que fue confundida con T. pallidior. Sus poblaciones son saludables principalmente en los bosques de Polylepis y en los matorrales desérticos, donde se encuentra entre las especies más abundantes (tabla 3). Los roedores pertenecen a dos grupos (sensu Reig 1986): los caviomorfos con tres especies y los cricetidos de la subfamilia Sigmodontinae (tabla 2). Entre los caviomorfos solo una especie, A. cinerea, ha sido capturada en los estudios de análisis pobla- cional, en cinco localidades; presenta muy bajos tamaños poblacionales (tabla 3). Los demás cavio- morfos, C. tschudi y la muy abundante L. peruanum, solamente las hemos registrado por observaciones. La subfamilia Sigmodontinae, ha sido subdividida en tribus: la tribu Abrotrichini (Smith y Patton 1993, 1999, D’ Elía 2000) contiene dos especies: A. andinus y A. jelskii; ambas mantienen poblaciones modera- das (tabla 3). Los Akodontinos (Reig 1987, Myers et al. 1990, Smith y Patton 1993, 1999, D’ Elía 2000) presentan dos especies: A. subfuscus puede ser muy abundante pero predomina por debajo de 4000 m; la otra especie es asignada en este trabajo a N. cf. amoenus, pero en realidad es un enigma porque está representada únicamente por dos individuos que divergen parcialmente de las formas de Puno de esta especie; es muy rara en la RNSAB (tabla 3). Los representantes de la tribu Oryzomyini (Weks- ler 2006) pertenecen a O. andinus y provienen del queñual de El Rayo; también son raros (tabla 3). La tribu más abundante es Phyllotini (Osgood 1947, Pearson 1958, Hershkovitz 1962, Braun 1993, Ste- ppan 1993, 1995, Smith y Patton 1999), tanto en cuanto a especies como a individuos (tablas 2 y 3). Calomys está representado por dos especies: una de ellas, C. sorellus, no ha sido considerada en esta eva- luación; la otra, C. lepidus, habita a grandes alturas y es una especie rara. A. pictus es otra especie poco abundante, pero A. sublimis es bastante común en las partes más altas. Otra especie, A. boliviensis, mantiene poblaciones moderadamente abundantes en algunas localidades (tabla 3). El género Phyllotis presenta tres especies: P. limatus es una especie de TABLA 3. Densidad relativa a 100 trampas noche de los pequeños mamíferos capturados en 10 localidades de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca entre el 2000 y 2007 Sitio Imata Salinas Chucura Pati Sumbay Tocra Chachani Rayo Simbral Año 2000 2000 2000 2000 2003 2003 2007 2007 2007 Esfuerzo 300 300 200 450 450 400 300 Thylamys sp. 1.11 Abrothrix andinus 0.3 2.3 0.5 0.4 1.1 1 0.30 Abrothrix jelskii 1.7 2 2.7 1.1 1.3 0.61 1.21 Akodon subfuscus 1.3 0.8 2.78 0.30 1.21 Auliscomys boliviensis 2.9 1.8 Auliscomys pictus 0.4 1.5 3.94 Auliscomys sublimis 0.7 0.7 0.5 2.2 0.3 Necromys cf. amoenus 0.2 0.3 Calomys lepidus 0.3 Chinchillula sahamae 2 0.4 0.4 2 0.56 0.30 0.61 Neotomys ebriosus 0.2 Oligoryzomys andinus 0.30 Phyllotis chilensis 0.3 8.7 2 3.8 2.9 2.8 3.03 0.91 Phyllotis limatus 0.4 0.61 Phyllotis magister 2.22 1.50 2.12 Phyllotis sp. 0.91 Abrocoma cinerea 0.2 0.2 0.3 0.56 0.30 Nº especies 4 4 5 7 10 11 7 8 7 254 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca tierras bajas que puede alcanzar grandes alturas en algunas localidades, pero no es muy abundante; P. magister, que habita por debajo de 3800 m, es muy común; P. chilensis es con mucho la especie más abundante, y se distribuye en todas las áreas de la RNSAB, pudiendo alcanzar valores poblacionales muy altos (tabla 3). Por su parte, N. ebriosus y C. sahamae, son formas muy especializadas y coloridas que aún no tienen una asignación tribal defi nida; la primera está asociada con los humedales y man- tiene tamaños poblacionales bajos, la segunda está presente en roqueríos con tamaños poblacionales de bajos a moderados (Tabla 3). Distribución y conservación Thylamys sp. Especie de amplia distribución en las vertientes occidentales y las costas del sur del Perú; en Arequipa se les conoce desde el nivel del mar hasta los 3700 m, siempre en ambientes bien vegetados. Las formas de Arequipa conforman una especie aún no descrita que está emparentada con T. pallidior. Sus poblaciones son saludables en la RNSAB, pero se restringe a las partes más bajas. La reportamos para Cabrerías, Pichupichu y el Rayo. Es una especie relativamente abundante. Platalina genovensium. Es una especie conside- rada como especie en Peligro Crítico (DS 034- 2004-AG). Habita en las partes más bajas de la RNSAB: en Charcani y en las áreas adyacentes de la zona de amortiguamiento. Destaca como espe- cie clave debido a su rol polinizador de cactáceas columnares. Histiotus montanus. Es una de las especies de mur- ciélago que habita a mayor altura en el mundo; en Salinas es posible que tengamos uno de los mayores registros altitudinales de América (4360 m de altitud), donde hemos capturado cinco indi- viduos a lo largo de tres noches. Esta especie pre- senta una amplia distribución porque también ha sido capturada en Cabrerías. Este género presenta problemas taxonómicos y es necesario emprender su revisión; es la especie de murciélago más abun- dante en Arequipa. Myotis atacamensis. Este murcielaguito habita en áreas desérticas. En la reserva se le ha repor- tado en los alrededores de Charcani y cerca de la parte baja de Pampa de Arrieros. Es una especie insectívora. Lycalopex culpaeus y L. griseus (Sin. = Pseudalopex, Dusicyon). El zorro andino es una especie contro- versial, porque desde el punto de vista ecológico, resulta clave en los ecosistemas andinos, pero para la economía humana resulta perjudicial, razón por la cual es muy repudiado y perseguido. Presenta amplia distribución en los Andes de América del Sur, desde el extremo suroeste de Colombia, hasta el sur del continente. Para Sumbay se ha descrito a Dusicyon inca (Thomas 1903), actualmente en sinonimia con P. culpaeus. Habita en toda la Reserva. Sus poblaciones permanecen estables aunque sufre fuerte presión de cacería, principal- mente proveniente de pobladores locales que lo consideran indeseable. Es un efi ciente dispersor de semillas en zonas desérticas (Cornejo 1996). El zorro de la costa o zorro gris ha sido reportado en base a dos avistamientos a 1 km al norte de Pampa de Arrieros y en la zona de amortiguamiento, a la altura de Uyupampa. Conepatus chinga. (Sin = C. rex). Es el más efi - ciente depredador de invertebrados epigeos. No se encuentra amenazada. Presenta cierta presión debido a la cacería porque a su carne, grasa y otras partes de su cuerpo se le atribuyen propiedades medicinales y mágicas. Presenta amplia distribu- ción en el altiplano y llega a la región costera. Habita en toda la Reserva, siempre cerca de bofe- dales. Nosotros los hemos registrado en Salinas, Cabrerías, Tocra, Chucura, Pampa de Arrieros, Imata y Sumbay. Galictis cuja. Esta especie ha sido avistada en los bosques relictos del Chachani, en Salinas y en Pillones. Leopardus pajeros. (Sin. = Oncifelis). Se les ha registrado en roqueríos y pajonales alejados del hombre. Sufre cierta presión debido a cacería. Leopardus jacobitus. Ha sido registrado a 55 millas al ENE de Arequipa (Pearson 1957), en ambientes que corresponden a la zona de amortiguamiento, así como también en estación Pillones, pero sola- Mamíferos de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Arequipa y Moquegua 255 mente en base a sus restos (Cossios et al. 2006). Esta es la especie de gato más raro de América del Sur. La legislación nacional lo considera como especie En Peligro (DS 034-2004-AG). Puma concolor (Sin. = Felis). Es el carnívoro más grande de los Andes occidentales del sur del Perú. Presenta una amplia distribución geográfi ca. En nuestros días es raro encontrarlo en los Andes. En la reserva sobreviven algunos ejemplares. Registros de su presencia en base a fuentes confi ables (pie- les, huellas, excretas, animales muertos) demues- tran su presencia en el Rayo, Pichupichu, noreste del Misti y Ampi. Está considerado como especie amenazada bajo la categoría de Casi Amenazado (DS 034-2004-AG). Lama guanicoe. Es el mamífero de mayor talla de los Andes, herbívoro por excelencia. Es más común en el sur de América del Sur (Chile y Argentina); la población más importante de guanaco en el Perú ha sido registrada en Arequipa y Ayacucho. Dentro de la RNSAB, según los censos mensuales, el valor más alto en el 2007 fue de 117. En la zona del volcán Chachani residen algunos grupos, al parecer restringidos a esta zona. Sufre presión por cacería. Está considerado como especie En Peligro (DS 034-2004-AG). Vicugna vicugna. Es la especie de la fauna silves- tre peruana de mayor importancia económica. De acuerdo con los censos, en agosto del 2007 se ha registrado 4424 vicuñas en la RNSAB y su zona de amortiguamiento. Las leyes peruanas la categorizan como especie Casi Amenazada (DS 034-2004-AG). Hippocamelus antisensis. La Taruca, que habita las grandes alturas del altiplano sur peruano, es la especie de caza mayor más perseguida. Hemos detectado caza por pobladores, quienes justifi can esta acción como de subsistencia, y de cazadores que lo hacen por afán deportivo. Considerada en situación Vulnerable (DS 034-2004-AG). Roedores cricetidos. La tribu Abrotrichini está repre- sentada por dos especies C. andinus y C. jelskii, que son las especies de esta tribu con mayor distribución en la Reserva. La tribu Akodontini, representada por A. subfuscus y N. amoenus, es más común a menores alturas; es el pequeño mamífero más abundante en Cabrerías; también lo hemos registrado en Tocra y Sumbay, y en otras localidades adyacentes como Chivay, Yanque, Chiguata, Simbral, donde es muy abundante. Esta especie es endémica del Perú. La forma que estamos asignando a N. cf. amoenus, la hemos encontrado en Tocra y Sumbay. La tribu Phyllotini, alberga a Phyllotis spp.; tres especies de este género se han registrado en la RNSAB. P. chi- lensis, la de más amplia distribución y abundan- cia; P. limatus está presente en pocas localidades y es escasa; y P. magister, que está restringida a zonas bajas ubicadas entre los 2000 y 3800 m, es la segunda especie en abundancia en los queñuales. Otro género de phyllotino es Auliscomys spp., con tres especies: A. sublimis (Thomas 1900), es una de las especies de mamífero que sube más alto, se le encuentra también en bofedales; A. pictus (Thomas 1884), prefi ere ambientes un poco más secos al abrigo de las rocas; y A. boliviensis que habita en roqueríos y bofedales. Otra tribu representada en la RNSAB es Rei- throdontini, con dos especies: C. sahamae, una rata bastante vistosa por su coloración, que se dis- tribuye por todo el altiplano; sus registros están siempre asociados a tolares y roqueríos, aunque también está en queñuales a 3500 m en la zona de Cabrerías, que se constituye en el registro más bajo de su distribución en este lado de los Andes. Es necesario destacar que los tolares tienen una importancia fundamental para esta especie y la destrucción de los mismos podría representar un serio riesgo para este roedor. Según Pearson (1951), sus pieles son comercializadas en Puno. La otra especie es N. ebriosus, que es una especie rara muy afi cionada a los lugares húmedos. Si bien la hemos registrado antes para Arequipa en una localidad, los dos únicos registros obtenidos en este diagnóstico amplían aún más su distribución al oeste y altitudinalmente hasta los 3550 m. Solo ha sido capturado en Cabrerías y en Sumbay. Un representante de la tribu Oryzomyini, O. andinus, ha sido capturado recientemente en el bosque de el Rayo, en el que se constituye como su primer reporte para esta área protegida. En nuestra lista también está P. lemminus, que fue reportado por Pearson (1957) en Huaylarco, en la zona de amor- tiguamiento. 256 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Roedores cavimorfos. Con dos especies: L. perua- num y A. cinerea. La primera es la conocida viz- cacha, que presenta una amplia distribución en los Andes peruanos, desde el norte del país. Son abundantes en roqueríos, especialmente si están asociados a bofedales, donde forman colonias muy numerosas; estas colonias están separadas las unas de las otras (Grimwood 1969). Es impor- tante como fuente de proteína animal para los pobladores andinos, que ocasionalmente se dedi- AGRADECIMIENTOS La realización del presente estudio ha sido posible gracias al apoyo de varias instituciones: PRODENA-Arequipa, el año 1998, fi nanció las primeras evaluaciones de roedores en Tocra; la Agencia Española de Cooperación Internacional con su Proyecto Araucaria–Valle del Colca fi nanció los estudios el año 2000 a cargo del IRECA de la Universidad Nacional de San Agustín; el INRENA durante su gestión el 2001; en el 2003 el Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile fi nanció colectas en algunas áreas de la zona de amortiguamiento; en el 2007, en el marco del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la RNSAB, con fi nanciamiento del proyecto GPAN del PROFONANPE, con fondos del Banco Mundial y KfW, desco y el SERNANP rea- lizaron nuevas evaluaciones. El INRENA autorizó permisos de estudio. El Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa guarda los especímenes colectados gracias a la labor de su director Evaristo López. Son muchas las personas que han participado en estas evaluaciones; en el 2000 participaron Luis Villegas, Kenny Caba- llero, Roberto Gutiérrez, Marco Avendaño, Rocío Zeballos; en el 2001 y 2003 Juvenal Silva, y en el 2007 participaron José Luis Velásquez, Roberto Quispe, Jean Paul Ludeña, Gustavo Ordinola y Hugo Zamora. BIBLIOGRAFÍA can a su captura; es endémica del Perú. La rata chinchilla es una especie de amplia distribución en el altiplano, desde Argentina. En Arequipa fue reportada para Sumbay; ahora la hemos registrado en otras seis zonas, cinco dentro de la RNSAB y su zona de amortiguamiento; el punto más bajo de su distribución es 3500 m. No se deja capturar con facilidad; no obstante, es común en egagrópilas de Tyto alba, por lo que sus tamaños poblacionales deben estar subvalorados. AEDES. 2000. 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Ratón marsupial Histiotus montanus Murciélago orejon Hippocamelus antisensis Taruca Vicugnaa vicugna Vicuña Lama guanicoe Guanaco Conepatus chinga Añas Leopardus pajerus Gato de los pajonales Puma concolor Puma Climatología 5 CLIMATOLOGÍA DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA, SUROESTE DEL PERÚ Beatriz Montenegro,1 Sebastián Zúñiga2 y Horacio Zeballos1,3 1 Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. beamontenegrofz@hotmail.com. 2 Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) – Arequipa, Perú. 3. Centro de Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile. Alameda 340, Santiago de Chile. RESUMEN Presentamos el análisis de la información climatológica obtenida en ocho estaciones de dife- rente categoría ubicadas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Banca (Chiguata, Pampa de Arrieros, Aguada Blanca, El Frayle, Sumbay, Salinas, Pillones e Imata). Nuestros resultados sustentan la incidencia de cambios en los regímenes de la temperatura y precipitación, que estarían defi niendo las principales consecuencias físicas del cambio climático y ocasionando la radicalización del clima, la disminución del agua de lluvias, aunque en la zona de la laguna de Salinas se observa un incremento de la precipitación. Presentamos también el balance hídrico basado en los índices de Martonne y Thornthwaite. Palabras clave: Andes, puna seca, cambio climático, biodiversidad. ABSTRACT We present the climatic analysis based on weather data gathered from eight stations of different category located in the Salinas y Aguada Blanca National Reserve (Chiguata, Pampa de Arrieros, Aguada Blanca, El Frayle, Sumbay, Salinas, Pillones, and Imata). Our results sustain temperature and precipitation variation in concordance with climatic change. We noted radicalization of temperatures, minor quantities of precipitation, with exception in Salinas lake where precipitation was increased. Finally, we present an approximation to hydrologic balance based on Martonne and Thornthwaite index. Key words: Andes, dry Puna, climatic change, biodiversity. INTRODUCCIÓN De acuerdo con su posición en relación con el Ecuador, a la mayor parte del territorio peruano le correspondería un clima tropical húmedo. Pero debido a varios factores tales como la presencia de la cordillera de los Andes, que se comporta como una barrera para el aire cargado de humedad del interior del continente (humedad amazónica); la infl uencia del anticiclón del Pacífi co sur (corriente de Humboldt), que transmite sus bajas tempera- turas a la costa adyacente evitando la formación de masas húmedas; la corriente oceánica peruana; y la contracorriente ecuatorial oceánica o El Niño (Arnt y Fahrbach 1991) hacen que las condicio- nes climáticas en la costa y cordillera occidental produzcan climas áridos y semiáridos. La cordillera andina presenta un notable gradiente altitudinal, que da lugar a una serie de pisos ecológicos y vegetacionales (Brack 1986, Weberbauer 1945). Estas razones hacen que el Perú sea considerado como el país con la mayor diversidad climática del continente americano. En la región andina, el factor principal es la alti- tud; a medida que se asciende va disminuyendo la temperatura, se incrementa la humedad y también la evapotranspiración, a la vez que disminuye la presión atmosférica. Esto va a generar progresiva- 264 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca mente condiciones más adversas que difi cultan la agricultura, la ganadería y la vida en general. No obstante, dada la enorme heterogeneidad geoló- gica y edáfi ca, ostenta una serie de microclimas que incrementan la diversidad ambiental (Bowman 1980, Nicholson 1943). Las condiciones climáti- cas son muy variables, tanto a nivel regional como local, presentándose sequías, heladas, granizadas e inclusive excesos de lluvia. Estos factores no son predecibles, pudiendo presentarse años secos o llu- viosos. Durante la estación húmeda, la pesada capa de humedad que cubre la tierra actúa como escudo contra el calor del sol durante el día y retrasa la irra- diación de la tierra por la noche. Como resultado de ello, la variación diurna es pequeña, generalmente solo oscila entre los 4 y 8°C. Durante la estación seca, la clara y seca atmósfera proporciona relativa- mente poca protección contra los rayos verticales del sol al mediodía, mientras que por la noche el calor de la tierra se irradia con notable rapidez. Bajo tales condiciones, la oscilación de la temperatura diaria se ubica entre 15 y 20°C (fi gura 1). Por otro lado, con la altitud aumenta la transparencia de la atmósfera, por lo que la insolación se hace más intensa y el contraste térmico se acentúa, lo que ocasiona que la sensación de calor o frío sea más marcada al estar bajo el sol o a la sombra en un determinado momento del día. Este fenómeno es originado sobre todo por la escasez de humedad atmosférica, ya que ésta cumple un papel termo- rregulador. La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) se ubica entre las vertientes occidentales y la parte más occidental de la cordillera de los Andes en el sur del Perú, entre los 2800 y más de 6000 m, y recibe infl uencia directa de estos factores. En la RNSAB tienen lugar precipitaciones en la época de verano, debido al descenso en latitud de la zona de convergencia intertropical y a la alta permanente boliviana. También pueden darse precipitaciones en invierno, por el ingreso de masas de aire frío polar (nevadas arequipeñas), alcanzando valores entre los 200 y 600 mm al año. La ocurrencia de rayos, truenos, relámpagos y fuerte nubosidad es característica de esta región. De igual forma, la atmósfera es más diáfana, lo que determina que la insolación sea muy intensa. Sin embargo a 3000 m la temperatura del aire es más elevada que en otras áreas de menor altitud. Esta diferencia se debe al hecho de que a gran altitud la superfi cie terrestre puede ser calentada por el sol, más que otra super- fi cie situada a menor altitud, calentando el aire que está por encima de ella. Las elevaciones aisladas, como son las cumbres de las montañas, son más frías que las altiplanicies de idéntica elevación, ya que las primeras están expuestas a la enfriadora infl uencia de los vientos. METODOLOGÍA Información meteorológica Los datos climáticos utilizados para este estudio han sido proporcionados por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI); fueron medidos en las ocho estaciones que existen dentro de la RNSAB y su zona de amortiguamiento (tabla 1 y fi gura 2). Teniendo en cuenta que el principal factor que determina el clima en la Reserva es la altitud, las estaciones han sido ordenadas en todos los apar- tados, en función de ésta. Debido a las diferencias en la periodicidad de los datos y en los paráme- tros medidos en cada estación, a lo largo de este estudio variarán las estaciones mencionadas de acuerdo con las características o clasifi caciones climáticas a describir. Para el tratamiento de estos datos se han apli- cado los métodos que más se adecúan al clima de la RNSAB, teniendo en cuenta la variabilidad que éste presenta a lo largo de años consecutivos y entre los meses de un mismo año. Esta variabilidad climática de la región andina hace que ciertos indi- cadores y métodos pierdan su valor representativo, siendo imposible fi jar comportamientos típicos, FIGURA 1 Oscilación térmica diaria en el bosque de queñuas de El Rayo(3600 m) en el mes de agosto del 2007. °C 5 0 5 10 15 20 01 03 05 07 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31 t (días) 09 Climatología de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 265 TABLA 1. Estaciones meteorológicas ubicadas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, y sus datos generales Latitud Sur Longitud Oeste Altitud (m) Precipitación total anual (mm) T media anual (ºC) Chiguata 16º 24’ 06.85’’ 71º 23’ 33.90’‘ 2900 181,8 13,1 Pampa de Arrieros 16º 03’ 59.40’‘ 71º 35’ 28.60’‘ 3720 - 7,6 Aguada Blanca 16º 14’ 40.33’‘ 71º 20’ 49.51’‘ 3747 258,9 - El Frayle 16º 05’ 04.00’‘ 71º 11’ 13.00’‘ 4060 316,4 5,2 Sumbay 16º 09’ 17.10’‘ 71º 11’ 20,50’‘ 4175 337,3 - Salinas 16º 19’ 12.90’‘ 71º 09’ 06.80’‘ 4378 331,7 - Pillones 15º 58’ 52.20’‘ 71º 13’ 00.00’‘ 4450 391,7 - Imata 15º 50’ 33.22’’ 71º 05’ 26.30’‘ 4520 527 3,2 como se haría en otras regiones. Para conocer la evolución de los datos a lo largo de los años, se han tenido en cuenta solamente las series dispo- nibles de más de 10 años, ya que los períodos de tiempo menores carecen de representatividad. En los casos en que se estudia las variacio- nes de los parámetros climáticos a lo largo de los años, resulta interesante analizar las tendencias climáticas por medio de la técnica analítica de las Medias Móviles (García 1994), porque per- mite eliminar el efecto de los factores que origi- nan fl uctuaciones a corto plazo, facilitando así el entendimiento del comportamiento climático a largo plazo. La valoración de las tendencias y fl uctuaciones de incrementos en relación con el tiempo se realiza mediante números índices. Esta medida estadística consiste en la comparación de dos circunstancias, para nuestro caso temporales, una de las cuales se considera de referencia, la inicial. Los números índice no son otra cosa que porcentajes. Se trata de los porcentajes de cada valor de la magnitud con respecto al valor de referencia o base. El hecho de que los índices sean defi nidos sobre los propios valores de la variable hace que sean adimensionales. Observaciones termométricas Para obtener un conocimiento detallado del régi- men de temperaturas a lo largo de un período de varios años, se han estudiado las temperaturas medias, máximas y mínimas mensuales de las dife- rentes estaciones. A partir de los datos obtenidos sobre las medias móviles se ha aplicado los núme- ros índice para resaltar las variaciones a lo largo de los años; se parte del primer año, dándole el valor de 100, y a partir de éste se ha ido calculando la variación porcentual. Observaciones pluviométricas Para el análisis de la serie pluviométrica anual (años secos y húmedos) se calculó el défi cit y el supe- rávit de cada año mediante la diferencia entre la precipitación anual correspondiente a cada año y la precipitación media anual. Pero debido a la gran variabilidad que presentan los datos de precipitación los valores medios son pocos repre- sentativos, por lo que interesa calcular además el régimen pluviométrico medio. Para esto utilizamos el método de los quintiles (García 1994, Zúñiga 1998). Los quintiles son valores que resultan de dividir la población en cinco partes iguales. Evolución de las precipitaciones En este apartado se ha aplicado el mismo método que para evaluar la evolución de las temperaturas; se han aplicado las medias móviles y seguidamente se han representado los datos obtenidos por medio de números índices. El análisis de las series pluvio- métricas nos puede mostrar la alternancia de años secos y años húmedos en una zona. Para ello se calculó el défi cit y el superávit pluviométrico de cada año, mediante la diferencia entre la preci- pitación anual y la precipitación media anual. La 266 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca precipitación media anual aparece como un eje a partir del cual las áreas representadas refl ejan el volumen en exceso o escasez; la media móvil describe el patrón de lluvias interanual. Clasifi caciones climáticas y balance hídrico Exploramos el comportamiento de dos índices, el de Martonne y el de Thornthwaite (Soriano y Pons 2004, Zúñiga 1998). En las clasifi caciones conside- radas a continuación se han incluido las estaciones sobre las cuales disponíamos de datos de tempera- tura y precipitación conjuntamente: Imata, Chiguata y El Frayle. La utilización simultánea de varios índices aumenta la fi abilidad de las conclusiones, especial- mente cuando se obtienen resultados concordantes. En nuestro caso hemos recurrido a dos: a. Índice termo pluviométrico de Martonne Este es un índice de aridez, que es útil en estudios hidrológicos, siendo utilizado también para señalar las grandes oposiciones climáticas y biogeográfi - cas. El índice de Martonne se obtiene mediante la fórmula: P IM = –––––– T + 10 Donde: P es la precipitación media anual en mm y T es la temperatura media anual en °C. Según los valores obtenidos de IM se establece la siguiente clasifi cación: IM >20: Clima con humedad sufi ciente 20 ≥ IM >10: Tendencia a la sequedad 10 ≥ IM > 5: Clima árido 5 ≥ IM: Clima hiperárido b. Clasifi cación de Thornthwaite En esta compleja clasifi cación juega un papel rele- vante el concepto de evapotranspiración poten- cial; es decir, la cantidad de agua evaporada de la superfi cie del suelo más la transpirada por los vegetales que crecen sobre dicho suelo y las pér- didas por fi ltración del suelo. Lógicamente, la tem- peratura del aire, la humedad ambiental, los vien- tos, la estructura del suelo y la vegetación, entre otros, condicionan la evaporación. Thornthwaite dedujo una fórmula empírica para calcular el fac- tor e, que posteriormente es utilizado para hallar el valor de la evapotranspiración potencial de un lugar, conociendo su latitud y las temperaturas medias mensuales. Dicha fórmula es: 10t e = 1.6 (––—––)a I Donde: e = evapotranspiración potencial men- sual en cm de agua, para meses de 30 días y días de 12 horas de luz solar; t= temperatura media mensual en °C; a = constante para cada estación, que se determina a su vez mediante la siguiente expresión: a = 0.00000067513 – 0.000077112 + 0.49239, siendo 12 I = ∑ (t/5)1.514 1 FIGURA 2 Red de estaciones meteorológicas ubicadas en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amor- tiguamiento. Diagrama ombrotérmico de Gaussen Es un sistema de diagramas ombrotérmicos o plu- viométricos para determinar gráfi camente la exis- Climatología de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 267 tencia y duración de los períodos secos (mes seco: P<2T); para ello se utilizan los diagramas ombrotér- micos de Gaussen. Sobre un diagrama cartesiano se llevan en abscisas los meses del año y en orde- nadas las precipitaciones (en mm) y temperaturas medias mensuales (en °C). Si la curva pluviométrica va siempre por encima de la térmica, no hay ningún período seco y el clima se defi ne como axérico. En otras condiciones, las curvas pueden cortarse deter- minando uno (clima monoxérico) o dos períodos secos (clima bixérico). RESULTADOS Y DISCUSIÓN 1. Temperatura En concordancia con las predicciones sobre el cam- bio climático, se percibe un ligero aumento de las temperaturas a largo plazo. Pero lo más notable es que las temperaturas mínimas tienden a ser cada vez más bajas y las temperaturas máximas están aumentando progresivamente, manifestándose una clara tendencia a la radicalización del clima (fi gura 3). Esto es muy preocupante, porque este cambio de condiciones repercutirá directamente en la sobrevivencia de las especies y sobre los sis- temas productivos, especialmente en lo que atañe a las pasturas con que se sustenta la ganadería de los camélidos sudamericanos. 2. Precipitación Precipitaciones probables El régimen de lluvias indica que los mayores eventos de precipitación tienen lugar en verano, aunque por lo general se inician en los meses de octubre y noviembre para ir incrementándose en los meses siguientes, con excepción del mes de febrero, cuando en algunas zonas se presenta una ligera disminución. Los valores máximos se manifi estan entre los meses de enero, febrero y marzo, a partir de los cuales ya disminuyen pro- gresivamente hasta prácticamente desaparecer, desde mayo a agosto. El primer quintil (Q1) será el valor de precipitación por debajo del cual quede un 20% de las observaciones de la serie, el cuarto (Q4) el 80%. La precipitación comprendida en el FIGURA 3 Variación y evolución de la temperatura en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. En los cuadros superiores se presenta el registro de la temperatura máxima (línea negra), media (línea gris) y mínima (línea punteada) de las estaciones climatológicas de El Frayle (4060 m) e Imata (4520 m). En los cuadros inferiores se presenta la evolución de las temperaturas en las mismas estaciones, estimada con el método de las medias móviles (máxima: línea negra; media: línea gris; y mínima: línea punteada). Temperaturas CO Imata 20 40 60 80 100 120 140 160 1975 1985 1990 2000 Te m pe ra tu ra (C °) -10 -5 0 5 10 15 20 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 0 1980 1995 2005 20 40 60 80 100 120 140 160 0 Po rc en ta je (% ) 1975 1985 1990 20001980 1995 2005 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 Temperaturas CO Frayle Evolución Temperaturas CO Imata Evolución Temperaturas CO El Frayle -10 -5 0 5 10 15 20 268 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca área gris correspondería al régimen de precipita- ción que se presentaría con un 60% de probabi- lidad en la zona (fi gura 4). Años secos (usyai wata) y húmedos (para wata) La irregularidad en las precipitaciones en esta parte del continente ocasiona que se produzcan altera- ciones del ritmo pluviométrico, de manera que pueden sobrevenir sequías (Hurtado 2005). En estos eventos la disponibilidad de agua en el terri- torio es insufi ciente para satisfacer las necesidades de la población humana, así como de las plantas y animales que se encuentran condicionados en su modo de vida, distribución y uso del territorio. La pluviosidad anual dentro de la Reserva oscila entre los 80 mm a 1000 mm según el año y la zona; FIGURA 4 Régimen de precipitaciones intraanuales en siete estaciones meteorológicas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. En gris la precipitación que se presentaría con un 60% de probabilidad (Q4), en blanco el Q1, la línea punteada es el promedio, calculado con el método de los quintiles. 100 0 50 150 200 250 300 SE T O CT N O V DI C EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O Precipitaciones intra-anuales CO Chiguata 100 0 50 150 200 250 300 SE T O CT N O V DI C EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O 100 0 50 150 200 250 300 SE T O CT N O V DI C EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O 100 0 50 150 200 250 300 SE T O CT N O V DI C EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O 100 0 50 150 200 250 300 SE T O CT N O V DI C EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O 100 0 50 150 200 250 300 SE T FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O O CT N O V DI C EN E 200 100 0 50 150 250 300 SE T O CT N O V DI C EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O Precipitaciones intra-anuales CO Aguada Blanca Precipitaciones intra-anuales CO El Frayle Precipitaciones intra-anuales CO Sumbay Precipitaciones intra-anuales CO Salinas Precipitaciones intra-anuales CO Pillones Precipitaciones intra-anuales CO Imata Climatología de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 269 FIGURA 5 Años secos (gris) y húmedos (negro) en siete estaciones meteorológicas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. 0 200 400 600 1000 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 Pr ec ip ita ci ón 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 CO Aguada Blanca 800 0 200 400 600 800 1000 Pr ec ip ita ci ón 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 CO El Frayle 200 0 400 600 800 1000 CO Sumbay 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 0 200 400 600 800 1000 CO Pillones 200 400 600 800 1000 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 CO Salinas 0 200 400 600 800 1000 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 0 200 400 600 800 1000 19 75 19 78 19 81 19 84 19 87 19 90 19 93 19 96 19 99 20 02 20 05 mm CO Imata esto nos da la medida de la variabilidad climática dentro de la Reserva. En las gráfi cas de las fi guras 4 y 5 se puede apreciar que muy pocos años se aproximan al promedio, por lo que esta medida es muy poco signifi cativa a la hora de evaluar el régimen de lluvias de una zona. La alteración en la secuencia de años secos y húmedos con un modelo cíclico que se presenta cada 11 años, se debe a efectos tales como la presencia del fenómeno El Niño, que parece seguir otro patrón irregular en cuanto a su aparición. Evolución de las precipitaciones En este apartado se ha utilizado el mismo método que para evaluar la evolución de las temperatu- ras. Se han aplicado las medias móviles y a conti- nuación se han representado los datos obtenidos por medio de números índice. Por lo general, las precipitaciones han disminuido en toda la Reserva (fi gura 6), excepto en el caso de CO Salinas, que presenta un aumento de 20 a 50% debido a la emisión volcánica de aerosoles atmosféricos (par- 270 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FIGURA 6 Régimen pluviométrico de siete estaciones meteorológicas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, que describe la tendencia de las precipitaciones. Calculado con el método de las medias móviles y expresado en porcentaje. 0 40 80 120 160 CO Chiguata 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 Po rc en ta je ( % ) CO Aguada Blanca 0 40 80 120 160 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 CO El Frayle 0 40 80 120 160 Po rc en ta je ( % ) 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 CO Sumbay 0 40 80 120 160 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 CO Salinas 0 40 80 120 160 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 Po rc en ta je ( % ) CO Imata 0 40 80 120 160 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 Po rc en ta je ( % ) CO Pillones 0 40 80 120 160 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 tículas en suspensión) procedentes de la actividad volcánica del Ubinas. Estas partículas actúan como productoras de lluvia a causa de un proceso de condensación. En concreto, aquellas que por su composición química son solubles en agua tien- den a condensarla sobre su superfi cie, formando pequeñas gotas constituidas por una disolución saturada. Cuando la humedad relativa del aire supera la presión de vapor de la disolución satu- rada, condensa una mayor cantidad de agua, aumentando el radio de la gota. Esta lluvia de partículas podría originar efectos contaminan- tes sobre los seres vivos, no solamente a causa del efecto de la deposición de las partículas sino debido a los efectos específi cos derivados de la naturaleza química de éstas (lluvia ácida, reacti- vidad de iones metálicos). Clasifi caciones climáticas y balance hídrico El valor del índice de Martonne en las estaciones de la RNSAB se ha estimado en: Imata = 39,9, Chiguata = 9,5 y para El Frayle = 20,7. Según este índice, tenemos una clasifi cación de región húmeda para Imata, región árida para Chiguata y una región con tendencia a la sequedad para El Frayle. Por el hecho de que el régimen de lluvias intraanual es muy irregular, creemos conveniente completar estos datos con un índice mensual, tomando los valores de precipitación y temperatura del mes y multiplicando por 12 la precipitación: 12t im = 1.6 (––—––) a t + 10 Climatología de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 271 Donde: p= precipitación total mensual en mm, y t la temperatura media mensual en ºC. De esta manera, se puede analizar la variación a lo largo del año del índice de aridez. Desglosando por meses el índice de aridez, se obtiene su clasifi ca- ción mensual (tabla 2). Clasifi cación de Thornthwaite Una vez obtenidos los datos de evapotranspiración y calculado el balance hídrico, se han elaborado los correspondientes gráfi cos (fi guras 7, 8, y 9). Estos diagramas nos demuestran que en la mayor parte de la RNSAB tenemos un corto período de exceso de lluvias (febrero y marzo), mientras que en las partes más orientales (Imata), que también son de mayor altitud, hay mayor disponibilidad de agua. No obstante, la mayor parte del año se presenta con défi cit de agua, lo que repercute directamente en los sistemas productivos. Según Thornthwaite (Soriano y Pons 2004), los distintos climas se caracterizan por una fórmula TABLA 2. Clasifi cación mensual del índice de Martone, para tres estaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca: Imata (4520 m), Chiguata (2900 m), y El Frayle (4060 m) Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic IMATA Valores 112 99 85 26 4 3 3 6 9 13 23 52 Características Humedad sufi ciente Hiperárido Árido Sequedad Humedad sufi ciente CHIGUATA Valores 28 43 34 1 0 0 1 1 1 0 0 6 Características Humedad sufi ciente Hiperárido Árido EL FRAYLE Valores 52 56 46 16 2 4 6 2 4 6 12 28 Características Humedad sufi ciente Sequedad Hiperárido Árido Hiperárido Árido Sequedad Humedad compuesta de cuatro letras y unos subíndices. Las dos primeras letras son mayúsculas y se refi eren al índice de humedad y a la efi cacia térmica de la zona, respectivamente. Las dos últimas letras son minúsculas y corresponden a la variación estacio- nal de la humedad y a la concentración térmica en verano, respectivamente. Por esta razón, es necesario previamente defi - nir tres índices: índice de humedad o exceso de agua (Ih), índice de aridez o falta de agua (Ia), e índice hídrico (Im). El cálculo de estos índices se efectúa de acuerdo a las fórmulas siguientes: 100s 100d Ih = –––– Ia = –––– Im = Ih – 0.6Ia ETP ETP Donde: s = exceso de agua en el suelo; d= falta de agua en el suelo; n= necesidad de agua, que es igual que la ETP. A partir de estos índices, y siguiendo la clasifi cación propuesta por Thornth- waite, podemos caracterizar el clima de las esta- ciones (tabla 3). TABLA 3. Caracterización del clima con el método de Thornthwaite, para tres estaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca: Imata (4520 m), Chiguata (2900 m) y El Frayle (4060 m) IMATA CHIGUATA EL FRAYLE B1 Húmedo E Árido E Árido C’1 Microtérmico D’ Tundra D’ Tundra s2 gran exceso de agua s exceso moderado de agua s exceso moderado de agua b’4 b’1 b’3 272 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FIGURA 8 Clasifi cación climática de Thornthwaite para la estación meteorológica de El Frayle, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. FIGURA 9 Clasifi cación climática de Thornthwaite para la estación meteorológica de Imata, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Balance Hídrico CO El Frayle AGO 80,0 60,0 40,0 20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 SET OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL 80,0 60,0 40,0 20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 Deficit Exceso Tm Pma ETP SET OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO Balance Hídrico CO Imata 80,0 60,0 40,0 20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 80,0 60,0 40,0 20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 m m Deficit Exceso Tm Pma ETP FIGURA 7 Clasifi cación climática de Thornthwaite para la estación meteorológica de Chiguata, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Balance Hídrico CO Chiguata -80,0 -60,0 -40,0 -20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 SET OCT NOV DIC ENE FEB MAR JUN JUL AGO -80,0 -60,0 -40,0 -20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 m m Deficit Exceso Tm Pma ETP MAYABR Diagrama ombrotérmico de Gaussen Estos diagramas (fi gura 10) nos presentan un panorama estacional con precipitaciones mar- cadas en la temporada de verano, que superan de manera importante la sequedad. No obstante, en Chiguata (2900 m) y El Frayle (4060 m) se percibe un notable défi cit de agua, por el hecho de que habría un incremento de la evaporación en los sistemas bióticos y suelos, dando lugar a condiciones naturalmente adversas. Estas tem- poradas de sequedad coinciden con el invierno, ocasionando una serie de procesos negativos tales como las heladas, que repercuten directa- mente sobre la vegetación. En Imata (4520 m), la temperatura llega a ser muy inferior, y la disponi- bilidad de agua es mayor; no obstante, dada su gran altitud, es en muchos casos privativo para la sobrevivencia de los organismos. Climatología de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca 273 FIGURA 10 Diagrama ombrotérmico de Gaussen para tres estaciones meteorológicas de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. CO Chiguata 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O SE T O C T N O V D IC EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O SE T O C T N O V D IC EN E FE B M AR AB R M AY JU N JU L AG O SE T O C T N O V D IC mm 0 20 40 60 80 100 120 140 CO Imata 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 CO El Frayle 80,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0 120,0 140,0 0,0 20,0 40,0 60,0 100,0 120,0 140,0 BIBLIOGRAFÍA Arnt, W. E. y E. Fahrbach. 1991. El Niño, experimento climático de la naturaleza. Edit. Fondo de Cultura Económica. México D.F. Bowman, I. 1980. Los Andes del sur del Perú. Textos Universitarios. Edit Universo. Lima. García V., J. 1994. Principios físicos de climatología. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima. Hurtado F., C. 2005. Geografía del Tahuantinsuyo y su trascendencia. Serie Geoeducación, Instituto de Cultura Alimentaria Andina. Lima. Nicholson, C. 1943. Programa analítico de climatolo- gía del Perú. Anexo de la Revista de la Univesidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Soriano, M. D. y V. Pons. 2004. Prácticas de edafología y climatología. Universidad Politécnica de Valencia, Edit. Alfaomega, México DF. Zúñiga, S. 1998. Guía práctica de meteorología y cli- matología, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. Arequipa. Línea de base 6 CONTRATO DE ADMINISTRACIÓN PARCIAL DE OPERACIONES DE LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA. LÍNEA DE BASE - 2007 Horacio Zeballos, José A. Ochoa, Kenny Caballero, Filomeno Chancolla, Urbano Jacobo, Juan Carlos Lizárraga, José Antonio Ochoa, John Machaca-Centy, Roberto Barrionuevo, Eloy Ocsa, Gonzalo Quiroz, Fredy Quispe, Jesús Sánchez, Marcial Soncco, José Luis Velásquez, Ayling Wetzell, Pablo Aguilar. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, Programa Regional Sur – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. RESUMEN Presentamos los resultados de las evaluaciones realizadas durante el año 2007 en los ocho objetos de conservación en virtud del Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Los resultados resumidos aquí serán considerados como la línea de base o punto de partida de la intervención de desco. ABSTRACT We present the results of research based on eight conservation objects in the Salinas y Aguada Blanca National Reserve, performed during 2007 by virtue of the Partial Adminstration Contract of Operations of this protected area. The results summarized here will be considered as the base line or starting point of the desco’s operation. INTRODUCCIÓN La Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) es una muestra representativa de la puna seca de América del Sur. Fue creada en 1979 por D. S. 070-79-AG. Ocupa un área de 366 936ha, que se ubican en las provincias de Arequipa y Cay- lloma del departamento de Arequipa, y General Sánchez Cerro del departamento de Moquegua. Abarca dos cuencas altoandinas: la del Chili y la de la laguna de Salinas. La RNSAB es la fuente natural de agua para la ciudad de Arequipa y satisface las necesidades de consumo humano, producción agropecuaria y generación de energía, convirtién- dose en su principal fuente de vida y bienestar. No obstante, este primordial servicio no ha sido reconocido hasta la fecha. También es hábitat de importantes especies animales y vegetales, como los guanacos, la emblemática vicuña, los amena- zados bosques de queñua, y toda una pléyade de especies más. En la RNSAB hay varios asentamientos huma- nos que en su mayor parte viven de la explotación de estos recursos. Sin embargo, pese al papel pri- mordial que esta ANP desempeña y a sus valio- sos recursos, las prácticas de manejo no han sido adecuadas, lo que ha ocasionado serios impactos sobre la vegetación, que han afectado los sue- los y empobrecido los recursos renovables y con esto limitado las posibilidades de desarrollo de sus pobladores. Desde el punto de vista geomorfoló- gico, se trata de una planicie elevada —por sobre la cual se encuentran estructuras volcánicas que constituyen parte de la cordillera volcánica— que se ubica en la parte más occidental de la cordillera andina. La geomorfología actual del área es resul- tado del efecto combinado de fuerzas endógenas y exógenas que se desarrollaron durante el terciario 278 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y el cuaternario, como consecuencia de procesos morfodinámicos que en sus fases agradacionales corresponden al dimorfi smo vertical y al vulca- nismo del Plio-Pleistoceno y en sus fases degra- dacionales a la acción erosiva de períodos pluvio- glaciales. Los suelos de la RNSAB corresponden a litosoles y regosoles, y guardan estrecha relación con la litología y las condiciones bioclimáticas de la región. Por lo general, son suelos de estepa altiplá- nica, derivados muchos de ellos de cenizas volcá- nicas. Así aparecen suelos de desierto frío, suelos turbosos, suelos salinos en las márgenes de los salares y suelos de tipo aluvial y coluvial. La ero- sión eólica es frecuente en las pampas cuando se retira la cubierta de vegetación, como es el caso de la Pampa de Cañahuas, y la erosión hídrica se presenta principalmente en áreas con pendiente y en la mayoría de los casos es causada por el retiro de la vegetación. El clima de la Reserva está dominado por dos condiciones: la altura y la aridez, que le confi e- ren un clima de montaña notablemente árido. La fuerte insolación es característica de ambientes montañosos. La precipitación en el área oscila entre los 200 y 600 mm, presentándose marcada estacionalidad lluviosa, generalmente restringida a los meses de verano; las sequías son frecuentes y en los últimos años se aprecia un decrecimiento de la precipitación. La humedad relativa más alta tiene lugar en Imata, con 60% en promedio. Las temperaturas promedio en la zona varían de 2 a 8°C, con mínimas de hasta – 10°C (en Sumbay se ha registrado – 25°C en 1961). Presenta amplia variación de temperatura entre el día y la noche, así como entre sitios sombreados y asoleados. La Reserva fue creada principalmente como área alternativa para la propagación y el manejo de la vicuña. El hecho de constituir una Reserva Nacional le permite hacer uso de los recursos, en este caso la vicuña estaría entre los principales recursos a manejar. En la actualidad, la explo- tación de la fi bra de vicuña está a cargo de las comunidades campesinas. Hemos reportado más de 460 especies de plantas vasculares, siendo Aste- raceae y Poaceae las familias con más especies; Calamagrostis, Senecio y Werneria los géneros con mayor cantidad de especies. Los vertebrados de la Reserva reportados hasta la fecha corresponden a 208 especies, conformadas por 37 mamíferos, 159 aves, 5 reptiles, 4 anfi bios y 3 peces. MARCO CENCEPTUAL DEL CONTRATO DE ADMINISTRACIÓN Consideramos que las ANP son muestras repre- sentativas de ecosistemas naturales, y sus com- ponentes no constituyen colecciones de objetos de conservación, sino más bien que todos los elementos que la conforman son partes de un mismo sistema, que funcionan acoplados como una unidad y responden como un todo. Por lo tanto, la alteración de uno de sus componentes repercute en la salud de todo el sistema. Desafor- tunadamente, la Reserva es un espacio que ha sufrido mucha alteración. No obstante, al tener un tratamiento legal especial se constituye en espacio adecuado para iniciar prácticas de conservación, lo que permitirá volcar las experiencias exitosas en las tierras aledañas en busca del desarrollo sustenta- ble, donde se conjugue la investigación científi ca, los recursos y la sociedad. Este sistema puede ser enfocado desde dos perspectivas: una ecológica-ecosistémica y otra desde el punto de vista social como un sistema productivo; pero debemos recalcar que éstas no se contraponen, y que no son más que enfoques del mismo sistema, pero desde perspectivas dife- rentes. En este sentido, la base productiva es la cubierta vegetal, es la base fundamental que sos- tiene a los consumidores herbívoros (camélidos domésticos y silvestres, tarucas, etc.) y éstos a los consumidores superiores, entre los que encontra- mos a los cosechadores y a los carnívoros. Por esta razón la base vegetal se ve privile- giada con acciones factibles, que además ya han sido probadas por nosotros. La propuesta conjuga dos elementos claves: la conservación y la mejora de las condiciones ambientales, además del desa- rrollo productivo-social. Entendemos que no es posible lograr objetivos ambientales desligados de la población asentada y usuaria por derecho ancestral. Sin embargo, necesitamos hacer que la población sea partícipe del trabajo y que alcance un nivel que le permita, eventualmente, tomar las decisiones y benefi ciarse con los logros alcanzados; por ello se ha dialogado con los pobladores y auto- ridades de las diferentes zonas de la Reserva con el Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 279 fi n de conocer sus perspectivas frente al contrato y los elementos que ellos consideran importante incluir. También somos conscientes de que la mejor forma de hacer sostenible nuestra propuesta es mediante el aprovechamiento adecuado de los recursos, con planes de manejo que no solo per- mitan su conservación sino en la mayoría de casos su mejora. De tal forma que nuestra propuesta buscará el fortalecimiento de las organizacio- nes de base como estrategia principal, ya que a través de éstas se generará la reproducción y recuperación de las zonas afectadas y el control de las actividades extractivas, pero también se trabajará en la mejora de los ingresos familiares y en la generación de capacidades mediante la formación educativa. Con referencia a los ingresos familiares, se inci- dirá en la producción de camélidos sudamericanos domésticos, para lo cual se mejorarán las pasturas nativas, especialmente los bofedales, con el fi n de incrementar la soportabilidad ganadera. Se inci- dirá también en el desarrollo de un esquema de selección y mejoramiento genético orientado a optimizar la producción de fi bra en alpacas y de carne en llamas, disminuyendo en forma gradual la población de animales defectuosos y, por ende, la sobrecarga de las pasturas naturales. OBJETOS DE CONSERVACIÓN 1. Pastos naturales y bofedales En la RNSAB, la actividad ganadera se ha carac- terizado por el uso inadecuado de los suelos, las pasturas y el agua, lo que ha ocasionado la degradación de la calidad forrajera por sobrepas- toreo. Anteriormente nuestra institución y varias otras han aportado y experimentado diferentes prácticas para la mejora ganadera (Ej. Araucaria, IPADE) con resultados exitosos: el uso de infraes- tructuras de riego e infi ltración (microrrepresas y espejos de agua), canales rústicos abiertos para la conducción e infi ltración, los cercos de manejo y el abonamiento con estiércol de camélidos. Estas propuestas ya validadas, han sido recogidas por el Contrato de Administración en su propuesta de manejo. En cuanto a otros estudios sobre los pastos de la RNSAB, la mayor parte de los mismos está constituida por literatura gris, especialmente informes técnicos, tesis y algunas guías para la determinación de pastos forrajeros. Para abordar su estudio y simplifi car el manejo de los mismos, describimos cinco tipos de pastu- ras: pajonales, césped de puna, bofedal, canllar y tolar; este último, por su importancia, posee un componente propio. Con la fi nalidad de conocer el estado de los pastos en la RNSAB y su zona de amortiguamiento, especialmente en las áreas en las que se va a intervenir, realizamos evaluaciones agrostológicas y edáfi cas utilizando el método de transección radial, para conocer la condición de las pasturas, su soportabilidad y capacidad de carga ganadera. La condición del pastizal puede entenderse como el estado de salud de la pradera, siendo más saludable si es capaz de sostener una mayor cantidad de herbívoros (carga animal). Ésta se evalúa sobre la base de su condición con res- pecto a su potencial de producción en las mejores condiciones de manejo (tablas 1 y 2). Su condición se determinó tomando en consideración cuatro índices (Programa de forrajes de la Universidad Nacional Agraria La Molina) basados en el resul- tado de los transectos radiales: a) composición de especies decrecientes, que es la suma de porcen- tajes de las especie decrecientes de un sitio para cada especie; b) índice forrajero, es la suma de porcentajes de especies decrecientes y acrecentan- tes, que es el mismo para los diferentes animales; c) suelo desnudo, roca y pavimento de erosión, es un indicador directo de la cobertura del suelo y del grado de erosión; y d) índice de vigor, com- parando el promedio de altura de las especies más deseables, y contrastándolo con las especies en condición de óptimo desarrollo. TABLA 1. Condición del pastizal y carga animal recomendable para diferentes condiciones de pastizales nativos Condición Alpacas Vicuñas Ovinos Excelente 2,70 4,44 4,00 Bueno 2,00 3,33 3,00 Regular 1,00 1,65 1,5 Pobre 0,33 0,53 0,5 Fuente: Programa Forrajes UNA – La Molina. 280 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 2. Capacidad de carga óptima en pastoreo complementario Condición de la pradera Capacidad de carga (animales/ha) alpacas ovinos Excelente 1,33 2,00 Bueno 1,00 1,50 Fuente: Programa Forrajes UNA – La Molina. 2. Pastos para camélidos silvestres La presente evaluación se realizó en los pastizales ubicados dentro de los diez cercos de vicuñas que pertenecen a siete comités de manejo de vicuñas, ubicados dentro de la RNSAB y su zona de amor- tiguamiento. Diversidad fl orística y tipos de vegetación La composición botánica de un pastizal es varia- ble en función de la época, la altitud, el sobre- pastoreo, el manejo del pastizal, la abundancia de agua y el contenido de sales. Registramos 61 especies forrajeras (tabla 6), de 15 familias, siendo las Poaceae, Asteraceae y Juncaceae las que aportan la mayor cantidad de especies para el soporte alimenticio de la vicuña. Los lugares de pastoreo están conformados por diferentes tipos de plantas, poaceas, herbáceas y arbustos, que confi eren a cada lugar un aspecto especial, dependiendo de la especie de planta que domine la vegetación; aquellos grupos de plantas de apa- riencia similar que abarcan un área determinada y pueden apreciarse a simple vista se denominan tipos de pastizal. En los cercos evaluados se ha podido determinar la predominancia de tres tipos de pastizales, pajonales de iru-ichu, bofedales y césped de puna. Las coberturas varían entre 17% en el cerco de Chalhuanca y 86% en el cerco de Salinas Huito, que corresponden a los tipos de pastizal de pajonales y bofedales respectivamente (tabla 7). TABLA 3. Datos de base para determinar la soportabilidad (alpacas y/o llamas) por métodos de consumo de forraje seco o materia seca. Materia seca (MS) en kg Peso vivo (kg promedio) % Consumo MS/peso vivo Consumo MS (kg/día) Alpaca (60 kg) 2,09 1,2 Llama (90 kg) 2,00 1,7 *Unidad Animal Alpaca por hectárea. Fuente: Programa Forrajes UNA – La Molina.Capacidad de carga Obtenido el forraje disponible por hectárea, se determina el rango de utilización de forraje dis- ponible para el pastoreo; para ello se estandariza el nivel de utilización de los pastizales en 50% del rendimiento anual. La soportabilidad se determinó sobre la base de la producción de forraje seco dis- ponible (tabla 1), lo que nos indica la cantidad de animales que puede soportar sin que pierda su capacidad regenerativa, permitiendo un desarrollo adecuado sin inducir al deterioro del pastizal y el suelo. En el caso de la vicuña, se ha señalado que debe consumir un 3,5% de su peso vivo (38kg). Soportabilidad La soportabilidad se determina sobre la base de la producción de forraje seco disponible y el con- sumo de las llamas y alpacas. Para determinar el forraje disponible, una vez obtenido el dato del peso seco de forraje por hectárea (muestreo en campo) se determina el rango de utilización del pastizal. En el caso de pastos altoandinos, lo cons- tituye el 50% del rendimiento total anual (Flores 1992). Para determinar el consumo (tabla 3) se estableció previamente la condición y la capacidad de carga. Evaluación de pastos Usamos la técnica de transección radial (Flores y Trejo 1993, Florez 1992, 2005). Se evaluaron los siguientes parámetros: composición botánica, biomasa foliar, vigor, cobertura, soportabilidad, profundidad de suelos y capacidad de carga. Se recogieron las muestras de plantas en cada área evaluada para determinar la fi tomasa consumible por herbívoros en pastizales (tabla 4) y en bofe- dales (tabla 5). Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 281 TABLA 4. Características agrostológicas de pastos por sitio evaluado en época de estiaje del año 2007 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca; en cada unidad se han evaluado dos transectas. Materia seca (MS), Unidad Alpaca (UA) Estancias y/o benefi ciario Tipo de pastizal Capacidad de carga MS kg/ha Soportabilidad Cobertura Suelo (cm)50% de la capacidad de carga UA/ha/año Porqui CR canllar 683,6 341,8 0,1 54,43 35,8 Surpo CR Canllar-césped de puna 153,4 76,7 0,1 34,67 32,93 Huayllani césped de puna 567,2 283,6 0,8 32,7 31 Piñotia césped de puna 246,6 123,3 0,4 49,95 26,43 Irolaca césped de puna 120,4 60,4 0,1 29,04 22,9 C, Cancosani césped de puna 422,6 211,3 0,2 43,56 43,23 C, Chaclaya césped de puna 487,6 243,8 0,2 48,67 34,2 Lucia Lazarte césped de puna 490,8 245,4 0,2 39,56 32,5 Ccocha Ccocha césped de puna 137 68,5 0,2 42,61 42,3 Taquilla CR césped de puna 202,8 101,4 0,4 64,76 34,4 Apo Occo césped de puna-canllar 247,2 123,6 0,2 57,65 34,87 Rio Pilon césped de puna 642,4 321,2 0,1 30,76 23,76 Champacancha césped de puna 3,6 1,8 0,01 36,2 12,8 Huarayani césped de puna 463,6 231,8 0,2 40,1 12,98 Paucarani césped de puna-pajonal 597,8 298,9 0,5 61,6 34,12 Timoteo Huamán pajonal 438,6 219,3 0,3 45,69 31,7 Miguel Lazarte pajonal 684,8 342,4 0,4 67,98 31,7 Yruhuaya CR pajonal 197,2 98,6 0,3 58,43 29,4 Saturnino So CR pajonal 175,2 87,6 0,1 38,45 27,4 Fidel Lazarte pajonal 423,4 211,7 0,2 65,43 34,6 Felipe Larico pajonal 633,2 316,6 0,4 76,23 38,9 Isidro Pumacota pajonal 195,8 97,9 0,2 45,12 36,9 Mario Taco pajonal 199,4 99,7 0,2 45,76 40,5 Piñatea pajonal 109,2 54,6 0,2 39,54 48,9 Qello Qello pajonal 690,8 345,4 0,7 78,45 23,6 Vizcachani pajonal 736,6 368,3 0,8 85,9 28,5 Anacsicocha pajonal-césped de puna 422,8 211,4 0,3 54,67 32,5 Orcco Ccocha pajonal- césped de puna 462,8 231,4 0,3 52,43 23,4 Vicente Arhuire pajonal-césped de puna 422,4 211,2 0,3 43,34 30,9 Hisalla pajonal- tolar 642,4 321,2 0,4 68,54 43,8 Juan Mamani pajonal- tolar 213,2 106,6 0,2 45,76 41,3 Apo Occo pajonal- tolar 691,8 345,9 0,6 75,45 37,9 Caquincura tolar - pajonal 731,4 365,7 0,5 76,34 38,6 Mario Mamani tolar - césped de puna 647,6 323,8 0,4 69,79 38,8 Luis Chanco tolar - pajonal 624,6 312,3 0,4 69,56 35,7 Pedro Solis tolar - pajonal 690,8 345,4 0,5 70,45 25,4 282 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 5. Características agrostológicas de bofedales por punto evaluado en época de estiaje, año 2007, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. En cada unidad se han evaluado dos transectas. Materia seca (MS), Unidad Alpaca (UA) Estancias y/o benefi - ciarios Tipo de pastizal Capacidad de carga MS kg/ha Soportabilidad Cobertura Suelo (cm) 50% de la Capacidad de carga UA/ha/año Juyumayo bofedal 1209,6 604,8 1,3 55,66 34 Pakrutaña bofedal 1486,2 743,1 1,6 100 23,32 Casa Blanca bofedal 843 421,5 1,2 89,94 32,4 Jovita Arhuire bofedal 823,6 411,8 1,1 87,43 30,3 Oray Ccollpa bofedal 865 432,5 1,2 83,98 23,9 Mauro Idme bofedal 908,6 454,3 1,1 87,45 24,8 Bonifacio Taco bofedal 907,2 453,6 1,4 98,41 38,9 Pio Taco bofedal 843,4 421,7 1,3 94,34 43,4 Silverio Vilca bofedal 1003,6 501,8 1,5 98,68 46,9 Fortunata Choque bofedal 805,2 402,6 1,1 87,43 39,8 Agustin bofedal 1004,6 502,3 1,2 95,47 41,8 Ccochani bofedal 991,4 495,7 1,3 97,45 43,4 Quinsachata bofedal 793,4 396,7 1,2 86,76 47,2 Floresticayoc bofedal 783,2 391,6 1,1 87,89 39,9 Pucarilla bofedal 639,8 319,9 1,2 76,98 45,5 Vicente Arhu bofedal 713,4 356,7 1,0 78,65 42,4 Fermin Ayma bofedal 847,6 423,8 1,5 91,23 40,4 Miguel Beltrán bofedal 712,9 356,45 0,9 86,56 43,9 Jovita Arhuire bofedal 996,8 498,4 1,2 97,65 52,5 La Yunta bofedal 690,4 345,2 1,3 87,67 46,3 Mario Yerva bofedal 734,2 367,1 1,0 79,45 43,5 Isidro Idme Bofedal-chillihuar 709,6 354,8 0,7 78,54 40,3 Andres Quispe bofedal 647,2 323,6 0,7 78,67 42,6 Filomeno Mamani bofedal 687,2 343,6 0,7 67,54 30,6 Sayllo bofedal 713,6 356,8 0,7 78,56 40,2 Totorani bofedal 1486,6 743,3 1,8 55,6 32 Ccalcapi Bofedal-pajonal 484,4 242,2 0,5 80,1 32,98 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 283 TABLA 6. Lista taxonómica de las especies vegetales encontradas dentro de los cercos de semi cautiverio en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Asteraceae Baccharis tricuneata Tola Geraniaceae Geranium sessilifl orum Ojotilla Belloa punae -- Solanaceae Solanum canasense Papa cimarrona Hypochoeris echegaray Pilli Verbenaceae Junellia minima --- Hypochoeris taraxacoides Pilli Verbena sp. --- Parastrephia quadrangulare Tola Plantaginaceae Plantago linearis Llantén de palo Parastrephia phylicaeformis Tola Ephedraceae Ephedra americana Pinco pinco Werneria heteroloba Urso Poaceae Calamagrostis breviaristata Llapa Werneria orbygniana Urso Calamagrostis brevifolia Sora pasto Werneria pigmaea Urso Calamagrostis chrysantha Sora pasto Senecio nutans Chachacoma Calamagrostis heterophylla Ccahu Senecio espinossísima China canlli Calamagrostis minima Llapa pasto Senecio sp. -- Calamagrostis rigescens Pasto Junellia sp. Verbena Calamagrostis ovata Sora Ranunculaceae Ranunculus fl agelliformis Mecha mecha Calamagrostis antoniana Sora sora Ranunculus sp. Mecha mecha Calamagrostis vicunarum Crespillo Caryophyllaceae Pycnophyllum glomeratum Pesque pesque Dissanthelium macusaniensi --- Pycnophyllum molle Pesque pesque Festuca dolichophylla Chilliwa Pycnophyllum weberbaueri Pesque pesque Festuca rigescens Chilliwa Malvaceae Nototriche longirostris Thurpa Festuca orthophylla Iru ichu Nototriche turritella Thurpa Muhlembergia peruviana Llapa pasto Nototriche pedicularifolia Thurpa Poa pearsonii Kacho pasto Rosaceae Alchemilla diphophylla Libro libro Poa brevis Kacho Alchemilla pinnata Sillu sillu Stipa mexicana Paja Tetraglochin strictum Canlli Stipa ichu Llapa Fabaceae Adesmia spinosissima China canlli Stipa 1sp. Ichu Astragalus arequipensis Garbancillo Oxicloe andina Sora pasto Apiaceae Azorella compacta Yareta Ciperaceae Carex sp. Kacho pasto Azorella yareta China yareta Juncaceae Distichia muscoides Taclla Azorella sp. -- Distichia sp. --- Bowlesia tropaeolifolia -- Luzula racemosa Pampa ñihua Lilaeopsis andina Totorilla 284 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 7. Tipos de pastizal, condición y cobertura de los cercos evaluados en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Comités Cerco Área total (ha) Tipo de pastizal Área (ha) Condición Cobertura Salinas Huito Salinas Huito 725 Pajonal 660 Muy Pobre 40,0 Bofedal 65 Regular 86,3 San Juan de Tarucani Tari 860 Pajonal 810 Muy Pobre 22,3 Bofedal 60 Pobre 60,0 Aldaba 2000 Pajonal 2000 Muy Pobre 19,7 Jayupata 800 Pajonal 800 Pobre 31,0 Carmen de Chaclaya Carmen de Chaclaya 665 Pajonal 485 Muy Pobre 35,3 Cesped de Puna 180 Pobre 44,3 Colca Huallata Colca Huallata 395 Pajonal 95 Muy Pobre 29,3 Chillihuar 300 Regular 70,3 Chalhuanca Chalhuanca 550 Pajonal 430 Muy Pobre 17,3 Cesped de Puna 120 Muy Pobre 38,7 Tocra Patillani 480 Pajonal 455 Muy Pobre 32,0 Bofedal 25 Regular 82,3 Kasuta 400 Pajonal 400 Muy Pobre 33,0 Ampi Ampi 600 Pajonal 588 Muy Pobre 33,0 Bofedal 12 Regular 77,0 Producción y soportabilidad de forraje Encontramos la mayor oferta forrajera en los bofe- dales de San Juan de Tarucani y Ampi, con 459 a 689 kg/MA/ha respectivamente. Le sigue el césped de Puna de Chalhuanca y Carmen de Chaclaya con 139 y 145 kg/MS/ha. Finalmente, los pajonales con 57 a 89 kg/MS/ha en Colca Huallata y Salinas Huito. Chalhuanca tiene la menor soportabilidad, mientras que San Juan de Tarucani es donde se presenta la mayor (Tablas 8 y 9). 3. Tolares Defi nimos como tolares todas aquellas áreas en las que las especies denominadas tola: Parastrephia lepidophylla, Parastrephia phylicaeformis, Lepidophy- llum quadrangulare, Baccharis buxifolia y Baccharis tricuneata predominan sobre el resto de las plantas, es decir que tienen una cobertura de 50% o más (tablas 10 y 11). No obstante, la estimación del área ocupada por los tolares de la RNSAB, detallada en el Plan Maestro, sobrestima el área realmente ocupada e incluye áreas conformadas por otro tipo de vegetación. Nuestros resultados nos han permi- tido elaborar un primer mapa de los tolares de la RNSAB sobre la base de evaluaciones en el campo que estiman el área ocupada por los tolares en la RNSAB y la zona de amortiguamiento en 27 967,76 ha. En estos tolares también se ha encontrado 356 especies de plantas asociadas a los mismos, que están distribuidas en 155 géneros, 47 familias, 31 órdenes, 4 clases y 3 divisiones. Los tolares presen- tan una gran cantidad de especies palatables, por lo que también son considerados como pastizales naturales. Es importante indicar que en estas for- maciones también destacan dos especies de pajo- nal: Festuca orthophylla y Stipa plumosa, ambas con amplia frecuencia en las cuatro zonas evaluadas. La cobertura basal de las especies presentes en un pastizal de tipo tolar, donde las especies de los géneros Parastrephya y Baccharis presentes en las cuatro zonas de estudio tienen como especies predominantes a Parastrephya phyllicaeformis, que presenta una cobertura basal de 2,1% promedio con respecto a la data reportada en cada una de las zonas; Parastrephya lepidophylla que aparece con una cobertura basal media de 0,7% y Baccharis tricu- neata, con 0,55% de cobertura basal. La condición de los pastizales naturales del tipo tolar presentes manifi estan características del rango entre pobre y Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 285 TABLA 8. Soportabilidad por cerco y comités de vicuña en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Comités Cerco Área total (ha) Tipo de pastizal Área (ha) Oferta forrajera (kg/ha) Soportabilidad parcial total Salinas Huito Salinas Huito 725 Pajonal 660 89 135,0 203,6 Bofedal 65 459 68,6 San Juan de Tarucani Tari 860 Pajonal 815 78 146,1 660,2 Bofedal 45 498 51,5 Aldaba 2000 Pajonal 2000 65 298,9 Japupata 800 Pajonal 800 89 163,7 Carmen de Chaclaya Carmen de Chaclaya 665 Pajonal 485 98 109,3 169,3 Césped de Puna 180 145 60,0 Colca Huallata Colca Huallata 395 Pajonal 95 57 12,4 226,2 Chillihuar 300 310 213,8 Chalhuanca Chalhuanca 550 Pajonal 430 71 70,2 108,5 Césped de Puna 120 139 38,3 Tocra Patillani 480 Pajonal 455 84 87,9 213,1Bofedal 25 756 43,4 Kasuta 400 Pajonal 400 89 81,8 Ampi Ampi 600 Pajonal 588 81 109,5 128,5 Bofedal 12 689 19,0 TABLA 9. Soportabilidad por cerco y comités de vicuña en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Tipo de pastizal: Césped de Puna (CP), Pajonal (P), Canllar (C), Sin vegetación (SV). Grado de formación de suelo: Superfi cial (S), Muy superfi cial (MS) Sector Tipo de Pastizal Condición Biomasa kg MS/ha Capacidad de Carga UA/ha/año Soportabilidad UA/ha/año Cobertura % Profundidad Suelo (cm) Cañahuas1 CP Pobre 612,8 0,3 0,17 58,9 38 Cañahuas2 P Muy Pobre 417,75 0,2 0,11 47,7 34 Cañahuas3 C Muy Pobre 307,55 0,2 0,13 50,3 36 Confi tal CP Muy pobre 76,65 0,2 0,1 27,6 15 Confi tal1 SV Muy Pobre 0 0 0 2,1 12 Huarancante CP Pobre 617,2 0,3 0,23 37,2 28 Condorí1 CP Pobre 630,34 0,3 0,27 53,2 39 Condorí2 P Muy Pobre 408,75 0,2 0,16 46,8 41 El Frayle P Pobre 498,89 0,3 0,24 49,5 47 El Frayle1 P Pobre 524,45 0,3 0,29 51,2 44 Huayllacucho P Muy Pobre 428,9 0,2 0,17 43,8 39 Huayllacucho1 P Muy Pobre 412,76 0,2 0,14 41,4 40 286 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 10. Lista fl orística de la composición vegetacional de los tolares, indicando la distribución y frecuencia de especies por sectores Especies Yanahuara Yanque San Antonio De Chuca San Juan de Tarucani Frecuencia % Aciachne pulvinata X X X 45,45 Adesmia spinosissima X X 18,18 Astragalus arequipensis X X 18,18 Astragalus peruvianus X 9,09 Astragalus aff. dielsii X 9,09 Astragalus garbancillo X 9,09 Azorella yarita X 18,18 Azorella compacta 9,09 Baccharis buxifolia X 9,09 Baccharis tricuneata X X X X 72,72 Bartsia difusa X 9,09 Belloa sp. X 9,09 Belloa longifolia X X 18,18 Calamagrostis brevifolia X X 27,27 Calamagrostis eminens X 9,09 Calamagrostis ovata X X 45,45 Calamagrostis breviaristata X X X X 72,72 Calamagrostis curvula X 18,18 Calamagrostis vicunarum X 9,09 Disantheliun macusaniensis X X X 54,54 Ephedra americana 27,27 Festuca orthophylla X X X X 72,72 Festuca sp. X 9,09 Gentiana postrata 9,09 Geranium sessilifl orum X X 18,18 Gomphrena meyeniana X 9,09 Gnaphalium cheiranthifolium X 9,09 Junellia mínima X 36,36 Lilaeopsis andina X X 18,18 Lupinus sp. 18,18 Lepidophylum quadrangulare X X 27,27 Margyricarpus sp. 18,18 Mimulus glabratus X 9,09 Miryophilium elatinoides X X 18,18 Muhlembergia fastigiata X X 18,18 Muhlenbergia peruviana X X 27,27 Nassella pubifl ora 9,09 Nototriche turritella X 18,18 Nototriche argentea X 9,09 Nototriche mandoniana X 18,18 Nototriche pedicularifolia X 9,09 Nototriche longirostris 18,18 Nototriche obcuneata X 9,09 Parastrephia lepidophylla X X X X 72,72 Parastrephia phylicaeformis X X X X 72,72 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 287 Especies Yanahuara Yanque San Antonio De Chuca San Juan de Tarucani Frecuencia % Plantago linearis X X 36,36 Perezia multifl ora X 9,09 Poa annua X X 27,27 Pycnophyllum bryoides X X 18,18 Pycnophyllum fi lliforme X 18,18 Pycnophyllum weberbaueri X 9,09 Sisyrinchium chilense X 9,09 Stipa depauperata X X X X 72,72 Stipa plumosa X X 45,45 Stipa mucronata X X 18,18 Stipa ichu X X 45,45 Stipa mexicana X 9,09 Stipa obtusa 9,09 Tetraglochin alatum X X X X 72,72 Valeriana radicata X 9,09 Verbena mínima X X 27,27 Werneria denticulata X 9,09 Werneria paposa X 9,09 Werneria aretioides X 9,09 Werneria digitata X X 18,18 TOTAL DE ESPECIES 24 30 22 17 TABLA 11. Valores de densidad (individuos por ha), cobertura de los tolares y plantas asociadas por distrito Especie Cobertura vegetal Densidad de los tolares Yanahuara Yanque San Antonio de Chuca San Juan de Tarucani Yanahuara Yanque San Antonio de Chuca San Juan de Tarucani Parastrephia phylicaeformis 0,3 1,6 2,4 2,6 7800 8950 8332 5530 Parastrephia lepidophylla 1,8 0,3 0,2 0,15 6570 4300 3120 2345 Baccharis tricuneata 0,6 0,5 0,4 0,7 800 956 789 745 Festuca orthophylla 2,6 1,9 0,8 0,2 320 280 359 221 Baccharis buxifolia 0,0 0,1 0,0 0,5 0 226 0,0 459 Stipa plumosa 1,7 0,8 0,95 2,6 Calamagrostis braviaristata 0,2 0,25 0,4 0,2 674 993 1002 976 Adesmia spinosissima 0,1 0,2 0,2 0,17 80 56 76 71 Stipa depauperata 0,5 0,8 0,6 0,3 997 1020 1004 854 Calamagrostis sp. 1,0 0,4 0,3 0,3 478 569 487 332 Werneria sp. 0,1 0,2 0,0 0,5 180 227 0 156 Belloa sp. 0,5 0,4 0,0 0,17 176 156 178 210 Calandrinia acaulis 0,1 0,2 0,1 0,16 108 170 185 145 Plantago sp. 0,2 0,24 0,10 0,16 0 65 79 116 Werneria paposa 0,3 0,0 0,24 0,33 0 0 112 33 Lepidophylum quadrangulare 0,0 0,4 0,0 0,3 0 900 0 653 Ephedra americana 237 165 468 201 288 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca muy pobre, lo que nos indica que se encuentran en una situación muy delicada debido a la degra- dación existente en estas áreas, por lo que encon- tramos los 4 sectores en un estado de deterioro. Se ha considerado levantar la información en las siguientes zonas: a) San Juan de Tarucani: Tarucani, Condorí, Huayllacucho, Salinas, Chaclaya, La Yunta – Quimsachata, Sector Cancosani; b) San Antonio de Chuca: Pillone, Estación Pillones, Chuca, Visca- chani, Yanahuara, Cañahuas, Sumbay, Chasqui- pampa; y c) Yanque: Chalhuanca, Tocra. 4. Yaretales Los yaretales constituyen la última asociación arbus- tiva en las alturas más elevadas de la cordillera de los Andes. Están situados dentro de la zona elevada de los Andes, donde el clima es árido y el descenso de temperatura causa en el verano violentas tor- mentas intermitentes. Estas tormentas mitigan los efectos de la sequía en la temporada más calurosa y permiten sobrevivir a la característica vegetación de estas altitudes extremas. Los actuales yaretales son el resultado de un proceso de recuperación natural, dado que los factores que ocasionaron su extracción irracional en el pasado han disminuido (ferrocarril, calderas de la ciudad, uso doméstico); en la actualidad, existe presión sobre el recurso en algunas localidades como Pati y Tocra, porque son usados para consumo doméstico. No existen antecedentes cuantitativos sobre el área de ocupación ni sobre el estado de las subpoblaciones, y se desconocen los mecanismos de regeneración natural de la especie. Es conside- rada especie vulnerable para el plan maestro de la RNSAB. Algunos sostienen que A. compacta es una especie vulnerable por su renombrado lento crecimiento; se hace necesario realizar estudios de largo plazo para el manejo sustentable de la espe- cie. La estimación de yaretales detallada en el Plan Maestro sobrestima el área que ocupan. Por ello hemos elaborado un mapa de los principales yare- tales de la RNSAB y su zona de amortiguamiento, con una extensión estimada en 2602,53 ha, que será el punto de partida de nuestra intervención. De acuerdo con lo analizado, los yaretales tienen una cobertura de 382 m2/ha (tabla 12). Adicionalmente a los resultados obtenidos, es importante mencionar que los yaretales son frecuen- tes en laderas de volcanes altiplánicos, en extensos faldeos pedregosos y entre los afl oramientos de grandes rocas propios de laderas altas. Se asocian con Parastrephia quadrangularis, Pycnophyllum molle, Adesmia, sp. y Polylepis spp. Es una especie caracte- rística de la alta montaña que crece solamente en el altiplano como cojines compactos, en laderas y por- tezuelos de las altas montañas, hasta los 5200 m de altitud; el individuo que hemos registrado a mayor altura se encuentra a 5106 m, en el cerro Condorí. Si bien no hemos podido establecer una clara relación entre altura y cobertura, la mayor proporción de plantas más pequeñas se encuentra en zonas sobre los 4700 m, en lugares con poco pajonal, pues allí parecen estar más protegidas de los roedores. Un interesante caso de estudio para este fenómeno es el sitio de cerro Condorí, donde el yaretal va entrando de un suelo puramente rocoso y muy alto para un pajonal tolar. La localidad vía Talamolle es el yaretal más grande e interesante observado, porque cuenta con una población saludable de yaretas de media- nas a muy grandes, está claramente libre de presión de extracción de recursos, y es el ejemplo más claro de un yaretal – pajonal que llega a bajas alturas. La mayor amenaza observada es el tremendo incre- mento del tránsito de la vía Mollebaya – Talamolle – Omate, que pasa muy cerca del lugar e incluso se une con su via de acceso. El problema es que casi todo el yaretal se encuentra incluso afuera del área de amortiguamiento de la reserva. Plantear la TABLA 12. Densidad (individuos/ha) y cobertura de los yaretales (m2/ha), en los principales yaretales de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Densidad Cobertura (ind./ha) (m2/ha) Cancosani 300,9 130,52 Chucura 563,3 623,07 Cerro Condorí 1748,4 339,50 Vía Talamolle 439,8 545,19 Pichupichu 658,3 624,59 Patapampa I 1111,0 270,48 Patapampa II 1269,0 139,05 Promedio 870,1 381,82 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 289 FI G U RA 1 M ap a d e la R es er va N ac io n al d e Sa lin as y A g ua d a B la n ca , d o n d e se in d ic an lo s p ri n ci p al es t ip o s d e ve g et ac ió n , ( ve r le ye n d a) . 290 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FI G U R A 2 M ap a d e la R es er va N ac io n al d e Sa lin as y A g ua d a B la n ca , i n d ic an d o e l á re a d e b o fe d al es . Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 291 FI G U RA 3 M ap a de la R es er va N ac io na l d e Sa lin as y A gu ad a Bl an ca q ue m ue st ra e l á re a de lo s to la re s en e l a ño 2 00 7. 292 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FI G U RA 4 M ap a de la R es er va N ac io na l d e Sa lin as y A gu ad a Bl an ca in di ca nd o el á re a ba se d e lo s pr in ci pa le s ya re ta le s de la m is m a. Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 293 expansión de la reserva para esa área es un asunto a considerar pronto. 5. Queñuales Los bosques de queñua son áreas que albergan una notable diversidad, especialmente de aves endé- micas. Intervienen en parte del ciclo hidrológico y cumplen varios servicios ecosistémicos importan- tes. Los bosques del Chachani están en mal estado de conservación, conformando parches pequeños y plantas aisladas, mientras que los bosques del Pichupichu presentan un buen estado de conser- vación luego de haberse recuperado notablemente. Por su parte, los bosques de El Rayo se presentan poco alterados, y al estar en buen estado de con- servación se constituyen en el ideal que queremos alcanzar. Encargamos algunos estudios a especialis- tas y monitoreamos la fauna de febrero a diciembre del 2007; encontramos que los bosques de queñua de la RNSAB albergan a la fecha un total de 100 especies, de las cuales 18 son mamíferos, 78 aves y 4 reptiles. Mamíferos Se ha registrado 18 especies (tabla 13). Según el Estado Peruano cuatro de ellas están amenazadas. En el grupo de los carnívoros existen zorros andinos y costeros, los zorrinos (que son muy comunes), y el puma, que es el felino de mayor tamaño, con escasos avistamientos en las zonas del Simbral y El Rayo. Entre los micromamiferos podemos encontrar un marsupial y varios roedores, como: vizcachas, importantes por su valor alimenticio (se les encuen- tra en forma abundante en los roqueríos), ratas chinchilla, las cuales están en la zona límite de su distribución occidental, y roedores sigmodontinos, entre los cuales destacan: Phyllotis chilensis, Abro- thrix jelskii, Phyllotis magister y Akodon subfuscus. Aves Registramos un total de 78 especies de 18 fami- lias (tablas 14 y 15). TABLA 13. Mamíferos registrados hasta diciembre del 2007 en los bosques de queñua de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Orden / Familia / Especie Nombre Común Cabrerías Pichupichu El Rayo Thylamys pallidior Ratón marsupial x x x Histiotus montanus Muerciélago orejudo x x x Pseudalopex culpaeus Zorro andino x x x Conepatus chinga Zorrino, añas x x x Galictis cuja Hirón x x Leopardos pajeros Osjollo, gato montés x x x Puma concolor Puma x x x Lama guanicoe Guanaco x Hippocamelus antisensis Taruca x x x Akodon subfuscus Ratón de campo x x x Chroeomys jelskii Ratón de pajonal chocolate x x x Neotomys ebrisus Ratón de los bofedales x Oligoryzomys andinus Raton arrocero x Phyllotis chilensis Ratón orejón chileno x x x Phyllotis limatus Ratón orejón de lima x x x Phyllotis magister Ratón orejón grande x x x Auliscomys pictus Ratón huanaco x Chinchillula sahamae Rata carpinto, rata tonta x x x Lagidium peruanum Viscacha, huisca x x x Abrocoma cinerea Rata chinchilla x x x Total 17 16 18 294 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 14. Especies de aves presentes en los bosques de queñua de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Lista obtenida sobre la base de los monitoreos de campo realizados durante el año 2007. Se indican las especies endémicas y dependientes del queñual (**) Especie Nombre común Simbral Cabrerías Rayo Nothoprocta ornata ornata Pissaca x x x Vultur gryphus Cóndor x Cathartes aura jota Gallinazo cabeza roja x x Geranoaetus melanoleucus australis Aguilucho grande x Buteo polyosoma polyosoma Aguilucho común x x x Buteo albigula Aguilucho x x Phalcobaenus megalopterus Alcamari x x x Falco femoralis pichinchae Halcón perdiguero x x Falco sparverius peruvianus Cernícalo americano x x Thinocorus orbygnianus ingae Puco puco de altura x Metriopelia ceciliae ceciliae Cascabelita x x Metriopelia aymara Tortola aymara x x x Metriopelia melanoptera melanoptera Tortola cordillerana x Bolborrhynchus aurifrons aurifrons Perico cordillerano x x Tyto alba contempta Lechuza de campanarios x Bubo virginianus magellanicus Tuco x Caprimulgus longirostris decusatus Chotacabras barba larga x x x Aeronautes andecolus parvulus Vencejo andino x x Colibri coruscans coruscans Colibrí azul x Oreotrochilus estella estella Picafl or cordillerano x x x Patagona gigas peruviana Picafl or gigante x x x Metallura phoebe phoebe Picafl or negro x x x Geositta cunicularia georgei Pampero común x x Upucerthia jelskii pallida Bandurrita cordillerana x x x Upucerthia rufi cauda montana Bandurrita pico derecho x x Cinclodes fuscus rivularis Churrete cordillerano x Cinclodes atacamensis atacamensis Churrete castaño x Leptasthenura andicola peruviana** Tijeral andino x x Leptasthenura striata striata** Tijeral listado x x x Asthenes modesta modesta Canastero pulido x x x Asthenes pudibunda grisior Canastero peruano x x Asthenes arequipae Canastero de D’Orbygny x x x Asthenes sclateri Canastero x Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 295 Especie Nombre común Simbral Cabrerías Rayo Anairetes reguloides reguloides Torito garganta negra x x Anairetes fl avirostris arequipae Torito pico amarillo x x x Ochthoeca oenanthoides polionota** Pitajo rojizo x x x Ochthoeca leucophrys leocometopa Pitajo gris x x x Polioxolmis rufi pennis** Papamoscas del queñual x Agriornis montana insolens Arriero x x x Muscisaxicola maculirostris maculirostris Dormilona chica x x x Muscisaxicola rufi vertex pallidiceps Dormilona nuca rojiza x x x Muscisaxicola alpina Dormilona gris x Muscisaxicola cinerea Dormilona gris x Muscisaxicola frontalis Dormilona frente negra x Turdus chiguanco chiguanco Chiguanco x Troglodytes aedon fecellatus Cucarachero x Petrochelidon andecola andecola Golondrina andina x x x Conirostrum cinereum littorale Mielerito gris x Conirostrum tamarugense* Mielerito del tamarugo x x x Oreomanes fraseri binghami* Pájaro del queñual x x x Diglossa brunneiventris bruneiventris Diglosa carbonosa x Xenodacnis parina petersi* Azulito altoandino x x Thraupis bonariensis darwinii** Naranjero x x Catamenia analis analoides Corbatita pico de oro x x x Catamenia inornata minor Corbatita azulada x Sicalis olivascens chloris Chirigue olivaceo x x Phrygilus alaudinus Fringilo ala blanca x Phrygilus atriceps** Fringilo cabeza negra x x x Phrygilus punensis Fringilo de la Puna x x Phrygilus fruticeti peruvianus Fringilo pecho negro x x x Phrygilus unicolor inca Plomito grande x x x Phrygilus plebejus plebejus Plomito pequeño x x x Zonotrichia capensis peruviensis Tanka, Gorrión x x Carduelis crassirostris* Jilguero del queñual x x x Carduelis magellanica paula Jilguero de cabeza negra x x x Carduelis atrata Jilguero negro x x Carduelis uropygialis Jilguero cordillerano x x 67 45 46 51 296 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 15. Abundancia relativa de las aves registradas en tres queñuales del la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento ESPECIES Cabrerías Simbral Rayo julio sept nov julio sept nov sept nov 1 A. andecolus 0,39 0,29 2 A. andicola 0,61 3 A. arequipae 0,36 0,68 0,44 0,62 0,95 1,29 1,18 2,24 4 A. fl avirostris 0,23 0,31 0,43 0,18 5 A. modesta 0,19 0,26 0,20 0,15 6 A. montana 0,22 7 A. pudibunda 0,26 0,33 0,43 0,56 0,21 8 A. reguloides 0,7 0,16 0,38 9 A. sclateri 0,18 0,19 0,26 10 A. sclateri 0,27 0,28 0,18 11 B. aurifrons 0,22 0,87 12 C. analis 0,2 0,96 0,01 0,19 0,15 0,26 0,16 0,27 13 C. atacamensis 0,42 14 C. atrata 0,4 0,01 0,27 0,17 0,85 0,34 15 C. cinereum 0,01 16 C. crassirostris 0,28 0,24 0,36 0,18 0,72 0,79 0,36 0,26 17 C. fuscus 0,34 0,50 0,46 0,57 18 C. longirostris 0,24 0,19 19 C. magellanica 0,52 0,26 0,90 0,78 20 C. melanoptera 0,49 21 C. tamarugense 0,17 0,29 0,56 22 D. brunneiventris 0,18 23 G. cunicularia 0,13 24 L. aegithaloides 0,10 25 L. andicola 0,17 0,14 0,15 0,69 0,31 26 L. striata 0,61 1,04 0,23 0,28 0,37 0,48 0,61 0,60 27 M. alpina 0,21 28 M. aymara 0,55 0,28 0,62 29 M. ceciliae 0,2 0,14 0,42 30 M. cinerea 0,17 0,17 31 M. frontalis 0,17 32 M. maculirostris 0,1 0,34 33 M. melanoptera 0,2 0,27 0,19 34 M. phoebe 0,20 0,50 0,14 0,25 0,62 0,54 0,39 0,33 35 M. rufi vertex 0,20 36 N. ornata 0,002 37 N. pentlandi 0,21 38 O. estella 0,81 0,89 0,2 0,32 0,64 0,77 0,38 0,35 39 O. fraseri 0,27 0,19 0,19 0,88 1,27 0,55 0,55 40 O. leucophrys 0,21 0,32 0,09 0,22 1,09 0,16 0,29 41 O. oenanthoides 0,26 0,18 0,57 0,25 0,69 0,41 0,48 42 P. alaudinus 0,46 43 P. andecola 1,43 1,14 0,31 1,15 0,95 0,51 44 P. atriceps 0,36 0,45 0,09 0,38 0,96 0,27 0,37 0,26 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 297 Reptiles Registramos 4 especies: tres lagartijas: Liolaemus etheridgei, Liolaemus walkeri, y Liolaemmus annectens (Sin = signifer); y una serpiente: Tachymenis peruviana. 6. Vicuña En el momento de su creación, la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) fue conce- bida como una nueva área para la conservación y el manejo de la vicuña, en vista de que en la zona se encontraron condiciones óptimas para su supervivencia y se contaba con la experiencia del exitoso programa de manejo de vicuñas de Pampa Galeras. Cuando en 1979 se crea la RNSAB con un área de 366 936 ha, la población era bastante limitada. No se tiene información sobre las pobla- ciones antes de su creación, aunque Grimwood (1969) indica que en el camino de Arequipa a Puno por ferrocarril están casi desaparecidas. En 1980 se introdujeron 40 vicuñas procedentes de Pampa Galeras y en 1997 se han introducido 95 animales más de la misma zona, estos últimos des- tinados a los cercos de manejo de vicuña. Comités de manejo de vicuña Dentro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) y su zona de amortiguamiento ESPECIES Cabrerías Simbral Rayo julio sept nov julio sept nov sept nov 45 P. fruticeti 0,7 2,07 0,56 0,14 0,30 4,63 0,78 0,60 46 P. gigas 0,2 0,39 0,15 0,22 0,29 0,29 0,20 47 P. plebejus 1,1 2,11 0,6 1,30 1,27 0,73 1,04 2,08 48 P. punensis 0,2 0,20 0,36 1,04 0,50 0,38 49 P. unicolor 0,14 0,18 0,68 0,15 0,38 50 S. olivascens 0,01 51 T. aedon 0,39 52 T. bonariensis 0,14 0,13 53 U. albigula 0,24 54 U. jelskii 0,20 0,39 0,15 0,21 0,21 0,59 55 U. rufi cauda 0,28 0,18 0,40 0,40 56 X. parina 0,54 0,38 57 Z. capensis 0,39 0,28 Abundancia total 10,05 16,15 5,15 8,73 13,04 20,40 13,44 11,45 Riqueza 30 36 24 25 29 25 32 20 (ZA) encontramos once comités activos (tabla 16) que vienen manejando la especie y obteniendo recursos económicos por la venta de su fi bra. También existen tres comités en proceso de for- mación y/o activación (tabla 16). El comité de manejo de Huayllacucho se encuentra en proceso de reactivación. El comité comunal de Pati se encuentra desorganizado a causa de problemas internos. Población en la RNSAB La población de vicuña de la RNSAB y la ZA, está en proceso de crecimiento, existiendo hasta agosto del 2007 4424 vicuñas. Este es el primer censo que ha cubierto la casi totalidad de la RNSAB y su zona de amortiguamiento (Tabla 17); de éstas, 1550 vicuñas (35,04%) corresponden a la población que vive dentro de cercos y 2874 a la población silves- tre (64.96%). La población total está conformada por 564 grupos familiares, con 1682 hembras y 767 crías; 1087 en tropillas, 74 machos solitarios y 250 no diferenciados. Esquila de vicuñas en la RNSAB Durante la presente campaña (mayo – noviembre) se ha realizado los “chakus”, permitiendo esquilar un total de 176,51kg de fi bra sucia, proveniente de 11 comités de manejo (tabla 18). Cabe indicar 298 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 16. Relación de comités de manejo de vicuñas activos, reconocidos o en proceso de reconocimiento, que se ubican en el ámbito de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento Provincia Distrito Comité Zona Resolución de reconocimiento Arequipa Yanahuara Tambo Cañahuas RNSAB 013-96-AG San Juan Tarucani Carmen Chaclaya ZA 020-98-AG-CONACS Salinas Huito RNSAB 020-98-AG-CONACS San Juan de Tarucani RNSAB 020-98-AG-CONACS Caylloma Yanque Chalhuanca ZA 014-95-AG Toccra ZA 014-95-AG Ampi ZA 020-98-AG-CONACS San Antonio de Chuca Imata RNSAB 013-96-AG Pillones RNSAB 013-96-AG Colca Huallata ZA 020-98-AG-CONACS Pillone RNSAB Proceso de reconocimiento G. Sánchez Cerro Ubinas Salinas Moche ZA Proceso de reconocimiento TABLA 17. Población de vicuñas por localidad y modalidad de manejo, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento Comunidad/Anexo Manejo Grupos familiares Tropilla Machos solitarios No diferen Total Crías Ampi Silvestre 8 30 20 24 1 0 83 Cerco 9 33 12 26 2 82 Cancosani Silvestre 14 28 19 34 1 16 112 Carmen de Chaclaya Silvestre 6 14 1 8 0 2 31 Cerco 16 46 37 34 4 4 141 Chalhuanca Silvestre 19 45 19 29 0 0 112 Cerco 26 68 15 26 0 0 135 Colca Huallata Silvestre 3 4 2 0 0 0 9 Cerco 15 114 58 94 281 Condori Silvestre 0 0 0 0 0 53 53 Huayllacucho Silvestre 13 23 8 22 3 4 73 Logen Silvestre 4 17 11 25 0 0 57 Pati Silvestre 3 8 4 10 0 0 25 Pillone Silvestre 17 49 23 53 4 19 165 Pillones Silvestre 24 87 38 0 3 15 167 Pucasaya Silvestre 12 30 11 41 1 3 98 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 299 Comunidad/Anexo Manejo Grupos familiares Tropilla Machos solitarios No diferen Total Crías Quinsachata Silvestre 4 9 3 34 6 7 63 Salinas Huito Silvestre 13 35 20 31 3 13 115 Cerco 27 74 29 43 3 18 194 Salinas Moche Silvestre 0 San Antonio de Chuca Silvestre 24 82 46 44 0 22 218 San Juan de Tarucani Silvestre 49 135 57 83 12 6 342 Cerco 50 194 83 110 7 16 460 Tambo Cañahuas Silvestre 154 400 178 192 24 47 995 Tocra Silvestre 8 17 11 38 1 3 78 Cerco 38 102 54 63 0 0 257 Vincocaya Silvestre 8 38 8 23 1 0 78 TOTAL AÑO 2007 Silvestre 383 1051 479 691 60 210 2874 % 67,91 62,49 62,45 63,57 81,08 84 64,96 Cerco 181 631 288 396 14 40 1550 % 32,09 37,51 37,55 36,43 18,92 16 35,04 Total 564 1682 767 1087 74 250 4424 % 12,75 38,02 17,34 24,57 1,67 5,65 100 TABLA 18. Cantidad de fi bra de vicuña esquilada viva durante los “chakus” de vicuñas el año 2007 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y su zona de amortiguamiento Provincia Distrito Titular de Manejo Fibra sucia (kg) Arequipa Yanahuara Tambo Cañahuas 30,65 San Juan de Tarucani Salinas Huito 10,05 San Juan de Tarucani 44,30 Carmen de Chaclaya 10,97 Caylloma San Antonio de Chuca Imata 18,41 Colca Huallata 17,95 Pillone 5,71 Pillones 0,82 Yanque Ampi 8,86 Chalhuanca 9,72 Toccra 19,09 Total 176,51 300 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca también que la RNSAB cuenta con dos nuevos técnicos esquiladores, que han venido realizando la actividad bajo la supervisión del técnico del CONACS hasta el 2006. 7. Guanacos A la llegada de los españoles, el guanaco era el camélido más abundante de América del sur, estimándose su población entre 30 y 50 millones (FAO 1991). La población actual se estima en unos 600 000 animales (Marchetti et al. 1992). Antiguamente se consideraba que Lama guanicoe estaba conformado por cuatro subespecies; recientemente, utilizando técnicas moleculares se reconocen dos subespecies: la forma nominal que habita en Chile, Argentina, Paraguay y Bolivia, y el guanaco peruano (Lama guanicoe cacsilensis) que habita en el Perú y el extremo norte de Chile (González et al. 2006). Esta última especie tiene poblaciones que no superan los 5000 animales (CONACS 1997). Grimwood (1969) señaló que las poblaciones de guanacos en el Perú no superaban los 5000 ejemplares, mientras que el censo nacional de guanacos de 1996 reseñó 3810 guanacos (CONACS 1997, Zúñiga 2004). El Estado peruano la considera como especie en peligro (D.S. 034-2004-AG). Se ha postulado que la disminución poblacional fue ocasionada por una severa epidemia (Hoces 1992) y principalmente debido a la caza indiscriminada que hasta el momento viene sufriendo la especie en todo su rango de distribución. Zeballos (2004) postula que las poblaciones de guanaco peruano conformarían un sistema metapoblacional (Hanski 1991, MacCulloung 1996, Gilpin 1996, Marquet 2006). En este informe se exponen los principales resultados del monitoreo de los guanacos realizado durante el año 2007 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) y se lleva a cabo una comparación con la información obtenida en los años anteriores, analizando la información disponible para conocer el estado de las poblaciones a nivel nacional en la región Arequipa. Área de distribución del guanaco en la RNSAB Está ubicada entre las laderas este y noreste del Chachani (6075 m), la represa de Aguada Blanca y el cerro Quimsaorcco, en las zonas conocidas como pampa Cañahuas y la pampa de Arrieros, en altitudes que van de los 3800 a 4600 m. Es una zona semiárida de altura con grandes fl uc- tuaciones térmicas diarias y estacionales. Con una precipitación total anual de 200 mm (Estaciones de Pampa de Arrieros y Sumbay). Por lo general, el paisaje es colinoso hacia el lado este y noreste del nevado Chachani, con extensas pampas interrum- pidas por algunas lomas y colinas de baja altura. La vegetación predominante es el pajonal, salpicado por tolares. Es un hábitat típico para vicuñas, y de hecho allí se concentra la mayor población de esta especie en la RNSAB. Población en el Perú El único censo poblacional realizado el año 1996 da cuenta de un estimado de 3810 guanacos en todo el Perú (CONACS 1997, Zúñiga 2004). Hoy en día existen menos guanacos que el número de vicuñas que había cuando se propuso recuperarlas de la extinción. Las subpoblaciones del centro del país están reducidas y, por lo tanto, con alta pro- babilidad de extinción local (Efecto Allee, Efecto Morán, estocasticidad ambiental). Las subpobla- ciones del sur se encuentran mejor conectadas, pero en general son tres subpoblaciones que no superan los 300 animales, y otras menores con menos de 100. Los principales núcleos poblaciona- les del sur se encuentran en Ayacucho y Arequipa (CONACS 1997), donde existe alta incidencia de cazadores furtivos (comerciantes de carne para mineros informales, cazadores deportivos) e inten- siva actividad minera. Población en la región Arequipa No se tiene certeza del tamaño poblacional que en el pasado tenían los camélidos silvestres en Arequipa, menos aún del guanaco; algunos auto- res presentan diferentes cifras, pero éstas son muy especulativas. Los guanacos han sido repor- tados en Arequipa desde casi el nivel del mar, hasta más allá de los 4500 m de altura (Wheeler 1983, Hoces 1992a, b, Zúñiga 2004). Dos cen- sos documentan la población de guanacos en toda la región: el Censo Nacional de Guanacos del año 1996 (CONACS 1997) estimó la pobla- ción en 1124 guanacos para el departamento de Arequipa, y el censo del año 2000 (M. Zúñiga Com. per.) calculó 1045 guanacos. De acuerdo con estas cifras, la población de guanacos de la Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 301 región Arequipa ha disminuido un 7% en cuatro años. Población en la RNSAB En los últimos años, en la RNSAB los guanacos están experimentando un crecimiento pobla- cional. En los primeros años de existencia de la RNSAB se llevó a cabo un conteo total y se estimó una población de 250 animales, que afectada por la cacería continuó disminuyendo. Es recién a partir de 2002 que se aprecia la recuperación de su población en la RNSAB (fi gura 5). Durante el año 2007 encontramos que se produce una Hacia el noreste de la RNSAB, en el distrito de San Antonio de Chuca, provincia de Caylloma, departamento de Arequipa, encontramos la laguna del Indio – dique de los Españoles. Pertenece a la subcuenca del río Chili. Se ubica a 15°47’04 LS y 71°03’29 LO, a 4450 m, sobre una extensión de 488 ha. Conforma un sistema hidrológico com- puesto por una parte natural y otra artifi cial, que es parte del sistema de represas que dota de agua a la ciudad de Arequipa. Los bofedales y la laguna de Salinas se encuen- tran ubicados entre los territorios de las comuni- dades campesinas de Salinas Huito, Santa Lucía de Salinas y Salinas Moche. Se localizan en 16°22’00 LS y 71°08’00 LO, a una altitud de 4300 m; abar- can una extensión de 6182 ha. La laguna de Sali- nas es un salar altoandino, que recibe las aguas de una cuenca endorreica. En los alrededores de la laguna existen bofedales, los cuales constituyen formaciones vegetales importantes para el pasto- reo de camélidos tales como las vicuñas y las alpa- cas, y hábitat del pez endémico Orestias agassizii. La minería de sal y boratos, tanto artesanal como industrial, son actividades económicas importan- tes, pero al mismo tiempo su principal problema, debido al importante impacto que ocasiona en la laguna la remoción de suelo que se realiza para su extracción. Riqueza de especies La información proporcionada se basa en los censos poblacionales que se iniciaron en 1999, todos realizados utilizando el método de conteo directo desde puntos fi jos. La riqueza de especies del humedal de la laguna del Indio - dique de los Españoles, está representada por 7 órdenes, 12 familias, 33 géneros y 44 especies (tabla 19), de las cuales las que están mejor representadas son las familias Anatidae y Scolopacidae, con nueve especies, seguidas de los Charadriidae y Ardeidae, con cinco especies. Los bofedales y la laguna de Salinas albergan 7 órdenes, 12 familias, 25 géneros y 33 especies (tabla 20), de las cuales las que están mejor repre- sentadas son las familias Anatidae con 8 especies, Scolopacidae con 6 y Charadriidae con 5. La riqueza de especies presenta una dinámica muy particular que parece estar asociada con las fl uc- tuaciones del nivel de agua de la laguna. Entre FIGURA 5 Variación de la población (número de cabezas) de gua- nacos en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, entre 1979 y 2007. 300 200 100 0 1979 1980 1990 2000 2010 t (acos) notable variación mes a mes, lo que estaría refl e- jando que los guanacos se mueven hacia áreas no censadas, quizá hacia la zona de El Rayo o a las cumbres del Chachani. En agosto del 2007 hemos registrado 117 individuos, con una den- sidad poblacional de 0,29 guanacos/km2. 8. Aves acuáticas de los sitios Ramsar En la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (RNSAB) encontramos varios humedales, dos de los cuales han sido declararados humedales de importancia internacional por la convención RAM- SAR en el año 2003, en virtud de su importancia como hábitat para aves acuáticas. Estos humedales se suman a los otros 11 declarados de importancia internacional en el Perú. 302 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca TABLA 19. Resultados de los censos de aves acuáticas de la laguna del Indio-dique de los Españoles el año 2007, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre Científi co Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic Chloephaga melanoptera 799 1613 7148 1678 573 133 66 44 90 67 104 137 Lophonetta specularioides 210 60 86 112 63 51 140 89 190 44 365 180 Anas fl avirostris 249 193 181 598 592 215 298 374 414 381 337 224 Anas georgica 12 17 7 25 119 91 159 17 26 15 Anas bahamensis 15 17 13 Anas puna 109 257 14 49 329 38 66 40 76 203 54 45 Anas cyanoptera 367 95 11 Oxyura jamaicensis 995 1738 1053 1200 1530 3070 926 1031 558 681 1755 1738 Anatidae no identifi cado 155 100 Rollandia rolland 156 26 9 2 4 8 30 3 11 9 Podiceps occipitalis 212 177 399 51 31 11 87 118 75 200 254 Phalacrocorax olivaceus 24 21 5 4 6 5 18 10 12 17 Nycticorax nycticorax 8 1 6 8 6 5 2 Bubulcus ibis 1 Plegadis ridgwayi 25 1 4 1 20 7 5 3 Phoenicopterus chilensis 194 157 143 186 244 79 240 151 216 391 778 350 Phoenicoparrus andinus 6 16 Phoenicopteridae NN 43 Phoenicopteridae juveniles 7 5 28 41 37 27 29 66 Phalcoboenus megalopterus 6 2 3 9 2 1 1 2 1 4 Falco femoralis 1 Gallinula chloropus 2 1 Fulica gigantea 531 392 226 723 772 448 375 250 369 288 424 404 Fulica ardesiaca 51 25 16 60 145 3 41 Himantopus mexicanus 1 1 1 Recurvirostra andina 37 79 35 102 100 136 158 163 46 54 55 Vanellus resplendens 6 4 4 6 3 2 8 14 10 2 2 Charadrius alticola 44 62 46 32 63 12 3 8 12 Tringa melanoleuca 9 29 15 Tringa fl avipes 4 6 Calidris alba 28 79 27 Calidris pusilla Calidris fuscicollis 169 407 262 122 15 93 29 14 2 Calidris bairdii 61 3 2 Calidris melanotos 36 18 3 1 Calidris sp. 570 8 3 72 525 145 385 203 Steganopus tricolor 54 239 3290 18 210 17 669 999 35 653 Limosa haemastica 1 1 Thinocorus orbignyianus 4 19 15 Larus serranus 63 27 41 25 22 43 15 36 88 35 90 76 Larus pipixcan 4 Metriopelia aymara 4 15 3 5 4 Athene cunicularia 1 Colaptes rupicola 1 7 2 1 1 Geositta cunicularia 12 13 18 9 Cinclodes fuscus 20 9 4 13 4 1 Cinclodes atacamensis 2 2 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 303 Nombre Científi co Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic Asthenes modesta 10 Lessonia oreas 6 16 12 7 16 15 8 Haplochelidon andecola 24 125 5 12 8 18 9 8 6 Pygochelidon cyanoleuca 192 Notichelidon murina 105 72 Zonotrichia capensis 5 Phrygilus plebejus 50 41 Sicalis lutea 2 14 Total de individuos 4297 5426 10526 8583 4602 4331 2761 2839 4180 3460 4915 4486 Riqueza de especies 26 23 30 17 32 22 27 29 27 22 27 27 TABLA 20. Resultados de los censos de aves acuáticas de la laguna de Salinas el año 2007, en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Nombre científi co Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Set Oct Nov Dic Chloephaga melanoptera 15 3 41 71 35 5 4 5 46 38 Lophonetta specularioides 57 44 85 91 2 6 6 23 Anas fl avirostris 38 26 28 10 6 71 Anas puna 4 Oxyura jamaicensis 16 Phoenicopterus chilensis 2224 5104 4113 3561 120 125 32 98 3 6 52 Phoenicoparrus andinus 662 525 8 Phoenicoparrus jamesi 200 201 250 64 Phoenicopteridae NN 2572 Phoenicopteridae juv. 58 6 1 10 4 Phalcoboenus megalopterus 1 Fulica gigantea 3 Recurvirostra andina 125 25 73 19 Vanellus resplendens 8 1 2 Pluvialis dominica Charadrius alticola 7 Tringa fl avipes 1 4 Calidris fuscicollis 15 Calidris melanotos 26 Calidris sp. 590 1397 49 13 10 31 92 Steganopus tricolor 45 21 3 Thinocorus orbignyianus 8 Larus serranus 4 16 13 890 139 313 3 13 2 2 Larus pipixcan 12 Geositta cunicularia 6 Cinclodes fuscus 5 3 1 Asthenes pudibunda 4 Lessonia oreas 7 1 Phrygilus plebejus 109 Carduelis atrata 25 Número total de individuos 2567 3436 7695 5155 4725 289 459 53 129 16 191 197 Riqueza de especies 5 14 16 9 9 6 5 5 7 2 8 8 304 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca FIGURA 6 Variación poblacional mensual de aves en la laguna del Indio - dique de los Españoles entre los años 1999 y 2007. Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. a. Total de individuos de todas las especies; b. Especies acuáticas residentes; c. Parihuanas (fl amencos) de las tres especies; y d. Especies migratorias. 1999 y 2003 la riqueza se mantuvo constante, pero a partir de ese año las poblaciones de todas las especies están fl uctuando notable y riesgosa- mente. Abundancia de especies en la laguna del Indio - dique de los Españoles En la laguna del Indio - dique de los Españoles se presenta un incremento leve, pero constante, en el número total de individuos de todas las espe- cies. La cantidad de aves residentes presenta el mismo patrón de incremento. Por su parte, las poblaciones de parihuanas y de aves migratorias FIGURA 7 Variación poblacional mensual de aves en la laguna de Salinas entre los años 1999 a 2007. Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. a. Total de individuos de todas las especies; b. Especies acuáticas residentes; c. Parihuanas (fl amencos) de las tres especies; y d. Especies migratorias. 1 1000 1000000 Total 1 1000 1000000 EN E JU L EN E JU L EN E JU L EN E JU L EN E JU L EN E JU L EN E JU L EN E JU L EN E JU L N úm er o de in di vid uo s N úm er o de in di vid uo s N úm er o de in di vid uo s N úm er o de in di vid uo s Residentes acuáticas 1 1000 1000000 M AY O CT M AR AG O EN E JU N N O V AB R SE T FE B JU L DI C M AY O CT M AR AG O EN E JU N N O V AB R SE T Parihuanas 1 10 100 1000 10000 EN E JU N N O V AB R SE T FE B JU L DI C M AY O CT M AR AG O EN E JU N N O V AB R SE T FE B JU L DI C M AY O CT Migratorias JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C tiempo (meses) se mantienen fl uctuando estacionalmente, lo que se debe a su condición de migratorias. Resulta notable el hecho de que en este humedal los nive- les de agua están sujetos a fl uctuación constante y determinada por las necesidades que tiene el sistema de represas. Abundancia de especies en los bofedales y la laguna de Salinas En la laguna de Salinas podemos observar dos momentos diferentes en el comportamiento de las poblaciones de todas las especies de aves y de grupos particulares (fi gura 7). Antes del 2003, las poblaciones se mantenían aproxima- damente constantes en número, fl uctuando Total 1 10 100 1000 10000 100000 JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C JU N DI C N úm er o de in di vid uo s N úm er o de in di vid uo s N úm er o de in di vid uo s N úm er o de in di vid uo s Parihuanas 1 10 100 1000 10000 100000 Migratorias 1 10 100 1000 10000 100000 tiempo (meses) Residentes acuáticas 1 10 100 1000 10000 100000 1000000 Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 305 hasta cierto punto, sin llegar a descender; no obstante, después de ese año las fl uctuaciones se han hecho muy dramáticas, llegando a pre- sentar muy pocos individuos, menos de 10 en algunos meses del 2007. Este comportamiento se presenta al analizar todas las especies acuáti- cas, las parihuanas y las aves migratorias. Antes del 2003 esta laguna podía llegar a secarse oca- sionalmentee en algunos años, pero a partir del 2003 se seca completamente cada año, lo que hace inviable la presencia de aves y a ello se deben las marcadas fl uctuaciones. Esto describe un escenario adverso para la conservación de este sitio RAMSAR. AGRADECIMIENTOS Agradecemos al Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), que por medio de la Jefatura de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca fi nanció los monitoreos pobla- cionales que se han llevado a cabo desde el 2001. La Agencia Española de Cooperación Internacional sufragó parcialmente los monitoreos entre el 2002 y 2004. El Contrato de Administración Parcial de Operaciones de la RNSAB, en convenio con el Servicio de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) y el Proyecto GPAN (PROFONANPE), a cargo de desco, realiza los monitoreos desde el 2007, con fondos del Banco Mundial y KfW. BIBLIOGRAFÍA Berlijn D. J. 1985. Pastizales naturales. Ed. Trillas. México. Brack E. A, D. Hoces, J. Sotelo. 1981. Situación actual de la vicuña en el Perú y acciones a ejecutarse para su manejo durante el año 1981. Ministerio de Agricultura y Alimentación. Lima. Brack, A. 1980. La vicuña, futuro de un símbolo nacional. Informativo. Proyecto Especial Utiliza- ción Racional de la Vicuña. Lima. Canahua, F. 1990. Evaluación y mapeo edafo-agrosto- lógico de los pastizales de Chuquibambilla. Tesis Facultad de Agronomía, de la UNTA-Puno. CONACS. 1997. Censo nacional de guanacos 1996. Informe fi nal. 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Línea de base - 2007 307 Lara, R., H. Alzérreca. 1976. Forrajeras nativas del altiplano. Boletín N° 5. Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios. La Paz. Linares, E. 1991. Flora de la zona comprendida entre Yura y Chivay (2600 a 4800 m.s.n.m.). Arequipa 1987-1990. Tesis de Bachiller en Ciencias Biológi- cas. Universidad Nacional de San Agustín. Arequipa. Malpartida, E. 1990. Tecnología Campesina en pas- toreo altoandino. Proyecto Alpacas, INIA.COR- PUNO. COTESU/ IC. Lima. Marchetti, B., J. Oltremari y H. Peters. 1992. Estrate- gias para el manejo y aprovechamiento racional del guanaco (Lama guanicoe). Ofi cina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Docu- mento Técnico 9. Santiago, Chile. Marquet, P. 2002. Metapopulations. En: T. Munn (ed.), Encyclopedia of global Environmental change, Vol 2. John Wiley and Sons. Pp. 1-10. Chichester. McCullogh, D. R. 1996. Metapopulation and wildlife conservation. Island Press, Washington D. C. Melo-Anccasi, M. 1997. 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La domesticación de la alpaca (Lama pacos L.), la llama (Lama glama L.) y el desarrollo temprano de la ganadería autóctona en los Andes centrales. Informe fi nal IX CLAZ Perú. Pp. 101-111. Arequipa. Zeballos P., H. 2004. Análisis e interpretación de los resultados de los censos de aves acuáticas 2000- 2004 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Arequipa. Zeballos, H. 2004. Resultado del monitoreo mensual de guanacos 2001 - 2004 en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Arequipa. Informe para Proyecto Araucaria, Agencia Española de Cooperación Internacional. Arequipa. Zúñiga, M., 2004. Camélidos silvestres en la región Arequipa, ¿dónde están y cuántos son? Aso- ciación Nacional para el Desarrollo Sostenible, Andes Sostenible. Arequipa. Contrato de administración parcial de operaciones de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Línea de base - 2007 309 RECUPERACIÓN DE QUEÑUALES Producción de plantones Siembra Comité conservacionista de Cacayaco Comité conservacionista de Tuctumpaya Comité conservacionista de San Juan de Tarucani Comité conservacionista de Salinas Huito LISTA DE AUTORES Pablo Yobán Aguilar Barriga Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Calle Málaga Grenet Nº 678, Umacollo, Arequipa. yovan9@hotmail.com Marco Antonio Avendaño Ballón Santuario Nacional Lagunas de Mejía, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio del Ambiente. marcoavendaball@gmail.com Roberto Luís Barrionuevo Gaggiotti Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. robertolbg@yahoo.com Kenny Carol Caballero Marchán Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Calle Málaga Grenet Nº 678, Umacollo, Arequipa. harpyhaliaetus.kccm@gmail.com Julia Hortencia Cam Hidalgo Laboratorio de Aseguramiento de la Calidad, Laive S. A. jcam@laive.com.pe Asunción Cano Museo de Historia Natural, Laboratorio de Florística, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Av. Arenales 1256, Apartado postal: 14-0434, Lima 14, Perú. ashuco@yahoo.com Ruby Carol Carrera Coasaca Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. ruby.carrera@gmail.com Fabrizio Cartagena Pinelo Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos – Bienestar. hfcartagena@yahoo.com Arturo Cornejo Farfán Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio del Ambiente. rnsab.sernanp@hotmail.com Cleofé Eugenio Escobar Oviedo Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio del Ambiente. escobaroviedo@hotmail.com Jaime Fernán-Zegarra R. Universidad Católica de Santa María. Urb, San José s/n. Umacollo Arequipa – Perú. Roberto Carlos Gutiérrez Poblete Museo de Historia Natural Universidad Nacional de San Agustín – Arequipa. gecko_aqp@hotmail.com 312 Diversidad biológica de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca Rommel Hinojosa Municipalidad distrital de Chachas. romguana_4@hotmail.com Isaú Huamantupa Chuquimaco Jardín Botánico de Missouri – Cusco. Prolongación Av. de la Cultura, Cusco – Perú. achuntaquiro@yahoo.es Urbano Jacobo Huamaní Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. urjacobo05@hotmail.com Juan Carlos Lizárraga Medina Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa urjacobo05@hotmail.com. Evaristo Luciano López Tejeda Museo de Historia Natural. Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. elopezt2001@yahoo.es John Everaldo Machaca Centty Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. joev.mace@gmail.com Wilfredo Mendoza Museo de Historia Natural, Laboratorio de Florística, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Av. Arenales 1256. Apartado postal: 14-0434, Lima 14, Perú. wilfredomen@gmail.com Franklin Abdón Montesinos Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos, Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. joev.mace@gmail.com Beatriz Montenegro Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa beamontenegrofz@hotmail.com José Antonio Ochoa Cámara Division of Invertebrate Zoology, American Museum of Natural History, Central Park West at 79 Street, New York, NY, 10024-5192, USA. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos, Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. jaochoac2000@yahoo.com Eloy Ocsa Cárdenas Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. eloyocsac@hotmail.com Aldo Ortega Paredes Instituto Regional de Ciencias Ambientales (IRECA-UNSA). Casilla 985-Arequipa. aldoop2005@hotmail.com Víctor Quipuscoa Silvestre Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa. vquipuscoas@hotmail.com Fernando Gonzalo Quiroz Jiménez Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. ferquirozjimenez@hotmail.com Aarón Josué Quiroz Rodríguez Museo de Historia Natural Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa. aaronjosue21@hotmail.com Lista de autores 313 Filomeno Quispe Chancolla Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. ca_reservasalinas@gmail.com Fredy Ernán Quispe Ydme Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa fred_qy11@hotmail.com Jesús Sánchez Valdivia Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. sanchezaqp@gmail.com Grace P. Servat National Museum of Natural History-Smithsonian Institution. Washington DC. grace.servat@gmail.com Marcial Soncco Quispe Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. ca_reservasalinas@gmail.com Carmelo Talavera Delgado Instituto Regional de Ciencias Ambientales (IRECA-UNSA)/Departamento Académico de Biología,UNSA. Casilla 985-Arequipa. btalav@yahoo.com.mx Victor Taya Huisacayna Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca, Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio del Ambiente. vtahui25@gotmail.com Rosa María Urrunaga Soria Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, Centro de Estudios de Plantas Alimenticias y Medicinales. CEPLAM rosa.urrunaga@gmail.com José Luís Velásquez Larico Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. velasquez.josel@gmail.com Rosa Milagros Vento Valencia Dirección de Gestión Forestal y Fauna Silvestre, Dirección General de Forestal y Fauna Silvestre. Ministerio de Agricultura. Calle 17 Nº 355, Urb. El Palomar, San Isidro, Lima. rosavento@gmail.com Luis Norberto Villegas Paredes Instituto Regional de Ciencias Ambientales (IRECA-UNSA). Casilla 985-Arequipa, Perú. chungungo_lvp@hotmail.com Ayling Wetzell Canales-Springet Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa. awetzell@gmail.com Horacio Zeballos Patrón Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – desco. Málaga Grenet 678, Umacollo, Arequipa / Centro de Centro de Investigación para la Promoción de los Pueblos, Bienestar. Garcilazo de la Vega 202, Umacollo, Arequipa. Estudios Avanzados en Ecología y Biodiversidad, Pontifi cia Universidad Católica de Chile, Alameda 340, Santiago. horaciozeballos@gmail.com Sebastián Zúñiga Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, Ministerio del Ambiente. Calle Federico Torrico C-28 Umacollo, Arequipa. szuniga@senamhi.gob.pe